Teneros Conmigo (Serie Love 07)

AUDREY

Menudos amigos. Ya se vengaría, pero bien. Sin embargo, eso no le impidió sonreír mientras miraba de nuevo la camiseta. Lo cierto era que tenía su gracia.

-Creo que te pega.

Un escalofrío la recorrió por toda la espalda al escucharle.

Se volvió lentamente aun con la camiseta pegada al pecho.

Asintió completamente incapaz de pronunciar una palabra por miedo a atragantarse.

Desvió la mirada de su boca, cosa bastante difícil.

-¿Puedes venir un momento al despacho? Quiero comentarte una cosa.

Asintió de nuevo y le siguió.

De camino se cruzó con Sally que arqueó una de sus perfectas y depiladas cejas.

Solo fue capaz de encogerse de hombros.

Cerró la puerta tras de sí y se volvió hacia él que se había sentado ya en su silla.

-Toma asiento porfavor.

-Señor Harrison, yo...-se apresuró a decir.

-En primer lugar señorita Jones, prefiero que me llame Chris. El señor Harrison era mi padre.

-De acuerdo. Lo siento. Por favor, llámeme Audrey.

-Muy bien.

-Si me ha llamado porque estaba sentada...-levantó la vista de su regazo y le miró directamente a los ojos,dejándole con la boca seca.- No había mucha gente y solo fue un momento. Yo... nosotras siempre hemos tomado el descanso así con James.

-No estás aquí por eso Audrey.

¿Tenía que sonar su nombre así? Estaba segura de que no. Pero era sexy como el infierno.

-¿Entonces?- apretó más fuerte la camiseta contra su pecho.

Chris deslizó la mirada justamente hasta esa parte de su cuerpo, calentándola.

-James me ha dicho que quizá no te importaría ayudar este sábado en un evento que hay en el club de campo. Le ha fallado una de las camareras y me gustaría saber si puedo contar contigo.

El cuerpo entero se le relajó al instante.

-Sí, sí. Por supuesto. ¿A qué hora?

-La verdad es que no he repasado los detalles aun. Me pondré a ello ahora y te avisaré antes de que te vayas.

-Vale. Por cierto- puso la mano en el bolsillo del pantalón y sacó un trozo de papel.- Este es mi número de teléfono- Al ver que él arqueaba una de las cejas, se apresuró a explicarse.- James me pidió antes que te lo entregase para que pudieses actualizar mis datos. Lo cambié hace poco.

-De acuerdo. Gracias.

-¿Puedo irme ya?-preguntó un poco incómoda.

-Por supuesto. Es agradable saber que esta vez no escapas.

Golpe bajo.

-Siento eso.

-Yo también. No debiste marcharte así. Podía haberte llevado a casa.

-Me asusté. No sabía donde estaba. Apenas podía recordar mi nombre.

-Creo que yo podría aclarar algunas dudas si aún las tienes.

-¿Pasó algo entre nosotros?

-No. Te desmayaste dentro del coche. No hubo modo de despertarte así que te llevé a mi casa después de meter a tus amigas en un taxi tal y como me pediste.

-¿Me desnudaste?

-Solo te quité los zapatos. Cuando volví a comprobar como estabas, tú ya te habías encargado de lo demás.

-Gracias.

-No hay de qué.

Ella se levantó y antes de que cruzase la puerta, él habló de nuevo.

-¿Cuál es tu helado favorito?

Ella sonrió.

-Menta con chocolate.