Love Song.

Capítulo 18

Cuando desperté por la mañana ya no había ni un rastro de Michael, busqué a mi alrededor esperando encontrar una nota o algo parecido, pero simplemente se había ido.

El camino hasta la escuela fue doloroso, tenía demasiadas cosas en la cabeza, ya me extrañaba que no hubiese tenido una migraña hasta ese momento. Al bajar del bus y adentrarme en los edificios musicales de Ellis mi migraña aumento. Busqué a James con la mirada, pero mi búsqueda se vio interrumpida con el sonido de mi celular. Era Tom, sentí las manos sudorosas y respiré profundo antes de contestar.

–Sophie, hola.

Prácticamente me derretí al escuchar su voz.

–Hey Tom ¿qué tal va todo?

–Bien, trabajo y más trabajo, ¿qué tal tú?

Podía saber que sonreía al escucharlo hablar, imaginarlo sonriendo simplemente por hablar conmigo hacía que el corazón se me acelerara.

–A punto de entrar a clase.

Hubo un pequeño silencio y me arme de valor para hablar.

– ¿Te puedo ver en el almuerzo? Me temo que si no, no tendré tiempo para que podamos hablar.

Me mordí el labio.

–Me parece perfecto, ¿no tendrás problemas?

–No, tengo unas cuantas horas libres.

Mentí pero no quería que Tom se arrepintiera.

–Bien, ¿te veo a las doce?

–Sí, a las doce.

Vislumbre a James a lo lejos y lo salude con la mano, estaba con Jane.

–Te veré después entonces.

–Nos vemos.

Colgué y me acerque hasta donde estaba James.

–Hola chicos.

–Hey Soph, ¿por qué tan sonrojada?

Me toqué las mejillas con rapidez.

–No... no estoy sonrojada, bueno, hable con Tom, lo veré en un rato.

– ¿De verdad? ¿No se van a ver cerca de donde trabaja tu hermano, verdad?

Lo mire un tanto extrañada, negué con la cabeza y el respondió con una carcajada.

–Es que cuando estuvimos en tu casa, al momento de despedirse me habló al oído y me dijo: "Sé la manera quirúrgica de desollarte vivo en veinte minutos, cuidado". ¿No crees que se vuelva un poco loco si te ve con Tom?

Tragué en seco y la migraña se volvió más fuerte.

El tiempo se me paso demasiado lento, en el momento en el que el profesor de historia de la música en el Renacimiento nos dejó salir, parecía que me habían dicho que había un incendio en mi asiento porque salí corriendo del maldito lugar. Me despedí de James y lo escuché desearme suerte.

Al salir del edificio la imagen que tenía frente a mí, me provoco cosquillas en todo el cuerpo. Ahí estaba Tom recargado en su auto, con su bata blanca aun puesta y unas gafas que lo hacían ver como todo un doctor. No pude evitar tener pensamientos sucios al verlo de aquella manera.

Parecía revisar algo en su celular y me sentí como una intrusa por la simple idea de interrumpirlo.

–Confianza, Sophie.

Me dije a mí misma, baje las escaleras intentando no correr, pero me parecía imposible no hacerlo, pues cuando sus ojos se encontraron con los míos, su sonrisa fue lo único que pude ver, y el dolor de cabeza que había tenido durante todo el día desapareció por completo.