Capítulo 26

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Mire a mi izquierda sin dejar de tocar el piano en ningún momento; el rostro sonriente de Tom me miraba, diciéndome que lo había echado a perder y la hermosa y sonriente mujer a su lado tomándolo de la mano con un anillo de compromiso, me decía también que lo había echado a perder. Desvié la mirada hacia la derecha, en donde descansaba la invitación para la boda de mi hermano, en un mes no habían perdido el tiempo en ningún momento, se casarían en una semana, antes ir a Escocia, y yo sería la infeliz dama de honor.

Mi oferta de trabajo en Paris expiraba también en una semana, ni un día más, me dijo Idris cuando le había pedido más tiempo para considerar la oferta cuando hablábamos por teléfono.

En un mes entero mi vida se había arruinado por completo.

–¿Aun aquí?

Preguntó Michael frente al escenario, asustándome y haciéndome darme cuenta de que estaba llorando.

–Lo siento, pensé que se habían ido todos

Lo vi subir al escenario, en todo el mes no le había dirigido la palabra más de lo necesario y a ser sincera en aquél momento tampoco tenía el ánimo de hacerlo.

–Sí, hace uno hora ya me iba, pero escuche que comenzaste a tocar y como te lo he dicho antes, escucharte siempre es un placer.

Sonreí un poco aunque sin el ánimo de realmente hacerlo

–Será mejor que vaya

Respondí poniéndome de pie

–No te apures por mi culpa, entendí el mensaje cuando ni siquiera regresabas a verme cuando te hablaba, lo entiendo, pero no puedo dejar que te vayas sola a casa, ya no hay ningún autobús y me preocupa que no estés bien, desde que comenzaste a tocar no has dejado de llorar.

Me puse de pie, con aquellas palabras parecía que había encendido un interruptor dentro de mí que me obligaba a levantarme con rapidez.

–Estoy bien, solo quiero llegar a casa

Respondí con un tono más fuerte del que buscaba, pero ya no podía controlar mi cuerpo, ni mis sentimientos, el nudo en mi garganta comenzaba a pesar demasiado, aguantar todo sin decir una sola palabra a nadie comenzaba a pesarme demasiado, y mis piernas lo resintieron en cuanto quise dar un paso.

Me caí al suelo como una tonta, y en cuanto sentí las manos de Michael intentar levantarme, comencé a llorar, mis ojos se abrieron como una llave de agua sin control, no podía detenerme por más que me lo proponía, no podía dejar de llorar y el brazo de Michael de pronto se convirtió en el mejor consuelo.

Lloré, lloré y lloré sin saber durante cuánto tiempo, me daba miedo siquiera averiguarlo, pero al mismo tiempo me daba miedo llorar sin control hasta desmayarme o perder la consciencia en un coma de tristeza.

–Lo siento.

Logré decir cuando pude calmarme, no imaginaba lo que estaría pensando Michael en aquél momento, consolándome mientras lloraba por el hombre por quien lo había rechazado. ¡En que horrible persona me había convertido!

–Vi el periódico esta mañana, y vi el anuncio, imaginé que lo tomarías a mal, pero no de este mal.

Me dijo con una pequeña sonrisa en el rostro, se agacho un poco para limpiar una lágrima que caía por mi mejilla.

–No sé cómo amar, nunca antes lo había hecho.

–Nadie sabe cómo hacerlo en realidad.

Love Song.Where stories live. Discover now