Capítulo 14.

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Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba llorando sobre la almohada, había dejado de contar cuando me había dado cuenta de que ya había amanecido. Aún tenía puesto el vestido de la noche anterior, el maquillaje estaba completamente desecho sobre mi rostro y mi cabello era un completo desastre.

Mi teléfono sonó de pronto, ni siquiera me había dado cuenta de que no lo había dejado caer de mi mano, tal vez inconscientemente esperando una llamada de Tom, una llamada de la cual podría disculparme y decirle que en realidad estaba completamente enamorada de él, que no quería perderlo, pero tenía miedo de lo que ocurría a nuestro alrededor.

– ¡Sophie!

Mi hermano habló del otro lado del teléfono.

– Richard, ¿qué pasa?

Me tallé los ojos, notando como todo el maquillaje se me quedaba entre las manos.

– ¿Estás bien? Te escuchas algo descompuesta, ¿qué tal estuvo el baile de anoche?

Me sentí un poco mal al escucharlo preguntarme por el baile, Richard no tenía ni la más mínima idea de que había estado viendo a su mejor amigo durante las últimas semanas, y ahora no le veía el caso en decírselo pues al parecer su mejor amigo probablemente ya no querría volver a verme.

–Estuvo bien, dijeron que publicarían la noticia en una semana, ya sabes que soy mala para describir cosas como esa. ¿Para qué llamabas?

–Mamá llamó, dijo que nos invitaba a los dos a comer a casa mañana, a las cuatro.

Una de las cosas que más detestaba de las dichosas cenas familiares, era que mi madre nunca se tomaba la molestia de levantar el teléfono para llamarme a mí, simplemente le pedía a Richard que me invitara, era como si intentara evadirme a propósito y aquello me lastimaba.

–No creo poder, tengo cosas que hacer.

–Ya enserio Sophie, ¿estás bien? No te he visto con Lucy últimamente, ni has venido a casa, casi no he sabido de ti durante estas semanas, eso no es para nada normal. ¿Necesitas ayuda? ¿Hablar? ¿Dinero?

–¡Richard basta por favor! De verdad estoy bien, solamente un poco cansada.

Hubo un silencio lleno de incredulidad por parte de Richard.

–Bien, pues entonces quiero verte mañana por la tarde en casa de mamá, quiero verte en persona para saber si estás bien, sino no dejare de molestarte y Dios sabe que iré a tu casa y acamparé frente a tu puerta.

–Oh dios, si voy a casa de mamá ahora si voy a sentirme mal.

–Es enserio Sophie.

–Bien, tranquilo te veo mañana ¿de acuerdo?

–Bien.

Colgó el teléfono y me sentí diez veces peor, lo último que necesitaba era a mamá a mis espaldas hablando de nuevo sobre mí, intentando darme críticas constructivas que se convertían en críticas que rasgaban hasta lo más profundo de mí ser.

Entré a la ducha en un intento de lavar el cansancio y el dolor que se había acostumbrado a descansar sobre mi cuerpo. Cerré los ojos al sentir el agua caliente acariciando mi piel y las manos de Tom aparecieron en mi mente, el recuerdo de la suavidad de su toque sobre mí piel tan sensible ante su tacto. La manera en la que el placer escapaba de su boca y todo porque yo lo había tocado. ¿Era posible que de verdad el quisiera estar conmigo de esa manera? No tenía la respuesta y realmente estaba demasiado asustada como para poder averiguarlo.

Love Song.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora