Los gritos de la anciana, y la tranquila voz de Robert intentado tranquilizarla, fueron cambiados por silencio. No sabía dónde exactamente me encontraba pero era mucho mejor que estar escuchando gritos.
Intentaba visualizar un poco el ambiente pero estaba algo oscuro, sólo una tenue luz iluminaba el lugar haciendo que pudiera ver a la persona que me trajo hasta acá.
— ¿Porqué me trajiste aquí? — pregunté.
— Porque había mucho escándalo afuera — respondió.
— ¿Y por eso tuviste que arrastrarme así?. — suspire — De todas formas gracias. — dije cortantemente.
El silencio se estaba volviendo incómodo y no podía ignorar la forma en que me miraba Jimin.
— Pareces un psicópata — dije y el sonrío.
— Sólo pienso que has crecido mucho.
— ¿Te estas riendo de mí? — pregunté — ¡esto es estúpidamente ilógico, nada de esto se siente real! — siento como el aire se me acababa — ¿quién eres? — dije — ¿como es posible que sigas luciendo igual que hace once años?.
Jimin me miró, se acercó y pasó su mano por mi rostro corriendo los mechones desordenados que yacían en mi mejilla.
Un sudor frío corrió por mi espalda a pesar que no ha hecho un movimiento brusco siento que si me muevo me atacará.
— Seré lo que tú desees. Simplemente intenta recordar — dice haciendo que quede perpleja ante tales palabras.
— ¿A que te refieres con eso? — digo confundida.
Sus ojos se fijan firmemente en mi rostro, su mano nuevamente aparta los mechones de pelo de mi rostro y sonríe sin apartar sus ojos de los míos.
— Mi querida ____ cuanto has crecido— dice en voz baja.
Mis manos no tratan de alejarlo, como si mi cuerpo no hiciera caso a mi cerebro.
Jimin se aleja de mi y abren la puerta, era Adriana.
— Aquí estas — dice, al ver a Jimin puedo notarla sorprendida — Jimin te necesitamos en caja.
El se retiró.
— ... ¿Estás bien? — yo asentí — el jefe quiere hablar contigo.
— Bien — digo y paso por su lado.
— ¿De verdad está todo bien con Jimin?.
Yo la miro sorprendida y veo preocupación en su mirada.
Sonreí — Todo esta bien, solo me ayudo a salir de ese gran alboroto que causé.
No estoy segura si Adriana me creyó pero aún así la deje en la habitación, debo ir y hablar con mi jefe.
Toqué la puerta de su oficina y el me dijo que pasara. Estaba apoyado en su escritorio con una sonrisa.
— Lo siento — dije — ¿me vas a despedir?.
Rió — por supuesto que no, solo quiero que me expliques tu versión de la historia.
Me mantuve en su oficina unos minutos contándole lo de la anciana. El me dijo que tratara simplemente de no formar peleas con los clientes, que fuera más tranquila al atenderlos.
Y me envió nuevamente a mi lugar de trabajo.
Al salir de la oficina noté que Hoseok estaba buscándome con la mirada desdé el ventanal de la cafetería, cuando me vio, entró.
— ¿Que sucede? — pregunté.
— Te traje tu almuerzo — me extendió su brazo, llevaba una bolsa con un sándwich.
"No es necesario" quería decir pero recordé lo que me había dicho el día anterior, y solo sonreí en forma de agradecimiento.
— ¿A que hora saldrás? — preguntó.
— Cerca de las cinco.
— Bien — levanto su mano y se dirigió a la tienda de en frente.
Me mantuve amable con la gente, no quería formar otra discusión con ellos, ya había tenido suficiente para lo poco que llevaba trabajando. Esperaba que fueran las cinco, lo deseaba. Mi cabeza palpitaba como nunca la conversación que había tenido con Jimin me había hecho mal, el podía decirme una simple palabra y ya me hacía dudar completamente de todo.
De SU existencia y de MI propia existencia.
La cafetería se había vaciado, solo estábamos nosotros, Robert en su oficina, Liam en su teléfono y Adriana leía el periódico. Jimin había ido al baño al parecer, necesitaba hablar con el.
Necesito que me aclare tantas cosas, demasiadas pero estoy segura que el terminará confundiéndome como lo había intentado hacer hacía unas horas.
Sin darme cuenta la ardua intención de ir y hablar con él me carcomía. Mi cuerpo quería moverse pero yo se lo negaba, mi respiración comenzaba a descontrolarse mi pecho subía y bajaba sin control.
Di un salto al sentir que alguien tocaba mi hombro, era Adriana.
— Ya estas en la hora ______ — miré el reloj que estaba colgado y ya eran las 17:15.
Asentí — me iré a cambiar.
Me dirigí hacía los vestidores y ahí estaba él, sacando sus cosas del casillero. Apenas me vio se dirigió al baño de hombres.
— Espera — dije tratando de sonar calmada pero sonó como una orden, el se detuvo y se giró a verme — ¿Podrías responder lo que te había preguntado? — lo miré retadoramente — por favor.
— Yo siempre estaré contigo — dice — hicimos una promesa.
— No lo recuerdo — di un par de pasos tratando de acercarme pero no lo suficiente para quedar frente a frente — Necesito que me digas todo. No sabes lo frustrada que me siento al no poder recordarte.
— ¿Soy importante para ti _____? — preguntó.
— Eso quiero que me digas — mi cara había cambiado a súplica.
Su mirada es fría y mi cabeza palpita dándome un gran dolor en las sienes.
El se acercó tomando mi cabello mal amarrado que caía por mis mejillas, su cara estaba tan cerca de la mía que podía sentir como respiraba.
— Bien.
Jimin me toma de la mejillas y plasma un beso en mis labios, me tense, intento retroceder pero su agarre es muy fuerte y sus labios muy suaves. Hace que mi cuerpo choque suavemente con los casilleros detrás de mi, intenté zafarme, de verdad lo intenté.
Tenía mis ojos tapados con sus manos.
— ¿Para donde vamos? — pregunté.
— Es una sorpresa, no intentes observar — dijo él.
Yo iba con unas sandalias por lo que sentí como pasto seco tocaba mis piernas. De repente el se detuvo y lentamente quitó sus manos de mis ojos.
Estábamos en una pradera rodeada de varios arboles, la pradera por su color amarillento era como un hoyo entre ese gran bosque verde. Tenía su pasto seco a pesar de ser verano y flores de color violeta adornaban el suelo. En ese tiempo no sabía que fuera lavanda.
Me acerque y tome una flor, se la tendí a Jimin y el me la recibió. Me acosté en el pasto y después de un rato él hizo lo mismo.
— Papá dijo que tal vez no volvamos el próximo año.
Fue durante el último verano que pasé acá.
El no dijo nada, como siempre.
— Te extrañaré — dije.
— Me olvidarás después de un tiempo — exclamó.
— Cuando vuelva, si quieres podrías venir a visitarme.
El se me quedó viendo y luego dirigió su cabeza al cielo. Estaba enfadado o triste, siempre se me hizo difícil saber como se sentía. Yo en ese tiempo estaba segura quién era Jimin.
Él no era mi amigo imaginario, era alguien, real. Él era...
Di un salto que me hizo reaccionar. Mi respiración estaba agitada y no podía visualizar bien el lugar en el cual me encontraba.
— ¿_____? — dijo Hoseok, estaba en su camioneta. Me le quedé viendo totalmente desconcertada por unos largos segundos.
¿Como era posible?, hace un momento estaba con Jimin en los camarines. Él me había besado y... Recordé eso.
El dolor de cabeza había desaparecido y si ahora intento recordar no me duele. Puedo recordar algunas cosas.
— ¿Estas bien? — preguntó, había parado la camioneta a medio camino, no estábamos tan lejos del pueblo.
— ¿Como llegué aquí?.
— ¿Qué?.
— ¿Cómo me subí a la camioneta? — alcé un poco la voz.
— ¿Que...? — alargó la palabra — simplemente te subiste, _____ ¿que sucede? — preguntó.
Cuando por fin me dí cuenta que estaba comportándome como una lunática, Hoseok ya estaba demasiado preocupado como para decir que era una broma.
— ... Yo lo siento — dije y apoyé la mano en mi frente — lo siento — volví a repetir.
El se me quedó viendo un rato con duda antes de decidir hacer partir la camioneta nuevamente. Durante el camino a casa ninguno dijo nada. Cuando finalmente llegamos y antes de bajarme de la camioneta Hoseok tomó mi mano.
— ¿Realmente estas bien?.
Solté un suspiro — si, tranquilo — su preocupación me pareció adorable, por un momento creí ver al Hoseok de once años que siempre jugaba conmigo para que no me aburriera — solo tuve un sueño muy desconcertante.
— ¿Crees que deberíamos decírselo a tu madre?.
Yo negué, no quiero que se preocupe, me preguntará si me he estado tomando los medicamentos y hace rato que dejé de tomarlos, solo me daban mucho más sueño.
El soltó mi mano.
— Debo volver al trabajo — dijo — vendré a verte más tarde.
— Esta bien — y se fue en su camioneta.
Debo dejar de actuar así frente a los demás, pero fue realmente extraño. En un momento estuve con Jimin besándome, luego estaba con él en una pradera y después con Hoseok en su camioneta.
¿Que demonios acababa de suceder?.
¿Que demonios me hiciste Jimin?
Hola chicas ^^ aquí LaLa, uff lamento la tardanza es que.... tengo tan pocas ideas y tan poco tiempo que mi cabeza se tritura tratando de escribir, pero bueno aquí esta finalmente lamento mucho hacerlas esperar tanto y prometo tratar de actualizar al menos cada semana.
Y pues eso, espero que pasen una muy feliz navidad y si no nos vemos esta próxima semana les deseo un prospero año nuevo, les mando besos y abrazos a cada una de ustedes ｡◕ ‿ ◕｡y nuevamente felices fiestas. (ﾉ◕ヮ◕)ﾉ*:･ﾟ✧ (me ha salido el espíritu navideño JOJOJO)
Nota: acabo de ver los primeros dos primeros capítulos de Hwarang y me quede con ganas de mas Han sung. ಥ‿ಥ
ATTE: LaLaHoRsE.