Tomorrow [JiKook] [BTS]

By RikaAyanami

713K 84.6K 26.8K

❝Jeon JungKook siempre ha sido un chico que ha estado viviendo en una especia de cárcel, donde ha guardado un... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo Especial 1
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo Especial 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo Especial 3
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo Especial 4
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo Especial 5
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo Especial 6
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo Especial 7
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo Final
Epílogo ZiGa
Epílogo NamJin
Epílogo V-Hope
Epílogo JiKook
Agradecimientos

Capítulo 33

8.3K 1K 301
By RikaAyanami


Indicándole la biblioteca más cercana para que luego no tuviéramos que andar tanto hasta la escuela, llegamos frente a el edificio, aparcando el coche por petición de ella. Cuando todos salimos me quedé confuso, ¿acaso no pensaba irse? Tampoco quise preguntar, no fuera que creyera que quisiera que se quedara, por que con el cerebro de mosquito que debía de tener seguro se pensaba algo así.

— Gracias por traernos. — Le dije cortante, agarrando el brazo a Jin y caminando hasta la puerta. Jin me hizo un gesto con la cabeza, el cual no entendí, pero a la segunda vez me giré y me vi a la rubia detrás nuestro.

"¿Qué mierdas?"

— Ya que estoy aquí preguntaré por algunos libros para aprender coreano. — Sonrió con esos labios rosados y brillantes.

— Genial. Nosotros iremos a lo nuestro. — De nuevo le di la espalda comenzando a caminar. — Ya nos veremos. — Jin se despidió con la mano, ya que seguía teniéndolo agarrado y no lo dejé apenas despedirse de la Barbie.

"Total, no se entienden"

Al entrar me quedé mirando el amplio lugar, había muy pocas personas y eso no me agradó en absoluto. Había pensado salir camuflado entre las personas pero así iba a ser imposible. Rápidamente nos dirigí a una zona apartada, perdiéndonos entre las tantas estanterías.

Al estar fuera de su campo de visión, me quedé en la esquina de una gran estantería viendo como la chica entraba y se dirigía a la recepción.

"Espero no tarde mucho"

— No está bien lo que haces. — Oí la voz melosa de Jin a mis espaldas. Apoyé mi espalda contra los libros y lo miré.

"Como si me importara si está bien o no lo que hago"

— Calla, que te quité el aburrimiento de encima. — Le guiñé el ojo y me dejé deslizar hasta el suelo, sentado con mis piernas extendidas.

— Pero no fueron las mejores formas. — Me imitó, pero quedando con sus piernas flexionadas. — Aunque fue divertido. — Lo vi sonreír al frente, imaginando lo sucedido.

— Vaya, es la primera vez que veo el lado rudo de la princesa. — Le dije con tono exagerado y burlón. — Bueno al menos... — Le hice un gesto con mis dedos, mostrándole una mínima distancia entre mi pulgar e índice. — un poquito.

Vi como se aguantaba la risa, evitando mirarme, pero sin poder dejar de sonreír lo más mínimo. — La culpa es tuya, por tenerte tanto tiempo a mi lado. — Aquel "a mi lado" sonó extraño, pienso que podría haberlo dicho de otra forma pero... — ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? — Me sacó de mis pensamientos.

— No lo sé, supongo hasta que se marche.

— ¿Por qué entró?

— Me dijo que miraría unos libros para aprender coreano.

— Oh.

Nos quedamos en silencio, sin saber que decir o de que hablar. Me pareció de lo más normal y ni siquiera me sentí incómodo, pues no acostumbrábamos a hablar ni a contarnos nada.

Alcé una mano por encima de mi cabeza y saqué el primer libro que toqué. Al mirar la portada vi el títuto: El Patito Feo.

"¿Qué cojones?"

Giré mi cabeza, viendo todos los libros infantiles a mi espalda.

— Estamos en la sección infantil. — Lo oí decir. Y sin mucho caso me limité a abrir aquel libro infantil, viendo los coloridos dibujos de éste y sus grandes letras.

— ¿Cómo pueden los niños leer esto? — Pasé algunas páginas sin mucho interés, sólo miraba los deformes dibujos.

— Precisamente por eso. — Lo miré. — Porque son para niños, idiota. — Se rio en mi cara y rodé los ojos.

— Me habría gustado leer esto de pequeño. Al menos para reírme.

— ¿Es qué nunca has leído un cuento infantil?

— No. — Su sonrisa se borró posando los ojos en el libro infantil. — Mira este se parece a ti. — Le señalé a un bicho deforme completamente rosa.

— Pero, ¿qué dices? Es horrible. — Me reiría a carcajadas en su cara pero me aguanté por no llamar la atención. — A ver. — Me arrebató el libro y lo ojeó rápido, buscando algo en cada una de sus hojas.

"Seguro está buscando algún dibujo horrible como venganza"

"¿Y éste es más mayor que yo?"

— Aquí. — Me dio un leve codazo y miré hacia el objeto entre sus manos. — Éste se parece a ti. — Había señalado a un árbol gigante con cara.

— ¿Un árbol? — Enarqué una ceja, decepcionado ante su "maldad". — Por favor, princesa... — Me acerqué a él, rozando nuestros hombros mientras pasaba un par de páginas y encontraba un dibujo aún peor que el que me mostró. — Éste habría estado bien.

— ¿El patito feo? — Asentí. — ¿Por qué?

— Porque es negro. — Respondí asombrándome de mi auto insulto.

— Ser negro no es algo malo.

— Bien pues... — Me quedé pensando, mirando al pato. — Es feo.

— ¿Qué? ¿Te estás diciendo feo? — Preguntó divertido y yo sólo me encogí de hombros. — Tú no eres feo créeme. — Vi como hacia un gesto exagerado al decir aquellas palabras y no pude entender su significado.

— ¿A qué te refieres? — Me miró fijamente, pensando si lo decía de broma o no, pero al ver que no decía nada decidió hablar.

— Pues a que no eres feo, Namjoon. — Puso sus ojos en blanco, como si su respuesta fuera obvia. — Eres realmente guapo.

Algunos segundos fue lo que necesitó para darse cuenta de lo que había dicho y al percatarse abrió sus ojos de par en par y evitó mirarme, volviendo casi toda su cabeza al lado contrario. A mí me pareció divertido y para hacerlo más aún le seguí el juego. Choqué mi hombro con el suyo varias veces, intentando que me mirara, pero no lo hizo, así que tuve que inclinarme para ver su cara pero al hacerlo se tapó con sus manos, privándome de su rostro.

"No se puede ser más evidente"

Reí interiormente y me puse de rodillas frente a él. Cogí sus manos e intenté apartarlas mientras escucha sus quejas, que más que quejas parecían los soniditos de una ardilla. Después de unos cuantos intentos las aparté viendo por fin su rostro, tan colorado como me lo había imaginado, o quizás más.

No pude evitar reírme algo fuerte pero corté mi risa en cuanto escuché el siseo de la princesa.

— ¿Ya te divertiste?, pues suéltame. — Sus morritos y ceño fruncido sólo provocaban más risa en mí, pero de nuevo tuve que contenerla.

— No, aún no. — Sonreí de lado y sus labios dejaron de hacer morros, abriéndolos un poco ahora.

— No tiene gracia, Nam.

— ¿Cuándo fue que empezaste a llamarme así? — Le pregunté con sus manos aún apresadas en las mías.

— No lo sé... ¿te molesta? — Negué. — Que raro. Todo te molesta y más si viene de mí.

— Bueno a ti también te molesta lo que hago o te digo.

— S-supongo.

Era gracioso ver como esquivaba mis miradas pero éstas volvían a cruzarse de nuevo con la mía para retirarla nuevamente. Aflojé el agarre de sus manos, dejándolas caer lentamente y apoyando las mías a sus costados, pudiendo sostener mejor mi cuerpo, pero eso sólo hizo que mi rostro quedara más cerca del suyo y su cabeza chocara con la estantería.

— Aunque sí hay algo que me molesta. — Le dije, mirando sus labios y luego subiendo a sus grandes ojos.

— ¿A-ah s-sí? — Asentí levemente.

— Me jode decirte esto pero... — Lo vi tragar saliva. — Tus labios me encantan.

— O-oh, ¿e-en s-ser-rio? — Asentí de nuevo.

Miré hacia abajo, observado su cuerpo encogido, recorriéndolo con la vista, acabando otra vez en sus ojos. — En realidad todo. — Rectifiqué.

Movía su boca de a poco, intentado formular alguna palabra pero ni una sola sílaba consiguió sacar. Su rostro estaba del color de sus labios y podía sentir sus músculos en tensión sin mover ni uno lo más mínimo, tan sólo pendiente de mis gestos.

Con un dedo rocé su labio inferior, sin perder ni un detalle de lo esponjosos que eran. Sonreí al ver que no apartaba la mirada de mí, ni siquiera pestañeaba, estaba rígido como una piedra. Así que decidí liberarle de toda tensión.

Coloqué mis manos en la estantería, a ambos lados de su cabeza y pegué mi boca a la suya, sintiendo la suavidad de sus labios. Los moví lentamente, saboreando su sabor y sintiendo la textura que estos tenían. Jin colocó sus manos en mi cuello, acercándome más y moviendo sus labios al son de los míos. Poco tardó en convertirse en un beso más rápido y fogoso. Sus dedos se enredaron en mi cabellera y una de mis manos fue a su muslo, acariciándolo por encima de la tela, ascendiendo hasta meter mi mano bajo su ropa.

Lo oí gemir en mi boca cuando mis dedos fríos tocaron su abdomen. Abrió sus piernas, dejándome mejor movilidad y acercamiento a su cuerpo. Ahora con mi mano pudiendo llegar más lejos, subí sin dudarlo a unos de sus pezones, pellizcándolo y poniéndolo duro. La princesa comenzó a perder el ritmo del beso, beso que estaba ahogado entre sus propios jadeos.

— Ah...N-nam, n-nos v-an a... ¡ah! — Tapé su boca rápidamente cuando gimió alto por haberle dado un tirón en el pezón.

— Shh. — Miré a ambos laterales vigilando si alguien pudiese llegar por el ruido causado. — Nos van a pillar. — Retiré mi mano y me levanté, ofreciéndole la mano para ayudarlo a levantar. — Ven. — Sin dudarlo agarró mi mano y con el cuerpo algo flojo se levantó.

Fuimos hasta el fondo del pasillo donde había una intersección y tras mirar a ambos lados decidí coger por el lado derecho, estuve buscando algún lugar más apartado o un sitio donde meternos. Jin no decía nada, sólo se limitó a seguirme cogido de mi mano. En uno de los pasillos vi una puerta al fondo, miré que nadie nos viera y la abrí. Encendí la luz y era una pequeña habitación con un par de impresoras de grandes dimensiones, una mesa de escritorio al fondo y algunos archivadores.

— Aquí estará bien. — Dije entrando con la princesa casi arrastras.

— Nos van a pillar. — Mordió su labio. — ¿Y si alguien entra?

— Uff, eso me pone aún más. — Lo agarré de las muñecas, conduciéndole hasta la mesa y palmeando la mesa para que se sentara en ella.

Quité su chaqueta y camisa teniendo ahora su torso descubierto y deleitándome con él. No estaba marcado pero ni falta que hacía, me gustaba tal y poco estaba. Arremetí contra su cuello, succionándolo y mordiéndolo algo fuerte, tanto que provoqué sonoros gemidos del castaño. Jin metió sus manos bajo mi camiseta, hundiendo sus dedos en mi espalda.

— Espera. — Me separé de él, saqué mi chaqueta de cuero y la camiseta que llevaba debajo, al volver a él lo vi morderse uno de sus dedos, sin quitar sus ojos de mi cuerpo. Cogí ese mismo dedo y lo mordí provocando un sonrojo en sus mejillas. — Date la vuelta.

Le ordené pero antes de hacerlo bajó de la mesa, me besó y me susurró al oído que fuera delicado, sin esperar respuesta mía se giró, apoyando la mitad de su cuerpo en la mesa. Cuando su cuerpo entró en contacto con la fría madera se quejó, despegando su cuerpo pero tras hacer chocar mi bulto con su trasero volvió a pegarlo, dejando descansar sus brazos en la mesa.

Desabroché su pantalón desde atrás, bajándolo y haciendo lo mismo con el bóxer. Me quedé un rato mirando aquel culo que se veía tan suave y poco tardé en agarrar una de sus nalgas con fuerza.

— ¡A-ay! — Se quejó e hice lo mismo con la otra. — N-nam...

— Lo siento tenía que comprobar su textura. — Sonreí de medio lado, pero él no pudo verlo.

Acaricié su espalda haciendo que Jin cerrara sus ojos por el tacto de mi mano. Bajé hasta abajo sin dejar de acariciar y me detuve en su entrada donde introduje un dedo hasta el fondo. Jin gimió apretando sus ojos con fuerza, entonces aproveché para meter otro que de igual manera lo metí todo lo que pude. Los sacaba y metía rápidos, cuando se hubo acostumbrado metí el tercero.

— Ah... t-tus dedos son... ah... tan l-largos. — Sonreí orgulloso ante sus palabras.

— Pues espera a ver lo que tengo entre las piernas. — Me habría gustado verle la cara después de decirle eso, pero desde aquí me era imposible.

"Una lastima"

Saqué mis dedos y bajé mi cremallera, dejando caer mis pantalones y bajando mi bóxer, que ya me estaba apretando demasiado. Agarré mi miembro y lo acerqué a su culo donde pudo sentir lo caliente que estaba. Abrí un poco sus piernas y separé una de sus nalgas, con mucho cuidado metí la punta, viendo como sus manos en puño se le blanquecían los nudillos.

"Tampoco es que fuera aquí un cabrón como para hacerle tanto daño"

Una vez dentro y esperado hasta que él me dio permiso para moverme, lo hice, con suaves embestidas, agarrando su pene y masturbándolo para aliviar un poco su dolor.

— M-más fuerte, Nam. — Aumenté la fuerza de mis estocadas, llegando hasta lo más profundo. — Ahh... m-más... ah, ahí...

Gracias a la posición me era fácil entrar y salir sin dificultad, además de lo dilatado que ya estaba. Empecé a darle tan fuerte que hasta la mesa movía, estaba extasiado por el placer y sus gemidos, que no tardé mucho más en venirme dentro de él y muy poco después él en mi mano, manchando todo el suelo.

Saqué mi miembro y el semen corrió abajo por sus piernas, era una imagen realmente excitante y digna de apreciar. Dejé caer mi cuerpo cansado sobre su espalda donde deposité algunos besos en su clara piel y tras ladear mi cabeza para poder ver su rostro vi que sonreía satisfecho.

Continue Reading

You'll Also Like

23.7K 2K 12
a jimin le gusta jeongguk. a jeongguk le gusta jimin. ¿y qué hace éste cochino culiao? obvio, le envía memes. no copiar ni plagiar, o te sa...
91.1K 8.4K 31
❝Somos buenos amigos pero pretendemos no tener sentimientos. Te presento como una buena amiga pero hay palabras persistentes en mi boca. Estoy enamo...
563K 76.1K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
1.1M 136K 56
[No se aceptan adaptaciones de esta historia, no insistan por favor. No hagan PDF, respeten mi trabajo, gracias] Jeon Jungkook está cansado de sufrir...