Regresar al colegio, sin duda; era horrible. Todo mundo lo miraba y es que, seguramente ya todos se habían enterado que la única pareja de dos chicos del instituto, habían terminado.
Y la verdad es que no le sorprendía en nada; los chismes en ese instituto corrían rápido.
No estaba acostumbrado a atraer tanto la atención, y que nadie en el instituto disimulara ni un poco, era incomodo.
Coloco la capucha de su sweater negro sobre su cabeza y colocando sus articulares en sus oídos con la música a todo volumen, se dedico a ignorar a todos.
No había visto a Víctor por ningún lado, y de cierta forma, agradecía eso. Pues sabía que al verlo, no podría soportar las ganas de aventarse a sus brazos, besarlo hasta el cansancio y decirle lo mucho que lo amaba.
Nunca se imagino esto. Jamás se imagino estar caminando por los pasillos de su instituto solo.
De nuevo solo.
Sabía que no era bueno acostumbrarse a que Vic estuviera con él todo el tiempo, tomando su mano, abrazándolo. Pero no había podido evitarlo. Porque así son las personas, se acostumbran a quien los hace sentir bien.
Durante esas dos semanas en las que solo se había quedado encerrado en casa, hubo noches en las que se sintió estúpido por haber hecho lo que hizo. Lastimo a Vic, siendo que el moreno, solo quería su bien. También llego a pensar en que hubiera pasado si él no hubiera dejado a Víctor.
Seguramente seguirían juntos y siendo felices, pero a costa de sus mentiras, y en verdad que eso a Kellin no le importaba. Podrán decirle idiota, pero no le importaba con tal de ser feliz junto a su castaño.
Pero... el hubiera no existe, dicen muchos, y Kellin lo creía.
No se dio cuenta cuando fue el momento exacto en el que arrancaron los auriculares de sus oídos, ni tampoco cuando unas enormes manos lo tomaron fuertemente por los hombros comenzando a caminar con él.
-sigue caminando y no intentes nada-ordeno aquella persona, susurrando en su oído con su gruesa voz.
Kellin puso los ojos en blanco al reconocer al dueño de esa voz y, de pronto, su boca se seco. Sabía que tarde o temprano tenía que enfrentarse a Oliver, ese era parte de su plan, pero no tenía pensado hacerlo tan pronto.
El pelinegro simplemente se dejo guiar por el mayor, pues sabía que si intentaba algo, hasta el más mínimo esfuerzo por defenderse y huir, le iría mal, muy mal.
Sykes termino llevándolo hasta la parte más solitaria del instituto. Ese lugar en donde las porristas se metían con los dl equipo de futbol americano y los adictos al tabaco podían fumar sin ser descubiertos. Para Kellin, ese lugar era simplemente asqueroso, y el hecho de estar con Oliver Sykes ahí, lo hacía aun más.
-¿q-que quieres, O-Oliver?-pregunto Kellin una vez llegaron al lugar.
-dicen por ahí que, terminaste con Fuentes-respondió, acercándose a él peligrosamente.
A Kellin no le sorprendió en nada que Oliver lo supiera, como había dicho antes, los chismes corrían rápido por ese instituto.
-¿Quién t-te lo dijo?-cuestiono de nuevo, y se sintió estúpido ¿Por qué su voz tenía que fallarle justo ahora que tenía que mostrarse valiente?
-como ya te lo dije-se acerco aun mas a él, acorralándolo sobre la pared-lo escuche por ahí. Sabes que los rumores corren rápido por este instituto. Además, hay quienes juran haber encontrado a Víctor llorando justo aquí donde estas parado, supongo que... al encontrarlo, no es tan difícil deducir lo que paso.
Saber que Vic había estado llorando por él, fue algo que termino por romper su corazón en dos. No se imaginaba a Vic en esas condiciones, no podía hacerlo sin que la culpa comenzara a acumularse dentro de él.
-sin embargo, yo quiero oírlo salir de tu propia boca-dijo, y seguía acercándose mas y mas a él-¿es cierto que terminaste con Fuentes o es solo un rumor?
¿Debía responder esa pregunta con un sí? O ¿mentir y decir que no? La verdad es que no sabía cuál de las dos sería mejor. Tal vez mentir no le traería nada bueno.
-s-si-se limito a decir el pelinegro.
-¡mierda! Y yo que ya tenía todo un plan para separar a Víctor de ti-hizo un falso puchero-pero te me adelantaste en lastimarlo, Kellin-eso había sido un golpe bajo para el menor-aunque, lo que tú le hiciste no se compara con lo que yo iba a hacerle... conmigo si iba a correr sangre,
Kellin trago saliva ruidosamente, la sonrisa malévola que Oliver tenía en el rostro hacia que escalofríos recorrieran todo su cuerpo. Ahora sabia que haber dejado a Vic había sido lo mejor.
-no entiendo p-porque querrías separarme d-de Vic-confesó el ojiazul-no se supone que me odias.
-y lo hago-respondió Oliver con una enorme sonrisa, como si lo que estuviera diciendo no fuera lo más horrible del mundo-pero no más de lo que odio Vic.
-¿Por qué?-pregunto atónito el menor.
-¡eso a ti no te interesa!-exclamo-lo que si debes saber, es que tu, Kellin... tienes algo que yo quiero... y creo que sabes bien a que me refiero.
Oliver se encontraba peligrosamente cerca de su rostro, sentía como su liento golpeaba contra su mejilla. Lo que Kellin se imaginaba que Oliver quería; le hacían sentir ganas de vomitar.
El pelinegro cerró los ojos fuertemente y entre la oscuridad que sus parpados cerrados creaban; el recuerdo de un Vic de hermosa sonrisa se reflejo.
Víctor siempre había dado todo por él, se había enfrentado a Oliver y sus acompañantes más de una vez, incluso habían tomado clases de boxeo solo por él. Quizás ya era hora de regresarle un poco de lo que Vic le dio. Quizás ya era hora de que él defendiera al castaño.
Ahí fue cuando, una no muy linda idea se le vino a la cabeza.
-¿si yo te doy lo que me pidas y hago todo lo que quieras... prometes dejar a Vic en paz?
Seguramente se estaba volviendo loco, pero Kellin era capaz de todo por Vic. Por amor, cualquiera hace locuras.
-¡aww! Kellin sigue enamorado de Víctor, que tierno-canturreo Oliver burlonamente-mmm... la oferta suena tentadora, pero...-lentamente acerco sus labios al oído del pelinegro, y en el susurro-¿Qué te parece si te respondo después del entrenamiento... en los vestidores?
Las ganas de vomitar del ojiazul aumentaron.
-¿y p-porque n-no a-ahora?-pregunto con nerviosismo el menor.
-por que ahora tengo entrenamiento, y porque no quiero hacerlo-respondió con simpleza Sykes.
Kellin volvió a cerrar los ojos y dejando salir un ligero suspiro, asintió.
-está bien.
Oliver sonrió de lado, y tomando a la fuerza a Kellin de las mejillas; lo beso. El ojiazul rápidamente rompió aquel beso, el cual lo único que hizo es que su estomago se revolviera aun mas, y con el dorso de su mano, limpio su boca.
-te estaré esperando, Kellin. Mas te vale que vallas, o sino ya sabes lo que puede pasar-dijo, y después de guiñar uno de sus ojos, se marcho.
Kellin creía que lo que había hecho era lo correcto, él a cambio de la seguridad del amor de su vida. Solo esperaba una cosa, no estar equivocado.
¡Hola! :v pues aquí les traigo otro capítulo aburrido, no desesperen, lo interesante ya viene cx perdón si he tardado pero recuerden que tengo otras dos fics que también debo actualizar seguido, y además, estoy en exámenes de segundo parcial y no he tenido tiempo para casi nada. Prometo no tardar tanto la próxima vez :v
Dedicaciones: SleepingVi, itzel_hood, Val_Olivares y abyphernelia
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