23.

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Sentí un fuerte dolor de cabeza, me moví de tanta comodidad en mi espalda. Me encontré con una sala de estar muy familiar, me di cuenta que estaba recostada en un sofá. Impresionante, primera vez que siento cómodo un sofá.
Me puse de pie olvidando mis dudas de cómo llegué aquí, lo último que recuerdo fue hablar con mi conciencia.

Recorrí con la mirada mi alrededor y de a poco imágenes llegaron a mi mente. Claramente estaba en mi casa de Erudición, sentía una ganas de gritar de la emoción ya que al recordar cosas en Osadía sabía perfectamente que fue un sueño y todos estamos bien, pero eso acabó cuando me detuve a mirar mi reflejo en un espejo, me encontraba solo con mi brasier y una venda alrededor de mi abdomen.
Mi piel estaba mucho más pálida de lo normal, las ojeras que jamás logré quitar se notaban mucho más y mi cabello era un verdadero nido de pájaro.

— Por fin haz despertado— Escuché una voz muy grave y masculina, miré por el espejo y allí lo vi. Eric sonrió de lado se acercó.

— Creí que todo fue un sueño. — Me giré para ver si era real lo que veía. Ya no hay rastros de moretones y sangre en su masculino rostro.

— Lo siento. — Me abrazó delicadamente al igual que yo le abracé por el cuello con cuidado.

— ¿Por qué?

—Pensé que morirías, en esos momentos me di cuenta que tu realmente vales la pena, me di cuenta lo importante que eres en mi. Lo siento por todo lo que te he hecho pasar en Osadía, siento dejarte sola, siento haber manoseado tu cuerpo sin tu permiso.— Tomé su rostro entre mis manos.

— Me impresiona el Eric sentimental— Sonreí burlona y él besó mi frente.

— Disfrutalo nena.— Mordió su labio inferior juguetón.— Porque en un rato más cruzarás la puerta para aclarar toda esta confusión.

— Primero necesito algo con que cubrirme.— Dije obvia.

— Prefiero verte así.

Golpeé sin fuerzas su estómago y Eric me entregó una sudadera gris. Agradecí con un beso en su mejilla y nos dirigimos a la puerta que da a otra sala de visitas. Conozco al revés y derecho esta casa.

Al cruzar la puerta me encontré con Mike abrazando a mi madre y a la pequeña Annie. James conversaba con Jump, Cuatro y Tris solo se murmuraban cosas, por último Chris, Oz, Anónimo y el hombre que vi dos veces separando a Eric y Mike.

Carraspe mi garganta llamando la atención de todos. Annie corrió a mis brazos y con dificultad la cargué.

— ¡Mi niña! — Chilló mi madre al verme.

— Hola— Murmuré con alegría. Por fin sentía nuevamente ese calor acogedor de la familia.

— Alissa.— Llamó la rasposa voz de Mike— Un gusto tenerte nuevamente junto a nosotros.

Asentí agradecida y de una vez por todas pedí que aclararan todo el desastre que hay en mi mente.

— Eric me dijo que ustedes me iban aclarar todo. Y Mike por favor no le des muchas vueltas al tema.

— Bien. Primero lo fácil. — Mike dio un suspiro.

— ¿Jeanine a muerto?— Pregunté con molestia.

— Si, solo que ese ya no es un problema. Alguien más tomó él lugar de Jeanine.— Mike se removió en su lugar cuando mi madre volvió a su lado.

—¿Quién es?

— Andrew— James y Oz se miraron nerviosos.

— Vaya— Alcé mi cejas— ¿Por qué me querías enviar a las afuera de la ciudad sin saber que demonios ahí fuera de Chicago?

Esa pregunta me a venido recién, porque realmente si lo de que Mike estaba fuera el muro fue mentira y me quiere proteger ¿Por qué demonios me iba enviar allí? Nadie sabe que hay, ya que nadie se digna a hechar un vistazo más allí de un bosque.

— Porque así te pondría a salvo de Jeanine.

— No me convences del todo. ¿Qué tienes en mente ahora? ¿Cómo planeas dejar Chicago? Dices que ahora Andrew es el problema.— Me crucé se brazos.

— No tengo un plan, ahora solo debemos ponernos a salvo y ver que hacer con Andrew. Ese idiota cree que todos los divergentes pueden acabar con nosotros, a veces sospecho que es familia de Jeanine.

No quise preguntar más, no tengo muchas dudas que aclarar y no me importa.

— Tenemos que encontrar a una persona. Él nos podrá ayudar con Andrew— comentó mi amiga de cabello azul.

—¿A quién?— Pregunté desconfiada.

Mike miró a Jump y le murmuró unas cuantas cosas ignorando mi pregunta. Quise insistir pero me vi rendida al sentir dolor en mi abdomen.

— ¿Estás bien?— Eric preocupado puso sus manos en mi cintura.

— ¿Enserio? Tengo mi abdomen herido, claro que estoy bien con este dolor— Respondí con ironía.

— No es necesario ser sarcástica — Su expresión era dura y fría, lo podía notar molesto en su ceño y su mandíbula.

— Me da igual, ¿A quién deben encontrar?

Eric suspiró pesadamente y miró a los demás que debatían entre ellos lejos de nosotros.

— No creo poder decirlo, pero apenas Mike decida que hacer con la idea de Jump, te diré a quien debemos buscar.— Se separó de mi llamando la atención de los demás — Hey.

— No digas nada. Cuando Alissa esté mejor iremos en busca de Él, por ahora hagámonos una idea de donde podría estar.

Con la duda de quien es "él" y que demonios hace, me senté al lado de Cuatro quien prácticamente estaba perdido en sus pensamientos. Me da miedo que Cuatro actúe como lo hizo al dispararme, desconfiado y firme. Lo comprendo, en aquellas situaciones es difícil confiar en alguien.

— Hola— Cuatro no se percató de mi hasta que saludé. Él se mantuvo quieto mirando al suelo.

— Siento lo del disparo, sabes que si te pones en mi lugar entenderías porque actué tan mal.

No puedo descifrar si está arrepentido o no del disparo, pero lo que se es que me sería más fácil si fuera más expresivo.

— Da igual, yo hubiese actuado igual.— Sonreí de costado sin mirarle.

— ¿Es tu hermana?

Giré a verlo y este miraba a Annie.

—Si.

— Es muy linda—  Afirmé un si con mi cabeza— y no se parece nada en ti.

Vaya eso me ofendió. Dejé pasar su comentario quedándome en silencio aún observando a mi hermana menor.

— Lo siento si te ofendí, no era mi intención. Tu igual eres linda, pero me refiero a que no se parece a ti, ni a tu madre.— Comprendí lo que quería decir con torpeza.

— Annie se parece mucho más a mi padre. Él era castaño y con ojos cafés claro, Annie consiguió eso de él al igual que sus cejas, nariz y labios,—hice una pausa — Lily se parecía a mi madre, y pues yo tengo un poco de ambos.

Cuatro rió y palmeó mi hombro.

— Bueno rubia, te dejo con tu amado que literalmente me intenta intimidar. — Alcé la vista y allí estaba Eric apoyado en un mueble.

Negué lentamente con una mueca en mis labios. Ahora es cuando me pregunto esto ¿Qué soy para Eric?¿Una zorra? ¿Su novia? ¿Amiga con ventajas? Maldito Eric, tendré esas preguntas en cuenta cuando hablemos con más privacidad.

Our Future #1|•Eric•| (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora