Capítulo 25

929 106 70
                                    

No había sido capaz de pegar ojo en toda la noche, después de todas las propuestas que había recibido en un solo día, ¿quién podría dormir en mi lugar? Ya no sabía si deseaba recuperar a Tom o darle una oportunidad a Michael, o simplemente mejor olvidarme de ambos y seguir mi vida en Paris.

Mi celular vibró interrumpiendo mis pensamientos, mire la pantalla con la esperanza de que fuese Tom, pero en su lugar encontré el rostro sonriente de Lucy.

–Hola Lucy, ¿qué pasa?

–Tienes que venir a casa de tus padres de inmediato.

Me senté con rapidez en la cama.

–¿Qué pasa? ¿Están todos bien? ¿Mis padres están bien?

–Tienes que venir ahora

–Muy bien, ya voy para allá.

Me levanté tan rápido de la cama que incluso me había mareado

Lo único que hice fue lavarme la cara para quitar las manchas del maquillaje de la noche anterior. Lavé mis dientes para quitarme el sabor de la cerveza y salí corriendo hacia mi casa.

No pude dejar de mover mis pies mientras estaba en el bus, imaginando lo peor, si Lucy me había pedido que fuera a casa era porque algo grave estaba pasando. En cuanto bajé del bus corrí a casa hasta que me ardió el pecho, abrí la puerta con mano temblorosa para encontrar algo que me dejó con la boca abierta, mi madre se reía junto con Lucy, mejor dicho se reía con ella. Me quedé fría viendo como mi madre abrazaba a Lucy. ¿A qué hora había entrado en la dimensión desconocida?

–Sophie, querida....

–¡Richard y yo vamos a casarnos!

¿Qué clase de semana era esta?

–Sophie cariño, ¿por qué estas vestida así? Y tienes una cara que... es evidente que es resaca. Es la fiesta de compromiso de tu hermano, ve a cambiarte.

Mi madre y su eterno encanto

Abracé a Lucy con mucho cariño, me alegraba saber que se convertiría oficialmente en mi hermana.

–Al fin, al fin se decidió, Richie al fin se decidió.

No dejaba de repetir ella, lo cual me hizo sentir muy extraña por alguna razón.

–¿Cómo lo lograste?

Pregunté sin dejar de abrazarla.

–Me ofrecieron un trabajo en Escocia, y ya sabes que ahí vive toda mi familia, y un excompañero de la universidad me ofreció trabajo como la nueva conductora en su horario estelar.

–¿Se van a Escocia?

Se me secó la boca de pronto, no sabía que haría sin mi hermano y Lucy si ellos dos se iban.

–¡Sí! Richard dijo que conseguiría trabajo allá, que si en verdad este era mi deseo, el estaría conmigo.

Sentí una espina en la garganta. ¿Por qué Tom no era capaz de hacer algo así por mí?

–Te dejaré que vayas a cambiarte, Tom esta allá atrás, ¡será el padrino!

El corazón se me detuvo de pronto, no, no podía ser posible, mi insistencia con la pregunta de ¿qué diablos pasaba esta semana? Se me tatuaba en la frente. Subí las escaleras sin mucho ánimo de entrar a la que solía ser mi habitación, elegí un vestido bastante primaveral que mi madre me había comprado para ocasiones especiales, me sorprendió darme cuenta de que me quedaba un poco más grande que la última vez que me lo había puesto.

Love Song.Where stories live. Discover now