Capitulo 44 - Regresemos a casa

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¡Esto era un maldito día!, pensó en un momento el vencedor. Esta era la segunda vez en el día que lo sacaban de esta manera de un lugar. Aunque no sabia las razones que se le acusaban.

Le dolió al caer, sus brazos estaban raspados y sangrando al igual que sus rodillas por el pavimento.

Los gritos de Effie y Ellie no dejaban de cesar, pidiendo que se controlara y les diera una explicación por lo que acababa de hacer.

Haymitch se levantó como si nada, reprimiendo un gemido de dolor. No sabia cual era el problema de su suegro pero no le iba a dar la satisfacción de hacerle notar que estaba herido.

— ¿¡Que mierda le sucede!? —preguntó sin cuidado. Estaba demasiado molesto como para medir sus palabras.

— No te quiero ver cerca de mi hija. ¡Largate! —su voz era grave y seria.

— ¡Erwin! ¿Que te sucede? ¡Estas siendo muy...

— Las quiero a las dos adentro de la casa. Ahora —ordenó.

— No, hasta que...

Effie quiso replicarle pero al parecer su padre estaba enfocado en el rubio.

— Ya entiendo por qué te llevaste a mi hija al distrito trece —dijo, antes de lanzar un golpe con puño cerrado en la cara— Y ni siquiera te dignaste a darle un matrimonio. Solo la usaste.

— ¡PAPÁ! ¡PARA YA! ¿¡QUE TE SUCEDE!? —volvió a gritar chica pero esta vez parándose en medio de los dos.

— Entra a la casa, Effie. Tu y yo hablaremos seriamente.

— No, y te pido que te disculpes con Haymitch. Él no tiene la culpa de cualquier problema que tengas.

— Ya se que no están casados, y te quiero en la casa ahora —ordenó— Ya no tienes nada que ver con ese hombre.

Ella se congeló — No, ¿que estas diciendo? —trató de negarlo— Haymitch y yo estamos...

— Griselda me lo dijo —contestó— Ahora entra a la casa. Este asunto es entre él y yo.

— ¿Como que no están casados? —preguntó la señora Trinket aun sin entender.

— Ella es una hipócrita, ni siquiera es mi amiga...

— Basta de mentiras, Effie. Y obedece mis ordenes.

— Esta bien, papá, pero Haymitch no tiene nada que ver en esto. Mejor entremos a casa y te explico...

— Effie, no te lo repetiré dos veces —dijo, esta vez tomando del brazo de su hija con fuerza, estaba en su limite de tolerancia.

— No soy una niña y ya no controlas mi vida —dijo safandose de su agarre— Estos tiempos han cambiado, ya no tienes que preocuparte si encajo en la sociedad o mi reputación...

— Effie...

— Yo amo a Haymitch y si lo corres, me voy con él —le confesó.

— Por supuesto que no —replicó, sin importarle las objeciones de su esposa— Tú aun dependes de nosotros, eres mi única heredera. ¡No permitiré que malgastes mi dinero y tu vida con un infeliz!

— Tengo la edad suficiente para decidir mi propia vida —dijo fuerte y claro— No necesito tu dinero, puedo mantenerme sola. Deje que manipuladas toda mi vida, traté de ser perfecta pero para ti nunca fue suficiente. Fingi tener un matrimonio solo por ti, solo para "no arruinar más tu reputación". Tu sabes muy bien por qué decidí ir al doce, estabas avergonzando de mi —su voz temblaba, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas— Yo sabía que no deseabas verme pero pensé que cambiaste de opinión cuando te apareciste de repente en el doce, pensé que habías extrañado a tu hija pero lo único que hiciste fue criticar mi vida, mi imagen..., ¡todo!

Mr & Mrs Abernathy (De Mentira)Where stories live. Discover now