16.

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La oscuridad en la ciudad no tardó en llegar y tampoco la luna que lograba iluminar algo en Chicago. Prometí a James estar en esa terraza para la cena y al anocherser, así fue pero James después de cenar se marchó sin decir palabra alguna dejandome allí. No me importaba si el tatuador llegaba, solo quería seguir admirando esta bella vista desde aquella terraza, jamás aprecié la naturaleza como los cordiales y tampoco aprecié el universo, cuando pertenecía a Erudición me centraba en cosas más tecnológicas que estar cuidando de la Tierra.
Si pudieras estar en mi lugar estarías como Wow por que asi es, la luna y las estrellas se ven tan Wow, que desearía estar junto a ellas o tal vez ser una estrella. A lo mejor este será mi nuevo pasa tiempo para olvidar las cosas y si quiero sobrevivir a la muralla debo respetar la naturaleza como también asesinar gran parte de ella.

Me puse de pie dispuesta irme a dormir aún con las ganas de seguir apreciando la noche, pero el sueño me ganaba asi que lo único que quería era casarme con Morfeo.
Caminé por los pasillos como un muerto viviente en busca de su presa, a estas horas no había nadie presente, todos irían a dormir temprano para preparar gente que irá de paseo fuera de la ciudad y pues entre ellos estoy yo.

Durante mi camino llegó un momento que escuché murmullos o más bien gruñidos seguidos por insultos a alguien por parte de un borracho, se le notaba en la voz y la silueta que se veía entre el pasillo que está algo obscuro, una silueta de hombre que se tambaleaba de un lado a otro.

- Me vale...Estúpidos hijos de...- Era Eric. El lider era aquel borracho entre la oscuridad y la luz de la luna.

Para ser clara, a los Osados se les da muy mal encender una luz por el pasillo. Busqué enl interruptor de la luz para que Eric no tropiece conmigo o yo con el, nunca me a gustado lidiar con borrachos.

- ¡Alissa! - La rasposa voz del chico sonó a mi espaldas cuando encendí la luz.

-¡Eric! ¿Qué tal todo? - Volteé a verlo y el olor a alcohol llegó a mis fosas nasales. Por el momento me dio asco hasta que Eric se abalanza contra mi y me abraza.

- Todo va mal- Triste comenzó a envolverme fuertemente entre sus brazos.

- ¿Sabes? Tengo huesos y tus brazos lo aplastan.- Intenté quitarme al borracho de encima.

- Lo siento rubia- Se disculpó para luego tomar una distancia más decente.- Solo quería un abrazo para así irme a dormir.

El hombre bostezo y yo le seguí, creí que Eric continuaría con su camino por lo que volteé para ir a dormir hasta que unos brazos rodearon mi cintura y algo duro, ancho, que subía y luego bajaba chocara con mi espalda.

-¿Qué demonios? - Me pregunté a mi misma al intentar girar mi cabeza y el olor a alcohol volvió a mi nariz.

- No te vayas.- Murmuró Eric en mi cabello- Solo ven conmigo rubia.

- No, Eric vete a descansar sin mi. Tengo cosas que hacer- Comenté incómoda.

- ¿Cómo que cosas?- Apoyó su cabeza en mi hombro.

Sentí como una de sus manos comenzaba a acariciar mi estómago, los nervios aumentaron en mi y eso estaba mal muy mal.

- Vamos rubia, quiero que seas la madre de mis hijos.- Aflojó un poco su agarre e intenté quitarlo pero nuevamente me apegó a su pecho.

- ¿Qué cosas dices?

Me removí inquieta, pero aún asi el borracho no me soltaba, putos osados. Oh yo también soy una osada, ugh... Moriré como un limón.

- Eres perfecta para ser la madre de mis hijos- Sentí sus manos en mi cintura y dar un movimiento muy brusco haciendo que gire mi cuerpo quedando frente a frente.

- Oye, tranquilo. Eres guapo para muchas mujeres de Osadía incluso para mi pero prefiero a otros hombres y tampoco quiero hijos, así que es mejor que me suelte si no quieres que te deje sin herederos. - Molesta lo empuje pero el se aferró a mi.

- Muy perfecta para ser madre de estos hijos- Una de sus manos bajó por su torso hasta su entrepierna donde se notaba un bulto.

Demonios, ¿Acaso es normal encontrarse un borracho excitado? Si fuera menos débil ya le hubiese golpeado y estaría en mi cama descansando.

- Escucha no quiero golpear a uno de hombres más temidos en Osadía y menos quiero tener problemas contigo cuando estés sobrio- Puse distancia apoyando mis manos en su pecho.

- Me importa una mierda lo que digas, porque de alguna u otra forma devoraré tu lindos labios- Sonrió y aproximó su rostro al mío, sus manos bajaron a mi trasero y hasta aquí llegó mi paciencia.

-¡Ya sueltamente! - Me solté de su agarre y le lancé un puñetazo a su rostro. Estaba contenta por el puñetazo que le di, pero luego me sentí mal- Demonios...¿Estas bien?

- Si, solo..- Una vez que me acerqué a el-grave error- sus manos viajaron a mi rostro. En un abrir y cerrar de ojos me encontraba acorralada entre su cuerpo y la pared con sus labios sobre los míos.

No supe como reaccionar hasta que Eric mordió mi labio inferior, al no haber respuesta de mi parte el líder aprovechó en introducir su lengua en mi boca y yo le seguí. Lo malo aquí es que me gusta.

Pude sentí un bulto duro en mi vientre y algo moverse, me percaté que era su mano la cual acariciaba mi vientre sobre la tela del pantalón. Quería acabar con esto, pero mi cerebro no respondía. La mano libre de Eric intentó bajar mi pantalón, ya bastante con eso mi cerebro reaccionó y lo empuje.

- ¡Basta! ¿Qué demonios quieres conmigo y no me respondas hijos?- Lo miré mal y el solo rió.

- Sexo.

Nuevamente se abalanzó sobre mi pero esta vez lo esquivé y me heche a correr por los pasillos. Oí sus gritos llamándome y sus botas chocar con el cemento, ahora es cuando me pregunto ¿Cómo lo hace para correr borracho? En fin, llegué a un pasillo con varias puertas, la mayoría cerradas ya que iba a abrirlas pero se encontraban con llave, quedaban unas dos puertas, forceje una de ellas y esta se abrió. Entré con rapidez cerrando la puerta con llave detrás mío.

- Mmh, Mike estas....Argh.

Giré mi cabeza encontrándome una escena muy fea para mi salud mental. Mike era montado por una rubia desnuda que solo gemía. No diré que me dio asco porque sería muy obvio, pero más sentí una tensión. Tensión sexual por parte de ellos y por parte de mi nervios.

- ¿Tu? ¿Qué demonios haces aquí? - La rubia ya no montaba a Mike, más bien Mike la empujó con suavidad a su lado para luego mirarme molesto.

- Ehh yo, solo exploraba...uhm bueno escapaba- Señale la puerta.

- Explicate- Exigió.

Suspire pesadamente.

- Escapo de un borracho llamado Eric que quería sexo conmigo- Alcé mis brazos rendida.

- ¿Eric borracho? -Preguntó la rubia con asombro y una sonrisa perversa- Luego te veo depredador.

La rubia tomo una camiseta que había por la habitación y luego salió por la puerta corriendo con prisa.

- ¡Gracias niña! Acabo de perder una muy buena mujer- El calvo me miró asesino.- Tendrás que reemplazarla

Al oír aquellas palabras mi rostro se deformó aterrorizada con la idea de que Mike tuviera sexo conmigo, ¡Vamos! El calvito esta bueno pero yo no estoy para esas cosas.

- ¿Qué cosa?

- Ven aquí niña, ya sabes lo que tienes que hacer- Palmeó su cama a su lado.

Literalmente esta es una película de terror.

Our Future #1|•Eric•| (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora