Cybernetic Cupid© (BORRADOR)

By AleHeronstairs

129K 11.5K 860

Quiero decir primero que nada, que tanto el titulo como la sinopsis estan bajo construccion. Ninguna es la ve... More

Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
¡Noticias!
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Q & A
Capítulo Ocho
Edie Brown
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Quince
Capítulo Dieciséis
Capítulo Diecisiete
Capítulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve
Capítulo Veinte
Capítulo Veintiuno
Comunicado!!
Capítulo Veintidós
¿Cambios en novela?
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintiséis
Capítulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve
Capítulo Treinta
Capítulo Treinta y Uno
Capítulo treinta y tres
Capítulo Treinta y cuatro
Capítulo Treinta y cinco
Capítulo Treinta y Seis
Capítulo treinta y siete
Capítulo treinta y ocho
Capítulo Treinta y Nueve
Capítulo Cuarenta

Capítulo Treinta y dos

1.8K 223 14
By AleHeronstairs


No dije nada acerca de a quien había visto en nuestro regreso del hospital. Jayden me preguntó sobre a quién le había dicho adiós, cuando claramente no había nadie en la acera. Sin embargo, sacudí la cabeza y me pegué más a su cuerpo sin responderle. Suponía que estaba en alguna tipo de shock. Él debió notarlo también, porque apretó sus brazos a mí alrededor como si tuviera miedo de soltarme.

Cuando llegamos a casa, él se ofreció a entrar conmigo. Me negué rotundamente. No por miedo a que algo pasara entre nosotros mientras estábamos a solas, sino porque quería llegar a un acuerdo con lo que había visto. Necesitaba resolver mis pensamientos y emociones antes de enfrentarme a mamá. Así que lo besé ligeramente y entré a mi hogar sin voltearme ni una vez.

La casa seguía vacía.

Sam llegó corriendo a mí desde la sala de estar y comenzó a ladrar y agitar la cola alegremente. Dirigió la mirada hacia la correa que había en el perchero y ladró una vez más.

No pude evitar sonreír. Me puse de rodillas y abracé su grueso y peludo cuello—. Tienes razón, prometí sacarte a pasear. ¿Vamos?— De nuevo me puse de pie, tomé la correa y la abroché al collar en su cuello. Salimos unos minutos después, sin un rumbo en mente y con todas las ganas de alejarnos de todo.

*****

Hice caminar tanto a Sam que no pude evitar sentirme mal por ella. Ella me siguió todo el tiempo, sin quejarse por la falta de agua o descanso. Caminamos tanto, que para cuando me di cuenta, mis pies dolían y mis piernas se sentían débiles y temblorosas. Gotas de sudor resbalaban por mi rostro y mi espalda, humedeciendo mi vestido. Adiós al maquillaje que me había puesto antes. Debía lucir desastrosa ahora.

Por si no fuera poco, una ligera brisa había comenzado y no dudaba que pronto se convertiría en una lluvia intensa. Si las nubes negras que se habían ido formando en el cielo no eran un indicio suficiente, no sabía qué lo fuera.

—Vamos, Sam. Regresemos a casa ya— dije con desgana. La verdad era que solo quería sentarme a descansar, pero ahora teníamos un largo camino frente a nosotras.

No sabía qué hora era. Antes, había dejado mi cartera con mi dinero y mi teléfono y ahora no podía llamar a nadie o comprar comida para las dos. Ahí se habían ido mis ganas de no querer pensar en lo absoluto. No pensar apestaba. Aunque... al menos tampoco había pensado en papá.

A mitad de nuestro paseo de vuelta, la tenue brisa pasó a ser una tormenta. Intenté correr con Sam para protegernos del agua, pero fue en vano. No había un lugar para resguardarnos. En cuestión de minutos estábamos empapadas hasta en lugares que no deberían haberlo estado.

La lluvia era fría y calaba mis huesos a través de la fina tela de mi vestido haciéndome tiritar. Insté a mi perra a seguirse moviendo. No quería que se enfermara por mi culpa. ¡Mierda! Este día no podía ir peor. Si a Sam le pasaba algo por mi culpa, no podría perdonármelo nunca.

Para cuando llegamos a casa, ambas jadeábamos y temblábamos como gelatina. No sabía cómo ella aun así logró subir por las escaleras y rasguñar la puerta con sus patas delanteras; yo tenía las piernas tan débiles que lo único que pude hacer fue sentarme, ya no importándome más la lluvia que seguía cayendo sobre mi espalda. La puerta que Sam estaba rasguñando y la contigua se abrieron de golpe al mismo tiempo, revelando a una mujer con el rostro surcado en lágrimas y a un chico con la expresión más dolida que alguna vez le haya visto.

Mamá dejó escapar un grito sorprendido antes de ayudar a nuestra perra a entrar cuando vio que Jayden se acercó a mí con algunas toallas que había traído con él. Él me forzó a ponerme en pie y me arrastró-cargó hasta llevarme a la sala de estar.

— ¿A dónde diablos estabas, Edie? ¡He estado llamándote por horas! —exclamó mamá, mientras secaba a Sam.

Por otro lado, Jayden me pasó una toalla por los hombros y la otra la llevó a mi rostro y cabello, secando con tanto cuidado que me hizo sentir como si me rompería en cualquier segundo. Alejé sus manos de mí y comencé a secarme por mi cuenta. —Había ido a pasear con Sam. No pensé que llovería tan fuerte y olvidé mi teléfono.

— ¿Sabes lo preocupados que estábamos? Jayden me aseguró que te había dejado en casa después de ir... y bueno, pensé que no habías tomado bien la noticia.

Tragué. Fuerte.

— ¿Qué noticias?

Ya lo sabía, pero quería que ella me lo dijera. Quería que también me dijera que tenía otro hombre; así quizás sentiría algo, porque justo ahora, no sentía nada. Me sentía adormecida tanto física como emocionalmente. Quería dejarlo salir, pero no sabía por qué no podía.

Ella se vio incómoda por un momento y luego comenzó a llorar. Abiertamente. El dolor en ella era tan crudo, tan en carne viva que no supe cómo reaccionar. Di un paso atrás, alejándome de ella y de Jayden. Él tuvo intención de caminar hacia mí, pero lo detuve con una sola mirada.

—Tu papá... Dios, él... Edie, él murió. Yo... yo de verdad creí que él regresaría.

Al escuchar las palabras que salieron de mi boca en ese momento, me di cuenta que yo lidiaba con el dolor de una forma cruel. Despiadada. Porque quería que todos sintieran lo mismo que yo.

— ¿De verdad querías que volviera? ¿Y qué hubieras hecho con el otro hombre que tienes?

Los ojos de mamá se agrandaron, con una mezcla de emociones brillando en las lágrimas que corrían por sus mejillas como la lluvia de afuera. Podía ver el dolor, enojo, vergüenza. Esperaba que me pegara, pero no lo hizo. En cambio, llevó sus manos a su rostro, llorando con fuerza. —Hablaremos de eso después. Ve a tu habitación— dijo, a través de sus dientes apretados.

Hice como lo ordenó, una vez más sin ver a un impotente Jayden, llevando su mirada entre nosotras. Aunque si me volteé a él para ver cómo se agachaba a susurrarle algunas palabras de aliento a mamá antes de continuar atendiendo a nuestra perra.

******

No sabía cuánto tiempo llevaba yaciendo en mi cama, con la vista fija en un punto invisible en la pared. Después de un rato había dejado de escuchar el llanto de mamá, aunque la lluvia todavía podía escucharse afuera. No sabía que había pasado con Jayden o con mis hermanos y honestamente, no tenía ganas de averiguarlo. Si pudiera quedarme en esta posición por siempre, lo haría.

El golpe seco de mi ventana siendo abierta, me hizo girarme sobre mi espalda. Primero vi una larga pierna atravesar la abertura, después su cuerpo largo y delgado y por último su otra pierna. Estaba mojado y el pensamiento de él resbalando, hizo que mi corazón dejara de latir.

— ¿Qué diablos estás haciendo? —Exclamé-grité en su dirección.

Él lucía como si fuera a vomitar en cualquier minuto. — ¿Cómo haces para atravesar esas ventanas? —Preguntó, ignorando completamente mi pregunta.

¿Qué?

— ¿Tienes miedo a las alturas y aun así entraste por ahí? —señalé la ahora cerrada ventana y luego regresé mi mirada a él. Nunca me imaginé esto.

Una vez más, me ignoró. Caminó hasta mi cama, donde se dejó caer sobre su trasero, de espaldas a mí. Una pequeña sonrisa tiró de las comisuras de mis labios. Dios, él era lindo. La misma sonrisa que él había puesto, desapareció cuando escuché su siguiente pregunta.

— ¿Estás bien?

—No deberías estar aquí — murmuré, volteándome hacía la pared de nuevo.

Sentí el colchón hundirse bajo su peso antes de sentir su pecho a escasos centímetros de mi espalda. Mi corazón comenzó a latir desenfrenado—. No debería, pero quiero estar aquí. Contigo.

Guardamos silencio unos minutos. Podía escuchar y sentir su respiración en mi nuca. A parte de eso, sus manos nunca se movieron en mi dirección de manera irrespetuosa. Quizás se debía a que no era un buen momento.

— Debes arrepentirte ahora... de pedirme salir contigo.

Él siguió callado.

—Mamá... ella puede salir con quien quiera. No quise hacerlo sonar como algo malo.

—Deberías de decirle eso a ella. Ella sabe que esa fue tu forma de afrontar la noticia y no está molesta contigo. Y para que lo sepas, no me arrepiento. Ha sido toda una experiencia salir contigo, pero no me arrepiento.

Mordí mi labio inferior para detener los ligeros temblores de mi mandíbula. Jayden terminó de presionar su cuerpo contra el mío cuando intenté reprimir un sollozo. Pasó uno de sus brazos por debajo de cabeza y con el otro rodeo mi cintura. Me abrazó por la espalda, con sus labios presionados contra mi oreja. —Está bien llorar, nena.

No estaba segura de sí habían sido sus palabras o sí había sido la forma en que me estaba sosteniendo, pero las lágrimas comenzaron a salir y no se detuvieron. Lloré por todo y por nada. Lloré por finalmente ser amada por alguien y por haber perdido a la persona que más amaba en esta vida. Lloré hasta que no pude mantener los ojos abiertos y hasta que sentí la garganta al rojo vivo. Con cada sollozo de mi cuerpo, Jayden me apretó más fuerte, como si quisiera fundirme con su propio cuerpo y sinceramente, eso me hizo llorar aún más.

Mis lágrimas se mezclaron con la lluvia. Era como si de alguna forma la naturaleza estuviera llevándose mi dolor con ella y eso me hizo estar agradecida. A la vez, esperaba que después de la tormenta, el sol también brillara en mi dirección.

Me quedé dormida en los brazos de Jayden. De nuevo. Su presencia rompió a través de mi barrera de dolor para llevarme a un estado adormecido. No era el tipo de adormecimiento donde sentía el dolor y no podía dejarlo salir, sino que era el tipo donde lo único que me quedaba, era paz. Saber que estaba ahí, me hacía sentir segura. Me hacía sentir que podía ir al funeral de papá y que podría dejarlo ir.

Era difícil no amarlo, cuando lo veía de esa forma.


-------------------------------------------------------------------------------------------

Este capítulo, me hizo pensar en un nuevo nombre. ¿Qué les parece la portada? :3


Continue Reading

You'll Also Like

69.8K 2K 51
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
53.5K 1.9K 27
¿Que pasaría si te sintieras completamente atraída por la prima de tu nueva compañera de trabajo? Descubre la historia de Chiara una artista emergent...
30.9K 3.4K 62
[HISTORIA M-PREG] Park Jimin y Jeon Taehyung han sido inseparables desde su nacimiento, así es, ambos nacieron el mismo día, a la misma hora y como s...
18.3K 1K 16
TRADUCCIÓN DE WE ARE. Nuestro primer encuentro puede que no sea tan impresionante. Pero si nos encontramos la próxima vez "¡¡¡Definitivamente te sald...