Al ver los planos sobre la mesa todo lo que había pensado de la cabaña se hacía realidad, ese sitio parecía más un laberinto que un complejo, decenas de corredores se extendían más de cien metros a la redonda bajo el bosque. Scott estaba tan sorprendido como yo.
-Porque no le decimos a Isaac que estamos haciendo esto.
-Porque si Isaac decide no cooperar le harán cooperar por la fuerza. -Expliqué.
-Y no será fuerza física. Eso no es típico en los súcubos. Catelyn es una experta en trucos mentales, se sabe cada manuscrito de su biblioteca de memoria y sabe como meterse en la mente de las personas, los súcubos pueden crear ilusiones, pero ella las lleva a otro nivel, si Catelyn descubre que tenemos un plan para salir de allí sin completar la ceremonia estamos muertos.
Scott pareció tragar saliva, yo miré a Blanca pero ella simplemente se encogió de hombros.
-Es la verdad.
-Se lo diremos justo antes del ritual. -Dije-. Pero en cuanto esté ideado puedes decirselo al resto de la manada. No menciones a Blanca, simplemente di que tenemos un aliado en La Cabaña.
El chico asintió y bajó la vista a los planos.
-Que yo vea hay muchos pasillos pero muy pocas salidas.
-Tenemos que ser claros con Isaac, si se equivoca en un pasillo no creo que sepa como salir.
-¿No salís con él? -Preguntó.
Blanca y yo negamos con la cabeza de manera coordinada.
-Nosotras somos la distracción, les daremos tiempo para escapar.
-¿Les?
-También sacaremos al chico que acompaña a Blanca, a él como minimo. -Comenté y Blanca se encargo de terminar mi frase.
-En el mejor de los casos podríamos sacar a los tres. A Isaac, el acompañante de Iris, a Robb, mi acompañante, y al acompañante de Leilah, pero ella está muy dispuesta a terminar el ritual, no permitirá que nos salgamos con la nuestra, y Catelyn tampoco, lo intentaremos al menos.
No me enorgullecía dar por perdido tan rapidamente al acompañante de Leilah, pero iba a ser dificil poder ayudarle teniendo en cuenta la ambición de la chica con la que le había tocado. Aun así no dudaba en que Blanca y yo intentaríamos por todos los medios sacarle de allí.
Me volví a centrar en el mapa de nuevo, fijandome en las salas y las puertas.
-Solo hay tres salidas. -Señale-. La más cercana es la puerta del sotano, por donde entramos siempre, es la que va más directa a la sala, durante la ceremonia no habrá nadie vigilando, todos estarán en la sala de la fuente, pero después de él no tardaran en salir. Probablemente tendríamos cinco minutos antes de que esa zona estuviera plagada de súcubos.
Scott nos miró pensativo y se apoyó en sus puños cerrados sobre la mesa.
-Malia y yo podremos encargarnos de la situación. Nadie mejor que ella. Aun así no atacaremos si no sucede nada, solo iremos de apoyo. Liam y Kira estarán en la salida más cercana, una por la que es poco probable que salgan pero les necesitaremos cerca si vienen a por nosotros. Y por último Stiles y Lydia, vigilando en el vehículo de huida, Roscoe. -Señaló un punto en el mapa a unos cincuenta metros de la cabaña-. Creo que lo mejor será aparcarlo aquí, es una zona rocosa y podremos ocultarlo. Stiles y Lydia no tienen poderes sobrenaturales para luchar, pero se las apañaran bien, siempre lo hacen.
-Sois muchos para ir en el coche.
-En el coche solo irán Stiles, Lydia y Kira, y otras dos personas, que pueden ser Isaac o los acompañantes de Blanca y Leilah, si les sacais a los tres Isaac vendrá con Malia, Liam y yo, corriendo, los cuatro tenemos supervelocidad.
-Blanca y yo nos iremos en su coche.
-Tenemos que contar con otro factor. -Al oir eso miré a Blanca, no sabía de ningún "factor" más-. Depende del tiempo que Iris esté inconsciente durante el ritual. Desde que entramos en nuestra mente estamos conectados con nuestro acompañante, o si no sería imposible soportar tanta carga mental una sola persona, así que mientras estemos dentro estamos absorbiendo su energía, depende de muchas cosas, lo fuerte que sea vuestra conexión, la resistencia de ambas personas... pero nada asegura que Isaac pueda hacer algún esfuerzo después del ritual, tal vez quede inconsciente. En ese caso no podrá correr. ¿Sabes donde está mi coche? -Preguntó. Yo asentí-. Sí Isaac no puede correr, adelantaros, yo les distraeré se como hacerlo, esperadme en el coche, pero si ves salir a alguien más detrás de vosotros vete.
-No será necesario.
-¿Qué nos falta? -Dijo Scott.
-Nada más. -Afirmó Blanca-. Tan solo tendréis que estar allí a las diez menos cuarto, quince minutos antes del empiece, y esperar hasta en punto.
-Bien, se lo diré al resto lo antes posible.
Guardé el mapa en la mochila y seguí a Blanca con la mirada a medida que comenzaba a andar a la puerta.
-¿Os vais?
-Blanca tiene que volver. Me llevará a casa de camino.
-Puedes venirte con nosotros si quieres. -Ofreció Scott, yo alcé las cejas, un tanto sorprendida, no era parte de la manada, por así decirlo tan solo había hablado con el resto un par de ocasiones que podrían contarse con los dedos de ls manos.
-No te preocupes.
-Sí quieres ir... -Blanca se colocó la correa del bolso en el hombro sin dejar de mirarme-. A mi no me importa.
-Vendrán todos, toda la manada y no les importará que tu también.
-No importa Blanca me llevará a casa. -Insistí.
-Blanca se acaba de ir. -Dijo Scott enfundandose una chaqueta vaquera. Yo miré alrededor de la sala, con esperanza de encontrarla, lo cierto era que no estaba, y su coche tampoco, me había hecho una encerrona, me limité sonreir y asentí.
-¿Seguro que no les importará? -Pregunté.
-Desde luego que no. Y veo poco probable que te coman así que estás segura.
-Está bien.-Accedí.
Scott se dirigió hacia su moto, ya había montado una vez, recuerdo que no había sido un buen día por desgracia, aunque sinceramente tampoco había tenido muchos días buenos desde entonces.
Oi la moto arrancar y me recordó que tenía que montarme. Corrí hacia ella y me subí detrás de Scott, que me dio un casco.
Llegamos un rato más tarde a un local en el centro, la mayoría de la gente que había dentro era de nuestro instituto, algunos jugaban al billar, a los dardos, y otros simplememente descansaban o tomaban algo en los sillones.
La manada estaba sentada en un par de los sillones pegados al ventanal. Riéndose de algo.
-Llegamos un poco tarde. -Me indicó Scott.
-¡Eh! -Stiles saludó hacia nuestra dirección, su brazo descansaba sobre los hombros de Malia, que a su vez estaba al lado de Kira. En el otro sofá se encontraba Liam entre Isaac y Lydia. No dijeron nada, simplemente se limitaron a sonreir, probablemente porque no esperaban que viniera. -Vienes acompañado, vale, no me lo esperaba. Isaac tienes que controlar a Scott, a este paso te va a levantar a la chica, lo mismo te digo Kira. -Al instante Stiles se estremeció pagando una patada a la mesa, haciendo que todo lo que había en ella retumbara y que a Malia casi se le cayera el batido encima, Kira comenzó a reirse y Stiles le lanzó una mirada inquisidora-. Me ha pellizcado, y me ha dado un calambre.
-Supongo que es el Karma. -Bromeó Kira.
-Cierto, deberías controlarte más. -Dijo Isaac esbozando media sonrisa.
-Vosotros dos estais compinchados contra mi. -Les acusó.
-No se. ¿Lo estamos? -Preguntó la chica.
Isaac asintió.
-Lo estamos.
Y tras esto chocaron los cinco por encima de la mesa. Yo no pude evitar sonreir al ver la escena.
-Si os vais a pelear con Stiles hacerlo lejos de mi batido. -Advirtió Malia.
-¿Tú también? Creia que habíamos progresado.
La chica del pelo corto se encogió de hombros y dió otro sorbo a la mezcla de color rosa que había en su vaso, tal vez frutos del bosque.
-No cuando hay batido de por medio. -Dijo.
Lydia carraspeó y miró a Liam, que estaba ensimismado mirando a la camarera, el chico la miró confundido, y Lydia señaló el hueco que había dejado en el sofá hace un momento, parecía seguir sin entender sus intenciones. La pelirroja simplemente le agarró del brazo y tiró de él para que lo ocupara, Isaac hizo lo mismo dejando el hueco restante para mi, a su lado.
Me senté y le salude con una sonrisa tímida, él hizo lo mismo, desde luego rodeados de gente no ibamos a tener una conversación super profunda como las que teníamos a la una de la mañana.
-¿Quieres... Eh... Tomar algo? -Preguntó Isaac, intentando ignorar las miradas del resto.
-Creo que pediré una taza de chocolate caliente.
Isaac asintió y se levantó para ir a pedirlo a la barra.
-Isaac pide pizza también. -Voceó Malia por encima del resto-. Uh, me encanta esta canción. -Dijo refiriendose a la musica ambiental del local, moviendo la cabeza al ritmo.
Liam, intentó ocultar una carcajada.
-¿Qué? -Preguntó Malia amenazante.
-Das vergüenza ajena. -Contestó el chico.
-Y luego soy yo la que tiene que progresar.
-Hay mucha gente en lista de espera para que Stiles les ayude a progresar. -Se rio Lydia. Y Stiles la guiñó un ojo, señal de complicidad.
-Tranquilo Liam creo que podré hacerte un hueco. -Bromeó.
Yo me conformé con observarles, entre ellos eran lo más parecido a una familia, me preguntaba si algún día tendría esa confianza con alguien.
-¿Porque siento que cada vez que me voy me pierdo la conversación más interesante? -Isaac volvió sujetando una bandeja con un pizza de bacon y queso, probablemente de tamaño familiar.
-Tal vez porque es lo que ocurre. -Dijo Stiles.
Isaac dejó mi taza de choclate caliente en la mesa y sonreí en señal de agradecimiento, él se sentó a mi lado y cogió un pedazo, no le dio ni tiempo a morder antes de que Liam hablara.
-¿La has pedido sin piña? Podías haber pedido que echaran.
Stiles pareció atragantarse con el pedazo que estaba comiendo y Scott alargó el brazo para darle palmadas en la espalda.
-No entres ahí tío. -Le advirtió Scott.
-Oh, pero ya ha entrado, en serio pero que le pasa al universo. -Se quejó Stiles-. Te lo explicaré una vez joven, y no más. La pizza y la piña son totalmente incompatibles, totalmente, me da igual del tipo que sea, nada de piña.
-A mi me gusta. -Prosiguió Liam.
-Vale escucha chaval, escúchame atentamente. ¿Le echarias caramelos a una ensalada? ¿O ketchup a una tarta de chocolate?... No mejor no respondas porque probablemente, me diras que si.
-Eres un fracaso, lobezno. -Dijo Isaac revolviendole el pelo al otro beta.
-Liam, voy a darte un pase VIP hacia el progreso después de esto, nada de cola, tu vas el primero, necesitas ayuda.
-A mi me gusta la pizza hawaiana y tiene piña. -Dijo Kira.
-Tu también tienes pase VIP entonces. ¿Que es lo próximo pizza de ciervo?
Malia levantó la manó tras el comentario de Stiles y Isaac se rió.
-No preguntaba Mal. -Aclaró Stiles.
-Lo se pero me presento voluntaria para probarla.
-Chicos es muy entretenido discutir sobre las prioridades a la hora de elegir los ingredientes de una pizza, pero Iris está aquí y no creo que estemos causando muy buena impresión. -Dijo Lydia.
-Ah, no importa.
-¿Te gusta Beacon Hills? -Preguntó la chica de nuevo.
Dejé el vaso sobre la mesa y la miré.
-Sí, no puedo quejarme.
Kira cogió otro pedazo de pizza.
-Si no hubieras venido no habrías descubierto nada.
Scott y Isaac la miraron, no dijeron nada y Kira simplemente sacó la conclusión de que lo que había dicho no era lo más acertado, pero por mi parte no me molestaba.
-Perdona, no quería...
-Habría sido peor, si no hubiera sabido que existe lo sebrenatural, probablemente me habría acabado volviendo loca, en el momento en el que hubiera conocido a un chico y le hubiera mandado al hospital tras besarle. -No pude evitar mirar a Isaac de reojo.
-Bueno pues entonces sin problema. -Stiles se levantó y fue hacia una de las mesas de billar-. ¿Alguien se apunta?
La gente empezó a levantarse.
-Siempre jugamos. -Comentó Malia al pasar por mi lado.
-¿Quieres jugar contra mi? -Preguntó Kira-. No soy muy buena, no te costará ganarme pero... Bueno no se lo que prefieras.
-Claro, porqué no. Tampoco es que sea muy buena.
Nos dIrigimos a la mesa de billar y cogí uno de los palos.
-¿Eres buena en algo? -Preguntó-. Quiero decir... ¿Qué se te da bien?
-Cosas que no tengan que ver con puntería. Natación... Mmmm... Camogie.
-¿Camogie?
-Es un deporte Irlandes.
-Yo soy buena en artes marciales, no mucho a parte de eso.
-Eres koreana o japonesa. -Pregunté.
Kira sonrió.
-En realidad mitad y mitad. Mi padre es koreano y mi madre japonesa, aunque yo nací en Norteamérica. Y se lo que se siente al ser nueva en un lugar.
-He vivido en Irlanda desde que tengo memoria, mi madre está enterrada allí, mis amigos están allí, cuando supe que tenía que mudarme al otro lado del Atlántico no me lo tomé bien al principio, pero mi padre me dejó elegir el destino y elegí Beacon Hills, aunque ahora parece que ni si quiera eso fue decisión mia, por lo menos de mi parte humana.
Kira se centro en su palo, no sabía muy bien como cogerlo y como siguiéramos así nunca empezaríamos una partida, y Kira tampoco parecía muy dispuesta a hacerlo, tal vez por que le diera vergüenza que pensara que era mala, al menos a mi me pasaba.
-Mi familia va de un lado para otro contantemente, nunca he estado en un mismo lugar tanto tiempo como llevo en Beacon Hills y eso que hace nada que llegué. -Se apoyó en la mesa y me miró-. Supongo que por eso parece una eternidad. Se puede decir que ellos son mis primeros amigos de verdad.
-¿Ninguno en otros sitios? -Pregunté.
-Si consideras amigos a chicas que se acercan a ti el primer día para preguntarte de donde vienes y luego se van o que han sido enviadas por el profesor para hacerte sentir como em casa entonces sí, tengo muchisimos amigos. -Sonrió-. Pero solo estos de aquí me importan.
Acerqué uno de los palos de la mesa de billar y golpeé la bola blanca a la par que se oyó un estruendo y una de las chicas sentadas cerca de la ventana chilló.
Por el suelo había cristales rotos y la ventana estaba hecha trizas, habían lanzado una piedra dentro del local. Fuera, la calle estaba a oscuras y un grupo de una docena de personas vestidas con capuchas negras sujetaban velas blancas y pancartas, en la mayoría de ellas había amenazas escritas en rojo. Me fije en uno de ellos que parecía estar mirándome, él levantó la pancarta que sujetaba.
"Toda criatura del pecado debe morir"