Esto no afecta en nada la historia y pues eso, no soy buena escribiendo estas cosas así que no me hago cargo de que sea un desastre (?)
Oh, y hay un anuncio al final... leedlo (?).
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—¿Qué dices? —pregunté algo avergonzada.
—¡Es San Valentín, Irelia! —exclamó como si fuese lo más obvio de la vida—. No me digas que nunca has hecho algo.
En Japón, cuando era San Valentín, eran las mujeres que hacían algo especial, y después los hombres un mes más tarde.
Y como yo jamás había tenido algún novio en mi vida, nunca había hecho nada, y después solía recibir cosas en Marzo, que terminaba botando porque no eran valientes y lo mandaban en anónimo.
—Te lo digo —me cruce de brazos—. Nunca he hecho algo para san Valentín, después de todo, nunca he tenido novio y tampoco amigos hombres, aparte de ti, y ya tienes el casillero lleno de cosas.
Rió negando con la cabeza.
—¿No tienes a alguien especial para regalarle algo?
—Hey —golpeé su cabeza levemente—. ¿Estás escuchando? No le regalare cosas a mis hermanos, que penoso, y menos a los tuyos.
Mentía, si tenía a quien regalarle algo, y Kou lo sabía, por algo estaba tapando más su ojo, que cotillo era este chico.
Finalmente se fue sin conseguir que le dijese algo, reí por su actitud y me di la vuelta dispuesta a ir a mi clase, chocando de lleno con el pecho de mi hermano.
—¿Qué pasa? —pregunté retrocediendo y tocando mi frente.
Rió.
—Es san Valentín, y ya tienes quince años, ¿No tienes a alguien especial a quien regalarle algo?
—Acabo de hablar eso mismo con el rubio de allá —apunté detrás mío, pues Kou estaba en su casillero—, y te diré lo mismo, no tengo a nadie y tampoco un amigo hombre, así que sal de mi camino que llego tarde.
Joder, ¿Estaban todos pendientes de a quien le regalaría algo?
Pase por su lado y entre en el aula que me tocaba.
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—¡Ruki~!
Oh, vamos, ¿En algún momento estará solo?
Resoplé dejando lo que tenía en mis manos a un lado en la banca y apoye mi espalda en la misma, llevaba sentada ahí por lo menos media hora, y cada vez que se iba una chica, venía otra.
¿Cuándo le podré pasar lo mío, joder?
Era un pequeño regalo, y pensaba pedirle disculpas por todo lo que le había dicho, si bien, sentía una leve atracción hacia él después de todo, no le regalaba algo por eso.
—Llevas media hora mirándome —se sentó a mi lado y puso el libro que traía en sus piernas.
—No te estoy mirando a ti, egocéntrico, estaba mirando al patio, pero me llamaba la atención como cada chica corre hacia ti —me cruce de brazos dudando entre pasarle el regalo y luego darle las disculpas o irme simplemente.
—¿Me llamaste egocéntrico?
—Ten —me rendí pasándole el pequeño regalo, se sorprendió y lo tomó sin abrirlo—. Es un pequeño regalo como disculpa por todas las cosas que te he gritado —puse una mano en mi nuca un poco nerviosa. ¿Por qué yo estaba nerviosa?
—Se siente raro esto —comentó poniendo el regalo arriba del libro—. Pensé que tú no regalarías nada y sería yo quien te tendría que regalar algo en una mes.
—¿Qué?
Sonrió y pasó su brazo por mi hombro y la parte de atrás de mi cuello, empujó levemente mi cabeza hacia él y juntó nuestros labios.
No estaba preparada para esto, había planeado pasarle el regalo, decirle las disculpas y huir como si no hubiera un mañana.
Algo así como Subaru.
—¿Qué haces? —me separé un poco—. Estamos en medio del patio.
—¿Estás avergonzada? —preguntó con una sonrisa—. Pensé que nunca te vería así y menos con las mejillas rojas, que mona te ves.
—¿Qué? —toqué mis mejillas, estaban calientes.
Oh, vaya, esto no tenía que ser así.
—Ni se te ocurra interrumpirlos —escuche la voz de Reiji algo lejos, supongo que están en la puerta de entrada mirando hacia aquí.
Oh, no, qué vergüenza.
—Ruki-kun, eh —escuche a hablar a Kou a la misma distancia.
—Hey —Ruki golpeó levemente mi cabeza, lo miré al instante—. Estas bastante roja, ¿No tendrás fiebre también?
—Idiota —gruñí levantándome y viendo que varias chicas también miraban la escena.
¿Por qué no se interesan en sus propios asuntos, joder?
—Ahora que lo pienso —me giré hacia él—, jamás te he visto sonrojado.
—¿Qué tiene eso? —preguntó.
—Oh, nada —sonreí besando su mejilla.
¿El regalo? Un libro pequeño.
¿El título? ¿Quién sabe?
—Tú —alzó la vista hasta mis ojos una vez abrió el regalo.
—Feliz San Valentín, Ruki —jaló mi mano sentándome encima de él, mierda, tenía que salir de ahí antes de que Subaru llegase por no hacerle caso a Reiji.
—Gracias —me abrazó y besé su cabeza para luego ver como mi hermano se acercaba rápido.
•••
¿El título? Ni yo lo sé, já.
¿Quién dijo segunda temporada? Ahque, está publicada. "No la dejaré", el título más estúpido que se me ocurrió. (?)
Antes que canten victoria, ah, solo estará el prólogo publicado por ahora, ya que estoy pensando bien la historia antes de cagarla como las otras. Esa historia es lo continuación de esta, no de la original, olvidad la original, será eliminada dentro de nada y está versión se quedará.
Y pues nada, faltan uno o dos especiales y doy este libro como terminado.