Respira, Audrey.
Intentó mantenerse ocupada para evitar pensar en Tyler y en cómo le mintió o en Chris y en como la afectaba.
Era demasiado.
Susan y Beth habían aparecido pasadas las diez, pero ni siquiera ellas pudieron animarla.
Ambas juraron que sus chicos no sabían que Tyler había regresado. A ella le costaba creerlo.
Steve y Ethan eran los mejores amigos de Tyler. Ellos tenían que saber.
Y evidentemente los padres de Tyler, también.
Eso era lo que más le dolía. Ellos sabían que ella estaba pasándolo mal con toda esta situación.
Contuvo las lágrimas mordiéndose el labio con fuerza hasta hacerse sangre.
Sally no le preguntó. Ella no respondería. Solo quería que llegase la hora de irse.
A las tres y cuarto salía por la puerta del almacén dispuesta a marcharse.
En cuanto entró por la parte de la cafetería, se quedó sin aliento.
Chris estaba allí. Podía sentir su rabia emanando por los poros y llenando el aire.
No estaba solo.
-Tyler...- luego todo se volvió negro.
Le pareció oír las voces de Tyler y Chris. Ambos parecían preocupados.
No le importaba. Solo quería cerrar los ojos un poco más.