El valor de no prometer lo qu...

By user_ela_p

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Amelia tiene una enfermedad terminal que no le permitirá quedarse por mucho tiempo así que ha tomado la decis... More

Epígrafe
La metáfora no tan metáfora
Un día no tan perfecto
La pelea por la busqueda
El trébol
Hasta las piedras tiene corazón
El falso cariño
Respuestas inconclusas
No es hora de despedirse
La ilusión del primer vestido
El recuerdo
La carta
Un regalo especial
El árbol
¿Qué hiciste?
El rumbo del destino
Eres tú
Las fotos
Choque por error
Saber quien eres
Nuestro día
Mamá
¿Dónde estás?
Cretino
De regreso al hospital
No te vayas sin luchar
La despedida
Epílogo

Pelota tira a oponente y regresa

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By user_ela_p

Emilio

Desde esa vez en la casa de Amy no hemos vuelto a tocar el tema de la bella dama, pero puedo decir que he descubierto varias cosas, al tener el nombre de ella lo puse en el buscador, ella es dueña y directora de una de las empresas más importantes del país y de otros de América del Norte, por lo que realmente es más poderosa que Armando y Dante juntos pero hay algo que no me queda claro, si ella tiene tanto dinero porque no se quedo con Amy, tiene todas lo necesario para darle no solo una vida buena sido una demasiado superior a la de muchas personas asi que no entiendo cual fue la necesidad de dejar a Amy en una familia donde prácticamente recibe desprecio por parte de su madre la cual debería ser la mejor compañía que ella tenga. Otra cosa que descubrí es que ella tiene un hijo con el empresario alemán Alessandro Decker llamado Axel Altair Decker con una diferencia de edad de un año con Amy, en un momento crei que ella no quería tener hijos y por eso dejo a Amy pero al verla en fotos con su hijo se que esa no fue la razón, en fotos actuales asi hayan pasado los años se ve casi igual a las fotos de joven.

– Emilio concentrate – siento como una pelota golpea mi estomago haciendo que suelte un quejido, levanto la cabeza viendo ahí a mi entrenador siendo el causante dle golpe que recibí – estas últimas semanas has estado muy distraído y enserio no creo que asi vayamos a alcanzar un buen puntaje en la próxima competencia – toma su raqueta y la guarda – en serio Emilio tomate las cosas más enserio que hay más chicos que quisieran ganar la competencia – se va de ahi, con fuerza voto la raqueta a la red, otra razón por la que debo descubrir todo es esto, por pensar en eso estoy echando a perder mi futuro aunque no podría culpar a Amy porque estos secreto también tienen que ver conmigo asi que de alguna u otra manera iba a estresarme.

– ¡Lio eso me dolió hasta a mi! – escucho los gritos de Amy asi que giro a todas direcciones para ver donde esta pero no la veo, supongo que es solo mi imaginacion, me acuesto en el suelo cansado, no puedo creer que tampoco pueda dejar de pensar en Amy – ¡Lio el suelo no se ve cómodo! – vuelvo a escucharla asi que me levanto de un salto exaltado.

– ¡Esto no es gracioso!¡Quien sea que este bromeando lo pagara muy caro cuando lo vea! – grito intentando buscar al o bueno a la responsable de esos gritos.

– ¿Enserio? – veo a Amy entrar muy graciosa sosteniendo un altavoz.

– Amy que haces aqui? ¿Cómo te dejaron entrar? – ella llega a mí saltando como niña pequeña.

– Yo también formo parte de este club – dice de forma obvia, ahora que está cerca de mi la veo con un conjunto deportivo y con una gorra que evita que se queme con el fuerte sol que hay.

– Lo olvide por completo – tomo mi raqueta para guardarla pero ella me la quita.

– Lio enseñame a jugar – mueve la raqueta como si estuviera golpeando a una pelota con esta.

– No lo haré – intentó quitársela pero ella corre al otro extremo.

– Lio que te cuesta? Además prometiste que me enseñarías – quiere poner palabras en mi boca que claramente nunca diría.

– Nunca dije eso, dije que lo pensaría – recalco lo último, no puedo decir que es un juego peligroso pero si no sabes reaccionar la pelota así sea pequeña podría lastimarte.

– Pero Lio – hace berrinches – ya estoy aquí – alza la cabeza en dirección al sol, al verlo cierra un ojo intentando acomodarse a la intensidad, siempre hace esto y vaya que es muy tierno, a quien no podría ganar con esa simple acción?

– Amy te puedes lastimar – empiezo a acercarme cautelosamente a ella – y si lo haces me van a colgar vivo en la casa – al llegar a su lado le quitó la raqueta en un movimiento rápido y la empiezo a guardar.

– Eso no vale – intenta volver a quitarmela.

– Amy sabes jugar ping-pong? – para mi esa fue la clave de saber jugar tenis, al jugar ping-pong abres tus instintos y actúas rápido hacia que lado va la pelota para golpearlo y no dejar que se golpee con la red haciéndote perder puntos.

– No – agacha la cabeza – pero puedo aprender – dice muy entusiasta acompañada con una sonrisa alegre.

– Amy... – no quiero que se lastime, yo lo he hecho muchas veces y Amy es como una muñequita de porcelana que debe ser cuidado para no romperse.

– Solo ponme a prueba, aprendo rapido y te juro que si no puedo no insisto más – me quedo pensando en si es la mejor opción, no quiero tener problemas con Armando más de los que tengo pero tampoco quiero defraudar a Amy y romper su espíritu.

– Lo intentaremos pero si no funciona dejaras de insistir eh – ella asiente efusivamente.

– Lo que tu digas – me toma del brazo para llevarme dentro del club donde están las mesas de ping-pong – entre mas antes practiquemos mejor – nos abre paso entre personas que están cruzando a las canchas mientras que cada que golpea a alguien, yo me disculpo por ella.

– Amy vamos más lento – digo frotandome el brazo que me golpee con la puerta de entrada.

– No seas lloron – me empuja dentro de la sala de juegos – ya llegamos – salta como niña chiquita hasta estar frente de la mesa de ping-pong pero al estar ahi se quita su cara de felicidad – y esto de donde se prende – se agacha a observar si no hay botones debajo de la mesa y en esa posicion recorre toda la mesa intentando encontrar alguno.

– Amy... – regresó a ver a todos lados para que nadie vea a Amy intentando prender la mesa, como no me hace caso me hacerco a dinde esta la pelota y las pequeñas paletas para jugar, las tomo y ahora me acerco a donde esta Amy sentada debajo de la mesa mirando cada esquina de esta – con esto se juega – muestro lo que necesitamos.

– Y si sabias porque no me lo dijiste – sale gateando debajo de la mesa – parecia loca intentando buscar el boton – se para y me quita una paleta.

– Amy si es un juego manual porque habría botones? – pregunto burlonamente, creí que al menos sabría esto pero tiene razón, no sabe nada sobre el tenis.

– Ya perdón – su cara se torna roja – empezemos a jugar – la escucho muy confiada asi que no quiero acabar con eso por lo que empezamos a jugar, al empezar quise dar golpes suaves pero ella empezó dando golpes duros y rápidos, intento acoplarme a su rapidez pero no se puede, en serio estoy dudando en si nunca había jugado porque lo hace como experta.

– Amy me mentiste – digo agitado tirándole nuevamente la pelota – si sabes jugar – me concentro unos segundos en ella y puedo ver una sonrisa victoriosa, obviamente sabia y solo queria mostrarmelo.

– No sabia que esto se llamaba ping-pong – toma la pelota para descansar un rato – yo lo llamaba "pelota tira a oponente y regresa" se que es un nombre algo tonto pero como ya viste soy muy buena – se acaerca a mi y me abraza de repente – me alegra que ya no te estremescas cuando te abrazo – es verdad, antes solia estremeserme hasta que toque mi brezo pero ahora todo a cambiado, yo cambie y la causa que esto es Amy.

– Esta bien señorita invento nombres a juegos, supongo que estas lista para que te enseñe a jugar tenis – ella hace un baile muy gracioso de victoria aunque por su rostro que que está cansada, tiene casi la misma mirada de la anterior vez, supongo que es el asma y no quiero que se enferme – pero te lo enseñaré otro día – deja de bailar para darme una mirada furiosa – Amy debemos continuar con la próxima salida – invento rapido una excusa, vaya que da miedo enojada. Ella al escucharlo vuelve a sonreír y toma mi brazo otra vez para salir a toda velocidad.

– ¿A dónde iremos? – me lleva a los casilleros para tomar rápido mis cosas y supongo que de ella igual, ni bien tomamos las cosas salimos y pongo el auto en marcha.

– Respondiendo a tu pregunta de antes la cual no pude responder – me mira apenada – iremos a nuestra próxima escapada – se que dije antes que era una excusa pero en realidad ya he planeado esto hace días, ella comentó que le gustaba mucho pintar así que iremos a un lugar especial a pintar y al final le daré el próximo dije.

– ¿Dónde está? – mira la ruta que estamos tomando la cual es muy diferente a la que siempre solemos tomar.

– Recuerdas las montañas que pasamos la anterior vez – sonríe recordando – pues halla no – decae su sonrisa y profundiza su ceño – vamos a ir a un mirador, se que es un lugar muy distinto a los que vamos de escapadas pero además de eso me vas a enseñar dibujar y a pintar.

– ¿Enserio? Pero la anterior vez dijiste que si querías aprender irías donde un maestro – se cruza de brazos haciendo un puchero.

– Lo que pasa es que tu no eres señorita paciencia y si no logro hacerlo rápido me vas a gritar – aun recuerdo la vez en la que quise que me enseñara a dibujar y una línea me salio chueca por lo que ella me grito diciendo que ya me había enseñado y que sino me iba a tomar las cosas en serio no debería desperdiciar su valioso tiempo, ese dia comprendi que no sería buena enseñando y que debía captar las cosas a la velocidad del rayo.

– Si hubieras trazado perpendicular esa línea yo no te habría gritado – intenta defenderse – pero prometo no gritarte ni intentar golpearte.

– Eso espero, mucho me maltratas últimamente – digo dramáticamente, me encanta como arruga su nariz siempre que digo esas cosas.

– Que mentiroso eres – paro el auto en medio de la carretera aprovechando que no viene ningún auto para mirarla directamente a los ojos – ¿Qué haces? – dice algo nerviosa pero sin apartar la vista.

– Cuando mientes tus ojos brillan – hace una mueca avergonzada – así que nunca podrás mentirme – niega con la cabeza.

– Eso no vale – se queda callada por unos segundos en lo que vuelvo a encender el auto – cuando tu mientes arrugas la nariz – eso es algo que ya me habían dicho antes.

– Tal vez – digo dándole en parte la razón, camino al mirador veo que está muy cansada asi que empieza cabecear intentando no quedarse dormida lo cual es inevitable porque ya la veo con sus ojos cerrados, con cuidado acomodo con una mano su cabeza hacia atrás para que después no le duela su cuello. Se ve tan pacífica durmiendo pero ay mi pequeña Amy si tan solo supieras los grandes secretos que no has sido ocultados o más bien tapados con un dedo casi todas nuestras vidas.

Continuo el camino cambiando de música ya que de algún modo cada que Amy entra al auto su celular se conecta a mi radio por lo que automáticamente escucho sus canciones antiguas pero aprovechando que está dormida pongo música de Chase Atlantic, otra cosa que aprendí de Amy es que a ella le encanta tener el mando de todo y si las cosas no son como ella quiere se enoja.

Al llegar al mirador puedo ver que inclusive desde el auto la vista que se admira es hermosa, con cuidado intentó despertar a Amy pero antes de hacerlo su celular que esta sobre la radio vibra y es inevitable ver el mensaje que aparece en la pantalla, veo que es un mensaje de su padre avisando que debe regresar a casa, eso no le agradara a Amy pero creo que por parte en mejor ya que las cosas con ella y Martina no han estado del todo normales, cada que están en la misma habitación el ambiente se forma tenue o cuando Martina quiere hablar con Amy le resulta imposible ya que Amy sale apresurada sin querer cruzar palabra alguna, suspiro y estoy por despertarla pero llega otro mensaje en el que su padre dice que debe tomar sus medicinas y que debe prepararse porque tienen cita con el médico, supongo que es por el asma que tiene así que me preocupo pero se que constantemente toma su medicación así que eso la ayudara pero seguido de ese mensaje llega un último que me deja pensando, ese mensaje dice que espera que la medicina le de mas meses, eso no comprendo, se puede sobrenetender que darle mas medicina pero no entiendo claramente, la voz de Amy me saca de a donde sea que me haya ido.

– Lio ya llegamos? – se despereza con sus ojos entrecerrados acostumbrándose a la luz que irradia aquí.

– Si Amy – sonrió aun pensativo pero no quiero dañar esta aventura para Amy – vente vamos – salgo del auto para tomar los lienzos y en si todo lo que necesitaremos, al cerrar la puerta del auto puedo ver a Amy caminando al interior del mirador.

Por su sonrisa oreja a oreja sé que le encanto lo cual me llena de felicidad, si ella es feliz yo igual lo soy, esa es nuestra ley, con cuidado de no asustarle me acerco a su costado.

– ¿Te gusta? – miro la gran vista.

– Me encanta – me regresa a ver y me ayuda con los lienzos – es un lugar perfecto para dibujar y pintar – sale a donde podemos asentar los lienzos para comenzar.

– Amy enserio debes tenerme paciencia – acomodamos todo y estamos frente a los lienzos para pintar, con cuidado tomó uno de los tantos lápices que tiene Amy para empezar a pintar pero antes de trazar así sea un punto escucho un gruñido – ahora qué ocurre? – cautelosamente suelto el lápiz.

– Lio debes usar el lápiz 6H – muestra el que ella tiene en su mano, algo nervioso tomó otra lápiz pro vuelve a gruñir.

– Amy deja de hacer eso – intento adivinar que lápiz es porque todos son iguales a minparecer pero según Amy hay lapices de trazo fino, otro para sombrear, otros para dar profundidad y no se que cosa mas cuando en mi opinión cualquiera podría ser para todo eso.

– Es este – quita de mi mano el anterior lapiz para darme otro igual, quize decir algo pero ya vi su cara de frustración por lo que decidí quedarme callado y comenzar a dibujar – perdón – escuchó después de unos minutos, giro mi cabeza y ahí está amy sacando parte de su lengua concentrada en dibujar, al notar que la miro regresa a verme – lamento haberte gritado.

– No importa, así eres y así te quiero – aprovechó su cercanía para darle un beso en la punta de la nariz haciéndola sonreír.

Después de eso comenzamos a dibujar y a pintar y no porque le tenga miedo a Amy significa que no hayamos hablado sino que su cara de concentración era muy graciosa, cada que algo no salía cerraba los ojos calmante para después continuar viendo la manera de arreglarlo, cuando acabó de dibujar y yo aun ni iba la mitad empezó a pintar y vaya que lo hacía con una seguridad. Debo confesar que cuando me enteré que era muy buena en esto me sorprendí no porque no la creyera capaz sino porque pensé que le gustaría bailar o algo por el estilo mas no pintar y me alegro de que esta última sea la que le guste porque no me veo sin poder ver este rostro constantemente. Al pasar casi toda la mañana y parte de la tarde aquí terminamos de pintar, ni bien termina de secarse oculto mi cuadro porque quiero que sea una sorpresa para Amy.

– Lio que ocurre contigo? – se ríe – sabes que la pintura aún está fresca verdad?.

– Mierda – separó el cuadro de mi y veo que mi ropa está intacta, como me voy a manchar si ya la seque? Intento ocultar mi cuadro pero Amy ya está muriendo de risa – oye no te rías – vuelvo a ocultarlo.

– Lio que dibujaste? – se toma del estómago – que tipo de animal es ese?

– No es un animal – intentó defender mi pintura, es un peluche que hace dias mande a hacer especialmente para Amy solo que hasta que sea su cumpleaños no se lo daré – solo conserva la pintura – ella la recibe y abraza mientras aún se ríe – tiene gran valor y algun dia sabras que es.

– Me encanta Lio – presiona con amor contra su pecho – esta muy lindo y me gusta aun mas que nadie tenga este dibujo porque es especial para mí – besa mi mejilla, amo que haga eso, siento que es especial y que esa muestra de afecto es solo para mi.

– Lo es, pero ahora déjame ver tu dibujo – ella gira rápidamente el sostén del lienzo para que no mire la pintura.

– El mío también es un secreto – sé que no lo es porque la vi dibujando el paisaje así que ya sé lo que es – cierra tu ojos – me pide pero no lo hago – por favor – niego con la cabeza divertido al ver como se frota sus manos como si quisiera pegarme pero en su lugar me empuja hasta caer al césped y tapar mis ojos con sus manos, amo que se acerque a mi ya que su olor de coco es un aroma único.

– Amy no veo nada – intento quitar sus manos de mi cara pero ella sí que es fuerte porque no me lo permite – Amy dejame ver – intento abrir entre sus dedos pero me aprieta los ojos – Amy te voy a morder – intento amenazarla pero no solo aprieta más sino que me da un golpe en el estómago y aprovecho mi oportunidad para soltar un quejido como si me hubiera dolido pero ni asi me suelta.

– Te soltare solo si mantienes tus ojos cerrados – aun sin ver asiento y al fin despega sus manos de mi, cierro los ojos como se lo prometi porque no quiero que me vuelva a taclear, es delgada y todo pero no quita que eso disminuya el dolor de la caida.

– Ya los puedo abrir? – siento como toma mis manos para que me levante.

– Aun no.

– Amy ya me olvide como son los colores – agito su mano para que se mueva pero depsues de unos minutos la suelta.

– Ya ahora si – siento como vuelve a tomar mi mano y yo abro los ojos, frente a mi pude ver que su pintura ya no era el paisaje sino era un retrato de nosotros juntos en la cascada, puedo decir que capturo toda la escencia, ahi esta inclusive las pequeñas flores del suelo – te gusto? – me entrega el cuadro y asi puedo capturar de mejor manera cada detalle, paso una mano por este y puedo sentir la profundidad de algunas pinceladas.

– Eres la mejor Amy, me encanta – ella sonrie satisfecha con mi respuesta.

– Me alegro que te guste porque ahora es tuyo – mete una mano en su bolsillo para sacar un liston y pegarlo en un costado de la pintura – ahora si es un regalo.

– Enserio? – asiente – gracias Amy pero... porque un regalo?

– Porque no siempre se deben dar regalos en ocasiones especiales, los mejores regalos se dan en dias espontaneos – sonrio y asiento con la cabeza, eso es verdad siempre he oensado que dar regalos el dia de tu cumpleaños es algo descarado porque siento que de alguna manera estas obligando a esa persona a que te de algo cuando el resto del año nunca le nacio darte asi sea un simple dulce.

– Gracias Amy – la abrazo – ya se donde lo voy a poner – me siento.

– Donde? – se sienta a mi lado.

– En mi habitación cuando me vaya a la universidad – al decir eso Amy hace un mueca triste y empieza a jugar con el trapo con el que se estaba limpiando la pintura restante en los pinceles, no he querido tocar este tema porque en realidad no se cuales son las aspiraciones de Amy o a que universidades se quiere postular pero quiero que aun estemos juntos y nuestra relación no cambie.

– Eso es lindo – deja de jugar y me regresa a ver fingiendo estar feliz.

– ¿Qué pasa Amy? – veo como vuelve a agachar la cabeza pero antes de que haga eso atrapo su menton y lo levanto oara que me mire.

– No me pasa nada – inclusive su voz suena extraña, como apagada.

– Algo te pasa porque tus ojos brillaron y tu voz cambio – ella se rie.

– Me olvide que tenias el poder de saber eso – intenta cambiar de tema pero no lo dejare ir tan facilmente.

– Nunca podras mentirme y menos ahora, que ocurre? – sus ojos vuelven a ponerse tristes – Amy por mas que me digas cien veces que nada no te voy a creer – tomo con cuidado su mano y doy un suave apreton – dime que ocurre – pido.

– Me entristece saber que no ire a la universidad – aprieta mi mano pero se detiene y me mira asustada? No puedo identificar que emocion es – contigo – suelta de la nada.

– Eso no impide que vayamos a estar juntos, siempre que me necesites estare ahi, solo que debemos organizar un horario – intento darle animos pero en vez de eso la hago llorar – no Amy no llores – la abrazo.

– Lio no voy a estar contigo, no voy a poder ver tu cara de felicidad al ver tu dormitorio, no voy a poder llamarte para desearte suerte en tus exámenes – murmura en mi pecho, se que no la veré como ahora pero aun asi vendre a visitarla.

– Amy no dejaremos de hablar, siempre que pueda ir a verte en tu universidad asi deba crusar medio mundo pero ahi estare – beso su cabeza – sabes que? Hare una promesa – ella niega mientras da suaves golpes en mi pecho.

– No Lio sabes que odio las promesas – intenta separarse pero no se lo dejo ya que la apriento mas contra mi pecho.

– Prometo sea donde estes siempre iré a tu lado, no importa si deba ir a buscarte al otro lado del mundo pero ahi estare asi tu no me lo pidas, sin importar el tiempo o que tan cansado esté siempre tendré tiempo para ti – no escuchó ninguna respuesta de su parte a más de sus sollozos, siempre que quiero hacer promesas no me lo permite lo cual no es que moleste pero hay tantas cosas de ella que me causa intriga y eso incluye esta pequeña simpleza – no digas nada porque no es necesario, es una promesa que yo te hago a ti, no hay necesidad que tu lo digas pero eso si nunca huyas de mi – nos quedamos en silencio mirando la bella vista frente a nosotros, estar así es la única respuesta que necesito, se que siempre la encontrare asi deba buscarla en millones de años como dice en una de sus teorías.

Al terminar ese momento cada uno guardó sus cosas para dejarlas en el auto, sabíamos que no queríamos irnos de aqui asi que solo nos quedamos sentados en el pasto mirando como desde aquí se podía ver algunos autos cercanos circulando, podía ver de reojo a Amy abrazando su piernas mientras sus ojos se cerraban de a poco hasta que su cabeza se quedó apoyada en mi brazo, sus ronquidos eran casi silenciosos que solo podrás escucharlos si estabas a la cercanía que yo estaba de ella. Así nos quedamos por largo rato hasta que sentía como se empezaba a mover algo incomoda.

– Lio aún estamos aquí? – pregunta con sus ojos cerrado y con su mano tratando de buscar la mía, al ver esto acerque mi mano para tomarla, estaba fría así que la acerque a mi boca e intentar calentarla un poco

– Si Amy pero es mejor regresar al auto.

– No Lio, asi esta bien, lamento haberme quedado dormida – con su otra mano frota suavemente su ojos.

– No es problema Amy, mira lo que traigo aquí – con mi mano suelta saco otra caja donde está el próximo dije para dárselo. Ella se separa y con cuidado la abre, algo que descubrí es que cada caja en la que le doy los dijes las guarda, es muy tierno que valore esa simple caja de papel. Esta vez decidí darle un dije de unos binoculares, se que no lo entiende por lo que busca la frase que siempre la dejo debajo del dije la cual dice:

"Me sentía como un lugar que nunca nadie podría explorar hasta que con estos binoculares pudiste ver mas que un simple lugar olvidado, pudiste ver mas de lo que yo había visto alguna vez en la vida, eres aquella caperucita que excavó hasta cortar mis muros y entrar en mi"

Lee atentamente en su cabeza ya que otra cosa que aprendí de ella es que leer en voz alta la desconcentra, al terminar con cuidado toma el dije y lo examina para después abrir su pulsera y adentrar el dije, al terminar eso besó mi mejilla haciendo que recorra una corriente cálida por todo mi cuerpo.

– Gracias por hacerme tan feliz estos últimos meses – me da un último beso para levantarle y dejarme ahí pensando, a que se refiere con últimos meses? ¿Últimos meses de vacaciones? ¿Últimos meses de conocerla? No entiendo, me levanto para preguntarle pero al verla la miro muy asustada mirando su celular, no entiendo qué ocurre así que me hacerlo y puedo ver que en su celular tiene un mensaje que dice "el tiempo no atrapo antes de lo previsto", Amy está muy pálida así que con cuidado la llevó al auto donde cae al instante agotada.

– Amy qué debo hacer – tomo su maleta para buscar su inhalador o sus pastillas pero no hay nada.

– Llevame al hospital – pronuncia con la vista perdida – necesito que me lleves al hospital.

Sin pensarlo arranco el auto para llevarla halla, siempre que salimos algo debe ocurrir y enserio se que no es culpa de Amy pero me preocupa que cada semana este enferma o algo ocurra, de camino veo con teclea su celular con tanta rapidez y como al mandar cada mensaje apaga el celular y cierra los ojos a pesar de que al segundo le llegue mas mensajes, no me gusta sentir la desesperación de Amy, ella es alguien que no merece sufrir como lo hace. Pasan los minutos hasta que llegamos al hospital, ella sale corriendo y yo claro detrás de ella para asegurarme de que llegue con un doctor.

Al entrar al hospital puedo ver en la sala de espera al padre de Amelia, una chica llorando en los brazo de otro chico, la madre de May a un lado de todo ellos, Armando consolando el llanto de Martina y a Steve frotando la espalda de su madre, al vernos todos ellos se acercan a abrazar a Amy, me siento algo incomodo ya que algunos no me conocen y es extraño que este para a un lado viento como toman su cara y como murmuran en su oído, al parecer no soy el único ya que la madre de Amy esta viendolo igual que yo.

– Pequeña debes ser fuerte – Armando que ya se a separado de Martina abraza muy fuerte a Amy – estare aqui siempre asi no quiera tu padre que lo esté, solo debes entrar y ver que sucede – intenta sonreir – no nos a querido decir nada porque primero quiere hablar contigo pero sea lo que sea no me iré, me quedare a tu lado este tiempo.

– ¿Y tu empresa? – como siempre Amy tan linda preocupándose por los demás.

– Esa empresa ni siquiera alcanza un mínimo valor de lo que tu vales para mi asi que no te preocupes – la vuelve a abrazar – ahora ve – señala el ascensor – te esta esperando – ella da algunas bocanadas de aire para asi darme una pequeña sonrisa e ingresar al ascensor.

Al cerrarse la puerta escucho como todos vuelven a llorar, no entiendo nada pero la chica de hace rato se acerca mirándome con una sonrisa a pesar de sus ojos hinchados de tanto llorar.

– Hola, soy la hermana de Lia, me llamo Amanda pero puedes decirme Mandy – me saluda muy cortés.

– Mucho gusto, soy Emilio – al escuchar mi nombre sonríe más animada y me hace una señal con la mano que le de unos segundo, ella se gira hasta ver al chico con el que estaba hace rato haciendo una seña mientras susurra gritando "es él", no entiendo a lo que se refiere pero eso ese chico se acerca nosotros a pasos largos, al estar a lado de ella la sujeta de la mano y me mira con cara de pocos amigos.

– Tommy el es Emilio – eleva sus dos cejas de forma divertida – es el "amigo" de Lia – hace entre comillas con sus manos.

– Así que tu eres Emilio – me da una mirada fría pero para este entonces ya uso mi mirada fría.

– Si – respondo cortante comenzando una batalla de miradas terminada por la hermana de Amy la cual golpea fuerte a este chico en el brazo haciendo que se queje y no de forma falsa.

– Dejalo en paz – le da una mirada asesina – no le hagas caso – me sonríe, al igual que Amy ella igual irradia alegría solo que algo distinta a la de Amy – ten – saca de su cartera un caramelo – te ves pálido, tal vez se te bajo el azúcar – es igual que Amy solo que ella tiene caramelos en vez de chocolates.

– Gracias – meto el caramelo en mi boca.

– Perdón por lo que te dijo – señala a ese chico Tommy sobando su brazo – solo que es muy celoso con los novios de Lia – al escuchar eso me trago el caramelo haciendo que tosa y ella muy preocupada me estire su agua – lo siento mucho – doy un sorbo – no quería que te arrancaras.

– Emilio qué haces aquí? – escucho la voz de Steve.

– ¿Lo conoces? – pregunta Mandy con un tono seco.

– Es mi hermanastro.

– ¿Así que tu hermanastro es novio de tu ex-novia? – se burla Mandy, me gusta como lo molesta.

– No son novios – miró de reojo cómo hay entre ellos una pelea de miradas como la que yo tuve hace rato solo que estas son miradas de puro odio.

– Como sea – se encoge de brazos Mandy – nos vemos luego amigo-novio de mi hermana – despeina mi cabello para irse con Tommy aun mirándome atentamente.

– Emilio qué haces aquí? – se acerca Steve – no debes estar aquí, no eres nada más que el insignificante amigo de Melia.

– No me voy a ir a menos que ella me lo pida – doy un último sorbo al agua para así aplastar la botella.

– Te lo dije de la mejor manera posible – tal parece que empezaremos una pelea en el hospital – ella no te necesita – golpea mi mano haciendo que la botella ya aplasta de caiga llamando la atención de todos.

– Estaré con ella asi no me quiera cerca.

– No lo permitiré – suelta el primer golpe, no quería hacer una escena aquí pero no me voy a dejar de este pedazo de mierda asi que le devuelvo el golpe, para ese entonces puedo escuchar la voz de Martina pidiendo que lo suelte y la voz de Dante intentando calmarme pero cuando exploto en casi imposible hacerme volver a la realidad.

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