Narra Addison
Con un gesto de satisfacción en mi rostro, me fuí directo a donde estaba Richard. Llegué discretamente por detrás, dándole una gran sorpresa que lo llenó de alegría.
- ¡Addison! - exclamó, dándome un abrazo que por poco me levanta del suelo, sus brazos tienen algo que me transmite completa seguridad.
- Tu estudiante estrella está de regreso - dije mientras hacía pequeñas poses para presumir mi cambio de look con rizos, él reía, con sus ojos llenos de un cariño sincero.
- No sabes cuánto me alegra verte, espero que tu regreso sea permanente - agregó con una mirada que intentaba tiernamente convencerme para que me quedara.
- Eso ya lo hablaremos, por ahora sólo vengo a ayudar - aclaré con una sonrisa, es lindo sentirme querida luego de todo lo que pasó y de mi mala imagen, él siempre me puso por encima de Derek y de todo aquel escándalo marital.
- Addison, ésto no se va a quedar así, acabas de hacer una escena allá afuera, no puedes sólo llegar de la nada y pretender que todo se haga a tu manera, te comportaste como una auténtica...-
Perra, estoy segura de que eso es lo que iba a decir, pude leerlo incluso antes de que Richard lo detuviera poniéndose entre medio de los dos.
- Derek, será mejor que te tranquilices y bajes ese tono - sentenció con voz grave, intentando protegerme.
- Si hubieras atendido mis llamadas no te habría tomado por sorpresa con tu noviecita ¿Por qué no te haces cargo de tus actos por una vez? - contesté molesta y con agresividad, estaba a la defensiva.
- Addison, tranquila, no es el lugar ni el momento - dijo Richard con calma, poniendo una mano sobre mi hombro.
- Richard ¿Puedo tener una conversación privada con mi esposa? - preguntó Derek con hartazgo, haciéndose el frustrado mientras sobaba su frente.
- Aaaahh, así que ahora sí soy tu esposa - exclamé sarcásticamente, no puedo creer cómo siempre logra sacarme de mis casillas.
- ¿Podemos hablar como dos personas adultas? - preguntó con las manos en la cadera, sintiendo ese complejo de superioridad.
- No lo sé Derek ¿Podemos? Porque hasta ahora, la única que ha intentado comunicarse bien fuí yo. Así que hasta que no madures y te comportes como un adulto, no podremos hablar - sentencié, dejando la sala con un portazo que retumbó en los pasillos.
Escuché a Richard regañar a Derek para luego correr y alcanzarme. No quise voltear a verlo, tenía lágrimas en mis ojos por la impotencia que me generaban esas discusiones estúpidas, no quería que él me viera de ese modo.
- Addie ¿Estás bien? - preguntó haciéndome voltear para darle un abrazo.
- Estoy bien, no te preocupes, ya sabes cómo está todo con Derek, es...complicado, sólo quiero hacer mi trabajo - expliqué con calma para que no se preocupara más por mí.
Entendió que no quería tocar más el tema, así que sólo besó mi cabeza y me acompañó para mostrarme el caso del cual debía hacerme cargo. No hicimos más que echarle un vistazo y planear mis próximos movimientos, mañana empezaría el verdadero trabajo. Admito que cuando él me dejó, me aventuré a los registros de internos, concentrándome específicamente en una de ellos...Meredith Grey, tengo grandes planes para ella.
Narra Meredith
Nunca me había sentido tan estúpida y tan humillada, fue como si se burlaran de mí en mi propia cara, estuve torturándome todo el día por haberme acostado con otra persona y él todo este tiempo tuvo una esposa. ¿Cómo puedes ocultar algo así? Y peor aún ¿Cómo pude creerle toda su palabrería y caer en su cuento del príncipe azul? Soy una idiota.
Abordé a Cristina tan pronto llegó a la casa, había estado preocupada por mí todo el día. Fuimos a mi cama y me consoló, no pude hablar hasta no soltar todo el llanto que había reprimido, por suerte, con Cristina me siento a salvo para sacar mi lado más vulnerable. Luego de contarle todo lo que había pasado en las últimas 24 horas se quedó completamente perpleja.
- Me siento tonta, de verdad creí que lo nuestro iba en serio, me dejé ilusionar por un montón de gestos bonitos - me quejé luego de revivir todo aquel desastre.
- Es un hijo de perra, hiciste bien en cogerte a su mujer, se lo merece - dijo mi amiga mientras sobaba mi hombro, buscando darme algo de ánimos como podía.
- Al menos ahora me siento menos culpable por haber estado con Addison -
Aunque esa no fuera mi intención, admito que me sacó una sonrisa el pensar en mi aventura con Addison como una especie de venganza. Es cruel, pero también es cruel ocultarle a tu novia que tienes una esposa.
- No sé cómo haré para enfrentarlo mañana, ni siquiera tengo ganas de verlo -
- Tal vez tengas suerte y te toque con alguien más, tú confía -
- Tienes razón, necesito enfocarme en el trabajo, quiero poder asistir en una cirugía y no lo lograré si me obsesiono con los Shepherd - dije para convencerme a mí misma de lo que debía hacer.
- Al diablo con los Shepherd - agregó ella haciéndome reír, es la persona más ocurrente que pueda existir, nunca me aburro con ella.
Nos dormimos juntas luego de limar todas la asperezas que nublaban mi mente, hablar con Cristina es como una terapia personal, al menos lo es para mí.
Al día siguiente, llegué al hospital con todo mi valor y mis ánimos de hacer un buen trabajo, sólo rogaba por no cruzarme a Derek, aún no sé cómo reaccionar luego de todo lo ocurrido. La doctora Bailey estaba dictando con qué titular tendría que ir cada uno de nosotros, sólo me quedaba cruzar los dedos y confiar en mi suerte.
- Grey, la doctora Shepherd te solicitó como interna, debes ir con ella, es muy estricta con la puntualidad - indicó para enviarme directo a la boca del lobo.
Al menos hoy pude descubrir que hay destinos peores que la muerte y estoy obligada a enfrentarme a uno de ellos. Caminé a regañadientes hacia el área de ginecología y obstetricia, ahora es cuando todas las fichas caen donde deberían, por eso Addison está en Seattle, ella era esa brillante doctora a la que ansiaba conocer, el destino puede ser cruel.
Llegué con ella, llevaba un uniforme rosa muy hermoso, se destacaba de todo el resto de personal en el área. Mierda, es demasiado hermosa, no puedo evitar pensar en las cosas que hicimos, es como si me invadiera un impulso que nublaba mi cordura.
- Llegas tarde Grey, espero que te pongas al día, no tengo tiempo para hacer de niñera - dijo con una mano en su cintura.
Asentí intentando no verme tan intimidada por su presencia, sólo tomé notas y la seguí hacia el cuarto en donde se encontraba nuestra paciente. Era un caso de TTTS bastante complicado, quise enfocarme de lleno en eso, pero ella empezó a bombardearme con preguntas. Cada vez que intentaba responder me interrumpía con una pregunta diferente, dejándome en ridículo frente a la paciente y las enfermeras, incluso parecía satisfecha al verme quedar completamente en blanco.
- Doctora Shepherd ¿Podemos hablar? - pregunté, cansada de aquel trato hacia mí persona.
- Que sea rápido - contestó sin mirarme a los ojos.
Nos fuimos al pasillo y se quedó mirándome, esperando a que dijera algo, por supuesto, tuve que armarme de valor y enfrentarla.
- No me parece justo lo que haces - solté, cruzándome de brazos.
- No pudiste responder ni una de las preguntas que te hice, no me culpes a mí por tu bajo desempeño Grey - respondió, fría y dura como siempre.
- Hubiera podido responder cada una de esas preguntas si me hubieras dado el tiempo de hacerlo, estás presionándome por un asunto personal, yo sólo quiero hacer mi trabajo - estaba molesta, y mi tono de voz me delataba.
Ella soltó una risa sarcástica ante mi reclamo.
- Por favor, soy dura con todos, Grey, no te sientas especial, no hay ningún trato distinto para las internas que se acuestan con mi esposo - agregó con un gesto de desagrado.
Me acerqué a ella lo suficiente como para ponerla nerviosa, cuando sentí su respiración entrecortada golpeando mi rostro, supe que podría lograr mi cometido.
- ¿Y existe algún trato en especial para las internas que se acuestan contigo? - susurré a escasos milímetros de su boca, viendo cómo su rostro pasaba de pálido a sonrojado en cuestión de segundos.
- No te atrevas a jugar con eso - dijo redoblando la apuesta con sus ojos puestos sobre los míos, tiene una mirada que logra helar mi sangre.
Para ese punto, sólo podía desvestirla con la mirada, pero ella no tardó en recapacitar y alejarse de mí para darme más instrucciones para que trate a la paciente. Satisfecha por mis actos, me fuí de vuelta a la habitación, no sin antes dejar un beso malicioso sobre su comisura, no quise voltear a ver su reacción, pero podía suponer que estaba furiosa.
Fuí a ver a mi paciente con una energía renovada, seguí las indicaciones de Addison al pie de la letra y le dí bastante seguridad a Julie, nuestra paciente.
Después de hacer unos cuántos estudios, pude notar una anormalidad en el ultrasonido, estaba segura de que había algo mal ahí, tenía que mostrárselo a ese demonio pelirrojo antes de que la cosa se pusiera peor.
Corrí por los pasillos hasta dar con ella, la encontré discutiendo con Derek sobre asuntos médicos, realmente no me importa, ni siquiera lo miré a la cara, sólo me importaba Julie. Le mostré a Addison mi descubrimiento y ella fue rápido a la sala para revisar el estado de los bebés. Derek intentó hablarme, pero yo fuí tras Addison, quería que ella apreciara mi trabajo.
- Los bebés están teniendo insuficiencia cardíaca, tendremos que adelantar la cirugía, buen trabajo Grey - me felicitó casi de manera inconsciente, incluso la ví un poco nerviosa, me quedé satisfecha.
Ella mandó a preparar todo para la cirugía mientras yo alistaba a la paciente. Tenía la opción de observar la cirugía o simplemente esperar afuera, pero creo que tomé la decisión correcta.
Verla operar era un completo deleite, su concentración, su profesionalismo, era como si estuviera haciendo auténtica magia, ella es espléndida...como cirujana...y también lo es en otras áreas. Por alguna razón sus ojos se veían mucho más hermosos bajo las luces del quirófano, mientras tanto, yo parezco una idiota hipnotizada por su mera existencia ¿Qué pasa conmigo?
Narra Addison
La cirugía concluyó y por suerte todo salió bien, pude dar lo mejor de mí aún teniendo los ojos de Meredith clavados sobre los míos, parecía estar escaneándome, me pone más nerviosa de lo que me gusta admitir.
Una vez que Julie despertó, Grey me acompañó a verla, odio admitirlo, pero es una buena doctora, le espera un futuro brillante, no me gusta la idea de que Derek apague toda esa chispa que la rodea.
- Doctora Shepherd, me gustaría que expulse a la doctora Grey de mi caso, no me siento cómoda con ella - dijo Julie dejándonos a ambas sorprendidas.
- ¿Hice algo que la incomodara? - preguntó Grey inocentemente.
- No me siento cómoda siendo atendida por alguien que destruyó un matrimonio - afirmó nuestra paciente.
Es todo culpa mía, yo mencioné en voz alta lo de Meredith y Derek, Julie debió escucharlo. La mirada de Grey en ese momento se apagó, y yo lo provoqué, me siento culpable, aunque me pese en mi orgullo, necesito hacer algo.
- De hecho, yo engañé a mi esposo en primer lugar, la doctora Grey no supo de mi existencia hasta ayer, ella es sólo una víctima de todo mi desastre - aclaré con pesar, no podía dejar que algo personal afectara el trabajo de una persona tan dedicada y buena, ella merece algo mejor.
Fue un momento incómodo, pero la mirada agradecida de Grey valió la pena. Hasta yo me sorprendí por haberla defendido, pero creo que fue lo mejor, los únicos culpables aquí somos Derek y yo, ella no tiene que pagar por nuestros platos rotos. Me alegró ver su linda sonrisa, es como una princesa rubia, debo protegerla del idiota de mi marido a toda costa.
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Meredith está logrando ablandar un poco a Addison!! Creen que lo logre??