Dulce venganza •TERMINADA•

By Thyfhanhy

1.2M 136K 49.4K

❝Luciana está dispuesta a vengarse de Luka Greisnar por haber jugado con su mejor amiga; pero no cuenta con q... More

♡ Antes de leer ♡
Sinopsis + aviso
Capítulo 0
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
I •TOBIAS•
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
I •LUKA•
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
I •MIKE•
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
II •TOBIAS•
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
I •TOTÓ•
Capítulo 46
II •LUKA•
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
III•LUKA•
III •TOBIAS•
Agradecimientos

Capítulo 14

16.2K 2.1K 681
By Thyfhanhy



Salgo de la carpa fingiendo enojo y decepción. Luka viene tras de mí, pero sin decir gran cosa, supongo que no sabe qué hacer cuando las chicas no babean por él implorando su atención​. Julia pasa cerca de nosotros con el gran oso en sus manos y el chico tomando su mano. Giro de nuevo y reprocho a Luka con la mirada.

—¿Quieres algo de comer? —pregunta en voz baja. Esas son las palabras mágicas, algo de inteligencia debía tener. Sonrío de nuevo y asiento efusivamente.

En general lo que más venden en el parque —obviamente— es comida chatarra: perros, hamburguesas, algodón de azúcar, golosinas y mucho más. En el puesto de BurgerBoy es donde supe que trabaja el amigo de Annie, así que allí nos dirigimos. Annie está con Totó en una mesa en la esquina del local, fuera de la vista para alguien con el nivel de atención de un mosquito como el de mi compañero.

El caballeroso chico me aleja la silla para que me siente y acaricia mi mejilla antes de hablar. Agacho la cabeza avergonzada y sonrío.

—¿Qué quieres comer?

—Hamburguesa —murmuro—, he escuchado que las de BurgerBoy son deliciosas.

Asiente y va hacia el puesto que le indiqué. Cuando ya está alejado y de espaldas a mí, Totó mueve su mano a modo de saludo y saca su celular, me hace señas para que saque el mío. Entra una llamada de ella.

—¿Qué pasó? —pregunto, sin quitar la vista de Luka.

Si te ofrece de su hamburguesa, no recibas. Solamente la tuya, Aaron hará la de él... especial. Y no te acerques mucho.

Cuelga y la veo levantar los pulgares, después empieza a hablar con Annie. Luka se acerca con la bandeja de comida: dos combos de hamburguesas con papas y dos sodas. Pretende sentarse junto a mí, pero coloco mi bolso allí; alguien tomó la cuarta silla para llevarla a otra mesa, por lo que no le queda de otra que sentarse al frente.

Me entrega la mía y él toma la suya —que es especial—, da el primer mordisco y a pesar de que no dejo de pensar en qué le habrán echado, no pasa nada. Muerdo la mía y sí, está deliciosa, entonces de un momento a otro, estornuda bajito. Sigo comiendo y estornuda de nuevo, toma un sorbo de gaseosa y otro estornudo.

—Salud —digo con indiferencia.

—Grac... ¡Atchuss! —Un par de mesas alrededor lo miran—. Do sieto.

Hago acopio de fuerza para no estallar en risas y él sigue estornudando estrepitosamente, casi no puede ni abrir los ojos. Miro al puesto de hamburguesas y el chico en la caja levanta sutilmente su mano a modo de saludo, sube la otra mostrando un pequeño frasco que mueve a un lado y al otro. ¡Pimienta! Le llenó la comida de pimienta.

—¿Necesitas... tomar aire o...?

—Edtoy bied. —Respira por la boca y entonces un estornudo mayor lo azota.

La vida, retándome a que me ría sí o sí, hace que un moco baje sensualmente por su nariz para descansar sobre su labio. ¿Cómo es posible que no lo note?

Pongo mi mano en la boca para tapar la carcajada que amenaza con salir y camuflo la mueca tomando un sorbo de mi gaseosa. ¡No lo nota aún! ¿Qué hacemos, Roberta? ¡Humillación! No, es nuestra cita. Haz lo que quieras entonces.

Tomo una de las servilletas y se la paso, me mira confundido con su amigo en vilo bajo la nariz; hago un movimiento con mi otra mano simulando que limpio mi nariz y entonces lo comprende. Se sonroja demasiado y lleva la servilleta a su cara.

—Debed didculpadme un momedto. —Se levanta y camina a paso raudo hacia lo que supongo son los baños del parque.

Ya fuera de mi vista, saco la carcajada reprimida y un par de personas alrededor se me unen. Decir que Totó y Annie están partiéndose de la risa es poco. Parecen tener ataques de epilepsia en su lejana mesa. Tomo mi vaso de gaseosa y miro al chico de las hamburguesas, lo levanto hacia él a modo de brindis en su honor y él se agacha ligeramente a modo de venia. Acabo mi comida con tranquilidad y salgo a buscar a Luka.

Los baños están en la mitad del parque, son como una gran caseta de techo rojo y paredes amarillas. Me siento en una banca a unos metros de la puerta que indica que es el baño de hombres y espero. Pasados unos minutos, Luka sale con su nariz roja cual Rodolfo, los ojos achinados y respirando por la boca. Al verme se acerca y se sienta a mi lado en silencio. Carraspea y empieza.

—Normalmente no soy tan desafortunado —musita mirando al frente. Giro hacia él y tomo su mano, lo miro con una mezcla de pesadumbre y gracia.

—Todos tenemos días malos, Luka. No te preocupes.

—Pero preciso salen a la luz con chicas tan hermosas como tú. —Y empezaron las frases baratas. Es aquí donde el chico espera que me sonroje y le diga «oh, basta, me avergüenzas», pero eso no sucederá.

—Sí, no eres el primero que me lo dice. —Chasqueo la lengua y me recuesto en la silla—. Quizás la de la mala suerte soy yo, pero la contagio.

—Un ángel como tú no puedes tener mala suerte. —Acaricia el dorso de mi mano y clava su mirada en mí.

—Entonces eres tú. —Suelto su mano abruptamente—. Vamos a algún juego antes de que me la contagies a mí.

Entre abre la boca y la cierra de nuevo como un pez, no sabe qué decir y me encamino a la noria. Hacemos la fila y noto que, tras de mí, Luka trata de averiguar cómo abrazarme de manera natural. Levanta el brazo y lo baja de nuevo, finjo no notar nada y llega nuestro turno.
Las cabinas de la noria están capacitadas para cinco personas, al llegar nuestro turno, el encargado pregunta que si venimos más o solo los dos.

—Solo los dos —afirma Luka. Que romántico.

Estando a dos centímetros de que el cerrojo de la pequeña puerta se cierre, cuando alguien la abre de nuevo. La chica nalgona —amiga de Annie— y dos chicos se asoman, uno de ellos (el más atractivo) es el que habla.

—¿Les importa si subimos con ustedes? —Luce una hermosa sonrisa y reprimo las ganas de sonreír con esa mirada de «dame tu número, tu dirección y si es posible un buen polvo» por respeto a mi cita—. Mi prima y su novio deben irse pronto y no podemos esperar otro turno.

Eso me confirma que también son aliados. Luka está a punto de negar, pero yo intervengo:

—Claro que no, suban. —Me arrimo un poco más a Luka para dar espacio. Va a decir algo, pero antes de emitir sonido, el chico sexy ya está sentado a mi lado, y la nalgona y su supuesto novio están subiendo.

Luka resopla y gira la mirada, volteo hacia el chico y me guiña un ojo. ¡Por los dioses del Olimpo! Qué mirada. Me repito insistentemente que solo es un chico del plan para aplacar los instintos adolescentes. Luego de asegurar todas las cabinas, la noria empieza a subir y la nalgona y su novio —que están frente a mí— empiezan a comerse la boca el uno al otro. Eso me deja en medio de dos chicos mirando una escena romántica, Luka no dice nada, luce molesto, entonces el chico habla.

—Soy Zac. —Hasta su nombre es sexy. Estira su mano hacia mí y la tomo tímidamente.

Luciana, un placer. —Besa ligeramente mi mano y Luka infla el pecho, atraviesa su mano enfrente de mi cara, ofreciéndosela a Zac.

—Y yo Luka, un gusto. —Zac no se inmuta y luego de soltar la mano de mi rubio compañero, su mirada se enfoca en mí de nuevo.

—¿Y dónde estudias, Lucy? —pregunta—. No te molesta que te diga Lucy, ¿o sí?

—Claro que no. —Coloco un mechón de pelo tras mi oreja—. En Crismain.

—Tambien yo —acota Luka. Zac lo ignora.

—Lástima. —Suspira—. Una chica como tú tan lejos de mí. Estudio en las afueras, en Midwest.

Luka aprieta los dientes y resopla. Esto es genial, más golpes al ego. La parejita ni se entera —notablemente— de nada, pero sé que están escuchando todo. En un instante se separan un poco y veo a la chica que me sonríe, entonces entra la pregunta:

—¿Podrías darme tu número? —pide Zac. Antes de que Luka intervenga, la nalgona levanta la vista a mi cita.

—¿Luka? —El aludido la mira por primera vez y palidece al reconocerla como una de sus ex, pero la chica lo trata con toda amabilidad y sorpresa—. Tiempo sin vernos, amigo. ¿Cómo has estado?

El casanova traga en seco y empieza a balbucear, entonces caigo en cuenta de que esa intervención es una distracción para que su amigo pueda seguir coqueteando conmigo.

—Bien —responde—, ¿y tú?

Aprovecho y hago como si estuviera hablando cómodamente con Zac, incluso le doy la espalda ligeramente a Luka. Zac saca su celular y anota mi número. Se supone que es actuación, pero no pierdo nada dándole el número real.

—Me parece bien. —Escucho que dice Luka en respuesta a algo que la chica le ha preguntado, más siento que nos observa a Zac y a mí.

—¿Te importaría que nos tomáramos una foto para el contacto? —dice Zac.

—Claro que no. —Acomodo mi cabello y él estira su brazo con el celular en la mano. Suspira y niega.

—No sale un buen ángulo por la luz. —Mira a su alrededor y repara en Luka—. ¿Podrías tomarla, amigo? Desde donde estás sale bien.

Esto se podría considerar el colmo, pero es taaaan divertido ver su indignación, que sigo el juego con todo el gusto.

—Sí, Luka, por favor. —Sus fosas nasales se abren en exasperación y toma el celular con odio. Zac me abraza y sonreímos antes del click que se escucha cuando Luka presiona el disparador.

La noria se detiene y es hora de bajarnos.

—Supongo que nos vemos después, Lucy. —Zac da un beso en mi mejilla y sale de la cabina. La chica y su novio ya salieron. Salgo yo, y por último Luka.

Pasamos las barandas hasta salir de las instalaciones del juego y él me mira ceñudo.

—¿Qué hacemos ahora? —inquiero con inocencia. Arruga la frente—. ¿Qué sucede?

—Ese tipo te estaba coqueteando —reclama.

—¿En serio? —Levanto las cejas con sorpresa—. Pensé que solo era muy amable conmigo.

—Por Dios, casi te come con la mirada —acusa—. Seguro quiere llevarte a la cama y por eso su gentileza. —El pez muere por su boca. Veo una pequeña oportunidad de jugar con él.

—¿Es decir que tú eres gentil para llevarme a la cama? —Luzco mi mejor mirada de tristeza y él se sonroja.

—¡No! ¡Claro que no! —Mira a ambos lados sin encontrar qué decir—. Yo... yo soy diferente.

Pfffff, sí claro, y yo soy virgen.

Lo sé. —Sonrío con dulzura—. Es que soy nueva en esto y no sé cómo son las señales de los chicos.

—Awww, tranquila, Lucy. —Me abraza y acaricia mi cabello. Ruedo los ojos en su pecho, pero suspiro para hacer todo más real—. No todos somos iguales. En serio me gustas.

Se aleja un poco y tímidamente rodeo su cintura con mis brazos, sus ojos llegan a los míos y esa conocida mirada que dan los hombres antes del primer beso adorna su rostro. Quedamos con las chicas que no dejarían que esto pasara, pero debo seguir la corriente, así que desvío la mirada a sus labios y trago saliva. Mueve su mano a mi mejilla y se acerca lentamente.

Si llega a pasar, no es mi culpa, no puedo solo huir.

¡Vamos, lo quieres besar! ¡Le tienes ganas!

Sshhhh, Roberta.

Está a solo seis milímetros de mi boca.

No. No se me entrecorta la respiración ni las maripositas vuelan en el estómago ni estoy nerviosa, pero supongamos que sí.

Sus labios rozan suave y levemente los míos, pero antes de poder corresponderle quedo sola, ya no está frente a mí.


Continue Reading

You'll Also Like

3.6M 177K 55
Emma es una chica que le encanta boxear y tras un terrible accidente deja el boxeo atrás. Ian, el vecino de atrás de Emma, es un chico que cada vez q...
1.5M 62.3K 83
[Novela terminada] Eliot un chico bromista y encantador. Leire una chica callada y apartada de la sociedad. Una apuesta los juntara. Una a...
Chapuzón By S. G.

Teen Fiction

13.2K 1.7K 39
Las razones por las cuales una persona se zambulle en una piscina son variables, todo depende de quien sea, de donde sea, y para que lo hace. Para Na...
10K 658 30
Qué harías si tu vida cambia por completo en un solo día , que pasaría si descubrieras un horrible secreto de la chica de la que has estado enamorado...