FORMULA HEART || Charles Lecl...

By Andromeda1655

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Alice Agnelli es obligada a trabajar para Ferrari luego de que su padre se hartara de su estilo de vida fiest... More

Duditas👀
Notas🏎
Prólogo (0)🏎
Welcome back🏎 (1)
Ferrari princess🏎 (2)
Are you really? (3)🏎
1/22 (4)🏎
The debut (5)🏎
Getting closer (6) 🏎
Boat day (7)🏎
Confesiones (8)🏎
Picture day (9)🏎
Come home with me (10) 🏎
What did you say? (11)🏎
Its over (12) 🏎
After party (13)🏎
Charles's POV (13.5)🏎
Sainz's House (14)🏎
Alice's birthday (15) 🏎
Mónaco (16)🏎🔥
How could you? (17)🏎
Visitas inesperadas (18)🏎
Look what you made me do (19)🏎
Max's POV (19.5)🏎
Cardigan (20) 🏎
Trapped (21)🏎️
Hola...
Mad Max (22)🏎
True colors (23)🏎
Getaway car (24)🏎
The next morning (24.5)🏎
Snap out of it (25)🏎
México (26) 🏎
Private jet (27)🏎
In love? (28)🏎
Verdad o reto (29)🏎
Heaven (29.5)🏎
The great war (30)🏎
Calm night (30.5)🏎
Home (31) 🏎
Matilda (31.5)🏎
Panic attack (32)🏎
Lover (33)🏎
Until I Found You (33.5)🏎
New territory (34)🏎
Winter Break (35)🏎
Christmas (36)🏎
Monaco's redemption🏎 (37)
Under the stars🏎🔥(37.5)
xoxo, gossip girl🏎 (38)
Dress (39)🏎
It is what it is (40)🏎
Elevators and hotel rooms (41)🏎
Flashback (42)🏎
Old lovers (43)🏎
Let it happen (44)🏎
Change (45)🏎
You're losing me (46)🏎
Watercolor eyes (47)🏎
Chili (47.5)🏎
Daddy's home (48)🏎
Memories (48.5)🏎
The bet (49)🏎
The story (49.5)🏎
Kiss, kiss (50)🏎
Daylight (51)🏎
POV (52)🏎
Inevitable (52.5)🏎
The dinner (53)🏎
Snow on the beach (54)🏎
Love, fun, etc.🏎 (55)
Details (55.5)🏎
Champagne Problems (56)🏎
Her turn (56.5)🏎
New York (57)🏎
Sorpresa (58)🏎️
Mirrorball (58.5)🏎
The man (59)🏎
3 steps back (60)🏎
Anti-hero (61)🏎
Monza (62)🏎
right where you left me (63)🏎
Shame (64)🏎️
the phone call (65)🏎
Afterglow (66)🏎
Jealousy (22.5)🏎
Leclerc, Sainz, Agnelli (67)🏎
Unsafe (68)🏎
Daño colateral (69)🏎
Ferrari Gala (69.5)🏎
Disfraces (70)🏎
Unlucky (70.5)🏎
Las Vegas (71)🏎
Nuevas perspectivas (72)🏎
Pasta (73)🏎
Problemas (74)🏎
Chats (74.5)🏎
Verdades (75)🏎
Invisible string (76)🏎
Love at first speed (77)🏎
Last christmas (77.5)🏎
The one - pt.1 (78)🏎
The one - pt. 2 (79)🏎
Daddy (80.5) 🏎
Endings, begginings - (Epílogo)🏎
AGRADECIMIENTOS 💌 ( ∞)
Canon - Formula Heart 🎀
Long live [Extra]🏎

Una buena vida (80)🏎

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By Andromeda1655


[Sí, este es el capítulo final. Sí, tendremos epílogo.]

Disfruten :)

***

Mi corazón late con fuerza en mi pecho al ver a Charles comenzar la última vuelta. Está teniendo un buen ritmo, ha estado cuidando sus neumáticos y tiene todo para ganar. Es un profesional, ha hecho esto miles de veces, pero yo me sigo poniendo nerviosa como la primera vez que lo vi subirse a un monoplaza.

No puedo dejar mis manos quietas un segundo, y ahora que lo pienso, estoy más nerviosa viendo la carrera desde casa, a comparación de cuando estoy en el garage teniendo acceso a todas las estadísticas. Es curioso. Estando ahí puedes sentirlo todo mil veces más: los nervios, la emoción, el sonido. Pero ahora estoy del otro lado de la pantalla, viéndolo todo con 7 segundos de retraso. Tal vez se deba a que estando presente al menos tengo la sensación de que estoy en control de algo.

Pero no es hasta que pasa la ondeante bandera a cuadros que realmente mi corazón pudo estar tranquilo.

– ¡Charles Leclerc es el ganador de el Gran Premio de los Países Bajos!

Suelto un suspiro desde lo más profundo de mi ser, llevando las manos a mi pecho, sintiendo los latidos disminuir cuando lo veo quitarse el casco y esperar su turno en las entrevistas. Estoy segura de que nunca antes me había puesto así de nerviosa al ver una carrera.

Se ve guapísimo. Las victorias le quedan bastante bien, y desde hace mucho tiempo, esas suceden casi cada fin de semana. Y es que tener dos campeonatos en el bolsillo e ir a la delantera por el tercero es decir poco, el tipo está radiante.

Se sube al podio y levanta el trofeo con júbilo, apuntando a las cámaras y dedicándoles una sonrisa. Estoy muy orgullosa de él, sé lo mucho que le costó sentirse completamente cómodo en un auto que podía darle lo que él necesitaba, así que espero que siga ganando por muchos años más. Nadie se lo merece más que él.

Cuando termina la transmisión pongo mi serie favorita de fondo mientras recojo algunas cosas que están fuera de lugar en el departamento, pero un par de mensajes me hicieron regresar mi atención a mi teléfono.


Mi amor Charlie❤️🏎

¿Me viste en televisión?

Ace❤️

¿Tú eres el pretencioso arrogante de rojo?

Mi amor Charlie❤️🏎

Guapo* pretencioso arrogante.

De rojo😉

Ace❤️

Felicidades por la victoria🥳

Quisiera estar ahí para darte tu premio.

Otro premio.

Mi amor Charlie❤️🏎

La única razón por la que gano.

¿Cómo están ustedes, por cierto?

¿Todo bien?

Ace❤️

Te extrañamos, es todo.

Mi amor Charlie❤️🏎

Los extraño también :(

Pero ya casi nos vemos, y cuando eso pase, no pienso dejarte en paz.

Tómalo como tú quieras😼

Te tengo que dejar, tengo otra entrevista en 3 minutos.

Te amo, te llamo en la noche.


Así que paso todo el día haciendo lo típico. Ya me había acostumbrado a mi nueva rutina, pero trato de no hacerlo demasiado, porque sé que dentro de poco todo va a volver a la normalidad. De alguna forma. Aún no hemos descifrado cómo, pero ya veremos luego.

(...)

Cuando cae la noche, el departamento parece estar en paz y con todo en orden, así que me relajo cuando su nombre ilumina la pantalla, y lo primero que me dice me hace sonreír y extrañarlo todavía más.

– ¿Qué traes puesto? – pregunta con voz ronca del otro lado de la línea, y a pesar de la distancia, eso es más que suficiente para hacerme sonrojar. Gracias a dios no está aquí para verme, porque jamás dejaría de molestarme.

Aún así, le echo un vistazo a mi atuendo. Es algo simple, inclusive para ser una pijama, pero me hubiera gustado estar usando algo diferente.

– Nada especial. Tu playera azul marino y unos shorts. Los rojos que te gustan.

– Qué sexy, mi amor. – murmura con una sonrisa. Porque sí, es fácil darse cuenta de que está sonriendo. – Espera, ¿estás usando mi playera de Pleasure is a serious matter?

– Sí. Fue lo primero que encontré. – juego con el borde gastado de su playera, imaginándolo con una sonrisa como si estuviera aquí conmigo, porque siempre le ha gustado verme usando sus cosas.

– Está bien, usa lo que quieras. Solo que me gustaría estar ahí para demostrarte qué tan en serio me tomo la inscripción de esa playera.

– Llevamos años juntos, ¿crees que no me he dado cuenta de qué tan en serio te lo tomas?

– Nunca está de más, princesa. – Escucho que su cama rechina un poco, y sé que se está preparando para dormir también. – Y... ¿quieres hablar – hablar, o hablar? – pregunta agregando su tono sugerente a la última palabra de la oración.

Lo único divertido de estar separados durante tanto tiempo es que pudimos experimentar con otras cosas, pero ya habíamos tenido una de esas llamadas ayer, y estoy algo cansada para repetir. Aunque sé que no lo estaría si lo tuviera aquí conmigo.

– No, hoy realmente quiero hablar. – respondo dejando el celular en altavoz sobre su almohada.

– No hay problema. ¿Estás en la cama?

– ¡Te dije que solo quería hablar!

– Ajá, pero quiero estar seguro de que estés en un lugar cómodo. No en la sala, no en el balcón o en el cuarto de la bebé. Lo digo en serio, Alice, por eso no has estado durmiendo bien.

– No he estado durmiendo bien porque tu hija cree que el mejor momento para estar despierta es en la madrugada.

Suelta una risita del otro lado de la línea que me hizo extrañarlo con todo mi ser.

– ¿Cómo es que es solo mi hija cuando no te deja dormir, pero nuestra hija cuando es adorable y hace cosas bonitas?

— Ya, ya. Estoy en nuestra cama, sí. — repongo rodando los ojos al mismo tiempo que me deslizo bajo la pesada manta.

— Okay, cierra los ojos. ¿Estás en una posición cómoda?

— Ahora suenas como uno de esos videos de meditación guiada.

— Shh, estoy intentando hacerte dormir. ¿Estás cómoda? – agrega entre risas.

— Sí.

— Bueno. Pues, ¿por dónde comienzo? Eh... las carreras van bien. Estoy seguro de que las ves cada semana, pero nunca está de más darte los detalles. La temporada pinta para bien, los chicos te extrañan mucho. Carlos dice que soy un desastre sin ti.

Sonrío al plantear el posible escenario en el que Carlos pudo haberle dicho eso, me causa mucha gracia la dinámica de hermanos que tienen ellos dos: siempre molestándose pero estando incondicionalmente para el otro, y con Chili dispuesto a decirle sus verdades cada que lo necesita.

— ¿Y bueno? ¿Lo eres?

— Me las arreglo. Solo lo dijo porque perdí mi pase de paddock la semana pasada, y tuve que esperar afuera en lo que me traían otro. ¡Es ridículo! Mi cara está impresa por todos lados, soy el campeón, por el amor de dios, ¿por qué no simplemente me dejan pasar?

— Porque son las reglas, Leclerc. Tienes que acatarlas.

— Como sea, estoy seguro de que no lo hubiera olvidado si vinieras conmigo. No puedo esperar a verlas otra vez. Las extraño mucho.

— Te extrañamos también. Pero ya casi nos vemos. Dijiste que vendrías en un par de días, ¿no?

— Es el plan, sí. Pero shhh, se supone que no debes hablar, estoy intentando que te duermas.

— ¡Pero quiero seguir escuchando!

— Buenas noches, Alice.

Me dejo llevar por el sonido de su voz, reconfortándome al escucharlo tan de cerca, aunque siguiera estando lejos. El punto de estas llamadas es ayudarme a dormir, así que Charles comprende cuando no le contesto, pero de todas formas sigue hablando hasta que está seguro de que estoy dormida.

Quisiera ponerle toda la atención del mundo, hacerle mil preguntas respecto a lo que me está contando, y burlarme cuando se amerita, pero mis párpados pesan como nunca antes en la vida hasta el punto que me arden los ojos cuando los cierro, ajenos y extrañados al experimentar una noche tranquila después de tanto tiempo.
Me obligo a cerrar los ojos y acurrucarme cada vez más contra su almohada, provocando la sensación de que lo tengo a mi lado mientras me platica todo lo que ha pasado desde la última vez que nos vimos.

Ciertamente Maddie no me ha dejado dormir mucho, pero por más cansada que esté, no puedo dormir cuando tengo tiempo. Ella es tan pequeña y delicada, y es lo más valioso que tengo. No quiero dejarla sola nunca, así que no puedo dormir.

Esta es la primera noche que puedo conciliar el sueño por varias horas seguidas en un par de semanas, y cuando me despierto por la mañana me siento mucho más energética que estos últimos días. Mi celular amanece completamente descargado en el mismo lugar donde lo había puesto la noche anterior, así que lo pongo a cargar y me dirijo a la cocina para preparar la primera de muchas tazas de café que bebería a lo largo de la mañana.

Maddie está plácidamente dormida en su cuna junto a nuestra cama. Tiene su cuarto propio, pero ni Charles ni yo nos sentimos cómodos con que duerma sola siendo tan pequeña, así que de momento nuestro cuarto sigue siendo su cuarto.

Podría mirarla por horas y no aburrirme. Sus pestañas encuadrando sus enormes ojos que ven todo en el mundo con curiosidad, literalmente conociendo todo por primera vez. Sus delicadas manos se cierran en puños alrededor de mis dedos, y cuando me inclino sobre ella para besar su frente, juega con mi collar de monoplaza, sonriendo al tenerlo tan de cerca.

¡Y es tan pequeña! Y es mía también. De los dos. Nosotros hicimos eso.

Creo que esa es una de mis cosas favoritas de ella, que tiene una parte mía y de Charles, lo mejor de cada uno.

Es una bebé apenas, y sé que siempre me burlé de los padres que solían decir que sus hijos se parecían a ellos el mismo día que nacían, pero yo también lo hago casi sin darme cuenta, porque Maddie es idéntica a Charles. Sus mismos ojos, su misma sonrisa. Su corto cabello castaño que resplandece bajo el sol cada que me siento con ella en el balcón para ver el atardecer. Inclusive su capacidad de iluminar el cuarto en el que entran, ella tiene eso también.

Pasta la adora muchísimo igual. Desde que la trajimos a casa, duerme a pie de su cuna todas las noches, y la mira con curiosidad al ponerse en sus patitas traseras para verla mejor cuando duerme.

Estoy enamorada de ella, porque es preciosa y tiene una parte de la persona que más amo en el planeta. No puedo esperar para que sea parte de todo nuestro mundo, que conozca absolutamente todos los lugares a los que podemos llevarla, y sea parte del equipo también. Por su parte, Charles ya le compró su primera gorra de Ferrari, porque ahora que lo pienso, esta bebé es lo más Tifosi que se puede ser. 

No sé si pueda reconocer a Charles a través de una pantalla, pero cada vez que aparece en las entrevistas pongo a Maddie frente al televisor, y podría jurar que sonríe cada vez que lo ve.

Podría verla durante horas. Es el ser más hermoso del planeta, jamás podría cansarme, pero noto que tengo algunos mensajes que Charles me envió en la madrugada, justo cuando me había quedado dormida.


Mi amor Charlie❤️

Te dormiste en algún punto entre las 3:00 y las 3:24 am.

Ya vamos mejorando.

Pero por favor, si durante el día encuentras un momento para dormir, hazlo.

Ace❤️

¿Y qué momento se supone que es ese?

Mi amor Charlie❤️

Cuando Maddie duerma, duuuh.

Va a llegar un paquete dentro de poco. ¿Puedes recibirlo? Es para ustedes.

Ace❤️

Si es un peluche más, te juro que voy a pedirte el divorcio

Mi amor Charlie❤️

😳😳😳


Y no bromeo. Sabía que a Charles le encanta regalar cosas, es uno de sus tantos lenguajes de amor, pero le ha comprado tantas cosas a Maddie que ya no caben en su cuarto. Peluches de todos los animales habidos y por haber, muñecas, carritos. Cualquier juguete que se puedan imaginar, Charles ya se lo compró.

Y todo para que duerma con el peluche en forma de monoplaza que le había regalado el día que nació. Le cautivó el color rojo, de eso estoy segura. Sé que para ese entonces no lograba distinguir bien los colores, pero juro que quedó flechada desde ese momento.

Carlos, como buen padrino que es, también le regala cosas cada vez que puede. Literalmente cada que nos vemos le trae algo nuevo.

Después de un rato Maddie está tranquila en su cuna, demasiado entretenida en Pasta dando vueltas por el cuarto, así que decido llamarle a Charles.

— Buenos días, princesa, ¿cómo amanecieron mis dos chicas favoritas en el mundo? — dice sonando muy contento del otro lado de la línea. Por los mensajes que me envió, él también tuvo que dormirse pasadas las 3, ¿cómo es que tiene tanta energía?

— Mucho mejor. Madeline pudo dormir durante toda la noche, y gracias a ti, yo también.

— Un placer poder ayudar. Llámame cuando quieras no dormir toda una noche también.

Siento el calor formándose en mis mejillas, tornándolas de un color rojo intenso. Gracias a dios alguien tocó a la puerta en ese momento.

— Espera, tu paquete llegó. Déjame ir a abrir.

— Te prometo que no son más peluches, ¿okay? Pero sé que te va a gustar.

Me encamino hacia la puerta, pero no hay ningún paquete o caja del otro lado una vez que la abro.

— ¡Charles! — me dejo ir a sus brazos, que me esperaban ansiosos luego de pasar tanto tiempo separados, y dejo que me abrace, porque siento que han pasado años desde la última vez que nos vimos, aunque realmente solo ha pasado poco más de un mes. — ¿Qué haces aquí? Pensé que vendrías hasta la próxima semana.

— Me desocupé antes, ¿y qué mejor que pasar mis días libres aquí?

Me rodea con sus brazos, apretándome contra su pecho con fuerza mientras entra al departamento, y una vez que cierra la puerta detrás de él, es que sus labios se encuentran con los míos. Sedientos y desesperados por tenerme de la misma forma en que yo misma lo había estado anhelando estas últimas semanas. Porque fue poco tiempo, pero es más de lo que alguna vez habíamos pasado separados.

— ¿Cómo estás? Las dos.

— Muy bien. Algo cansada a lo mejor, pero todo muy bien.

Me dedica una sonrisa al quitar el cabello que caía sobre mi cara y acomodarlo detrás de mi oreja.

— ¿Estás segura? Yo te sigo viendo bellísima.

— No, no es cierto. Me veo de la mierda, pero gracias por hacerme sentir mejor.

Coloca sus manos en mi cintura, y de pronto todo regresó a la normalidad. Charles hace eso conmigo desde que tengo memoria, y me encanta que lo siga haciendo hasta el día de hoy. Sé que a estas alturas está perfectamente consciente de lo que algo tan simple causa en mí, pero me gusta que lo haga.

— ¿Maddie está despierta?

— Averígualo tú mismo.

Su mirada se ilumina cuando le digo eso. Es muy fácil darte cuenta de lo mucho que Charles ama a Madeline también. Con todo su corazón, incondicionalmente. Jamás voy a olvidar el día que se lo dije, porque fue una de las reacciones más puras y sinceras que he presenciado en mi vida. El brillo que se asentó en sus ojos desde ese momento, y no se ha borrado desde entonces. Lo habíamos planeado, por supuesto, pero fue una sorpresa de todas formas. Una sorpresa preciosa inmortalizada en una sonriente bebé de 4 meses.

— Hola, princesita. — se inclina para darle un beso en la frente, y Maddie se queda quieta bajo sus labios, casi como si se sintiera deslumbrada al tenerlo aquí. — ¿Me extrañaste?

Con cuidado, Charles la saca de la cuna para arroparla entre sus brazos. Nuestra hija pasa sus manos por el rostro del monegasco, sonriendo al sentir el contacto de su corta barba incipiente, apuñándolas en su cabello también.

Sus ojos brillan al verlo, probablemente maravillada ante su sola presencia, o por el llamativo color rojo que siempre parece estar usando.

— Te extrañé, mini yo. Pero ya estoy aquí. ¿Me extrañaste tú también? — le pregunta a su pequeña descendencia, aunque no podemos obtener una respuesta todavía. De igual forma, Maddie le regala una sonrisa y un par de balbuceos. — No has dejado dormir a tu mamá por lo que escucho. No te culpo, yo también lo hago. Por razones diferentes, por supuesto, pero por eso vine a pasar un par de días con ustedes.

Ver ese tipo de escenas me parece irreal, porque si alguien me hubiera dicho hace 5 años que recién me mudé de vuelta a Italia que terminaría casada con mi mejor amigo de la infancia, con un perro y una bebé como resultado de esa relación, me hubiera reído a carcajadas.

Y huido. Sí, probablemente hubiera huido sin mirar atrás y sin poner un pie aquí nuevamente.

Pero aquí estamos, y estoy feliz con esto. Es curioso porque recuerdo perfectamente bien el momento en el que se me cruzó por la cabeza tener hijos por primera vez. Dicho pensamiento se deslizó por mi mente sin habérmelo propuesto, pero se instaló hasta quedarse arraigado en mí, jugando con la idea, sonriendo ante la posibilidad.

Fue durante el himno nacional de aquella carrera, cuando Charles le quitó gentilmente la gorra a uno de los niños de la alineación para mostrar respeto durante la ceremonia. Fue algo muy simple, pero fue más que suficiente para comenzar a preguntarme un constante "¿por qué no?". De ahí le siguieron varias cosas como la forma en que amarró mis agujetas ese día de karting, o todas las veces que me cubría con la sábana a pesar de que no suele darme frío.

Pero pensaba en eso, en lo buen padre que yo siempre supe que sería. Y no ha dejado de demostrarlo desde que Madeline está con nosotros.

No me di cuenta de en qué momento había puesto a Maddie sobre la cama, y él estaba a un lado de ella, con su cabeza sostenida por su mano para verla con toda la atención del mundo.

— Es igual de bonita que tú. Se parece a ti.

— Estás demente. Es idéntica a ti, Charles. — contradigo al acostarme al lado contrario, dejando a Madeline en medio.

— Como sea, es bellísima. Tal vez lo sacó de los dos.

Atesoro mucho los momentos como este, cuando estamos los 4 simplemente existiendo. Sin hacer nada.

— ¿Cuándo voy a tenerte de regreso?

— Pronto. Cuando Maddie pueda ir a una carrera también.

— ¡La hija de Kevin lo acompaña todo el tiempo!

— ¡La hija de Kevin es mayor! A Maddie ni siquiera le quedan los audífonos. Además, temo arruinar tu carrera si estoy preocupada por ella, así que prefiero esperar.

Mira a la bebé nuevamente, y su mirada parece suavizarse al encontrarse con Maddie jugando con mi cabello. Es la bebé más amada del mundo, de eso estoy segura.

— Bueno, me parece justo. Cuando te sientas cómoda para regresar yo te voy a estar esperando.

(...)

Es Charles quien se encarga de ella durante todo el día. Insistió encarecidamente que no hiciera absolutamente nada hoy, incitando a que me fuera a dormir o al menos que lo dejara a él hacerse cargo de todo. Y es gracioso verlo intentar hacer pasta, cargar a Maddie, preparar sus cosas y entretener a Pasta al mismo tiempo.

Aún así, creo que lo hace de maravilla.

Me gusta verlo en este contexto, porque durante años había dicho que ser papá era uno de sus sueños, pero verlo en la práctica es completamente diferente. Es como si hubiera nacido para esto -literalmente-. Sabe cómo reaccionar, conoce los riesgos de las cosas, sabe qué hacer y qué no hacer. Recuerdo que los primeros días solía frustrarme un poco porque las cosas no me salían a la primera, pero no él. Él parecía tener un manual de usuario perfectamente redactado.

Se mueve de un lado a otro en la cocina mientras prepara pasta al pesto, y abraza a Maddie dejando besos en su cabeza literalmente cada que se acuerda. Ella lo mira maravillada con cada cosa que hace, riendo cada vez que juega con nosotros o ve a Charles interactuar con Pasta.

Y a mí me parece precioso el simple hecho de verlo convivir con ella, porque sé que siempre quiso tener hijos, pero una niña sobretodo. Y se ve feliz con todo esto, satisfecho con su vida. Disfrutando de las cosas que otros encontrarían tediosas como cambiarla o arreglar las cosas que conlleva. Él las hace con gusto. No sé si se deba a la nostalgia de no pasar tanto tiempo con ella como la mayoría, o simplemente porque estuvo esperando este momento desde que tuvo uso de razón.

Pasamos todo el día en el sofá, viendo películas y jugando con Maddie, y para cuando cae la noche, Charles se encarga de arroparla y ponerla en la cuna de nuestro cuarto. Me parece adorable verlo acomodando el peluche de carrito junto a ella, y cubriéndola con la manta antes de dejar un beso en su frente.

— Me gusta esto. — susurra al señalar el carrusel que cuelga encima. Cuyas figuras colgantes consisten en carritos, banderas a cuadros y neumáticos sostenidos por hilos de colores. — Recuérdame quién se lo regaló.

— Max. Es un buen regalo, va a encantarle cuando duerma en su cuarto propio y pueda disfrutar de todas las cosas que tiene ahí también.

— ¿Crees que le guste la decoración que escogimos para ella?

La mayoría hubiera optado por muñecas, color rosa y animales pintados en la pared. Nosotros por peluches de todo tipo, trofeos y autos a escala. Pero ella podrá decorarlo a su gusto cuando sea mayor.

O quién sabe, tal vez la decoración de trofeos le termine gustando tanto como a nosotros, pero solo el tiempo dirá.

(...)

Había estado exhausta toda la semana. Mañana, tarde y noche. Aunque a decir verdad, esos 3 momentos del día se habían desdibujado completamente hasta convertir mi rutina en una hoja en blanco que se iba llenando con lo mismo.

Y no me quejo, ver a Maddie mirarme con sus enormes ojos es recompensa más que suficiente, pero de todas formas extraño dormir. Solo duermo cuando ella lo hace, y si durante el día tiene mucha energía, en la noche todavía más. Ahora, por ejemplo, estoy segura de que va a despertar dentro de poco, porque ya conozco su rutina.

— Ven, acuéstate conmigo un rato. — dice golpeando el espacio en el sillón junto a él.

Le hago caso y me acurruco en su pecho, escondiendo mi cara en su cuello, y de inmediato entrelaza sus manos detrás de mi espalda para asegurarme contra él. Ninguno dice nada por un momento, al menos hasta que siente mi cuerpo relajarse junto al suyo. Había extrañado esto de estar con Charles, y fue en ese momento que se me ocurrió que tal vez no había estado durmiendo bien porque no lo tengo a mi lado.

Abrazo a mi almohada, sí, pero una vez que te acostumbras a algo, es difícil volver.

— ¿Quieres que te lea o algo así? Puedo poner esos sonidos raros que te gustan. — ofrece al retirar el cabello rebelde de mi rostro. – O poner una película para que te arrulles.

— Gracias, no creo que sea necesario. Estoy cómoda así.

Su pecho se siente reconfortante como nunca antes en mi vida luego de pasar tanto tiempo separados. Lo había extrañado muchísimo, mucho más del que las palabras podrían siquiera llegar a describir, pero ya lo tengo aquí conmigo, así que las cosas están mejor ahora.

Se encarga de arrullarme con el sonido de su voz, porque sabe lo mucho que me gusta escucharlo, sobretodo cuando susurra con toda la intención de hacer que me quede dormida. Y a eso se le puede agregar que juega con mi cabello cuando lo hace. Fácilmente podría haberme dormido entre sus brazos en cuanto mi cabeza hizo contacto con su pecho, pero lo que me está contando es interesante, así que trato de ponerle toda mi atención.

— ¿Lando en serio hizo eso?

— Alice, puedes dormirte. Necesito que descanses, ¿de acuerdo? Prometo estar aquí por la mañana.

— ¡Pero quiero saber!

Su voz comenzaba a sentirse lejana, y su tacto se sintió de pronto más ligero. Podría dormirme así, porque es donde más cómoda y en paz me siento: con él. Y de hecho creo que lo hice, al menos por un par de minutos, pero el llanto de Maddie proveniente de nuestra habitación me hizo regresar completamente a la realidad, haciéndome incorporar de inmediato para ir a buscarla.

— Shh, tú quédate aquí, voy yo. Sigue durmiendo.

Pude haberme negado, o al menos acompañado con ella, pero por el contrario me quedé hecha un ovillo en el sillón. El chico puede hacerse cargo esta vez, sabe lo que hace después de todo. Pero el sueño se había esfumado. Y ese justamente había sido el problema de estos últimos días, que no puedo volver a dormir una vez que me despierto, y por el contrario ni siquiera puedo cerrar los ojos.

Pero algo es diferente esta vez, porque dejo de escuchar el llanto de la bebé casi inmediatamente después de que Charles entró a la habitación. Así que le doy un momento, pero nada pasa. ¿Realmente es tan bueno que hacerla dormir no se le dificulta?

Imposible. E injusto. Pero tengo que comprobarlo por mí misma.

Al entrar al cuarto me encontré con una de las escenas más tiernas que he presenciado en mi vida desde que tengo memoria: Maddie está acostada en su cuna, finalmente dormida, con su diminuta mano saliendo de los barrotes solo para ser sostenida por la mano de Charles, que está acostado en nuestra cama, profundamente dormido también.

No pude evitar sonreír, ni la calidez que se instaló en mi corazón al ver eso. Sé lo mucho que atesora los momentos así. Y de hecho le cuesta mucho trabajo separarse de nosotros durante tanto tiempo, pero en este instante, verlo así de vulnerable y tierno, un Charles Leclerc en su máximo esplendor, me hizo enamorarme todavía más. No solo de él, pero de la vida que tenemos juntos, de lo que tenemos y lo mucho que hemos logrado.

Le tomo una foto en esa posición, porque sé cuánto le encantan.

Me acuesto a su lado, abrazando su pecho como lo había estado haciendo hace rato en la sala, y él no tarda en rodearme con su brazo disponible, acercándome más a él. Todavía está con los ojos cerrados, pero es consciente de que se trata de mí, y es entonces que deja un casto beso en mi frente al descansar su barbilla sobre mi cabeza antes de regresar a dormir profundamente.

Y es estando así con ellos dos, las personas que más adoro en mi vida, dormidos sin ninguna preocupación, sabiendo que tengo a alguien como Charles a mi lado, y un futuro junto a él para criar a Maddie y a cualquier otro hijo que deseemos tener me hizo entender que ya lo tengo todo.

Mi atención se enfoca en el carrusel encima de la cuna, divagando con la mirada, recordando todo lo que tuvimos que pasar para llegar aquí. Tal vez con algunos obstáculos más que la mayoría, y con problemas que muchos no llegan a tener, pero siempre lo he dicho: no cambiaría nada de nuestra historia, porque las cosas pasan por una razón.

Cada pelea, reconciliación, victorias y travesías, nos trajeron hasta este momento, y no hay nada que hubiera hecho diferente.

Todo es bueno con Charles a mi lado, y afortunadamente, lo tengo para toda mi existencia.

Entonces sí, es una buena vida.

-------------------------------------------------

- Andrómeda🏎

Quiero ser mamá. Lo primero que se me vino a la mente. Quiero ser mamá.

Se terminó este viaje, se terminó esta aventura. Se terminó este gran proyecto. Espero que les haya gustado el capítulo final de Formula Heart tanto como a mí, y que hayan disfrutado de la novela en general. 

Chicas, no puedo más, imaginar a Charles como papá me hizo muy feliz😭 no quiero tener hijos pero por ese hombre me ofrezco como tributo para ser la madre de los que quiera.

No olviden que todavía falta el epílogo, pero eso sí ya es lo último, jiji. SIN EMBARGO, les quiero regalar un último .5. Así que tomen este espacio para sugerir ideas o escenarios de algo que les gustaría ver de este par con Maddie

Sigan el insta para spoilers, apoyos visuales y dinámicas: Andromeda1655 (les voy a dejar una cajita por si gustan también por allá escribir su idea). Gracias por 1500 seguidores, btw

Recuerden votar y gracias por leer❤️

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