Steve
Amy ha estado muy distante de todos estos últimos días desde que ese señor la trajo a casa, sé que no contarle de su verdadera identidad es imperdonable pero cómo podría decirle algo si yo tampoco comprendo bien la historia, solo se que mis padre han actuado raro desde que aparecieron unas cartas sin el nombre de quien las manda, recuerdo que la anterior semana pelearon porque mamá al parecer rompió una foto que había estado de sorpresa en el cuarto de Melia, por lo que escuche ellos no querían que se enterara de la verdad pero aun no se cual verdad en sí
– ¿Dónde mierda está Amelia? – paso por la sala pero al escuchar el nombre de Melia me escondo para saber qué ocurre – Martina te estoy preguntando en dónde está – no puedo ver a mamá pero se que debe estar muy nerviosa ya que si papá no sabe donde esta Melia se desespera.
– No lo sé Armando, crei que estaba en su cuarto pero no lo esta, ya llame a Dante y a Estela pero ninguno sabe donde esta.
– Martina te dije que la cuidaras – escucho como golpea la mesa – espero que no haya ido a verla porque ahi si me va a conocer Annabeth, no puede estar cerca de Amelia.
– Sabia que no la podíamos mantener oculta tanto tiempo, que pasa si Annabeth le cuenta toda la verdad antes que nosotros lo hagamos? Ella nos va a odiar por haberla alejado de su madre – me asomo para ver a mis padre y puedo ver a mamá llorando mientras papá frota su espalda intentando darle apoyo.
– Amelia es muy inteligente, se dara cuenta de que todo lo que hicimos fue por su bien – intenta mejorar el estado de animo de mamá pero ella llora más pprque algo que se que es que Melia odia las mentiras aunque ella sea una mentirosa.
– No lo va a hacer, te das cuenta de como me va a odiar por querer ocupar el lugar de su mamá y por prohibirle verla – vuelvo a ocultarme para que no me vean, todo va tornando froma pero aun hay espacios que flatan llenar, si mis padres sabian de la madre de Melia porque ocultar todo esto haciendola sufrir por Estela con su rechazo y forma de hacerla sentie como no deseada. No puedo escuchar nada más asi que salgo de mi casa.
Intento contactar a Melia pero no puedo hacerlo, su celular al parecer esta apagado, me enoja tanto saber que si fuera Emlio las cosas serias distintas porque su relación nl es solo de amistad y lo veo por sus ojos, al mirarse tienen un brillo de esos que muestras las oeliculas de romance que solia hacerme ver Melia, se que perdi mi opotunidad y enserio odio saberlo porque a mi mismo me repito el daño que le hice y pienso en soltarla y dejarla volar junto a otra persona pero mi corazon me dice que tal vez con el tiempo pueda volver a su lado, dejo mis pensamientos a un lado y llega la hora de hacer lo que ni en millones de años hubera hecho, llamar a Emilio.
– ¿Qué quieres?
– Vaya forma de saludar hermanito.
– Cállate y dime para qué me llamas que estoy ocupado – si claro siendo un vago bueno para nada.
– ¿Estás con Melia? – entro a mi auto y salgo ahora si completamente de la casa.
– No, estaba dormida en su cuarto o bueno es lo que me dijo tu madre.
– No sirves para nada, adiós – le cuelgo, todo debo hacer yo mismo por mi cuenta así que debo ir a sus lugares favoritos ya que no es la primera vez que escapa de casa solo que esta vez tal vez no de tan rápido con ella como hace tiempo.
He recorrido el puente donde le gusta ver como el agua viaja, fui al parque que e ahora es su favorito, fui a casa de su padre e incluso fui a casa de su madre pero no esta en ningun lado, pensaba en llamar a Amanda solo que no creo sea una buena idea porque dejó muy claro que me odiaba y no quería volver a verme en la vida, así que no tengo más lugares a donde ir, algo cansado de esta búsqueda sin frutos voy comprar unas hamburguesas en el lugar favorito de Melia y mio, al pisar dentro de este lugar viene un recuerdo a mi mente.
– Nunca he venido aquí pero quería traerte en nuestra primera cita – yo muy nervioso me senté frente a Melia en una mesa que eligió – Por lo que veo hay muchas cosas, ya sabes de comida porque por algo es un restaurante y en los restaurantes sirven comida – tape mi cara con la carta de lo avergonzado que me sentía.
– Quiero una hamburguesa de esas en las que al morder salen las salsas por los bordes de tu boca – me hizo reir por la forma en la que lo dijo.
– Entonces eso es todo? – levanté mi mano para llamar a la camarera.
– Es lo único que quiero porque la mejor compañía la tengo contigo – se levanta y estira para dejar un beso en mis labios, no me gustaba las cursilerias pero me gustaba que ella hiciera eso.
– Prometo nunca dejar de venir aquí contigo, inauguro que hoy 06 de julio es el día en que este restaurante pasó a ser de Steve y Amelia – la hice reír tanto que pude admirar como sus ojos se hacían chinitos.
Trae tantos lindos recuerdos este lugar que me es difícil no ven así sea una mesa y no recordar todas las tardes y mañanas que solíamos venir a comer mientra me contaba su día o unos de los sueños extraños que solía tener, extraño esa compañía y aun mas como reia y estiraba su mano hasta tapar mi cara para no seguir riendo, aun escucho su risa aunque sueñe extraño pero como se deja de extrañar algo que te hizo tanto bien y sabes que rompiste.
No pude quedarme a comer ahí dentro por lo que no tuve más remedio que venir a comer a mi auto, con la vista perdida en la nada escucho como mi teléfono comienza a sonar pero no quiero hacer caso asi que dejo que se calle por si solo pero no es tan fácil ya que enseguida vuelven a llamar por lo que ahora si me toca responder, enojado dejo aun lado mi hamburguesa para contestar, creí que sería mamá regañando pero me sorprendió ver que quien me llamaba era Emilio.
– ¿Qué quieres? – limpio restos de migas de mi ropa.
– No me hace feliz hablar contigo en este momento pero ya me llamo Dante y todos están desesperados por encontrar a Amy, Dante cree que está hablando con su madre.
– Iré a verla – estoy por colgar pero no me deja.
– Yo ya estoy camino halla así que ni se te ocurra entrar antes que llegue.
– Emilio no se ni en dónde mierda está – caigo en cuenta, dice que podría estar hablando con su madre pero no soy adivino para saber dónde está.
– ¿A donde diablos pensabas ir? Si no sabes donde esta – suena estupido y lo es pero no pienso darle la razon.
– Solo mandame la ubicación, adiós – cuelgo la llamada y guardo mi hamburguesa para ir a buscar a Melia, espero que si en verdad está hablando con su madre pueda conocer la verdad para ver si así sea pueda tener un poco de paz con todo lo que sufre a diario.
Al llegar a la ubicación que me mandó Emilio puedo ver que da un edificio y no cualquier edificio sino a Boom Company, una de las compañías más poderosas que se alió con una compañía alemana, no comprendo porque estaría aquí Amelia o tal vez esta cerca y solo tomamos esto como punto de referencia pero puedo ver a Emilio afuera mirando a todas direcciones, supongo que está esperando a que llegue así que estaciono mi auto en un parqueadero cercano y salgo muy apresurado.
– Ya llegue – dijo algo agitado.
– Si no me lo decias no me daba cuenta – guarda su celular en los bolsillos de su pantaloneta, ahora que veo su vestimenta se que estuvo entrenando.
– Callate Imbecil, ahora dime porque estamos afuera de Boom Company, no se suponía que vendríamos a ver a Melia?
– Y por eso estamos aquí – no comprendo nada – la verdadera madre de Amelia es dueña de esta compañía – señala con su dedo la compañía.
– Su madre es Annabeth Decker? – no lo puedo creer, aunque ya había escuchado algo parecido una vez en la que al final de esas reuniones anuales en la que nos llevaban a buscar esposas a un evento fuimos a una fiesta donde hablaban de la suerte que tienen lo herederos de esa copalia porque según uno de esos chicos no solo la dueña tenía un hijo sino que también tenia una primogénita que sería dueña de todo, todos decían la suerte que tendrá su próximo esposo ya que si su próximo esposo tenía igual una compañía notablemente fuerte podrían crear algo asombroso, nunca creí que la chica de la que todos hablaban era Melia.
– Decker? – pregunta como si no creyera que ese es su apellido.
– Si, se cambió su apellido cuando se casó con su actual esposo, pero eso no viene al caso, ¿como carajos vamos a entrar? Quieres entrar y decir "hola, somos Steve y Emilio amigos de Amelia, venimos por ella para llevarla a casa"? – escucho como bufa ante lo que dije – acaso tienes una mejor idea?.
– Si, esperar a que ella salga – odio su idea pero no me voy a poner a discutir porque sé que ellas tendrán muchas cosas de qué hablar y no sería justo entrar e interrumpir todo lo que quieran decir después de tantos años.
Hemos esperado aqui por más de una hora y nada que sale Melia, Emilio al igual que yo miramos a cada rato hacia la puerta para ver si sale pero no hay rastro de ella.
– No puedo con la espera, voy a entrar – camino a la recepción con Emilio siguiendome, al estar ahi una señorita que se encuentra hablando por telefono nos mira y culmina con su llamada – hola, soy Steve amigo de Amelia, nos preguntabamos si aun esta aqui o cuanto tiempo crees que se demorara?
– Disculpa pero no entiendo de quien me hablas.
– De Amelia, la chica que suponemos esta aqui para hablar con la señora Annabeth Decker – ella al fin parece comprender.
– Ah, hablan de Adhara? – asiento pero porque la llama por su segundo nombre? – lo lamento mucho pero Adhara junto con su madre salieron hace ya dos horas – es enserio? Estuvimos fuera esperando como estupidos cuando en realidad Melia ya no estaba aqui, que perdida de tiempo.
– Oh, muchas gracias – me despido y salgo de ahi con ganas de golpear a Emilio – imbécil te dije que entremos a preguntar pero no quisiste – me alejo de él para ir a mi auto y llamar a papá e informarle sobre esto, se volverá como loco pero el ya sabra que hacer y a donde debo ir aunque espero encontrarla antes de las 8 de la noche.