Tomorrow [JiKook] [BTS]

By RikaAyanami

713K 84.6K 26.8K

❝Jeon JungKook siempre ha sido un chico que ha estado viviendo en una especia de cárcel, donde ha guardado un... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo Especial 1
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo Especial 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo Especial 3
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo Especial 4
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo Especial 5
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo Especial 6
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo Especial 7
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo Final
Epílogo ZiGa
Epílogo NamJin
Epílogo V-Hope
Epílogo JiKook
Agradecimientos

Capítulo 51

7.1K 917 147
By RikaAyanami


Había olvidado mis guantes y aunque no solía usarlos esta vez pude darle un buen uso. Llevaba exactamente una hora esperando y el frío me estaba calando los huesos. Con el vaho que expulsada intentaba calentar mis mano para luego volver a meterlas en los bolsillos.

— Vaya, has venido. — Giré mi cuerpo al completo viendo a B-Bomb plantado frente a mí. Dicha persona hizo un gesto para que me acercara y así lo hice, pasó su brazo por mis hombros y me obligó a caminar.

— ¿A-a dónde vamos?

— A un lugar más tranquilo y calentito. — Guiñó un ojo y permanecí callado. Estaba congelado, igual un lugar un poco más caliente...

"¿Y si intenta algo?"

— Oye, creo que aquí estamos bien.

— ¿Oye?, pero, ¿qué forma es esa de hablarle a un adulto? — Detuvo nuestros pasos.

— Lo si-siento...

Rio ignorando mi idea de permanecer aquí y volvió a encaminar nuestros pasos a ese lugar "calentito y tranquilo".

Me llevó hasta un callejón algo estrecho. Las paredes estaban llenas de graffitis, y por no hablar de la mierda que tenía el suelo. Muchas de las cosas que vi tiradas por el suelo me arrepentí de haberlas visto.

Al fondo había una puerta cerrada con persiana metálica. B-Bomb sacó un manojo de llaves y buscó la indicaba para abrirla. Haciendo un estruendoso ruido, la subió hasta arriba y me dio permiso para pasar.

Algo asustado, más que nada porque no veía nada, me adentré, pisando con cuidado por donde iba. Unos chasquidos a mi espalda hizo que el local se iluminara por completo y pude ver con claridad donde me encontraba, al parecer era un bar de copas, algo pequeño y un poco sucio, pero que ahora con las luces encendidas no daba tanto miedo.

— ¿Quieres algo de beber? — Cerró la persiana hasta abajo acompañada nuevamente de ese horrible y molesto ruido.

— No. — Fue hasta la barra y sacó una cerveza.

"Cerveza tan temprano..."

— Vamos. — Me indicó con su mano donde debía ir, abrió una puerta y se echó a un lado esperando a que yo pasara.

— Tampoco hace falta entrar a una habitación... — Me quedé en el centro del pequeño habitáculo esperando ver que haría.

— Se está mejor aquí.

Se sentó en un sofá y esperó a que yo lo imitara. Incómodo lo hice, observando aún la habitación y dónde me estaba metiendo. — ¿Lo has traído? — Asentí. — Déjame verlo.

Saqué de mi bolsillo la cartera y, tapando para que no viera nada, saqué un fajo de billetes.

— Aquí tienes. — Él los cogió, comenzando a contar billete por billete. — Ahora déjanos en paz. — Hice el intento de levantarme, pero con un pequeño empujón por su parte volví a quedar sentado.

— ¿Quién dijo que habíamos acabado?

— Creí que...

— Creíste mal. Eres una fuente de billetitos. — Zarandeó los billetes con una sonrisa terrorífica en sus labios, o al menos para mí.

— Ese no era el trato...

— Jamás dejé claro ningún trato.

— Dijiste que si te daba el dinero no dirías nada de Jimin.

— Sí, pero nunca dije que sería una vez. ¿Crees que con todo el dinero que tienes voy a aprovecharme de ti sólo una vez...? — Rio descontrolado. — Además, mantener mis labios sellados sobre lo de Jimin cuesta caro.

— Dime una cifra y olvídate de nosotros..., por favor.

— No. — Dio un sorbo a su botellín mientras yo buscaba desesperado una solución. — ¿Por qué quieres tanto alejar a Jimin de nosotros?, aquí aprendió a sobrevivir, a ganarse la vida... No tienes ni idea de las cosas que ha hecho. — Se inclinó hacia adelante, atravesándome con la mirada y si no fuera por la baja mesita que había entre nosotros ya habría salido corriendo.

— No me importa.

— ¿No? ¿Sabes que le hizo a un...?

— ¡¡Bla, bla, bla!! — Antes de poder escuchar terminar su pregunta tapé mis oídos con ambas manos y elevando mi voz intenté ocultar su voz bajo la mía. Veía sus labios moverse y al final sonrió, levantándose del sillón y agarrando mis muñecas para apartarlas.

— No me importa si no quieres saber, pero paga.

— ¡Ya he pagado!

— No es suficiente.

— Pero si te he dado...

— ¡No es suficiente!, ¿estás sordo? — Intensificó la fuerza ejercida en mis muñecas.

— Suéltame, me haces daño.

— Oh, cierto, si no recuerdo mal tenías un brazo... ¿roto? Veamos... — Dio una patada a un lateral de la mesa y la deslizó hasta el otro lado — ¿Era éste? — Soltó mi muñeca izquierda y agarró con fuerza el brazo. — No, al parecer no. — Con su rostro ensombrecido soltó ahora mi muñeca derecha y lentamente acercó su mano a mi brazo, haciéndome temblar por el dolor que sentí una vez lo aprisionó y un fuerte quejido escapó de mis labios. — Sí, definitivamente es éste.

— ¡¿Eres idiota?!

— ¿Cómo dices?

— N-nada.

Empujó mi pecho y mi espalda chocó con el respaldo del sofá, se subió encima mío, con sus piernas a los costados de las mías y agarró mi barbilla con firmeza.

— Eres bastante estúpido, ¿lo sabías? Primero por meterte tu sólo en este embrollo, segundo por querer defender a Jimin, tercero por venir hasta aquí y por si fuera poco entrar en nuestro escondrijo y cuarto por no venir con el dinero justo que debías darme.

Mordí mi labio inferior, aguantando las ganas de escupirle en la cara. Quizás tenía razón, pero querer ayudar a Jimin era un mayor peso para jugarme la vida.

— Dame tu cartera. — Me ordenó, mostrándome la palma de su mano.

— No voy a darte nada.

— ¿Quieres que termine de romperte el brazo o prefieres que te rompa el otro? — Colocó su mano en mi brazo, dando caricias como advertencia.

No dije nada y eso le bastó para cumplir su palabra.

— ¡¡A-ah...au, au, au, para!! — Saqué rápido mi cartera y se la tiré, golpeando su pecho, aunque poco le importó.

Masajeé suavemente mi brazo mientras él se divertía con mi cartera.

— Jo-der..., pero, ¿cuánto tienes aquí?

— ¡No puedes quedarte con todo, es lo único que tengo!

— Se lo pides a papi y asunto arreglado. — Agarró los tantos billetes con ambas manos y emocionado de ver tanto emitió soniditos extraños mientras los intentaba contar. — Eres como un banco sin fondo. — Sonrió posando un ligero beso en mi cuello. Como si fuera tortuga escondí mi cuello al sentir el tacto y él se volvió a alejar, mirando una vez más el gran fajo de billetes.

— Déjame ir ya... — Musité. Ya comenzaba a darme igual el perder todo mi dinero, sólo quería salir de allí cuanto antes. Su sola presencia me inquietaba, por no hablar de los pensamientos tan horribles que tenía cuando cruzaba miradas con él.

Se levantó y cogiendo mi cartera que había caído después de sacar el dinero, hice lo mismo, dirigiéndome a la puerta.

— ¡Espera! — Me detuve sin mirarle. — La semana que viene quiero la misma cantidad.

— ¡¿Qué?! — Giré rápido y observándolo busqué algún indicio de que estuviese bromeando, pero no vi ninguno. — ¡Es imposible!

— No me importa cómo debas conseguirlo, pero quiero lo mismo para la semana que viene.

— ...

— ¿Lo has entendido?

— ...

— ¿Quieres que vaya hablando por ahí sobre lo que hizo Jimin?, quizás sí se merezca ese castigo.

— ¡No!... Lo traeré.

— Que buen chico eres. — Acortó nuestra distancia y palmeó mi espalda. — Mis labios estarán sellados. — Abrió la puerta y como antes hizo, dejó que yo pasara primero.

Menudo lío en el que me había metido... ¿Cómo iba a conseguir tanto dinero en una semana? Podría conseguirlo en un mes, pero... una semana era muy poco tiempo. Nana no me dará dinero de nuevo, además, tampoco quería que sospechara o pensara que estaba metido en algún aprieto.

"¿Qué voy a hacer?"

B-Bomb me acompañó hasta el mismo lugar donde habíamos quedado y antes de separarse de mí me recordó que debía hacer, "como si no me hubiese quedado claro...". Luego con esa misma sonrisa desquiciada, que había cargado todo el camino, se marchó.

El camino de vuelta se me hizo agotado, no estaba precisamente cerca y si no fuera porque el lugar donde habíamos quedado daba justo al lado de una tienda que conocía, jamás habría llegado. Llegué hasta el muro que tanto había temido pensar una vez lo salté. ¿Cómo volvería a subir?, ni idea, si no fuera por este brazo... todo sería más fácil.

Suspiré pesado, sin despegar mi vista de la parte superior y comenzando a pensar cómo saltarlo.


[HoSeok]

Hoy había decidido no asistir a clases, con el problema que tenía lo menos que haría sería atender en clases, debía buscar una solución y cuanto antes mejor.

Esperé unas horas para que no fuera tan temprano y llamé a Liu. Cuando lo hice la invité a la cafetería de mi familia, allí le hablaría sobre el tema y dejaría claro lo nuestro.

"Han pasado casi dos caños desde entonces..."

"Jamás pensé que siguiera esperándome"

— Buenos días, cariño. — Mi madre salió detrás de la barra en cuanto me vio entrar. — ¿Cómo tú por aquí?

— He quedado con alguien.

— ¿Con TaeHyung? ¿No tenéis clases hoy?

— No, mamá, no es Tae y sí, hay clases, pero es importante lo que debo hacer.

— Esta bien hijo, pero la próxima vez trae a TaeHyung.

Desde que lo presenté ante mis padres, mi madre no paraba de molestarme para que lo trajese con más frecuencia a la cafetería, a casa, a comer, a cenar y a todas partes donde yo fuera y mi familia estuviese presente.

No me costó mucho darles la noticia, ni siquiera se opusieron o le parecieron extraño. Al parecer que me llevara tanto tiempo sin tener novia le bastaron para imaginarse mi orientación sexual, por no hablar de lo evidente que era mi relación con Liu..., "creo que la única que no se enteraba era ella". Nuestra relación siempre fue más amistad que otra cosa, aunque ella nunca lo vio de esa forma.

— Mamá.

— ¿Hmm? — Pasó un trapo por la mesa en donde iba a sentarme para así limpiarla.

— ¿Recuerdas a Liu?

— Como no hacerlo. Era una chica muy dulce y sabes que pienso sobre lo que hiciste.

— Es ella con quien he quedado. — Detuvo su tarea y me miró algo sorprendida y temerosa.

— ¿Y Tae, cariño?

— Le intenté explicar pero..., no se lo tomó muy bien. Hemos peleado y necesito arreglar todo esto. — Ella asintió cogiendo una de mis manos.

— No hagas daño a ninguno. Y por favor, no dejes ir a ese chico, sabes cuanto te ama, sólo hay que verle el rostro cuando te mira.

— Lo sé, mamá. Yo también lo amo demasiado. Jamás me perdonaría perderlo o hacerle daño.

Mi madre sonrió orgullosa de mis palabras y tras besar mi frente se marchó a limpiar el resto de mesas.

No había nada mejor que el reconfortante apoyo de una madre y gracias a ella ahora me sentía con más valentía. De hoy no debía pasar, no más largas. Ninguno de los dos se merecía sufrir, pero era inevitable que uno lo hiciera.

"Y no será Tae"

— ¡Buenos días! — La chillona voz de mi madre me alertó de la llegada de Liu. Mientras saludaba a mis padre esperé por ella.

— ¿Has esperado mucho? — No me había dado cuenta hasta ahora en su mejoría en el coreano, aunque aún tenía ese acento mandarín tan destacable.

— No, tranquila, siéntate.

— Tus padres se ven bien. — Los observó con una sonrisa.

— Sí.

— ¿Ocurre algo?

— B-bueno..., sí. Quería hablar contigo sobre algo.

— Ya me imaginaba. — Apoyó su rostro en ambas manos. — Para ser sincera creí que te alegrarías más de verme, en cambio fue muy..., ¿cómo se dice?

— ¿Frío? — Le pregunté en chino y ella negó. — ¿Cortante? — Asintió y la misma palabra se la repetí en coreano. — Es que me sorprendiste.

— Las sorpresas también son buenas, sin embargo tu rostro decía lo contrario..., ¿por qué? — Bajó su mirada. — ¿Acaso no te alegras de verme?

— ¡No! ¡No es eso! Claro que me alegro mucho de verte..., sólo que... hay algo que debes saber.

— Entonces, dime. — Ambos nos quedamos mirándonos fijamente, ella esperando mis palabras y yo no partirle el corazón.

— Hay... alguien que... amo. — Evité mirarla, podía imaginar su rostro ahora mismo y si lo hiciera no podría seguir adelante. — Sé que tú y yo jamás terminamos lo nuestro, pero...

— ¿Pensaste que había muerto?

— ¿Eh? ¡No, claro que no!

— Entonces, ¿es por qué pensabas que no nos volveríamos a ver?

— No...

— ¿Por qué, HoSeok?

— Debo ser sincero. — Tragué saliva nervioso. — Jamás estuve enamorado de ti. Jamás dejé de verte como mi mejor amiga. Y sé que hice mal, jugué con tus sentimientos, pero... te veías tan feliz, nadie pensaría que estuvieses enferma y eso me hacía feliz. No quería borrarte esa felicidad.

— Confié en ti... — Le oí sonar su nariz. — Eras un gran apoyo para mí... e incluso a día de hoy lo has sido. Siempre tuve la esperanza de que volvería a verte. Mejoré mucho, mis fuerzas se basaban en volver a estar a tu lado... ¿Por qué, HoSeok?, ¿por qué?

— Lo siento... — Sentí su fría mano sobre la mía y no tuve más remedio que mirarla. Sus ojos contenían las lágrimas, su nariz estaba roja por la misma causa y ver como ese brillo en sus ojos se desvanecía por mi culpa hizo que me odiara.

— ¿Cual es su nombre? — Abrí mis ojos más de lo normal, sorprendido por su pregunta.

— ¿Cómo? — Rio mientras sonaba una vez más su nariz.

— El afortunado de tenerte, ¿quién es?

— Oh..., s-se llama TaeHyung. Es el chico que viste ayer. — Tapó su boca con la mano.

— ¡Lo siento, dije que yo era tu...!

— No te preocupes.

— ¡Claro que me preocupo, fue mi culpa, espero no se haya enfadado...!

— Lo arreglaré, no te preocupes por eso. En cambio..., no sé como vas a perdonarme tú..., si es que alguna vez lo haces.

— Nunca podría enfadarme contigo. — Me sonrió de la forma más dulce posible. — Te debo taaaanto. Tú me devolviste la vitalidad el mismo día que te conocí. — Acarició mi pelo, despejando mi frente de varios mechones.

— Lo siento. — Escondí mi rostro contra la mesa, dejando mi frente pegada a ésta. Ella se levantó y se sentó a mi lado, abrazándome mientras yo me derrumbada por haber sido un amigo tan horrible.

Cuando me desahogué y levanté mi cabeza vi a mi madre, quien apartó rápido la mirada y disimulaba para limpiar sus lágrimas. Liu seguía abrazada a mí sin perder esa sonrisa tan serena. Ella es quien debería estar llorando y no yo, "de nuevo dándome una lección de fuerza".

— ¿Me llevas a conocer a TaeHyung?

— ¿E-estás segura?

— Por supuesto. Quiero conocer quien ha conseguido robarle el corazón a mi caballero de brillante esperanza.

— Se dice caballero de brillante armadura.

— Pero tú eres mi esperanza, así que a callar. — Se levantó con brío de la mesa y extendió una mano en mi dirección. — Apuesto a que también eres la suya. — Me guiñó un ojo y no pude evitar sonreír.

— Más bien él es la mía. — Agarré su mano y me levanté, dispuesto a volver a la escuela acompañado de Liu.

Continue Reading

You'll Also Like

673K 90.4K 52
"Sí yo jalo de sus cuerdas mi títere me sonríe, sí yo jalo de sus cuerdas me abraza y juega conmigo. Mi títere me alienta y me habla, mi títere me ha...
24.3K 1.4K 22
Alexa e Ivan Noiret se enfrentan a otro año en el internado laguna negra, pero este es diferente; un romance perdido, otro encontrado y muchos mister...
261K 34.9K 61
La felicidad era, ciertamente, disposición y no posición. • Couple: Jimin x Jungkook [BTS] • Mención: Jinsu. • Género: drama, romance.
15K 1K 10
después de todo...Tu eres feliz. No, no soy, Ángel mío... -•Segunda parte de la historia: We are happy -•Capitulos cortos -•Contenido fuerte -•Infide...