¿Qué Quieres?
Tuve que borrar el capítulo y volverlo a subir para arreglar errores de redacción, sepan disculparme.
[NARRADOR]
Pasaron dos semanas desde el encuentro en el bosque con su medio hermano y la pelea con Scott. Stiles aun pasaba algunas noches en la comisaría, le había pedido casi de rodillas a su padre que le permitiera quedarse a ayudarlo en la noche porque quería pasar tiempo con él. Luego de muchas insistencias el ojimiel logró convencer al Sheriff y se pasaron la noche acomodando papeles y respondiendo llamadas.
- Oficina del Sheriff, aquí Stiles ¿En qué puedo ayudarle? -Stiles adoraba hacer de recepcionista para su padre.
Quitó la boca del teléfono y lo cubrió con una mano para que la anciana gritona que llamaba no escuchara lo que iba a decir.
- Es la vieja gritona que vive en nuestro vecindario -Le dijo a su padre y este cogió el teléfono.
Mientras su padre hablaba el joven Stilinski estaba ojeando una revista que había en la oficina de su padre ¿Qué hacía una revista de casería allí? Eso era algo que el chico no sabía y tampoco le importaba mucho. Estaba mas concentrado en pensar como decirle a su padre que Darren había llegado a la ciudad y además agregar que era un Hombre lobo. La puerta de la oficina se abrió y Parrish entró con una sonrisa.
- Lydia te está buscando, Stiles -Le avisó al adolescente y este se levantó para ir a ver que quería la chica.
La Banshee estaba en la entrada de la comisaria con su hermoso cabello suelto y una pequeña sonrisa, estaba observando su teléfono, por la forma en la que movía los dedos sobre la pantalla Stiles adivinó que estaba escribiéndose con alguien.
- ¿Me buscabas? -Dijo para llamar su atención, la chica volteó a verlo.
- Oh... Hola, Stiles. Si te estaba buscando.
- ¿Para qué?
- Me enteré de lo que pasó en el bosque ayer y creí que sería bueno, ya sabes... Distraernos un rato.
Stiles aceptó, necesitaba quitarse el estrés que cargaba desde que vio aquellos ojos rojos observándolo desde los arbustos.
(...)
Ambos chicos fueron al lugar mas feliz que conocía la adolescente, el centro comercial, allí hicieron de todo y la pasaron realmente bien. Todo era color de rosas hasta que cierto tema saltó a la luz.
- Hablé con Malia -Dijo la pelirroja mientras caminaban observando las tiendas.- ¿Es verdad?
- ¿Qué cosa? -Stiles estaba distraído.
- Que tuviste sexo con ella.
El chico frenó en seco, se suponía que ese tema no saldría de la chica coyote y de él, era por el bien de todos. Ya que eso solo había sido una aventura de una sola noche para ambos.
- Así es, pero no quiero hablar de eso.
- ¡No lo puedo creer! -Lydia se cubrió la boca con ambas manos.- ¿Cómo lograste conquistarla? ¿Estáis saliendo?
- Lydia -La frenó el castaño.- No estamos saliendo y no la conquiste, fue cosa de una noche y muchísimo antes de eso estuve con otra chica. No voy a decir nada mas.
La Banshee hizo un puchero y se cruzó de brazos, ella deseaba que el chico encontrara a alguien del cual pudiera enamorarse perdidamente y que de esa forma fuera feliz, Lydia ya sabía que el chico había estado enamorada de ella por muchos años, pero aunque lo intentó no pudo lograr sentir algo mas que una amorosa amistad por el chico hiperactivo. Por eso quería verlo feliz con alguien, alguien que lograra hacerlo olvidarse de ella permanentemente, aunque solo en el sentido sentimental, no quería perder la amistad que tenía con el de ojos color miel.
- Stiles -La voz de una mujer detrás de ellos los hizo voltear.- No lo puedo creer.
- ¿Lilian? -Preguntó el adolescente levantando una ceja.- ¿Qué haces aquí?
La mujer, la cual ya aparentaba estar rondando los veintes, caminó la distancia que la separaba de su ex-cuñado y lo estrechó en un abrazo que casi le quiebra las costillas a Stiles. Ella no era una Mujer lobo, pero tenía fuerza cuando se trataba de abrazos.
- Mira que bien te ves -Dijo la mujer alejándose para observar al ojimiel.
- Tu también -Dijo Stiles sonriendo.- Ella es Lydia, una amiga mía.
- Un gusto -La pelirroja estrechó la mano de la mujer.
- El placer es todo mío ¿Quieren ir a tomar un café?
Ambos adolescentes aceptaron y se fueron caminando hasta la zona de comidas del centro comercial. Allí se metieron en el primer café que vieron, estuvieron charlando animadamente entre los tres hasta que Lydia se levantó para ir al baño. En ese momento el semblante de la mujer cambió por uno serio y Stiles lo notó, poniéndose de la misma forma.
- Debo sospechar que esto no es un encuentro casual ¿Verdad? -Lilian asintió.- ¿Qué es lo que quieres?
- Hace algo así como un año salías con mi hermana -Dijo la mujer bebiendo su café.- Ella no quería terminar la relación.
- Pues no pareció querer seguir cuando me gritó que no fui mas que un pasa tiempo.
La mujer se quedó en silencio por unos segundos para luego volver a hablar esta vez menos seria que antes.
- No sabía eso, pero por el momento eso es un poco irrelevante -La mujer sacó unos papeles de su bolso y se los entregó a Stiles.
- ¿Qué es esto?
- Papeles de custodia, Sonia te cedió la custodia completa de Dylan.
- ¿Quién es Dylan?
- ¿No lo sabías? -Stiles negó.- Dylan es tu hijo de cinco meses.
Stiles se quedó petrificado ¿Un hijo? Él no tenía ningún hijo, Sonia ni siquiera tenía barriga cuando él perdió contacto con la familia hace unos largos 11 meses. Aunque habían dejado de verse tan seguido como antes.
- ¿Qué esperan que haga?
- Escucha Stiles, mi padre acaba de irse y ha dejado al niño conmigo en el hotel. Si tú no lo aceptas lo llevaran a un orfanato.
- Pero ni siquiera tengo trabajo, ademas no tengo buena relación con Sonia ¡Ella me odia!
- Pues al parecer no lo hacía si te dejo la custodia total de vuestro hijo.
Stiles se quedó pensando, no tenía como mantener a un niño, apenas tenía 16 años y su padre iba a matarlo si se enteraba de que llevaría a un bebé a la casa y de que para colmo en algún momento de su vida había tenido una novia a escondidas y no había usado protección esa ÚNICA vez que tuvieron sexo.
(...)
[STILES]
Cuando Lydia salió del baño cogí los papeles y los escondí en mi mochila, antes de que llegara a la mesa le susurré a Lilian que no dijera nada acerca de lo que acabábamos de hablar, es un tema familiar y mis amigos no tienen por qué involucrarse hasta que lo resuelva
Aun no puedo creerlo, tengo 16 años y ya estoy legalmente a cargo de un niño de cinco meses. Cuando me dejaron en mi casa me puse a leer los papeles ¡Hasta mi apellido le habían puesto al niño! Eso no podía ser verdad, cogí mi teléfono celular y marque el número de mi padre, pero él no respondía.
Comencé a revisar la habitación, en la pared tenía pegada una hoja con números de teléfono, ya que mi anterior móvil se había roto y tuve que pedirle a todos sus números hasta que pudiera comprarme otro pero había olvidado pasarlos al nuevo, el de Lilian acababa de anotarlo allí. Marque su número y la llamé.
Apenas atendió le pedí la dirección del hotel donde estaba quedándose para poder ir a hablar con ella, me dijo que no era momento porque alguien no deseado estaba allí, pero yo aun así fui al hotel que me indicó y golpeé a su puerta repetidas veces hasta que abrió.
- ¿Stiles? -Lilian estaba allí con una expresión de miedo.- Te dije que no vinieras.
Estaba a punto de preguntarle por qué cuando de detrás de ella apareció un hombre al que yo ya conocía bien, era Mike, el tío de Lilian y Sonia, a ese maldito lo odio mas que a nada.
- Mírate nada mas, chico. Has crecido -Me dijo con una sonrisa mas falsa que él mismo.
- ¿Qué haces aquí?
- También me da gusto verte ¿Así que ahora te haces llamar Stiles? Cambiaste de un nombre feo por uno horrible.
- Y por comentarios como esos tu esposa te dejó -Le respondí al insulto mientras caminaba hacia el centro del cuarto de hotel.
Allí, durmiendo plácidamente dentro de una cuna, estaba el que según Lilian era mi hijo. Me acerqué para verlo, era un niño realmente pequeño, no se parecía casi en nada a mí, aunque aun es muy pequeño.
- Stiles, él es Dylan -Me presentó Lilian cogiéndolo en brazos.
- Y si me disculpan, me lo llevo -Me puse frente a Mike para que no se acercara al bebé.
- ¿Con qué derecho te lo llevas?
- Con el derecho de ser su tío abuelo y único pariente vivo que quiere encargarse de él.
- Yo sigo respirando -Le hice saber.- Además, si lo dejaron a mi custodia es por algo.
- ¿Osea que si te harás cargo del niño? No me hagas reír ¿¡Qué puedes saber TÚ de la crianza de un niño!? -La ultima pregunta fue con burla.
Fruncí el ceño y mire al niño en brazos de Lilian, lo cogí en brazos y volvía a mirar a Mike. Este aún sonreía burlándose de mí con la mirada.
- Si sé como criar niños y eso es algo que tú no sabes - Su maldita sonrisa desapareció - Además ¿Tú su tutor? - Me le reí en la cara - Tus hijos pasaron mas años con el padre de Sonia que contigo, incluso lo llamaron para sus graduaciones, tú no eres mas que el tipo que comparte genes con ellos, pero no puedes considerarte un padre y menos un tutor confiable.
Sin agregar mas palabra comencé a caminar hacia la salida aun con el niño en brazos, me lo iba a llevar de ahí en ese mismo instante.
- ¡Espera, Stiles! -Lilian me detuvo.- Llévate la cuna y esto.
Mi ex-cuñada me tendió la cuna ya cerrada y un bolso con las cosas del bebé. Con mi mano libre llevaba el bolso mientras cargaba al bebé y Lilian me ayudaba a llevar la cuna a mi Jeep.
- ¿Seguro que estarás bien con él allí? -Le preguntó subiéndome a mi auto.
- Ahora que el bebé no está le voy a cantar los cuarenta -Ambos reímos.- Nos vemos, Stiles.
- Adiós.
Luego de la despedida aceleré de camino a mi casa, cada tanto revisaba al pequeño en el asiento del copiloto, el asiento estaba reclinado y el niño dormía con el cinturón puesto para que no se cayera. Aun tengo que pensar en como decirle a mi padre que soy el tutor legal y padre de un bebé, ademas de que nunca le dije que tenía novia y menos que habíamos tenido sexo sin protección a los 15 años, pero sería mejor que lo hiciera en cuanto llegara a la casa, no sería bueno que el hijo del Sheriff entrara a la comisaria con un niño con apenas meses de nacido en brazos.
Llegué a mi casa y como pude subí a mi habitación, prácticamente haciendo malabares con el bebé, la cuna y el bolso, pero finalmente lo logré. Deje al bebé en mi cama aun dormido y comencé a acomodar todo. En el bolso estaba lo básico: Pañales, un biberón, toallitas húmedas y ropa de bebé. Debo admitir que no hay nada mas adorable que los zapatos de bebé, son demasiado pequeños.
Volteé a ver al pequeño Dylan y estaba despierto mirándome fijamente, ni siquiera lloraba o se movía, solo me miraba. Debo admitir que de verdad es el niño mas lindo que he visto hasta ahora, nunca me han gustado los bebés, pero este pequeño es la única excepción.
Esa noche mi padre no regresó a la casa, me llamó diciéndome que habían reportado que unos adolescentes encontraron un cadáver en el bosque a las afueras de la ciudad vecina y que lo habían llamado porque esa persona estaba relacionada con mi padre. Su ausencia me daba un poco mas de tiempo para pensar en como explicarle que ahora tengo un bebé a mi cargo, por ahora me voy a concentrar en buscar por Internet como demonios se cambia un pañal.
- ¡Esto es muy difícil! -Grité aun sin poder hacerlo.
Me arrepentí de haber levantado la voz porque al instante que lo hice el pequeño comenzó a llorar. Entendido, el niño es sensible a los gritos, lo anotare cuando tenga tiempo. Para ser un bebé de cinco meses pega unos alaridos de envidia, de seguro la chismosa de la vecina debe estar escuchándolo llorar desde su casa; al igual que todo Beacon Hills, esa fuerza de grito no es normal.
- ¿Qué mierda ocurre aquí? -Casi me da un infarto cuando escuche la voz de Derek.
Solté un grito para nada masculino y el niño comenzó a llorar aun mas fuerte, si es que eso era posible a estas alturas. El Hombre lobo entró y se quedó mirando al bebé.
- Tranquilo, pequeño -Levanté al niño en brazos y comencé a calmarlo.
Recuerdo que cuando mi madre quería evitar que llorara me cantaba una canción, pero en este momento no recuerdo la letra de la canción que me cantaba, así que comencé a tararearla. Por suerte el niño no era del tipo exigente y se conformó con que tarareara para dejar de llorar, suspire aliviado cuando lo hizo y regresé la vista a Derek, el cual aun no entendía por qué tengo a este bodoque en mi casa.
- Todo esto tiene una muy buena explicación -Dije nervioso.
- ¿A ver? Te escucho -El Sourwolf se cruzó de brazos.
- Veras... -Me va a matar.- Quiero explicarle todo a todos mañana mismo en una reunión, pero puedo decirte a ti que debo cuidarlo a menos que quiera que un bastardo lo críe como si fuera un animal.
Hable tan rápido que dudo que Derek haya comprendido la mitad de las cosas que le dije, pero no pienso repetirlo.
- No puedo creer que seas tan tonto... -Lo escuche decir mientras apretaba los dientes.- ¿Quién es su sano juicio te dejaría a un bebé a cargo?
- Ni yo me lo creo -Dije mirando al niño.
Derek soltó un bufido y se acercó a mí y al pequeño Dylan. Yo seguía teniendo la mirada clavada en el niño, vi como Derek comenzaba a acariciar el poco pelo que mi hijo tenía.
- Es encantador ¿Verdad? -Dije sonriendo.
Estaba tan concentrado mirando al niño que apenas me percaté de cuando el Sourwolf puso su mano en mi mentón hasta que me levantó la vista. No pude ni moverme de el lugar porque él se acercó y sus labios chocaron contra los míos.
El mundo se detuvo ¿Verdad? Ya no gira, yo no lo veo girar. Me quedé viendo los ojos de Derek, él no los tenía cerrados y yo no los cerré. Sentí como su mano viajó a mi nuca y me acercó aun mas a él para profundizar el beso. Nos separamos cuando Dylan lloriqueo, por poco y sofocábamos al pobre niño.
Casi se me cae mi propio hijo al suelo si no fuera porque Derek lo atrapó, yo me sonrojé hasta las orejas y tragué grueso. Ese beso me dejó sin aire, ni siquiera con Malia me había pasado eso. Ese es, definitivamente, el beso número uno en mi ranking de besos.
NOTA DE LA AUTORA:
Capítulo intenso, Stiles tiene una nueva responsabilidad y finalmente se besaron, gracias a Dios, ya estaba harta de que nada pasara. Quiero obligarme a escribir Smut lo antes posible, pero debo seguir el hilo de la historia.
Anteriormente hubo unos problemas de redacción, los cuales ya solucioné, sepan disculparme.
En fin, sin mas que decirles me despido, les mando muchos besos y abrazos para todos y espero que les haya gustado la actualización. Adiós mi hermosa manada.