—¿Podrías desatarme? —dijo Effie, levantando un poco sus manos que ahora estaban pegadas.
—No, hasta que crea que no eres un peligro para los dos.
—Haymitch, por favor. No vuelvo a tocar el volante. Esto duele mucho, mis muñecas se van a marcar.
—Mmm... No. Podría dejarte así —le contestó bromeando.
—No seas cruel. Ya me duelen mis muñecas. Por favor, desátame. Me duele —pidió, mientras le hacía un puchero.
—De acuerdo —Se estaciono y tomó la navaja para desamarrarla. Una vez quitada, Effie lo abofeteo— ¡Auch!
—Eso fue por secuestrarme y... —otra bofetada más— está por amarrarme.
—Te hubiera dejado así —gruño y se volvió a sentar, mientras acariciaba su mejilla—Tienes la mano pesada, ¿sabías?
—¿Acaso es un cumplido?
—Como sea —dijo esta vez un poco molesto.
Siguieron con el largo viaje, tranquilos. Tuvieron que pararse en algunas partes para comer o para ir al baño.
Estuvieron dirigiéndose la palabra muy poco este día. Y al caer la noche, ella se quedó dormida, mientras Haymitch manejaba. Él no pudo evitar mirarla de reojo, se sentía un poco aburrido.
—Se siente una PAZ —dijo pero no esperando una respuesta— Y ya no es normal para mí. Ahora es una necesidad escucharte, princesa. Se te extraña —dijo, acariciando su mejilla— Raro pero sí.
Volvió a poner atención en el camino, mientras Effie abrió pocos los ojos, al escuchar todo. Tratando de esconder su sonrisa.
***
Al día siguiente Effie despertó y miro que aun Haymitch estaba en el volante. Se estiro un poco, llamando la atención de él.
—Buenos días, dormilona. Aquí está tu almuerzo —dijo, entregándole una bolsa donde contenia el alimento.
Ella lo tomó y vio por dentro.
—¿Hamburguesa para almorzar?
—Sí.
Ella estaba por replicarle pero aún estaba un poco dormida para pelear. Solo tomo la hamburguesa, le quitó la envoltura y le dio un mordisco.
—¿Ya almorzaste? —le preguntó, una vez ingerido el alimento.
—No, aún sigue en la bolsa. Como falta poco para llegar, decidí esperarme. Lo que sí, es que tomé un poco de tu refresco. Te dieron uno gigante y el mío lo deje por accidente.
Ella asintió y luego le acercó la hamburguesa a su boca.
—Muerde.
—No, es tuyo. Yo no tengo hambre aun.
—Que le des un mordisco o si no, no me lo comeré.
—Eff...
—Hazlo —ordenó y el sin más, obedeció..
—Listo, ¿Contenta?
—Sí —le respondió, mirándolo divertida. Él solo le sonrió.
Entre los dos, se fueron terminando la hamburguesa y el refresco. Ya había más comunicación entre ellos. Se decían cosas graciosas y jugaron algo muy típico.
—Pulguita roja —dijo, Haymitch, pellizcándola.
—Auch, eres un salvaje. Eso dolió —se quejó pero hizo lo mismo al ver una— Pulguita verde.
—Ah, te pasaste. Tú tienes uñas muy largas, Eff.
—No aguantas nada —le dijo, mientras miraba por la ventana pero se dobló las piernas al tener la necesidad orinar— Haymitch, tengo muchas ganas de ir al baño.
—Pues te tienes que aguantar porque aquí está solo.
—Uff.... Me hubieras despertado cuando fuiste a comprar la hamburguesa.
—¿Por qué?
—¡Para poder ir al baño, Mitch!
—¿Y me estas culpando a mí? Tienes un sueño muy pesado, Trinket.
—Eso no es verdad —replicó, ella.
—Claro que sí. La otra vez te tire de la cama y tú no te despertaste.
—¿¡Que me tiraste de cama!?
—Yo... —se enderezo un poco, buscando una explicación— Fue un accidente. Tú te acostaste en mi espalda y no te querías separar de mí. Así que lo único que hice fue... moverme un poco y... te caíste.
—Un poco, claro —dijo sin creerle.
—Si no me quieres creer, pues no me creas.
—No te creo. Y por favor, dale más rápido que no creo aguantar.
—Solo espera dos horas más.
—Haymitch, ya me espere más de siete horas.
—Wow, eso es mucho. ¿Por qué lloras?
—No estoy llorando. Enserio, tengo muchas ganas de ir al baño —le dijo, mientras lo miraba.
Sin más, Haymitch fue disminuyendo la velocidad y salió de la carretera. Se detuvo y Effie lo miró extraño.
—¿Qué haces? Deberías seguir manejando para no empapar la camioneta de amarillo.
Haymitch no le dijo nada y salió del auto para abrir la puerta a Effie.
—Aquí vas a ir a... hacer tus necesidades —le explicó y espero el escándalo de esa mujer.
—¿Disculpa? No, jamás iría hacer mis necesidades en... ¿Qué es esto? ¿Un bosque?
—No, no es un bosque pero los arboles cubren lo suficiente para que hagas tus... necesidades.
—No, aquí no —replicó.
—¿Segura? —cuestionó, mientras tomaba la botella de agua y le daba un trago.
—Ya vámonos —dijo, apretando más las piernas. Pero Haymitch sabía que no aguantaría otras dos horas, además de que le hacía daño al bebé. Bueno, eso supuso. Asi que tira algunos chorritos de agua al suelo.
—No hagas eso —le dijo pero él seguía haciéndolo. Así que se rindió— Está bien, iré. Pero tú me vas a ayudar.
—¿Y cómo te voy a ayudar? —le preguntó extrañado.
—A cubrirme de este lado —le dijo, señalando el lugar.
—Pero nadie te va a ver.
—Solo hazlo —ordenó y dicho eso, tomo un paquete de servilletas que tenía y una gran toalla que había en la maleta. Una vez tomadas las cosas, se dirigió hacia el lugar—Bueno, extiende esto y ni se te ocurra ver.
Él volteo los ojos e hizo lo que pidió. Espero y espero a que Effie terminara pero no llegaba una respuesta.
—¿Ya terminaste? —le preguntó.
—No, aun no.
—¿Que tanto haces?
—Es incómodo y no me puedo concentrar. Por favor cúbreme más con la toalla y ¡No mires!
—Tenías razón, hubiera manejado y tal vez llegaríamos pronto que esperarte a una eternidad aquí...
—¡Ya! Ya termine.
—¿Tan rápido? —Volteo para verla.
—¡¡¡Pero no mires!!!
—Está bien. Tranquila —dijo apartando la vista rápido. Espero unos segundos.
—Listo —dijo ella, levantándose y tomo la toalla que Haymitch aun tenia tendida— Gracias, por la ayuda. Ahora tengo que ver si tenemos antibacterial en la maleta.
Él estaba a punto de tomar su brazo y acercarla a él. Pero pensó que aún no era el momento. Así que solo entró al auto y dejó que Effie hurgara su maleta.
—¡Aquí esta! —Exclamó al encontrarla—Tienes un punto extra por haberte acordado de llevar antibacterial.
Cerró otra vez la maleta para no ensuciar lo demás con sus manos sucias. Se sentó en la parte delantera otra vez, mientras ponía antibacterial en sus manos.
—¿Lista? —le preguntó, Haymitch.
—Por supuesto.
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¿Ustedes que creen que pase cuando estén en el distrito 4? 7u7
Espero que les haya gustado, actualice hoy porque el viernes estaré muy ocupada.
Dejen sus comentarios. Me encanta saber sus opiniones.
¡Bye, bye! Los quiero <3
~A