Capítulo 29

824 103 40
                                    

No había más lágrimas en mí para dar, sollozaba pero sin muchos resultados, en definitiva Tom había acabado con todas mis lágrimas. Mire el reloj que me había comprado Adam para llevar a Paris, aún faltaban varias horas pero ya no quería estar más en aquél edificio, tomé mis maletas y abrí la puerta y lo que vi frente a mí me dejo completamente sorprendida.

–¿Mamá?

Mi madre salía de su camioneta negra y en cuanto escucho mi voz, se acomodó el abrigo luciendo verdaderamente incomoda

–Soph, querida, si llegué antes de que te fueras.

La mire completamente confundida y al mismo tiempo asustada.

–¿Qué pasa? ¿Están todos bien? ¿Papá está bien?

–Sí, sí, no me veas así, todo está bien, solo quería llevarte al aeropuerto.

No pude evitar mirarla con cierta desconfianza, sobre todo cuando me ayudo a subir las maletas al auto.

Condujo sin decir una sola palaba, escuchando a Joni Mitchell de fondo, aunque claramente había algo que le molestaba.

–¿Te parece si te invito a comer? Hay un restaurante muy bonito en el aeropuerto.

¡Ay no! Esto era lo último que me faltaba, la presión de tener que comer con mi madre, no necesitaba esas conversaciones llenas de "críticas constructivas".

El restaurante en realidad era muy bonito, de manteles blancos y una bonita iluminación, con música tranquila que te hacía olvidarte del alboroto que había afuera. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana y en cuanto llegó el mesero sentí la incomodidad de tener que pedir una ensalada o solo un té para complacer a mamá.

–¿Me permites pedir por ti?

Asentí, luchando con todas mis fuerzas por no poner los ojos en blanco.

–Bien, yo solo quiero un té helado y una ensalada con pollo, y para mi hija quiero la lasaña griega... ¿sigue siendo tu favorita? Bien, y para ella puede traerme una naranjada con agua mineral, por favor.

Tuve que parpadear muchas veces para darme cuenta de que no estaba soñando y mi madre estaba ordenando esa comida para mí, su principal enemiga y yo, la grasa y la gordura.

–Mamá, ¿qué pasa? Estas asustándome

–¿Asustándote por qué?

–Bueno, vas por mí para traerme al aeropuerto, me invitas a comer y en realidad me vas a dejar comer comida de verdad, ¿podrías decirme que es lo que pasa?

Mi madre evito mirarme a los ojos, oh Vanessa Jones, mujer complicada y hermosa al mismo tiempo, de nuevo la miraba sin poder evitar sentir pena por mí al no haber heredado tanta belleza.

–Te vi en la boda de Richard con Tom, bueno en realidad todos te vimos.

Explica ella aun sin mirarme a los ojos, ahora entendía todo, quería que le contara todo para ser la primera en enterarse

–Debo decir, que cuando los vi así no hubo nadie más feliz que yo debes creerme, siempre me había agradado Tom, le pregunte a tu hermano que sabía él y me lo comento todo. Bueno... no quiero hacer la historia larga, pero antes de irme recordé que venías con alguien más, ¿qué paso con él? Me pregunté mientras caminaba hacia mi auto, y ahí estaba él fumando un cigarrillo, esperándote a pesar de que habían pasado como unas tres horas desde que te habías ido.

Oh Michael, ¿por qué mi madre sentía la incesante necesidad de hacerme sentir peor en mis malos momentos?

–Pero eso no fue lo que me preocupo, lo que me ha preocupado estos días, es que vi en el periódico que la boda de Tom sería muy pronto, no pude evitar pensar en ti, le dije a tu padre, ¿boda con Elizabeth? ¿Qué hay con mi Sophie?

Love Song.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن