Capítulo 19

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Ni bien se cerró la puerta, Lucy me acorraló contra la pared.

– ¿Qué está pasando entre tú y Tom?

– ¿De qué hablas?

Intenté disimular aunque la pequeña sonrisa que aparecía en mi rostro en contra de mi voluntad me delataba más que cualquier cosa.

–¡Vamos! Vi la manera en la que se estaban mirando, y no lo sé, lucen tan lindos juntos.

–Hemos estado saliendo en los últimos meses, y creo que estoy enamorada de él.

Lucy abrió los ojos como platos.

– ¿Crees o lo estás?

Mordí mi labio, mire mi reflejo en el espejo para notar mi rostro completamente sonrojado.

–Lo estoy, estoy enamorada de él.

Lucy soltó un grito y comenzó a dar pequeños saltos.

– ¿Entonces tú eres la chica misteriosa de la que ha estado hablando Richard?

–Eso espero.

Lo decía en serio, esperaba ser yo la chica de la que le hablaba a mi hermano.

– ¿Y cuándo piensas decirle a Richard?

Sentí mis dedos temblar un poco.

–Pues cuando la situación será más seria.

– ¿Más seria? Lo amas ¿Qué más seria quieres que sea?

Suspiré, tenía razón, debía decírselo ahora antes de que alguien más se lo dijera.

–Deberías decírselo ahora que estoy aquí, podría interferir por ustedes.

Asentí con cierto alivio.

–Oye Lucy, siento mucho todo lo que paso.

Lucy me sonrió y me abrazó con mucha fuerza.

–Ya no importa, lo estuve pensando y creo que tienes razón, a veces te abrumo demasiado, no volvamos a pelear ¿sí?

Asentí acariciando su espalda, no sabía que haría si no tuviera a Lucy conmigo.

–Vamos, ya los dejamos mucho tiempo, solos.

Abrimos la puerta del baño y en cuanto la abrimos escuchamos todo el alboroto, gritos, platos rotos y destrozos. Entre más nos acercábamos alcancé a distinguir de quien eran los gritos.

– ¡Richard!

Gritamos Lucy y yo al mismo tiempo. Corrimos para encontrar a Richard encima de Tom, tomándolo del cuello de la camisa, con el puño levantado a punto de golpearlo, estaban encima de una mesa que parecía acababan de romper y con platos y vasos rotos tirados a su alrededor.

– ¡Con mi hermana! ¡MI HERMANA MENOR!

Su puño golpeo directamente la boca de Tom, solté un chillido e intenté detenerlo antes de que volviera a golpear a Tom.

– ¡Richard, detente!

Grité tomándolo del brazo.

– ¡Sophie, aléjate de él! ¡Con razón insistías tanto en ir a mi casa!

Le gritó a Tom. Con la ayuda de dos hombres más logramos quitarle a Richard de encima, me apresuré hacia donde estaba Tom.

– ¿Estás bien?

Pregunté mientras lo ayudaba a levantarse.

– ¡Sophie, VEN ACÁ!

La voz de Richard hablándome de aquella manera hizo que me temblaran las piernas.

Love Song.Where stories live. Discover now