My little girl... (Nikki Sixx)

By ninanini_9708

10.3K 696 83

Nikki Sixx, deseoso de alcanzar el éxito con su banda, deseoso de tener todo lo que siempre quiere. Se enamor... More

1.
2.
3.
4.
5
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55. final.

28.

156 9 1
By ninanini_9708

Entre de nuevo a la capilla para darme cuenta que Carrie se abrazaba de aquel ataúd. No derramaba ninguna lágrima, solo estaba abrazada a él con sus ojos cerrados.
No le imagino que es lo que se siente perder un padre ya que jamás tuve una buena relación con el mio y lo más parecido que tenía a un padre es Tom, mi abuelo. Al mirarla destrozada me sentí peor, quisiera poder retroceder el tiempo y evitar que su padre se hundiera en toda esta mierda. Ella era una chica bastante buena y no merece sufrir por culpa de personas que no tienen control en su vida. Siempre la persiguen las desgracias por culpa de las drogas.

Me acerque a ella y la tome de los hombros. Se puso sus lentes oscuros y me tomó de la mano.

- Necesito aire. - Me comentó en el oído.

Salimos un rato, tomó asiento en unas de los escalones que están en la entrada y se recargo en mi hombro. Su mano está fría, más fría que el hielo.

- ¿Qué hice para sufrir tanto? - pregunto sin esperar respuesta, apreté un poco más su mano y bese su cabeza.

No había echo nada para sufrir de esta manera, ella no tiene la culpa de absolutamente nada de lo que pasa a su alrededor. La culpa no era de nadie más que de las personas que la rodean y que no tienen control sobre sus vidas.
Al llegar a casa después de que sepultaron a Lucas Weber, ella se acostó en la cama en posición fetal mientras abrazaba una almohada contra su pecho.
Me senté en el borde de la cama y puse mi mano sobre su hombro.

- Quiero estar sola, Nikki. - Hablo al mismo tiempo que cerro sus ojos.

- No puedes estar sola... va a venir Heather contigo un rato mientras voy a terapia. - Tal vez debería de estar con sus amigos.

Carrie no me dijo nada, se limito en responderme. Tome mi chaqueta y me marche.
No se como ahora será nuestra vida, yo estoy pasando por toda esta mierda junto con la banda. Ahora tenía que luchar contra los demonios internos de Carrie, eso ya era bastante para mi.
Pero estaba enamorado de esa chica, la amaba a pesar de todo y no iba a darme por vencido tan fácilmente.

Todo esto es demasiado difícil, estoy al borde de la locura y justo en este momento pasan más tragedias para caer encima de mi y terminar por hundirme.
Como siempre en la terapia, hablamos de nuestros problemas tanto como familiares como dentro de la banda. Todos sabemos que estamos a punto de desbordanos, somos dinamita contando los segundos para hacer explosión.
Supongo que nadie estaba más mal que yo en este momento.
Casi es año nuevo, Doc había dicho que estaban apunto de abandonar a la banda si no nos lográramos mantener sobrios para el próximo álbum.

Llegue a casa pasado de las 10 de la noche, llegué con una bolsa de frituras. Odiaba todo, absolutamente a todo y a todos, e incluso creo que estoy empezando a odiar a Carrie. Si, la amo demasiado pero este amor no me daba para más, yo quería volver a sentirme vivo como lo hacia aquella heroina pero nada funcionaba. No funcionaba follarla con frecuencia, el sexo no era lo mismo sin la heroina en mi.
No me importaba ni tocarla por un instante o a menos que su piel estuviese echa de heroina, ahí las cosas cambiarían para mi.
Tenía sexo con ella solo cuando ella comenzaba a seducirme no porque yo quisiese. Mierda... ahora estaba tan confundido en todo, no sabía que realmente me estaba pasando, las cosas estaban cada día más difíciles sin ella.

Aventé mi chaqueta en el sofá, me senté y prendí la televisión para distraer mi mente un rato. Aunque lo único que podría distraer mi mente era la persa, la heroina en mis venas.

Escuche unos pasos arrastrándose desde la escalera hasta la cocina, escuché que abrieron la nevera y sentí aquellos pasos acercarse a mi. Volteo hacia mi derecha y vi a Carrie, ahí parada con ese short pequeño de satin, esa blusa de tirantes y vi también como sus pezones sobresalen sobre la tela por el frío que está haciendo.
Es realmente sexy, pero aún así no lograba de dejar de pensar en la heroina.

- Intente dormir temprano pero no puedo. - se sentó al lado de mi con sus piernas cruzadas y poniendo un cojín en medio de ellas.

- Deberías de tomar alguna pastilla para dormir. - sugerí pero ella solo suspiro y recargo su cabeza en el respaldo del enorme sofá.

- Creo que debería de despejar mi mente de todo esto.

La mire y vi que su mirada estaba fija en el enorme televisor.

- Opino lo mismo.
Sabes que por el momento no puedo estar lejos de aquí, tengo que tomar aquella rehabilitación y durare un par de meses allá adentro.
¿Podrás estar sola durante todo este tiempo?

- Claro que puedo, soy bastante fuerte a pesar de todo. - me miro.

- No me gustaría dejarte sola.

- Tienes que estar bien, Nikki. - acaricio mi brazo. - Quiero que estés bien.

- Ven, acércate y quédate un rato conmigo. - hizo lo que le pedí, se acurrucó al lado de mi y la abrace. Subió sus delgadas piernas arriba de mi y recargo su cabeza en mi pecho.

- Te extrañe todo el tiempo que estés allá adentro. - acaricio un mechón de mi cabello.

Estaré meses sin saber nada del mundo exterior, me quedare encerrado en aquella clínica con los chicos o al menos con Vince y Tommy, ya que Mick no habría aceptado y había dicho después que el podía dejarlo porque el así lo quería y que no necesitaba nada de esas estupideces para dejar el alcohol.
Meses alejado de Carrie, otra vez.
No podíamos estar juntos porque siempre la vida se empeña a separarnos. Tal vez esta vez si podramos estar juntos después de salir de rehabilitación. Volveré ha estar sobrio y ella estará esperando por mi allá afuera con sus brazos abiertos.

Al fin tendría a donde ir después de salir de algún lado, al fin tenia una linda novia que esperaría por mi en casa con los brazos abiertos y dispuesta a amarme.

Carrie se quedó dormida con su cabeza sobre mis piernas, cubrí su cuerpo con mi chaqueta y mientras miraba la porquería que pasan por la tv, acaricio su hermoso cabello.
La acosté en la cama, cubrí su delgado cuerpo con la sabana blanca y me quede un rato admirando su belleza.
Espero que sea lo bastante fuerte para poder salir sola de todo este tormento, yo estando en aquella clínica es como si la hubiese abandonado en su peor momento pero estábamos exactamente iguales.

CARRIE.
Hoy al despertarme vi a Nikki a mi lado, esta despierto y al momento que se percata que me he despertado me mira serio. Siempre con aquella mirada de chico malo y a la vez tiene una mirada de que jamás a rato ningún plato. Sonreí como tonta enamorada.

- Pensé que estarías en la clínica.

- Mañana me voy. - dijo sin importancia. - Deberiamos de pasar todo el día juntos ya que los próximos meses vamos a dejar de vernos.

- Puedo ir a visitarte a la clínica.

- Si tienes razón pero creo que es mejor que no lo hagas.

- ¿Por qué? - le preguntó confundida.

- Debes de alejarte un momento de todo esto relacionado con las drogas, prefiero que hagas algo que realmente te gusta y que el día que salga de allá tu estés esperándome.

- Una idea algo tonta, ¿No crees?
Yo quiero estar contigo y apoyarte en todo esto. Algo que no pude hacer con mi padre y...

- No soy tu padre, soy Nikki y estaré bien allá adentro. Quiero que tu estés bien acá afuera.
¿Prométeme que estarás bien aquí?

- Lo prometo. - dije resignada.

Me tomo de ambas mejillas y planto un beso en mis labios.
Fue recostandome poco a poco en aquella enorme cama, sus manos empezaron a viajar por cada parte de mi cuerpo y sus besos subieron de nivel. Nuestras lenguas se encontraron en una apasionante batalla y nuestras respiraciones se comenzaron a mezclar.
Se posiciono entre mis piernas, se hincó y quito su playera, quedando con el torso desnudo.
Desesperado rompió aquella blusa de satin por la mitad, mis pechos salieron disparados ante su mirada lujuriosa y llena de deseo. Mordió, besos, lamio, acaricio y demás cosas hizo con mis senos expuestos.

Me volteo boca abajo en un movimiento algo brusco, levando mis caderas y bajo mi short e hizo mi pantaleta hacia un lado y empezó a dar suaves caricias en mis labios vaginales. Yo solo me agarre a las sabanas que están abajo de mi. Sus dedos expertos sabían como tocar cada parte de mi cuerpo, pasaba por toda mi vulva y después introducio dos dedos en mi. Di un pequeño brinco y solté un jadeo. Pego su pecho a mi espalda sin dejar de penetrarme con sus dedos largos.

- Eres toda mía. - susurro en mi oído. - de nadie más. - lamio mi espalda a la vez que dejo un pequeño mordisco en mi hombro.

Sentí que me moría de placer, cada pensamiento amargo desapareció de mi mente. Sentí como su lengua tocaba mi vagina, un escalofrío paso por toda mi columna. Su lengua se había apoderado de mi clitoris mientras que sus dedos hacían lo suyo dentro de mi.

- N-Nikki voy a... - No logre terminar la palabra ya que empezó a mover sus dedos más rápido y los metía hasta el fondo.

- Correte, nena. - dijo con su voz ronca por la excitacion.

No aguante más, me corrí y Nikki gustoso recibió todo de mi.
Escuche que empezó a bajarse los pantalones y sin previo aviso me penetro. Jadee. Me tomo de las caderas y comenzó a penetrarme de una manera bastante bestia. Con sus manos me daba golpes en los glúteos, me tomó del cabello y volvió a pegarse a mi espalda.

Termino por quitarme mi pantaleta, me volteo para ponerme de espaldas contra el colchón, me tomó de las muñecas y levanto mis brazos. Amarro mis mueñcas con un un pañoleta y las ato a la cabecera de la cama.
Me miro sonriente y se acercó a mi rostro.

- Eres tan... sexy. - me tomo de la barbilla y yo solo lo mire atenta a que me iba hacer. - Mierda, Carrie. Quisiera hacerte miles de cosas en este momento, pero tengo miedo que te asustes. - acaricio mis senos y a la vez los apretó. - Déjame hacerte lo que me plazca por hoy.

- ¿Qué tienes en men- te? ‐ cerré los ojos al sentir como con sus dedos empezó a jugar con mis pezones.

No me respondió, solo me regalo una enorme sonrisa que a la vez me pareció aterradora.
Tenía ganas de abrazarlo, fundirme en sus labios pero mis brazos amarrados en la cabecera me lo impidieron.
Saco algo parecido a un vibrador de su cajón, creo que era especialmente para el clitoris. Empezó a penetrarme tan rudo y puso aquello en mi clitoris. Mierda... estaba en el paraíso. De vez en cuando me volteaba a ver y después volvía a ver su gran trabajo allá abajo.
Aventó aquel aparato por algún lado de la habitación, volvió a ponerme en cuatro y quede con el rostro sobre la almohada, voltee hacia un lado para no asfixiarme y sentí como empezó a meter algo extraño en mi vagina. Pero aquello se sentía bastante bien. Quise voltear a ver que era pero no pude hacerlo.

Mierda, Nikki no tuvo piedad de mi esta mañana. Me penetraba de una forma bastante violenta pero de alguna forma me excitaba aun más. Yo no podía hacer nada, estaba atada a aquella cabecera y mis movimientos eran algo limitados. Moría por acariciarlo pero no podía, además de no saber que tantas cosas me metía. Estaba a su merced, estaba ahí como toda una sumisa. Podía hacerme lo que el quisiera y yo no le reprocharia nada y eso el lo sabía.

Volvió a ponerme boca arriba, apretó mis pezones con sus dientes sin dejar de penetrarme. Por un momento sentí que arrancaría mis pezones pero no fue así, al ver mi cara de dolor rápido se separó y empezó a darle pequeños masajes para apaciguar el dolor en ellos.
Termine de correr me por segunda vez en la mañana y Nikki se corrió dentro de mi. Salió de mi y se acostó a mi lado. Tratando de recuperar la respiración me miro sonriente.
Con mis manos aun atadas y mis piernas estiradas para después flexionarlas un poco mire a Nikki.

- ¿Qué tanto me metiste??

No me dijo nada, solo dio la vuelta para quitarme aquel pañuelo y aproveche para abrazarlo fuerte de la cintura. Acaricio mi cabello que caía sobre mi frente sudada.

- Joder, no sabía que... mierda Carrie, me encantas. - me volvió a besar y giro conmigo sobre la cama para quedar arriba de mi.

Me sentí la mujer más hermosa del mundo, Nikki sabía como mirarme y hacerme sentir la chica más sexy de todo el planeta entero.
Dejo de besarme para mirarme a los ojos, acaricio mi mejilla.

- ¿Nikki, que tanto me metías? - pregunté curiosa. Temí qué hubiese metido una botella o algo por el estilo. Se que es un pervertido y que podría hacer cualquier cosa por saciar su sed de sexo. Pero sonrió.

- Tranquila, jamás te metería algo que te dañara. - beso mi cuello. - Solo fueron varios consoladores de diferentes tamaños y formas que compre especialmente para utilizarlos en ti. - dijo mientras aun seguía besando mi cuello.

- Nikki, te amo y te voy a extrañar mucho este tiempo que estar ahí adentro. - me miro.

- Valdrá la pena esperar. - me dio un húmedo beso en los labios.

- Lo sé. - respondí

NIKKI
Esta mañana Carrie me pareció bastante sexy, me dieron ganas de follarla en cuanto mis ojos la vieron. Pero quería hacerlo sin que ella me tocara y se me ocurrió la brillante idea de atarla en la cabecera.
Jamás lastimaria a Carrie, jamás le metería botellas, teléfonos entre otras cosas. Ella no era una grupie con la que me divertía y se me acaban las ideas de que hacer con esas chicas. Carrie, es la mujer que amo y amo disfrutar cada momento con ella.

Después de una ducha rápida que nos dimos los dos, decidí salir a desayunar. Hoy es el último día que estaré con ella y tendría que aprovecharlo al máximo.
Al parecer ella hoy esta de buen humor y como no estarlo después de la tremenda buena follada que le di esta mañana. Pasaría el día entero follandola pero tendríamos que ir a comer, más que nada por ella porque me preocupa que no coma bien y pues quería llevarla a comprar unas cosas antes de encerrarme por meses en aquella clínica.
Se puso unos jeans negros ajustados a su cuerpo de tiro alto, una blusa de tirantes de color rosa, sus converse negros y una chaqueta de mezclilla. Dejo su cabello suelto para que se secara con la intemperie y yo solo me puse pantalones de mezclilla, mis botas y una playera negra, sin dejar mi chaqueta de piel negra.
Durante el desayuno en aquel restaurante italiano, Carrie me comentó que tendría que ir con el juez mañana por la tarde, para escuchar el testamento de su padre.
Lamente no poder acompañarla en todo esto que ha de ser muy difícil para ella.

Pasamos todo el día juntos, de un lado para otro. Como una pareja de adolescentes. Quiero matar la maldita abstinencia y que mejor que follarme una y otra vez a Carrie.
Me hacía falta la droga y lo único que me mantuvo al margen este día, fue follarme a Carrie en los baños de aquel restaurante Italiano. Nos escabullimos sin que nadie se diera cuenta, aunque a mi no me importa en lo más mínimo.

Salí por carretera en la harley, con Carrie pegada a mi espalda y abrazándome por la cintura. Terminamos por llegar a un mirador abandonado, donde la ciudad de los Ángeles se ve de puta maravilla.
Una vez más ahí, subí a Carrie a la moto, baje sus pantalones al igual que los míos y la folle en la motocicleta.
Estaba tan desesperado por todo que no me importaba el lugar donde me follara a mi chica. Ella jamás se opuso a ninguna de mis ideas por el día de hoy, ella también estaba igual que yo. Necesitaba hundir sus penas y dolores en el sexo.

Llegamos a casa después de las 11 de la noche, llegamos desesperados. Quitándonos la ropa al mismo tiempo que entramos a través de aquellas puertas de madera. Dejamos un camino de ropa hasta la habitación, donde la tumbe de nuevo en aquella y volví a follarla como un animal en celo.
No tengo ni idea de cuantas veces terminamos cogiendo el día de hoy, pero de lo que estoy seguro es que hoy fue un día de bastante sexo que estoy seguro que al día siguiente me dolerá el pene al intentar mear.
La azote una y mil veces en su trasero, jugué con sus pechos a mi antojo.

Terminamos acostados en aquella cama en la famosa posición de cuchara. La abrazaba fuerte y la pegaba a mi pecho. Mis brazos la rodean por el pecho, hundo mi cabeza en su cuello y aspiro su rico aroma natural.
Estamos totalmente desnudos en aquella enorme cama no compartimos palabra alguna, el silencio es agradable y con eso basta para decir que ambos nos amamos.

- Gracias. - digo de repente

- ¿Por qué, Nikki? - comenta sin saber a que me refiero.

No respondi, no tuve aliento para decirle que era por estar conmigo, con aquel hombre que había vuelto de la muerte. Por ser una buena mujer conmigo y amarme a pesar de ser una mierda de persona. No sabía como estar agradecido aunque también todo esto es aterrador.

Apenas y ayer ya no soportaba a Carrie, o soportaba tocarla ya que no me apetecía hacerlo. Pero el día de hoy tuve un hambre insaciable de Carrie.
Pero a pesar de todo yo seguía necesitando la puta heroina más que a cualquier mujer en el puto mundo.

.....

Continue Reading

You'll Also Like

5.8K 628 8
á𝐥𝐯𝐚𝐫𝐨 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐱 𝐨𝐜 El año del 76 fue en el que cursé quinto de bachillerato y tambien, el año en el que me enamoré por primera vez. ⓘ...
22.6K 1.5K 66
En esta historia conocerás a Raider un joven que vivía una vida normal, hasta que un dia es trasportado a el mundo de League of Legends pero no como...
63.1K 2.8K 30
𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑖𝑒𝑛𝑠𝑎𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑛𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑛 𝑛𝑎𝑑𝑎.. 𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 𝑦 𝑝𝑎𝑐𝑖�...
1.9K 106 29
Blair es una chica de 16 años perteneciente a la familia Rosier y Grindelwald. Ella a estado toda su vida enamorada de Regulus Black, pero este ni s...