Anioł [Park Jimin]. (¡HIATUS...

By lalahorse

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¿De qué tienes miedo? ¿De mí? No te preocupes, soy el único que es incapaz de hacerte daño. ¿Por qué? Porque... More

Prólogo.
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Baile
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Beso
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Laura
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Jimin
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Para Jimin
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By lalahorse

Los ojos del Jimin de mi dibujo quedaron extraños, creo que quedó bizco. Borré sus ojos y fui al salón donde mi madre estaba sumergida pintando el gran cuadro que habia comenzado hace unas semanas. Al final yo terminé en ese cuadro semidesnuda.

— Cuando lo termine lo colgarás en tu habitación — dijo sin voltearse a verme, yo ni siquiera había alcanzado a decir una palabra.

— ¿Me ayudas? — me acerqué a ella tendiendole el cuaderno que había garabateado — cada vez que intento hacer los ojos me queda bizco.

Mamá lo miró detenidamente.

— ¿Quién es? — preguntó.

No supe que responder, ¿un amigo?, ¿mi compañero de trabajo?, ¿Una persona que conozco de los siete años y que juraba que era un amigo imaginario, pero resultó ser más real que yo misma?

Mmm, no lo creo.

— Es un amigo — tomé la primera opción — y quiero regalárselo.

Se me quedó viendo muy pensativa.

— Tal vez deberías hacer uno de Hoseok — tomó el lápiz de mi mano.

— ¿Porqué? — pregunté sin entender a que se refería.

Mamá movió su mano y se sentó en el sofá, comenzó a trazar líneas que de a poco iban tomando forma.

— ¿Como son sus ojos? — preguntó.

— Son pequeños y almendrados— dije — a veces pareciera que los tiene tan hinchados que no puede ver y cuando sonríe sus ojos desparecen, se vuelven dos líneas — me perdí en mis propios pensamientos, en como Jimin me miraba y podia sentir como indagaba en mi interior.

Mamá me miraba detenidamente.

— ¿Te gusta este chico? — me preguntó.

— ¿Qué? — negué con mi cabeza — claro que no. ¿Y. Ya terminaste?.

Mamá me tendió el dibujo apenas había hecho unas líneas y el dibujo ya se parecía lo suficiente a él.

Corrí a mi habitación y oscureci más las líneas de sus ojos. Me recosté en mi cama y levanté mi brazo con el dibujo en mis manos, sin duda se parecía mucho a Jimin. Después de estar un rato mirando el dibujo sentí ganas de verlo, de hablar con él.

Pero probablemente el estaría trabajando ahora, sentí el sonido de una camioneta y por lo feo que sonaba supe que era la de Hoseok. Metí el cuaderno a mi bolso y corrí hacía el salón.

Hoseok venía entrando con las compras de la semana, yo me acerqué a él rápidamente y lo ayudé con una de las tres bolsas que traía. Él se me quedó viendo un poco confundido y luego rio.

— Al fin llegas — dijo su madre — deberías venir a dejarnos las compras a nosotros primero.

— No es mi culpa que su casa sea la última de mi recorrido.

— ¿Me llevas al pueblo? — le pregunté.

El comenzó a sacar las cosas mas frágiles de las bolsas y asintió.

— ¿Irás a trabajar? — yo negué — ¿entonces...? — se quedó unos segundos en silencio esperando mi respuesta, pero yo no le diría la verdad.

— ¿Por favor? — subí mi mano buena sobre mi cabeza, él me volteó a verme como si fuera estúpida.

Se volvió hacía el corredor que llevaba a la puerta principal.

— Adiós mamá, ¡Adiós señora Mendel! — gritó para que mi madre pudiera escucharlo.

— Adiós Hobi... — se me quedó viendo como iba siguiendo a mi amigo.

— Adiós — levanté mi mano buena.

Ella con una sonrisa maliciosa hizo lo mismo. Mi mamá piensa que hay algo entre Hoseok y yo, pero para su sufrimiento no es así. Nunca se me había pasado por la cabeza algo así, bueno hasta que besó mi mejilla la otra vez en su auto. No toqué ese tema nuevamente por dos razones.

Uno - Por que con lo sucedido ese día solo podía pensar en la inhumana fuerza de esa mujer.

Y dos - Me dolía mucho el brazo.

Así que esa escena no volvió a mi cabeza hasta el día siguiente, pero no quería preguntarle el porqué lo había hecho, había sido incómodo ese momento y no dudaba que volvería a serlo si lo preguntaba justo ahora que nuevamente estábamos en su auto.

— ¿Entonces me dirás para que quieres ir al pueblo? — yo negué — ¿es por ese chico?.

Me le quedé viendo unos segundos sorprendida, ¿era obvio que iba al pueblo solo para dejarle el dibujo a Jimin?, no, yo no le había mostrado el dibujo a Hoseok, sólo se lo mostré a mi mamá y sólo fue para que me ayudara.

— Se llama Jimin, y no es por la razón que piensas.

— ¿Y que es lo que estoy pensando? — preguntó.

— Que me gusta y no es así — dije.

Jimin no me gusta, aún siento que es un desconocido y no sé si llegaré a pensar de otra manera en algún momento. El es una parte importante de mi infancia y simplemente quiero recordar eso.

— Pero vas a verlo a él ¿no? — dice sin alejar su vista del camino — eso que llevas ahí es para él ¿me equivoco?.

Sentí un hormigueo en mis manos que apretaban el bolso de tela que estaba sobre mis muslos.

Tragué saliva — ¿como lo sabes?.

El me mira de reojo y voltea el manubrio hacía la derecha.

— ¿Que cosa? — preguntó restandole importancia.

— Que le llevo algo a Jimin.

— ¡Oh! — dice con una sonrisa en sus labios — ¿le atiné?.

Hoseok sigue concentrado en el camino y la conversación se corta ahí, no seguí insistiendo por lo que me concentré en el camino únicamente.

Miré la pantalla de mi teléfono el reloj marcaba las 17:45, si no me equivocaba Jimin el día de hoy salía mas temprano o eso salía en nuestra pizarra de horarios que Robert hacía cada semana.

— No hagas eso — dice Hoseok sacándome de mis pensamientos. Lo miré — comerte las uñas, te hará mal para el estómago.

— No me las trago Hoseok, lo escupo después — dije con semblante serio.

— Sobre ese tipo, Jaime — comienza — no se por que, pero no me da buena espina.

— No lo conoces hobi — traté de defenderlo y ni siquiera se porqué si yo también desconfío aún de él — es un buen chico. ¡Ah! y se llama Jimin no Jaime ni siquiera suenan igual.

— Se llama igual que tu amigo imaginario — se apretó mi estómago — que coincidencia mas extraña.

Relami mis labios ya que no supe que contestar.

— Siento que me escondes muchas cosas y es molesto — paró la camioneta cuando ya habíamos entrado al pueblo pero no estábamos cerca de la cafetería.

— Créeme Hoseok, si tuviera algo con alguien serías el primero en enterarte y,  créeme Jimin no esta en mi lista — me volteé sobre mi asiento para quedar frente a él — no te escondo nada, eres mi mejor amigo Hoseok y me alegra que sea tan importante para ti.

Me incliné y lo abracé en modo de disculpa de todas las mentiras que le había dicho ahora. Incluso de eso que no sentía nada por Jimin.

Siento atracción y miedo de él.

Como en un circo, cuando ves a los tigres, te sientes atraído hacía ellos pero sabes que no debes acercarte porqué es peligroso.

Me encuentro en esa situación con Jimin, él me atrae pero se que me hará daño si me acerco demasiado a él.

Y Jimin no me atrae de una manera romántica, si no de la necesidad que tengo de recordar mi infancia en este lugar y el es parte de mi infancia.

Aún seguía abrazando a Hoseok y el posó su mano en mi espalda, acarició gran parte de ella por lo que me relajé un poco.

Estuvimos así unos segundos hasta que el conductor del auto que venía detrás de nosotros hizo sonar muchas veces la bocina, ya que Hoseok se había parado en medio camino. El tipo pasó con su carro a nuestro lado y no se olvidó de gritarle "idiota" a Hoseok.

Finalmente llegamos al pueblo, pero yo me bajé apenas entramos, él se me quedó viendo confundido.

— Quiero caminar un rato — le dije — pasaré a verte apenas terminé lo que tengo que hacer.

El asintió y hizo partir la camioneta.

— Pero vas.

— ¡Ay, si papá! — el rio y se fue en el auto.

Yo comencé a caminar entre las calles del pueblo, pasé por una tienda de zapatos que me quedé viendo un rato, luego pasé esquivando a un anciano que estaba inclinado viendo unos celulares en la tienda de objetos eléctricos, antes de poder alejarme lo suficiente de él, habló.

— ¿Cuál de estos celulares crees que sea uno de los mejores? — no supe si estaba hablándome a mí, pero lo supuse porque al levantarse me miró directamente a los ojos — mi nieto quiere un celular y he pensado en regalárselo yo.

Yo nerviosa comencé a mirar a través de la vitrina, ni siquiera sabía por que estaba ayudando a un desconocido. En fin, apunté el mismo modelo de mi celular.

— Él no es bueno con estos celulares — se refirió a los touch — rompió el celular que me regalo mi hijo cuando estaba jugando, forzó mucho la pantalla — dijo el anciano.

— Entonces, tal vez debería comprarle un celular con teclas — digo ya que me pareció la razón mas obvia.

Le apunté el celular con teclas mas avanzado que había en el ventanal.

El anciano me dio una sonrisa muy amable, dando a entender que le había gustado mi opción.

— ¿Me ayudas a comprarlo? — me preguntó mientras entraba  a la tienda ayudado de su bastón.

No se porqué razón lo seguí, si fácilmente podría haberme hecho la tonta y seguir con mi camino, pero no se, este anciano me daba seguridad.

Ya estando dentro le ayudé a decirle a la recepcionista cual celular era y a pagarlo por que el no recordaba su clave tampoco, incluso lo acompañé en la fila de ayuda al cliente para que pudiera cambiarla. Durante todo ese rato me habló de lo bobo que era su nieto con todas las modas de los jóvenes y como no se sentía comodo con ellos. Pensé que su nieto era algún tipo antisocial pero no se lo dije, el anciano me hacía reír con algunas anécdotas del chico.

Ya con el celular en sus manos, miró el reloj en su muñeca.

— Mi nieto saldrá pronto de su trabajo — metió el celular en un feo bolso de tela que llevaba — ¿sabes como llegar a la cafetería Mel's?.

Lo miró sorprendida, ¿de quién será abuelo?, ¿de Liam o Adriana?. Aunque todo este tiempo me ha hablado de su nieto así que debe ser Liam. Me quedo mirandolo un rato buscando parentesco en ambos hasta que respondo.

— Claro — digo con una sonrisa — ahí trabajo, bueno... — levanto mi brazo malo — no ahora, tengo licencia médica en este momento.

El anciano ríe y mientras caminamos dice.

— Entonces conoces a mi nieto — lo miré — es Jimin.

Sabía que tenía cara de estúpida en ese momento pero no podía evitarlo, tenía los ojos mas abiertos de lo que normalmente podrían estar.

No podía creerlo, ¿abuelo de Jimin?, eso no puede ser verdad. No no, esto no tiene sentido.

— Te ves sorprendida — dice — ¿apuesto a que piensas que no nos parecemos? — lo que pienso ahora no tiene nada que ver con eso, abuelo — ¡oh! Aquí es — dijo cuando ya estábamos finalmente fuera de la cafetería, desde los cristales veía a Jimin en la caja contando el dinero de esta.

El tintineo sonó y el posó su mirada en nosotros y por un segundo juro que su cara cambió a sorpresa.

— ¿Que hace aquí? — le preguntó acercándose a él, lo sostuvo del brazo y lo llevó a la primera mesa que estaba frente él.

— Sólo quería venir a visitarte, mi niño, además te compré lo que querías — Jimin frunció el ceño — tu linda compañera me ayudó a escogerlo — ambos se voltearon a verme — que descortés he sido, se me ha olvidado preguntarte tu nombre, jovencita.

— ... O. Oh — tartamudie cuando me di cuenta que me hablaba a mi — Yo soy....

— _____ Mendel — me interrumpió Jimin — ella es ______ — miró al anciano.

— ______ — me tendió su mano y yo la tomé — yo soy Richard Todd, el abuelo de Jimin.

Miré a Jimin y el evitó mi mirada.

— Hola _____ — exclamó Adriana a mis espaldas por lo que me asusté un poco — no sabía que vendrías ¿has estado bien de tu brazo?.

Me volteé dandole la espalda a Jimin y su abuelo, hablé un rato con Adriana hasta que tuvo que irse a atender a los clientes, y ahí sumergida en mis pensamientos recordé mi razón de venir, el dibujo. El cuaderno seguía en mi bolso, pero por alguna razón el enterarme que Jimin tenía un abuelo me había quitado todas las ganas de mostrárselo. Lo miraba y el hablaba con el anciano muy familiarmente, quizás de verdad es su abuelo. ¡No!, eso no puede ser, no no no. ¿Porqué nada de lo que tiene que ver con Jimin calza?, es tan estresante, comencé a morder mi labio y lo hice sangrar (otra vez). Me acerqué al mesón en el cual se encuentra la caja y saqué unas cuantas servilletas para parar el sangrado.

— Debes dejar de hacer eso — dice Jimin a mis espaldas, dí media vuelta pero él pasó por mi lado yendo a los vestidores.

— ¿Hacer qué? — lo seguí hacía allá, tenía que mostrarle el dibujo, el viaje habría sido por nada si no lo hacía. Cuando la puerta se cerró y solo quedamos nosotros dos en la habitación.

— Morder tu labio — dijo mientras sacaba la ropa de su casillero — te estás dejando una fea marca en tus bonitos labios — nuevamente me dejo sola después de verme completamente sonrojada y se fue al baño de hombres y, otra vez lo seguí — ¿Quieres verme mientras me desvisto? — me cuestionó se estaba desabrochando la camisa. Yo negué con un leve sonrojo en mis mejillas — entonces.

Sentía como mi cara comenzaba a arder y ya ni siquiera podía sostenerle la mirada.

— Tengo algo que quiero mostrarte — metí mi mano al bolso sacando el cuaderno, rasgue la hoja y se la entregué. Él se quedó inmóvil unos segundos aún con las manos en los botones de la camisa, recibió el papel y lo vio — N. No es el mejor que haya hecho pero... — el observaba detenidamente el papel — es mejor que el otro — seguía mirandolo sin decir nada — si no te gusta puedes devolverlo.

— Me gusta, gracias — dijo pero no mostró siquiera una sonrisa.

— Me alegro — dije casi en un balbuceo, esperaba que al menos se viera mas feliz pero creo que incluso se molestó — ahora me voy, adiós.

Salí de los camarines y me despedí de Adriana y Liam, no pude de Robert ya que no se encontraba. El anciano aún estaba sentado en la mesa, leyendo cuidadosamente el folleto de las instrucciones del celular, ya estando cerca de él  levanto su vista, me agradeció por lo que había hecho y se despidió de mi con una amplia y dulce sonrisa, ¿de verdad eres el abuelo de Jimin?, quise preguntarle pero ya me encontraba saliendo de la cafetería.

Salí por la puerta principal, tal vez me pasaría la tarde molestando a Hoseok en la tienda.

Ese era mi plan, pero esa mujer me esperaba fuera de la cafetería.

Jimin

Iba por la calle con Richard, lo llevaba sostenido del brazo ya que últimamente le ha costado mantener el equilibrio.

— ¿Así que, eres mi abuelo? — le pregunté y lo sentí reir.

— Bueno, vives en mi casa y me haces compañía — dice — eso es suficiente para que yo quiera reclamarte como mi nieto y estoy seguro que me aprecias más de lo que ellos podrían llegar a hacer.

— Tal vez tengas razón — digo mientras doblamos la esquina para salir del pueblo.

— Esa muchacha — dice el anciano — ______, es tal cual la describes. La pude diferenciar de inmediato, espero no haberte metido en un problema por lo que dije.

— _____ jamás sería un problema para mi, lo que si provocaste fueron mas dudas en su pequeña cabeza.

— Espero que pronto puedas contarle la verdad — dice parándose en su lugar sin razón — recuerda que estás dejando todo por ella.

— No estoy dejando nada, desde hace mucho yo no tengo nada que pueda reclamar como mío — dije cuando sentí una ventisca de aire. Sabía lo que era, supe que Miranda estaba cerca.

Richard se soltó de mi brazo.

— Creo que debería volver sólo a casa — se volteó para quedar frente a mí pero yo ya me había ido — nos vemos allá.

Uff chicas perdónenme D': soy tan lenta para actualizar y esto no me pasaba tanto con mi otro fic, ahora me demoro mucho al escribir creo que no fue buena idea hacer un fic de fantasía, las ideas no me vienen fácilmente a la cabeza. Había estado pensando en hacer una maratón pero con la velocidad que escribo las dejaría esperando medio siglo :'v

Pero bueno prometo no dejar a medias este fic aunque muchas veces me dan ganas de dejarlo. Prometo terminarlo.

No olviden que las quiero mucho y espero disfruten el capítulo, nos vemos en el capítulo 10.

Nota: mi amiga me mando algo que decía que hobi tenia novia y estoy en una depresión interna.

Bye bye. <3

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