Andrea estaba llegando al hospital, al parecer hoy le dirían de los avances de su mamá, los médicos le dijeron que ya muy pronto estarían operando a su madre y también le dijeron que tenia muchas esperanzas de que su mamá pudiera salir muy bien de la operación y eso le alegraba mucho, le permitieron entrar a su habitación y cuando lo hizo la encontró recostada en la cama y con los ojos cerrados, pero los abrió cuando escucho la puerta.
Elena: Vaya hasta que te acuerdas que tienes madre.-dijo seria cuando la vio entrar.
Andrea: Yo siempre me acuerdo de ti, solo que ahora tengo un nuevo trabajo y se me hace difícil venir. Pero he llamado para ver como estabas.-dijo tratando de sujetar su mano y ella la quito.
Elena: Pues en que llames no me sirve de nada, yo necesito que estés aquí. Conmigo.-dijo enojada.-Que trabajo tienes?
Andrea: Bueno, conseguí uno en una empresa, no es gran cosa pero...
Elena: ¿De que trabajas?.-pregunto sin dejarla terminar y ella hizo una mueca.
Andrea: De afanadora.-dijo y su madre la miro sorprendida.
Elena: ¿Que? De afanadora!! Pero que te pasa Andrea!-grito furiosa y Andrea bufo, aunque no deseaba pelear con su madre parecía imposible.
Andrea: Bueno mamá, ya me voy, solo venia a saber como estabas pero estas perfecta.-dijo sujetando su bolso y salió de la habitación dejando a su madre hablando sola.
Salió del hospital un poco triste como cada que iba a ver a su madre, aunque siempre iba preparada para salir con una sonrisa, no podía, le dolía que su madre le hablara tan fríamente, y más le dolía el motivo por el cual lo hacia, comprendía que ella amara a su padre con todo su corazón, pero no podía creer como lo ponía por delante de sus hijos. Suspiro al tiempo que llegaba a la casa y se encontró con Kike sonriendo y jugando con un barco de papel que él había echo.
Andrea: Hola.-dijo sonriendo y él la miro y corrió a abrazarla.
Kike: ¡¡Hola!! Como esta mamá?
Andrea: Esta bien, parece que ya la van a operar y...
Kike: Y hay buenas noticias de que se mejore, si, lo se, siempre dices eso. Pero bueno ojala que esta ves sea verdad.-dijo sonriendo y ella lo miro seria.-Si me vas a decir que avisarle a Samuel de lo que te paso estuvo mal, que lastima ya lo dije, y hagas lo que hagas ya no hay marcha atrás.
Andrea: Se supone que me lo prometiste ¿no?
Kike: Si, pero cruce los dedos, además no te lo prometí, solo te dije que no le diría, prometer es otra cosa.-dijo sonriendo y ella le dio un zape.-Auch!
Andrea: Eso fue por desobedecer.-dijo y después lo abrazo.-Y esto es por ser el hermano más increíble del mundo.-susurro y Kike beso su mejilla.
Kike: Lo se.-dijo sonriendo.-Ahora tienes que arreglarte porque el señor Samuel llamo y dijo que no se te olvidaba la salida de la noche.
Andrea: Oh si, bueno gracias.
Samuel estaba en su habitación, parecía increíble lo que le había dicho a su hermana hace unas horas, pero era verdad, lo que sentía por Andrea no lo había sentido nunca por Samara, es verdad que ella había significo algo muy importante en su vida, pero poco a poco Andrea se había metido en su corazón...y ahora no quería estar con otra persona que no fuera ella. la extrañaba cuando no la tenia cerca, la necesitaba a su lado, y cuando ella no aparecía, se sentía vacío, pero eso también le mortificaba, ya una ves había sufrido, y no quería pasar por lo mismo, no quería pasar de nuevo por el sufrimiento de una mujer, aunque sabia que Andrea no era así.
Ella era trasparente, tanto por fuera como por dentro, ella decía las cosas como le venían a la mente y eso era algo que a él le encantaba de ella, sabia que le preguntara lo que le preguntara, ella le iba a contestar con la verdad.
Llego a su casa y la vio salir, con la misma sonrisa que llevaba siempre, se dirigió hasta él y lo abrazo para después darle un leve beso en los labios.
Andrea: Estoy lista.-dijo sonriendo y él asintió mirándola de arriba abajo.
Samuel: Ya veo que si.-dijo sonriendo.
Kike: ¡Me traes comida!-grito y se arrepintió cuando vio a Samuel quien se separaba de Andrea.-Oh, lo siento, sigan con lo suyo.
Andrea: Idiota.-susurro cuando él se metió y cerro la puerta.-Pero me da miedo que se quede solo, ya sabes por que.
Samuel: No te preocupes, vamos a regresar temprano, y sino...Rafael, ¿te podrías quedar? Cualquier cosa me llamas ok?-dijo a su chofer y esta asintió.
Rafael: Quiere el coche señor?.-pregunto bajándose pero Samuel lo detuvo.
Samuel: No será necesario, nosotros tomaremos un taxi.-dijo sonriendo y se fue con Andrea.-Mas tranquila?
Andrea: La verdad si, que bueno que trajiste a tu chofer.-dijo sonriendo y se subieron al taxi.
Andrea pensó que la iba a llevar a un restaurante lujoso, como al que siempre acostumbraba a llevarla pero el le dio otra dirección al taxista, y este los llevo a un lugar más apartado, parecía un parque, solo que privado, sin personas, ella nunca había visto ese lugar, pero le pareció muy hermoso.
Samuel: Ven.-dijo sujetando su mano y salieron del taxi, Samuel se dio vuelta y la pago al taxista mientras ella miraba todo el lugar. -Y ¿Qué te parece?
Andrea: Es hermoso.-dijo llegando hasta el lugar y miro hacia abajo.-Y definitivamente tiene una vista espectacular. Miro la mesa y ya todo estaba preparado, en el centro había una bandeja de comida y un enfriador para la champagne.
Samuel: Señora, me permite.-dijo arrimando la silla para que se sentara y Andrea lo miro dedicándole una sonrisa.
Andrea: Gracias.-dijo y él la miro.-Sabes que le falta.
Samuel: ¿Que?-pregunto mirando todo.
Andrea: Música, ¿como vamos a bailar pegaditos como yo tenia pensado?-dijo y él comenzó a reír.
Samuel: Bueno...podemos usar nuestra imaginación, si no le molesta.
Andrea: Esta bien, me parece buena idea.-dijo riendo y se levanto para que Samuel la sujetara de la cintura y comenzaron a bailar, en ese momento ninguno de los dos tenia hambre, solo querían estar uno de la mano del otro.
Samuel no podía despegar su vista de ella, estaba nervioso, no sabia si decirle o no, ella parecía muy tranquila, le sonreía como siempre lo hacia, pero el estaba que se moría de los nervios, y no sabia porque, nunca le había pasado eso con ninguna otra mujer, claro que solo a una le había declarado su amor, pero ni con ella se había sentido tan nervioso.
Andrea: ¿Y porque tan feliz?-pregunto sonriendo mientras se dejaba guiar por la música.-Bueno tu siempre estas feliz, esa es una de las cosas que me gustan de ti, pero hoy...como que hay algo más. Pasa algo que me quieras contar?
Samuel: Bueno...ya que estamos los dos, solitos.-dijo riendo nerviosamente.-Y en este bello lugar, con esta hermosa vista, yo...-dijo guardando silencio y ella movió las cejas invitándolo a hablar.
Andrea: ¿Tu...? ¿Que?-pregunto al ver que el no hablaba.
Samuel: Bueno este, organice todo esto para porque quiero que este día se quede grabado en nuestras memorias como el inicio de algo maravilloso para nosotros.
Andrea: ¿Y que se supone que celebramos hoy?-pregunto riendo, ver así a Samuel le parecía muy gracioso.-O porque es el inicio de algo maravilloso?
Samuel: Bueno este yo...Andrea yo estoy...muy agradecido contigo por darme tu confianza y quiero que a partir de hoy, las cosas mejoren para bien, quiero que sigamos así.-dijo queriéndose matar.
Andrea: Bueno, así será, vas a ver que las cosas mejoraran aun más entre nosotros.-dijo sonriendo "Soy un imbécil" pensó mientras ella lo besaba...