Maratón parte 1/3
[STILES]
El desayuno con Derek fue la cosa más tranquila y feliz que viví en esos últimos cuatro años. Ver a Derek y a Dylan discutiendo sobre qué superhéroes eran los miembros de la manada fue algo memorable.
— A ver, déjame ver si me quedó claro –Dijo Derek.— Erika es Catwoman, Scott es Robin, Lydia es Vuida Negra, Boyd es Black Panter.
— Aunque suena racista –No pude evitar reírme.— Pero en realidad Boyd quedó como pantera negra porque Erika es Catwoman.
— Oh... Entiendo –Derek asintió.— Tú eres Wolverine, tu papá es Batman, Jackson es Arrow, Isaac es Flash (Jisaac y Olivarry is real perras), Peter es el Joker, Liam es el Robin crecido ¿Cómo se llamaba?
— Nightwing –Dylan y yo respondimos al mismo tiempo.
— Ese... –Derek asintió.— ¿Y quién es Superman?
Vi como Dylan ponía una expresión pensativa antes de decidirse a responder.
— Tú eres Superman –Y señaló a Derek.
— ¿No que Darren era Superman? –Pregunté alzando una ceja.
— Ya no, papá Derek se parece más –Mi hijo sonaba muy decidido.— Tío Darren es Superboy ahora.
Negué con la cabeza y sonreí, siempre me sorprendo con la cantidad de cosas que pueden salir de la cabeza de mi querido hijo. Tiene una imaginación que definitivamente no heredó de mí.
— Oh, me olvidaba papá –Habló de repente Dylan.— Ayer tío Scott dijo que habría reunión de la manada a las 11.
Miré el relój de mi móvil, el cual marcaba las 10:52 AM.
— Mierda.
Derek y yo maldijimos al mismo tiempo mientras nos levantabamos.
— ¡Mierda! –Repitió Dylan.
— ¡Hey! –Le reprendí.— Eso no se dice.
— Pero tú lo dijiste –Me señaló de manera acusadora.— Papá Derek también lo dijo.
— No debes repetir las idioteces que digo –Le pedí.— Ahora ve a abrigarte, que vamos a llegar tarde.
(...)
[NARRADOR]
Por más que Derek condujo el Camaro a toda velocidad, no pudieron evitar llegar diez minutos tarde. Aunque, por suerte, no fueron los únicos. Peter y Liam salían del auto del mayor acomodándose la ropa.
— ¡Tío Liam! –Dylan fue el primero en ir corriendo y saludar al rubio.
— Hola enano ¿Te portaste bien?
— Papá Derek y papá dijeron una palabra interesante hoy.
— ¿En serio? –Peter se acercó y revolvió los cabellos del niño.— ¿Cuál?
— Dijeron mierda.
— ¡Dylan!
El niño rió por lo bajo y escondió el rostro en el cuello de Liam, el cual ya mieraba a Derek y Stiles con una expresión reprobatoria. Peter, por su parte, se estaba partiendo de la risa. Lo cual le hizo ganarse otra mirada reprobatoria del rubio, lo cual le hizo carraspear y regresar la vista a Stiles y Derek.
— ¿Entramos?
Los dos asintieron y así los cuatro lobos y el humano entraron a la veterinaria. Peter, pecando de mentiroso por hacerse el caballero, les sostuvo la puerta mientras entraban y Stiles pudo ver como le daba un azote a Liam, el cual dio un respingo pero se mantuvo recto para no llamar la atención.
Dentro de la veterinaria del otro Druida ya les esperaban la manada. Los cuales habían escuchado lo ocurrido fuera y también miraban a Derek y a Stiles con desaprobación.
— Ninguno de ustedes tiene hijos como para ponerse a juzgarme –Dijo Stiles cruzándose de brazos.— Además, nadie aquí está libre de culpas. Bien los he escuchado más de una vez maldecir frente a Dylan y aún cuando yo no estoy ¿Se piensa que él no me cuenta lo que dicen?
Todos miraron hacia abajo luego de lo que dijo Stiles, el cual sonrió triunfante y se fue junto a Liam, el cual aún tenía a Dylan colgado como koala.
La reunión comenzó con un simple debate sobre cómo deberían ser los entrenamientos de la manada. Todo tranquilo hasta que el móvil del ojimiel vibró encima de la mesa y atrajo la atención de todos. Era una llamada y, por la canción que sonó luego de que vibrara, supo bien de quién se trataba.
— Discúlpenme un segundo –Pidió Stiles enderezándose y yendo hacia el otro cuarto.
Antes de contestar a la llamada, Stiles se colocó un brazalete con acónito, el cual iba a impedir que los demás le escucharan. Ante la insistencia de la llamada, contestó de mala manera.
— ¿Qué quieres?
— Hola a ti también, Stiles –Kate sonaba algo ofendida.— Sisi, estoy bien. Gracias por preguntar.
— Estoy en medio de una reunión de manada –Gruñó entre dientes.— Dime lo que sea que quieras decir y cuelga.
— Uy, que malhumorado. Folla con Derek para ver si se te va lo amargado –Stiles bufó y se llevó una mano al rostro.— Ahora no te digo nada.
— No, ahora me vas a decir porque sino la vas a pasar mal –Gruñó molesto.— Seguro que a Peter le encanta enterarse de que estás aquí.
El humano pudo escuchar como Kate emitía una especie de bufido de cansancio.
— Está bien, de todas formas iba a decírtelo. Es algo importante –Kate hizo una pequeña pausa.— Nuestro amigo el lagarto viene con compañía.
— ¿Qué? –Stiles se puso tenso.—¿Con quién?
— ¿Te suena de algo un lobo llamado Deucalion?
Y en ese momento fue como si a Stiles se le cayera el alma al suelo. Sus ojos se abrieron de manera preocupante y apretó el teléfono en su mano con mucha fuerza. Queriendo, no, deseando con todo su ser que lo que acababa de escuchar fuera un error o broma.
— ¿Deucalion? –Habló con un hilo de voz.— ¿El alfa Deucalion? ¿El ciego?
— Si, ese mismo –La rubia le confirmó su miedo.— Al parecer tiene un ajuste de cuentas con Scott. Intentó aliarse conmigo para que le ayudase.
— ¿Le dijiste que sí?
— Le dije que lo pensaría –Hubo otra pausa.— Mira, Stiles. El tipo tiene pinta de ser capaz de cualquier cosa, no sé si sería buena idea negarme a su oferta, pero tampoco tengo un plan, así que...
— Dile que aceptas.
— ¿Qué?
— Dile que aceptas ayudarle, así te enteras de lo que planea.
— Tengo la impresión de que tienes un plan –La rubia sonaba divertida.
— Lo estoy confeccionando, tú por el momento averigua qué es lo que quiere hacerle a Scott. Luego me lo dices.
— Entendido, capitán –Se burló.— En cuanto me entere de lo que quiere te lo comunico. Mientras tanto, cuida a ese pequeño cachorro tuyo.
— Entendido –El castaño suspiró.— Nunca creí decir esto, pero... Cuídate Kate.
— Lo mismo digo, Stilinski –Ambos sonrieron.— Deséame suerte.
— Rómpete una pierna. Adiós.
Sin agregar o esperar nada más, Stiles colgó la llamada y regresó con la manada. Los cuales no preguntaron nada acerca de qué o con quién acababa de hablar el menor.
Nadie tocó el tema hasta que ya era hora de irse y la reunión se había acabado.
Cuando el ojimiel estaba en el Camaro de Derek. Dylan, Derek y él yendo de regreso al departamento del humano. A Derek se le ocurrió sacar el tema.
— ¿Quién era?
— ¿Eh? –Stiles se quiso hacer el que no entendía.
— La persona que te llamó –Aclaró el pelinegro de todas formas.— ¿Quién era?
— Oh... La llamada –El ojimiel tradó dos segundos en pensar una respuesta.— Era Sandra.
Stiles sonrió al ver que su mentira había surtido efecto. Derek había regresado su cumpleta atención al frente y probablemente no iba a preguntarle nada más. Al menos no por el momento.
Cuando llegaron al estacionamiento del edificio, Stiles tuvo que bajar a un dormido Dylan del asiento trasero y cargarlo escaleras arriba hasta su departamento. Aunque Derek le ayudó empujándole de forma juguetona cuando detenía el paso.
— Sabes que no está dormido ¿Verdad? –Le preguntó el ojiverde riendo mientras entraban al departamento.
— Lo sé –Admitió suspirando.— Pero este enano no te sube la escalera ni aunque lo obligues.
Stiles sintió cosquillas cuando Dylan rió contra la piel de su cuello. Confirmando que si, estaba despierto.
— Eres un enano manipulador –Le recriminó.— Me haces cargarte cuatro pisos. A mí, tu cansado padre, que se desvive por ti.
— Te quiero, papi –Le dijo el niño, y Stiles ya no pudo reclamarle nada.
Derek observó mientras el ojimiel llevaba al niño a su habitación y escuchó cuando le acostaba en la cama y le dejaba allí para que durmiera.
— Estaba realmente cansado –Dijo sabiendo que Stiles le escucharía.
— Si, ahora dormirá como mínimo unas tres horas –Dijo el ojimiel regresando del cuarto y cerrando la puerta.— ¿Quieres hacer algo en especial?
A Derek le dio un escalofrío al ver la cara con la que le miraba Stiles. Solo entonces le observó de arriba a abajo. Notando que iba vestido con unos vaqueros negros ajustados y una camisa demasiado pegada al cuerpo.
El lobo se relamió los labios y Stiles sonrió aún más ampliamente. Le estaba funcionando el plan que de verdad le importaba: llevarse a Derek a la cama. Luego se iba a preocupar por lo demás.
NOTA DE LA AUTORA:
Primera parte del maratón, hijos míos. Soy tan buena persona que retraso un poco la trama para darles momentos que sé que les gustan ¿¡Dónde está mi gracias, eh!? Pedazos de desagradecidos.
Okno XD lo hago con gusto. No se enojen babus.
Y les aclaro algo, debido a que acaba de empezar la semana no tengo tiempo para escribir tres capítulos y subirlos en un día. Así que subo este hoy, el siguiente mañana y el último el Miercoles.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.