Capítulo 16.

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No podía entender porque Richard había decidido llevarme a desayunar después de la comida con mi mamá, supuse que él sabía el trauma emocional que estar junto con ella me causaba, así que no puse mucha objeción cuando me llamo con una invitación para el desayuno antes de ir a la escuela.

El clima no hacía mucho por ayudar a mis labios resecos últimamente, me mire en el espejo mientras me ponía algo de humectante para que ya no se partieran tanto como lo habían estado haciendo en los últimos días, unos buenos besos era lo que me faltaba para humectarles como era debido, me reí de mi propia broma y me despedí de Julie en cuanto mi hermano me llamó al celular para decirme que ya estaba abajo.

–Hola tú.

Sentí algo de alivio al ver que estaba completamente solo, no quería enfrentarme con Lucy y tampoco quería ver a Tom, y ya había quedado más que comprobado que parecía ser que Richard no podía despegarse ni un segundo de él.

–¡Vaya! ¿Tú y yo solos? ¿Es esto el inicio del apocalipsis?

–Creo que está escrito en la biblia.

Responde él con humor mientras enciende el auto y lo pone en marcha para irnos a nuestro pequeño café preferido. Conduce en silencio y yo no hago ni un intento por hacer un poco de conversación, no es extraño pero por el silencio dentro del auto tengo la sensación de que la invitación de mi hermano no es simplemente para verme comer unos huevos.

No tardamos mucho en llegar y en realidad puedo ver mi escuela a unos cuantos metros del café. En cuanto entramos en el pequeño establecimiento de color blanco, el dulce aroma del café me llena la nariz, relajándome y haciéndome sentir cálida al instante. Comienzo a quitarme el abrigo cuando ya nos dieron una de las mesas que está cerca del bellísimo vitral que caracteriza a ese café.

–Yo sólo quiero café, gracias.

Lo miro un tanto extrañada y aquella petición me pone dudosa en cuanto a lo que yo debería pedir.

–Yo quisiera un chocolate caliente y unos panqueques por favor.

La mesera asiente y le guiña un ojo a Richard, ¿cómo es que siempre me encuentro rodeada de personas cien veces más atractivas que yo?

–Sophie, la razón por la que te invite aquí...

Ah, hice todo el uso de mi fuerza de voluntad para no poner los ojos en blanco, bien ganada tenía la sensación de una regañina y al parecer aquello era lo que venía.

–No has ido a casa conmigo y Lucy últimamente, y ella casi no habla de ti y tú no hablas de ella, puedo ver que esto le afecta, pero no quiere decirme que es lo que paso, además tú últimamente te ves un poco más cansada de lo normal, sé que tienes la escuela y la orquesta, pero ya te he dicho que si tienes algún problema debes de decírmelo Sophie, soy tu hermano y te ayudaré sin importar nada.

Sonará un tanto ridículo, pero escuchar a mi hermano hablándome de aquella manera me provocaba un poco las ganas de llorar.

–En serio, estoy bien.

Intenté hablar con mi voz más firme, pero en el momento en el que pronuncié aquellas palabras la voz se me quebró, delatándome por completo.

–Vamos, Sophie, cuéntame.

Suspire con tanta fuerza que al momento de sacar el aire por la boca pensé que el vitral se rompería.

–Bien, las cosas con Lucy no han estado bien porque ella es hermosa, hermosísima, tienes una suerte que no mereces, tú eres feo.

Love Song.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt