[NARRADOR]
Estaba de más decir que Scott y Liam habían estado más que dispuestos a ir al McDonald's del centro con Stiles y Dylan. Cualquier cosa con tal de no seguir metidos en el revuelo que había provocado la proposición de matrimonio de Boyd a Erika. Ahora casi todas las chicas, a excepción de Lydia, querían un anillo. Y eso era algo que ponía nerviosos a sus parejas.
Stiles aprovechó mientras comían para ponerse al día con los chismes de la manada, se enteró de un buen par de cosas. Como que la razón por la que Isaac y Jackson no habían ido es porque estaban de luna de miel, porque si, los dos rubios se habían casado. Y que Ethan había regresado a Beacon Hills y tenía una relación realmente seria con Danny.
Mientras Scott le contaba todas las cosas, el joven humano se había quedado observando a Liam. El cual no paraba de darle golpesitos a la mesa con la punta de los dedos, obviamente nervioso por algo. Pero Stiles no se animaba a preguntarle por qué.
— Papá, ya terminé de comer –Dylan le jaló de la manga.— Quiero ir a los juegos.
— Yo lo llevo –Dijo Scott sonriente antes de ponerse de pie.
Cuando el alfa verdadero y su hijo se alejaron, Stiles regresó la mirada al rubio. El cual le miraba con una expresión de completos nervios.
— Imagino que, por esa cara, quieres decirme algo –Liam asintió.— Te escucho.
El beta miró hacia donde se había ido su alfa, asegurándose de que Scott no estuviera escuchando. Una vez estuvo seguro, regresó la vista al humano.
— He estado teniendo sexo con Peter.
Y Stiles se arrepintió de haber cogido su gaseosa para beber, porque al escuchar lo que el otro le dijo se ahogó y comenzó a toser. Atrayendo la atención de algunos trabajadores y clientes.
Al ver que había hecho que todos le miraran, se dio un par de golpes en el pecho y jadeó un estoy bien antes de volver a darle un sorbo a su bebida para disimular que si estaba bien. Pero no, no lo estaba, estaba sorprendido.
— Déjame ver si escuché bien, porque creo que mi cerebro se apagó por un minuto –Stiles suspiró mientras se acariciaba el puente de la nariz.— ¿Tuviste sexo con Peter?
— Tengo sexo con Peter –Corrigió.
— ¿Desde cuando?
— Desde que me llamaste diciendo que a Dylan le habían crecido colmillos en lugar de dientes de leche.
Stiles recordaba ese día, cuando Dylan tenía dos años y sus primeros dientes de leche habían sido un par de colmillos para nada humanos que bien podrían arrancar un trozo de carne de un brazo. Y, al no saber a quién llamar, había llamado a Liam, el cual estaba en una ciudad vecina visitando a su padre.
— Pero no entiendo nada ¿Por qué? –Interrogó.
Como toda respuesta, el rubio se encogió de hombros. No sabiendo como explicarse.
— ¿Y qué ocurrió para que te tiemblen las manos?
— Pues... Que anoche iba a ir a verle, porque el otro día sufrimos una interrupción, y tuve que cancelar porque no me sentía bien –Liam suspiró.— Estaba mareado y... Comencé a vomitar.
Stiles ya no entendía a dónde quería llegar Liam diciéndole eso. Si el rubio fuera una chica, quizás si entendería a qué se refería, pero como era un chico al ojimiel ni siquiera le pasó por la cabeza la idea de que el beta estuviera en cinta. Y este lo notó, por lo que redondeó el asunto.
— La cosa es que Peter me anudó y creo que estoy... –Liam respiró profundo.— Embarazado.
— ¿Qué?
Stiles ni siquiera alzó la voz, la declaración le había tomado con tal sorpresa que ni siquiera atinó a gritar. Lo cual Liam agradeció, ya que lo último que le faltaba era que todo el local les prestara atención a ellos de nuevo.
Liam iba a decir algo más, pero se quedó en silencio cuando Dylan y Scott regresaron de los juegos.
— ¿De qué hablaban? –Preguntó el alfa de rasgos latinos volviendo a sentarse.
— De la proposición de Boyd –Atinó a responder rápidamente el beta mientras le daba una mordida a su hamburguesa.— Le estaba contando a Stiles lo que ocurrió.
— ¿Tía Erika se va a casar con tío Boyd? –Preguntó Dylan.
— Así es, hijo –Le respondió Stiles.— En tres meses.
— Lydia está loca con que quiere organizar la boda –Comenzó a contar Scott.— Y la verdad es que Kira está extraña, creo que quiere algo y no se anima a decirmelo.
— Un anillo, quizás –Dijo Liam, medio en broma medio en serio.
— Pues tú deberías empezar algo –Opinó el alfa.— He visto como miras a Malia.
Liam y Stiles quisieron reír, pero prefirieron quedarse en silencio y entre ambos acabarse las papas fritas que quedaban.
— No me imagino a tío Liam con Malia –Habló Dylan.— Ella es muy bruta, le va a pegar.
Stiles asintió con la cabeza, dándole la razón a su hijo mientras le sonreía de medio lado.
Scott simplemente se encogió de hombros y cambió de tema, comenzando a hablar de lo feliz que estaba porque se acercara la boda de Erika y Boyd.
— Hablando de eso –Dijo de repente mientras miraba a Stiles.— Boyd me pidió que te dijera que quiere que Dylan lleve los anillos.
— Por mí no hay problema –Respondió el humano.— ¿Qué dices, enano?
— ¿Qué tendría que hacer? –Preguntó el niño.
— Caminar por el pasillo y llevarle los anillos a los novios –Le explicó Liam.
— Entonces si quiero hacerlo.
Scott sonrió ante la desición de su sobrino.
Continuaron hablando por poco tiempo más, aunque la charla se pausó cuando a Scott le llegó un mensaje. El cual pareció dejarle callado.
— ¿Qué ocurre? –Preguntó Stiles.
— Debo irme... S-surgió algo con Kira –Respondió con nerviosismo.— ¿Te molesta si me llevo a Dylan?
— ¡Quiero ir a ver a tía Kira! –Dijo el pequeño alegre.
— Está bien, supongo que puedo quedarme con Liam y...
— Liam debe venir conmigo.
El ojimiel alzó ambas cejas en señal de que no estaba entendiendo ni media de lo que ocurría. Liam miró a su alfa de igual forma, pero este le hizo una seña con el rostro como si le dijera "Sígueme el juego, luego te explico".
Al final, y por primera vez en su vida, Stiles no le dio muchas vueltas al tema y los cuatro salieron del local. Una vez fuera, se separaron. Liam, Scott y Dylan se fueron en el coche del alfa, mientras que Stiles se fue en su siempre querido Jeep.
El humano condujo camino a su departamento, ya que para ese horario Darren ya debería estar allí. El problema fue cuando, al llegar, en la puerta encontró una nota de su hermano mayor.
"Hermanito, vine y volví a irme porque alguien me pidió que le dejara hablar a solas contigo. Te está esperando dentro".
El ojimiel supuso que quizás se tratase de Kate, Peter o cualquier otra persona. Incluso pensó que quizás era Sandra. Pero, al entrar, se quedó sorprendido al darse cuenta de que se había equivocado en sus suposiciones. No era ninguna de las personas que había creído que podían ser.
En un principio, no vio a nadie. Por lo que se fue directo a su cuarto para cambiarse de ropa por una más cómoda.
Cogió la camiseta de Superma que Derek le había estirado y se la puso. Llevándose la tela del cuello a la nariz y aspirando con fuerza, captando el aroma de Derek.
Si, era un enfermo, un enfermo orgulloso.
— ¿Tienes algún fetiche con el olor?
Al escuchar la voz, sacó el arma que tenía a mano en el armario y apuntó en la dirección de quien le había hablado.
Definitivamente el universo le odiaba ¿En serio, universo? ¿Really? De todas las personas con las que se podía haber encontrado, tenía que ser él.
No por que fuera Derek bajó el arma, solo le volvió a poner el seguro al arma antes de mirarle con los ojos entre cerrados.
— Cuando apenas regresé fuiste más hospitalario –Dijo el mayor con cierto tono divertido.— ¿Ha ocurrido algo?
— Ha sido una larga semana.
Más relajado, Stiles bajó el arma. Observando las facciones del mayor y regresando a su momento de perdida de dignidad. Ya que, efectivamente, Stiles le había visto oliendo la camiseta como si fuera alguna clase de degenerado.
Aunque el pensamiento fue lanzado lejos por otro que vino luego.
— Tú le dijiste a Scott que se llevara a Dylan y a Darren que te dejara entrar.
— Si, fui yo.
— No te lo estaba preguntando.
— Por lo menos tus habilidades de deducción funcionan.
El humano quiso rodar los ojos, pero prefirió no hacerlo.
— ¿Para qué has venido?
— Tenemos que hablar.
NOTA DE LA AUTORA:
No se asusten chicos, no es el fin del mundo. Solo que esta semana voy a ver si me funciona lo de subir capítulos apenas y los escribo en lugar de una vez por semana. Creo que de esta forma habrá más o menos dos capítulos por semana de cada historia. De esta forma también voy a publicar los marte, sábados y domingos.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos. Adiós mi linda manada.