Love Song.

By AlejandraGreene

42.5K 4.6K 1.4K

Sophie Jones es una chica a la cual siempre han molestado debido a su peso. Pero para ella nada de eso import... More

Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28.
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40

Capítulo 13.

1.2K 144 29
By AlejandraGreene

Mi corazón latía con tanta fuerza que pensé que toda persona en aquél gran salón podría escucharme, su mano en mi cintura era un recordatorio magnifico de que él había decidido estar conmigo.

– ¿Cómo hiciste para poder venir?

Su mirada se posa en mi rostro, acompañado de una tierna sonrisa, besó mi muñeca antes de responderme.

–No podía perderme de escucharte tocar, mucho menos usando este vestido. ¿Tienes una idea de lo hermosa que luces?

Agache la mirada sin saber que decir, me comenzaban a gustar cada vez más todos aquellos halagos que su boca parecía no parar de decir.

– ¡Soph!

James grita mi nombre y hace que tome la mano de Tom con más fuerza, llevándolo conmigo para poder presentarlo con el que se había convertido en mi mejor amigo.

–Pero ¿qué tenemos aquí?

Pregunta James mirando a Tom con los ojos bien abiertos, sus cejas pelirrojas casi pegan con la línea de su cabello del mismo color.

– ¡Hola, soy Tom! El novio de Sophie.

Estira la mano para que James tome la suya.

–Así que tú eres el famoso Tom, el doctor.

James regresó a verme con una sonrisa burlona, el muy maldito acababa de hacer lo que yo le había hecho hacía un rato.

–Así que famoso ¿eh?

Me sonrojo con violencia mirándolo con una sonrisa de disculpa, pero él simplemente me da un beso en la frente sin dejar de sonreír, podría estar mintiendo pero para mí parecía ser que estaba orgulloso.

Nos sentamos en nuestra mesa sin soltarnos ni un momento de las manos.

– ¿No tendrás problemas por haber venido, verdad?

Niega con la cabeza y me da otro suave beso en la frente, olía tan bien y sus labios eran cálidos sobre mi piel. Levanté tímidamente la mirada pues aún me sentía un poco intimidada. Él baja la mirada hasta que sus ojos se cruzan con los míos y justo en aquél momento los chicos del coro de Ellis comienzan su presentación, sus voces cumplían con una sincronía perfecta sobre lo que ocurría en mi corazón y lo que pasaba entre nuestras miradas.

Tom cerró los ojos acercando su rostro al mío.

Me tomo unos cuantos segundos para cerrar los ojos también pues me asusta un poco que al cerrarlos el desaparezca y se desvanezca como el humo, y para asegurarme de que no pudiese convertirse en un sueño lo tomo de la mejilla, acariciándolo con mi dedo pulgar, sintiendo sus labios expertos tomando los míos y haciendo que se muevan a su propio ritmo.

–Señorita Jones.

La voz de Michael nos interrumpe, me alejo un poco de Tom, mirando a Michael con cierta rabia.

– ¿Qué pasa señor Fassbender?

Se sentó frente a nosotros y con una sonrisa burlona responde.

– ¿En dónde estamos?

Negué con la cabeza luciendo bastante confundida.

– ¿Cómo?

Se acerca más a la mesa y vuelve a preguntar.

– ¿En dónde estamos?

Con la misma confusión de antes, regresó a ver a Tom buscando una respuesta, pero él y Michael parecen haberse enfrascado en una competencia de miradas.

–Estamos en el salón de Ellis.

Responde Tom al fin.

–Me alegro que su distracción sepa donde se encuentra, porque por todas las escenas que han estado dando durante toda la noche pareciera como si lo hubiesen olvidado.

Sentí la sangre arder dentro de mis venas. ¡Lo había llamado mi distracción!

–No creo ser su distracción, pues si la conoce bien siendo su director, sabrá que su primer amor es la música.

– ¿Y entonces es usted su segundo amor?

Pregunta Michael con una pequeña sonrisa en el rostro que me provoca quitársela de una bofetada.

–No sé si sea su segundo amor, pero yo, señor Fassbender, soy el novio de Sophie.

La sonrisa en el rostro de Michael desapareció por completo y ahora era Tom quien sonreía.

Michael abrió la boca pero lo interrumpí poniéndome de pie, no pensaba escuchar más pelea entre ellos dos.

–Me disculpo por las escenas, no volverá a suceder pues nosotros ya nos vamos, discúlpeme de nuevo.

Tome a Tom de la mano y él se puso de pie conmigo, aunque estiró la mano para despedirse de Michael, pero este simplemente lo miró con cierto desdén y se levantó para irse completamente furioso.

– ¿Podemos despedirnos de James?

Pregunté como si fuese una niña pequeña que tuviese miedo de ser regañada, Tom asintió con una leve sonrisa pero a pesar de aquella mueca que lucía como una sonrisa, por su mirada podía darme cuenta de que seguía irritado.

Logré ver a James bailando junto con Sarah en la pista de baile, lucían bastante tiernos e incluso provocaron que quisiera quedarme un rato más para poder bailar con Tom, pero lo que había pasado con Michael me molestaba aún y no entendía ¿por qué me afectaba tanto lo que él hacia cuando tenía a Tom a mi lado?

– James me tengo que ir.

Dejó de bailar mirándome preocupado.

– ¿Qué pasa, está todo bien? Dime que no tendré que golpearlo, es bastante guapo.

Señaló a Tom que seguía mirando hacia el suelo luciendo molesto.

– ¿Acaso tienes una pequeña atracción por mi novio?

–Puede ser... ya en serio ¿está todo bien?

Asentí con una leve sonrisa logrando convencerlo un poco.

–Te cuento mañana ¿de acuerdo?

Me dio un leve abrazo, me despedí de sus cejas albinas y de Sarah, Tom se despidió también y lucía más relajado.

Salimos y en lo que esperábamos a que el valet trajera el auto de Tom, su mano se movió hasta mi cintura de nuevo, recargue mi cabeza en su pecho y no pude evitar abrazarlo con mucha fuerza, su mano subió hasta mi hombro y bajó hasta mi brazo, dándome calor no solamente con aquél movimiento si no también con una pequeña sonrisa de aquellas que parecían dejarme sin aliento.

Subimos al auto y condujo durante un tiempo sin que habláramos un poco y sin siquiera saber a dónde se dirigía, lo mire como solía hacerlo siempre que conducía, su perfil, aunque ahora lucía con la mandíbula dura, enojado, con su traje perfecto y negro, volviéndolo un poco más intimidante. No quería un momento más de silencio con él, una de las cosas que más disfrutaba de estar con él era su voz, su conversación, su sonrisa. No podía soportar verlo de aquella manera y menos por mi culpa.

–Tom, siento mucho lo que ha pasado en el salón, lo siento de verdad.

Sus manos se relajaron en el volante y sus hombros se relajaron visiblemente también al igual que su mandíbula, pasaron unos cuantos segundos cuando negó con la cabeza y habló sin despegar la vista del camino.

–No, Sophie, yo soy quien debe sentirlo, me comporté como un completo idiota en tu baile, ¡En tu baile! ¿Qué clase de novio soy? Dios, es sólo que ese tipo me sacó de mis casillas, quería golpearlo con tanta fuerza en la cara. ¿Estaba ebrio no es cierto?

Lo miré en silencio fijamente.

– ¿Qué?

Y explote en una carcajada, jamás imaginé a Tom hablando de aquella manera o queriendo golpear a otra persona, siempre que lo veía venir a lo lejos o estando conversando con él, lo consideraba la persona más agradable del mundo. Se relajó aún más y me acompañó en mi risa.

–Lo siento.

Repitió una vez más, tomando mi mano con la suya, mirándome de reojo.

–Está bien. Yo también estaba a punto de golpearlo.

– ¡Oh vaya! Eso hubiese sido divertido de ver. Debiste haberte quitado el zapato para golpearlo en la cabeza.

– ¿El zapato?

Pregunté divertida.

–Sí, o los dos zapatos, eso hubiese sido más divertido.

– ¿Eso hubieras hecho tú?

–Absolutamente.

Los dos seguimos riendo hasta que otro auto tocó el claxon detrás de nosotros. Avanzamos entre risas y sin poder evitarlo estaba completamente roja debido a la risa.

– ¿Quieres ir a mi casa? Puedo hacerte de cenar, tomar un poco de vino. Arreglar la noche que acabo de arruinar. ¿Te parece?

– Tú no arruinaste nada Tom, fue... el del zapato.

Se rio de nuevo conmigo.

– ¿Entonces?

–Vamos a tu casa.

Condujo aún más rápido y pude sentir su ansiedad por llegar a casa, y aquello de alguna forma me hizo sentir complacida.

Aun no podía acostumbrarme al lujoso edificio al que él llamaba casa, era bellísimo, tan alto que parecía tocar el cielo.

El departamento había cambiado un poco desde la última vez que había estado ahí, el espejo enorme ya no estaba había sido reemplazado por un enorme librero que apenas tenía unos cuantos libros en él.

Había cajas por todos lados y casi me tropiezo con una en la entrada.

–Oh, lo siento, olvidé lo desordenado que está todo, solamente llegó para dormir, ni siquiera sé para qué intento llenarla con mis cosas si nunca estoy aquí.

Movió los hombros con cierta indiferencia, pero cuando lo hice pude notar lo cansado que estaba, sus ojos lo delataban como siempre, y me di cuenta de que probablemente no había dormido en quien sabe cuántas horas y tampoco había descansado en quien sabe cuántos días. Me sentí mal de ser la razón por la cual parecía ser nunca le era posible descansar.

Lo escuché moverse en la cocina y prácticamente corrí hacia esta para detenerlo.

–Tom.... ¡Tom! En realidad no tengo mucho antojo de comida casera, ¿qué te parece si pedimos algo a domicilio? Yo invito.

Me miro un tanto confundido, parecía notar de inmediato que pasaba algo.

– ¿Está todo bien?

–Sí, es sólo que los nervios en la presentación me han dejado sin hambre en verdad.

– ¿Estás segura? No me molestaría prepararte algo, amor.

Amor, amor, la palabra retumbo dentro de mi cabeza e intente recomponerme lo más rápido posible antes de que se diese cuenta de la emoción que aquella simple palabra había provocado en mí.

–Sí, de verdad estoy muy segura.

Aun con cierta confusión asintió, me acomodé en su enorme sofá frente a la gran chimenea que mantenía caliente toda la sala.

Tom no tardó en unirse a mi lado, acomodando su cabeza en mi hombro mientras que mis brazos rodeaban su pecho. Olí su cabello –soy rara lo sé- pero olía igual de delicioso que todo él, su mano se movió a mi cintura y estuvimos durante varios minutos sin decir ninguna sola palabra, simplemente abrazándonos como nunca me imaginé lograría hacerlo con alguien. Después del cómodo silencio me di cuenta de que Tom se había quedado completamente dormido.

Lucía completamente adorable con los ojos cerrados y la respiración calmada y así completamente dormido lucía incluso un poco más joven, estaba dormido sin dejar de abrazarme, no puedo terminar de explicar la sensación tan agradable que tuve al sentirlo de tal manera a mi lado.

Ni siquiera me había pregunto si Tom había ordenado la comida o no, y aquello me provoco un poco de risa, lo había olvidado todo por completo simplemente por tenerlo a mi lado de aquella manera.

– ¿Qué es tan divertido?

Preguntó Tom con voz somnolienta, asustándome un poco.

– Lo siento te desperté.

–No, ya tenía un tiempo despierto pero me gusta estar así contigo.

Mordí mi labio intentando reprimir una sonrisa.

– ¿Ordenaste la comida?

–Pensé que lo habías hecho tú.

Ambos estallamos en una carcajada sin dejar de abrazarnos.

Sus labios de pronto buscaron los míos y sin demora los encontraron. Su lengua se abrió paso dentro de mi boca, mis manos buscaron su cuello y sin saber cómo subieron hasta su cabello, jalándolo un poco. Sus manos se movieron en mi cintura y sentí que deseaba más, necesitaba más de él. Dejé de besarlo y él me miro un tanto confundido, sin dejar de vernos a los ojos, tome su mano y la puse lentamente sobre uno de mis senos. Me miro sorprendido pero al mismo tiempo lo tomó en su mano y su boca volvió a la mía sin dejar de mover su mano.

Sus labios bajaron hasta mi cuello y de mi cuello hasta la línea de mis pechos, dando pequeños besos en toda la piel que mi ropa no podía cubrir, chupo un poco sobre mi piel y aquello me hizo gemir haciéndome sentir un tanto avergonzada. Nunca había tenido una sensación como aquella.

Me ayudó a acostarme sobre el enorme sofá, colocándose con cuidado sobre mí, comenzó a desabotonarse la camisa y yo lo ayude con cierta torpeza, haciéndonos reír un poco y relajándome un poco más.

Verlo sin camisa me hizo adorarlo aún más, delgado pero no demasiado si no atlético, le bese los pectorales y acaricie su abdomen como si lo estuviese admirando y él no objeto en ningún momento por la atención especial que ponía a cada rastro de su piel.

Comenzó a desabotonarse el pantalón y me llevé las manos a la cara completamente avergonzada, una pequeña risita escapo de mi boca y quite mis manos.

–Estás toda ruborizada. Te ves adorable.

Dijo Tom en voz baja, haciéndome reír de nuevo.

– ¿Estás segura de que quieres hacer esto?

Preguntó Tom antes de bajarse la bragueta por completo, asentí y lo tome del cuello para volver a besarlo.

Sus manos buscaron mi espalda y bajó el cierre de mi vestido con lentitud como si aún siguiera pidiendo permiso para desnudarme.

–Sophie, tú eres virgen ¿verdad?

Asentí aún más avergonzada, ahí estaba a punto de perder mi virginidad con Tom, con el hombre que amaba pero él aún no lo sabía.

Sus besos se volvieron más lentos, más suaves y me quitó el vestido por completo.

De pronto me di cuenta de que estaba semidesnuda frente a él, o mejor dicho debajo de él. Tom estaba viendo mis enormes pechos y la piel que me sobraba en el estómago. ¡Oh dios mío! ¡Tom me estaba viendo el estómago! Y seguramente también vería mis enormes muslos, los besos comenzaron a sentirse ásperos al igual que las caricias que se sentían en todo mi cuerpo.

–Tom...

–Mhhhm.

A penas y podía hablar, seguro se estaba conteniendo.

–Tom, no puedo, por favor para. ¡Para!

Lo empuje haciéndolo caer al suelo.

–Sophie, ¿qué pasa? ¿Hice algo mal? Lo siento, ¿vamos muy rápido? Dios te prometí que iríamos lento.

–Por favor detente. ¡Tom! ¿No te das cuenta?

Me miro confundido mientras yo intentaba cubrirme con el vestido e intentaba no llorar sin mucho éxito.

– ¿Cuenta de que Sophie?

– ¡No finjas que de verdad no lo notas! Soy horrible. ¡Me imagino el tipo de chicas con las que has estado! ¿Qué podrías pensar de mí? ¿Cómo voy a trabajar con esto? ¿Qué voy a hacer con aquello? Probablemente debes sentir asco.

– ¡Sophie esto no es un trabajo!

– ¡Ya Tom! ¡Por favor basta! Quiero ir a casa.

–Por favor déjame llevarte, ya es muy tarde, y estas alterada.

–No, pediré un taxi.

–Sophie por favor.

–Lo siento Tom.

Me miro y en sus ojos podía ver el dolor. Pero ¿cómo iba a ser que alguien como yo pudiese estar con alguien como él? ¿De verdad había pensado que esto podría funcionar?

–Sophie, yo te....

–No lo digas Tom. Me voy a casa.

¿Estaba a punto de decirme que me amaba? No lo sabía, y no quería que me mintiera simplemente para que me quedara.

Continue Reading

You'll Also Like

204K 17.5K 36
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
692K 89.7K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
1.5K 160 4
Jace y Clary Fanfic. Daniel es la mejor cazadora de sombras en el mundo de los shadowhunters. Una de las mejores guerreras. Ella no es solo una shad...
518K 53.2K 133
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...