Teneros Conmigo (Serie Love 07)

CHRIS

No era extraño que no pudiese dormir. Si lo hacía, sus sueños se llenarían de ella. Aunque, bien pensado, estando despierto era lo mismo. Sin embargo, de este modo podía controlar lo que pensaba. Despierta, no le inundaban imágenes de ella con un bebé de ambos.

Sus manos volaban sobre el teclado. Esa era la otra razón por la que no dormía.

Desde que se marchó de su casa, dejándola en medio de aquel caos con sus padres, Tyler y los padres del chico, su mente se había llenado de ideas.

Era extraño no sentir aquel bloqueo que le había llevado a pensar que su carrera como escritor finalizaría en poco tiempo si no lograba encontrar algo que le inspirase de tal modo que las palabras saliesen solas.

Parece ser, que había encontrado ese algo. O más bien, a ese alguien.

De cualquier forma, estaba deseando que llegase el día siguiente.

Iría a buscarla, la llevaría al trabajo...

¡Dios! Los dos encerrados de nuevo en el interior de su coche, solo que esta vez ella estaría consciente.

Su polla volvió a la vida mientras su mente barajaba las distintas opciones de estar encerrados en un espacio reducido.

La boca se le hacía agua si pensaba en como sabía ella.

Se moría por hundir la lengua allí donde ya habían estado sus dedos.

Vale, deja ya esos pensamientos...

Mientras guardaba los progresos tras volcar en esas nuevas páginas más retazos de su historia, procedió apagar el ordenador. Su teléfono le avisó de un mensaje.

No dormiré en casa. Nos vemos en la cafetería.

Pero qué...

¿Qué había pasado desde que él la dejó unas horas antes? ¿Y donde cojones iba a dormir ella?

Respiró hondo un par de veces y contestó.

Solo dime si estás bien.

A lo que ella no tardo en responder.

Estoy triste.

¡Joder!

Dime dónde estás, chica tequila.

Con Beth. Me quedaré con ella unos días hasta que me sienta un poco mejor.

¿Prefieres tomarte unos días?

¡No! Por favor, necesito mantenerme ocupada.

Gracias a Dios.

Te veré mañana entonces. Estoy aquí si me necesitas.

Y eso fue todo. Ella no respondió. Maldita sea.

Quizá se precipitó al decir eso. Solo que era completamente cierto. Una palabra de ella y él volaría donde fuese.

Una vez en su cama, estiró el brazo para tocar el vacío a su lado.

La quería aquí, con él.