Soundtrack hecho por EditorialTeenWolf
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Los famosos quemadores o lo que sea, aquellos que queman tu pasado, bastante inteligente esto. Bueno queman tu ropa de tu antigua facción cosa que no me agradó del todo, no vestiré todo los días de negro.
Como era de las última en la fila me atreví a volver a las habitaciones y esconder la ropa erudita. Giré mi cuerpo aún con la mirada en la fila por si alguien se da cuenta,pero mi plan no salió del todo bien cuando choqué con algo duro.
— Estúpida pared — Miré al frente y vaya sorpresa me llevé — ¡Cuatro! ¿Qué tal todo? ¡Dame cinco! — Alcé mi palma esperando que Cuatro me imite, pero él solo mantuvo su cuerpo rígido — De acuerdo, no me des cinco.
— ¿Donde pretendes ir? — Demonios este chico algún día tendrá cuchillas en vez de ojos.
— Por mis zapatos — Mentí alzando la mirada.
— ¿Segura? — Asiento y Cuatro solo se mantiene como un retrato — Porque veo que allí tienes tus zapatos eruditos al igual que ya tienes puestos los bototos militares de Osadía.
Vi como señalaba mis pies y luego tomaba los zapatos azules.
— ¿Zapatos? Quiero decir aretes, si mis aretes necesito deshacerme de ellos — Me corregí mintiendo a la perfección.
— Te diré una cosa Alissa, a mi nunca me lograrás mentir— Amenazó levantando su índice — Conozco los gestos de la mentira y ahora voltea y quema tu ropa — Señaló a mis espaldas y oí las sonoras carcajadas de Chris.
— Пойманный [Atrapada] — Canturreé.
Nuevamente la mirada de Cuatro perforaba mi piel ¿Cómo lo hace? De seguro lleva años practicando intimidar a la gente y conseguir lo que quiere.
– ¿Qué haz dicho? — Preguntó. Le iba a responder, pero me interrumpió — Espera ya no me importa, lo que me importa ahora es que quemes todo lo que corresponde a tu antigua facción. Nueva regla Alissa, se prohíbe estrictamente hablar en aquel idioma.
Mordí el interior de mi mejilla para no estallar en insultos hacía Cuatro, me basta lidiar con un erudito transformado en osado llamado Eric, no quiero lidiar con mi entrenador y futuro enemigo.
— No puedo quemar mi lengua, no podré hablar ni comer, tampoco tragar...—
— Muy graciosa, ahora haz lo que te ordenaron. — Eric se hizo presente.
Voltee con mis ropas antiguas y caminé intentando contener mis tics nerviosos- raro, pero aveces me da la impresión de tener esos ataques- llegué al contenedor con fuego y lancé mi ropa.
— ¿Счастливые? [¿Contentos/Feliz?] — Vi como Eric se tensaba, su compañero lo retuvo para que no me deje con un nuevo color en mi piel a lo que yo también reaccioné y corrí en busca de las chicas.
Las encontré camino a la sala del comedor, bueno comedores ya que en el recorrido que nos dio Cuatro se vieron muchas mesas y largas para gran número de personas. Salté en la espalda de Chris ya que era la más bajita y reí.
— ¡Alissa! ¡Mi espalda! — Se quejó la morena.
— Lo siento nena — Reí bajándome y abrazando a las chicas por los hombros.— No saben nada de lo que sucedió.
— ¿Te haz peleado con Cuatro? — La azulada me miró con sus cejas alzadas — De seguro, aún recuerdo como te enfrentabas a Eric antes de saltar — Dijo Jump y le tiré el cabello.
—No es gracioso, le hubiese dado un puñetazo, por cierto no recuerdo ver a Eric salir de la piscina — Comenté haciendo memoria.
— Oh, yo lo vi bajar por unas cuerdas — Habló Tris.
— ¿Nos dirás que sucedió?— Tan impaciente Chris, le sonreí y me puse enfrente de las tres bloqueando su paso — Solo recuerdo tu excusa.
— Quise volver a esconder mi ropa,pero me encontré con el entrenador y pues le dije unas mentirillas, luego hablé en ruso, se enfadó y me puso una regla de no hablarlo, Eric apareció y este ordenó que haga caso a Cuatro — Tomé aire y proseguí — Entonces deseché mi ropa y les dije ¿Счастливые?.
— ¿Qué significa? — Preguntaron en unísono las tres.
— ¿Contentos? — Traduje — Ya caminen que tengo hambre.
Tris alzó una ceja acusándome de que les bloqueaba el paso. Me hice a un lado y me uní a ellas a un paso rápido.
Una vez en el comedor nos sentamos junto a Will ya que había un gran espacio de sobra.Nos presentamos a otros iniciados nacidos en Osadía, Anónimo, Luna y Oz-si como el Mago de Oz-.
Will nos explicó que guardó un lado para nosotras, ya que según él vio cierto árbol llamado amistad creciendo sobre nosotras y no permitiría que quedáramos separadas durante la cena ¡Will es un amor!
— ¡Atención! — Gritó una voz varonil — ¡Hoy se nos han unido diez muchachos de otras facciones y otros diez decidieron quedarse en Osadía!
Un hombre cerca de sus 30 años tes morena oscura se asomó por una puerta a una escalera, supongo que es uno de los líderes. No puse atención, ya que Lucas apareció con un plato de patatas fritas y carne que preferí comer y olvidar lo que sucede a mi alrededor.
Sagrada carne necesitaba de ti aunque intenté olvidarte y ser vegetariana me vi tentada a probarte nuevamente y tu igual patatas fritas ¡Deliciosas!
— ¿Sabes, Tris? Esta es mi comida favorita — Hablé a mi amiga con la boca llena pero al no oír su repuesta voltee a verla.
Tris no estaba y tampoco los otros iniciados. Miré a los osados saltaban y gritaban, entre todo ellos pude ver a mis compañeras, reí y continúe con mi comida.
— ¿Por qué...no celebras? — Vi que era Oz con la boca llena de comida. Un chico pálido, alto y de cabello castaño.
— Estoy en un asunto más importante — Terminé de tragar un pedazo de carne y bebí la lata de refresco que tenía en su mano —Gracias.
— ¡Te la bebiste toda! — Me acusó.
— Así es mi querido amigo — Alcé mi pulgar aprobando lo dicho.
— ¡Por Osadía! — Bramó alguien que estaba presente.
— ¡Por Osadía! — Repitieron los demás alzando sus refrescos.
— Claro un brindis cuando alguien se bebe todo mi refresco — Se quejó el chico.
— ¡Salud! — Grité alzando el brazo de Oz —Eso se hace con alcohol.— Arrugué mi frente.
— Era un trago especial que pedí y tu te lo bebiste todo — Lloriqueó.
— ¿Trago? Vaya milagro que no me ha hecho efecto — Bostecé.
— Era broma, ahora muévete y vamos por tus amigos. Mi hermano a dicho que hacen tatuajes y piercings...—El chico estaba totalmente animado, pero Will a interrumpido.
— Incluso cortes de pelo y también lo tiñen —Comentó mi amigo.
—Entonces ¿qué esperamos? ¡Vamos! —Reí abandonando el comedor y tomé a Will por la camiseta y a Oz por el brazo, los arrastré conmigo hasta...no sé donde estoy.
— Es en el pozo querida —Dijo Oz irónico.
Reí por lo estupidez y caminé al pasillo de la derecha que tenía escrito en la pared "Pozo" y una flecha indicando al pasillo. Caminé con Will y Oz a mis espaldas, ellos se hacían bromas que no lograba entender y seguía con recorrido.
Tatuajes, aún recuerdo cuando me hice un tatuaje de Alas en mi espalda. Todo fue por un proyecto de máquina tatuadora para los Osados, la mía era sencilla todo normal con la diferencia que es sentir una pluma dibujando en tu piel. No hay dolor y tampoco el molestoso ruido que hace una común y corriente. El día de la presentación quedé en último lugar y fue el peor literalmente Jeanine optó por los más avanzados, solo era una máquina de láser, pones el diseño dibujado en cualquier cosa con tal que sea transparente en tu cuerpo y listo el láser se encarga de recalcarlo. Fue terrible ese día, no creí que un simple láser que recalca me iba a ganar, la gracia de un tatuaje es impregnar la tinta en tu piel, no que un estúpido láser que recalca.
— Hemos llegado — Oz me sacó de mis pensamientos .
— Yo paso no me haré nada ¿Ustedes? — Preguntó Will.
Los miré como si nada y busqué una tienda de piercings. No necesito de tatuajes si ya tengo uno, prefiero perforarme la nariz.
Ropa.Ropa.Tatuajes.Nada de piercings.
De seguro un tatuador hace orificios. Caminé a la tienda de tatuajes más cercana y de ella salía Tris junto a Chris, pude apreciar unos pájaros tatuados en el pecho de Tris mientras que Cristina no enseñaba nada.
— ¿Qué hay? — Saludé — Lindo tatuaje Tris.
— Gracias rubia — Sonrió.
— ¿Y tú? ¿Qué te haz tatuado? — Busqué algún dibujo en la piel de Chris,pero no había nada.
— ¿Es Will? ¡Will! — Llamó a mi amigo — Luego te lo enseño.
Ambas corrieron detrás de Will mientras que yo solo me alce de hombros y entré a la tienda. Busqué con la mirada a alguien que esté a cargo del lugar ¡Bingo! Un chico con una linda espalda no tan desnuda cubierta de tatuajes se encontraba detrás de una mesa tecleando en una computadora pegada a la pared.
— ¿Hola! ¿Haces piercings? — Pregunté y el chico se dio vuelta.
¡Dios mío! Me acabo de enamorar. El chico no traía camiseta desde un principio, dejaba al desnudo sus maravilloso músculos de brazos y pectorales cubiertos de tatuajes ¡Madre mía! El cuello cubierto de más tatuajes. Su rostro, no había nada de tinta en su rostro.
— Hola bella dama — Saludó cortésmente o eso creo — Por supuesto que si e incluso otras cosas que te encantarán.
Vi un perfecto hoyuelo al costado derecho de sus labios. Esta dicho ya encontré marido.
— Oh perfecto, me gustaría uno en la nariz— Señalé el lado derecho de mi nariz.
— De acuerdo, sígueme — Salió detrás de la mesa y puso una de sus manos en mi espalda llevándonos a una de las cabinas que había allí que tenia como puerta unas cortinas rojas carmesí.
Ambos entramos y el cerró la cortina, pude ver dos sillas con una mesa a un costado y sobre ella las herramientas para cualquier tipo de piercings y tatuajes que quieras en tu cuerpo. Las paredes tenían de adorno hojas del periódico con pintura encima.
— Toma asiento, no muerdo nena — Guiñó uno de sus ojos.
— Claro — Me senté en una de las sillas y vaya que cómodas son.
— A no ser que quieras...que te muerda ¿Mhm? — Sonrió mientras acomodaba la otra silla disponible frente mí.
Reí y este buscó las herramientas para mi perforación. Vi como sacaba un pedazo de algodón y lo pasa por mi nariz, luego de la mesa toma una especie de aguja la cual usará para perforar mi nariz.
— Relájate, solo será un pellizco en caso de que duela golpeas mi pierna — Dijo mientras dirigía la aguja a mi nariz.
— Ajá — Puse mi mano en su pierna y sentí como la aguja creaba un nuevo orificio en mi nariz.
— Perfecto — Murmuró una vez que retiraba la aguja e introduce un piercing negro era como un arete.
— Wow, nada de dolor — Toqué mi nariz — Pero algo de sangre — Dije una vez que vi mi dedo con unos puntitos rojos.
"Eso sonó muy estúpido" Murmuró mi querida conciencia.
— ¿Quieres otro?
Oh vamos porque no, claro que quiero uno, pero...uhm ya sé.
— Si! Mmh ¿Qué tal en el labio inferior? — Señalé con mi índice un costado de mi labio inferior.
El chico solo guiñó un ojo e imitó lo de antes, algodón, ajugas y un arete.
"¿Tenemos dinero?" Dijo mi conciencia.
Claro que no ¡Demonios!
— ¿Cuánto es? — Mordí mi labio pero al rato me quejé por el piercing.
— Gratis, todo para ti gratis — sonríe —Por cierto me llamo James.
— Alissa — Me presenté.
— Un placer conocerte, Alissa — Se acercó y besó mi mejilla.
No dije nada y volteé para irme, una vez fuera de la tienda me encontré con Oz cruzado de brazos y en ellos se podía apreciar unos tatuajes de brazo robótico.
— ¿Quién te atendió? Oh y lindos piercings.
— Un chico llamado James, ¿lo conoces? — Pregunté mientras caminábamos hechando un vistazo a las otras tiendas.
— Si, es mi hermano — La última palabra la pronunció con entre dientes.
— Que buen hermano tienes — Pellizqué el puente de mi nariz.
— Lo sé... ¡Oye! Ya tiene chica lo siento cupida — Desordenó mi cabello.
— Espera ¿Crees que lo quiero como novio?—Fruncí el ceño mientras nos adentramos a una tienda de ropa de combate.
— No me digas que solo te gustó sus tatuajes — Se burló mientras retenía mi paso.
— Lo admito tienes un hermano muy caliente — Reí y lo aparté.
— ¿Qué tal esto? — Pregunta Oz mientras toma un arma y finge disparar.
Reí a carcajadas hasta que alguien se dio el gusto de interrumpir.
— Así no se toman iniciado — Aquella voz que suele dar escalofríos se escuchó a nuestras espaldas.
Eric le quitó el arma de sus manos y la dejó donde antes. Reí en silencio ante la expresión de Oz, me fui a una mesa que sobre ella había un chaleco anti-balas.
— Disfrutando objetos perdidos ¿Eh? — Eric murmuró a mi lado.
— ¿Perdidos? — Fruncí el ceño.
— Así es iniciada, al igual que tu ellos están perdidos. Este no es tu sitio, es mejor que vuelvas a la habitación Cuatro los espera —Chocó su hombro con el mío para luego marcharse.