CATORCE
Brook
—Ava, no pasará nada—insistí.
—Solo digo... del amor al odio, solo está un paso.
—No me lo follare—alce la voz.
Un carraspeo me hizo voltear de inmediato y ver a Lina con el susodicho, iban llegando a la habitación, ambos me veían con un rostro de confusión.
Trague duro.
—Después hablamos Ava—colgué de inmediato.
—¿Todo bien Brook?—pregunto Lina.
Pase saliva.
—Si... perfectamente bien.
—Iré por un bocadillo a la cafetería, ¿quieres algo?
—Nada... gracias—murmuré, aun incomoda.
—¿André?
—Un agua.
—Bien, ya regresó.
Salí del baño y me metí en mi cama mientras veía como el francés se acomodaba plácidamente en la de mi compañera.
—¿Con quien no quieres tener sexo?—cuestiono.
—Nadie que te interese—corte de inmediato.
—Tu me das literalmente igual, solo que si un cabrón te esta presionando para follar, no vale la pena.
—¡Nadie me está presionando para nada!—dije algo alterada.
—Bien...
Suspire y me recosté en mi almohada.
Pude escuchar como Lina llegó pero yo me arropé hasta la cabeza, después escuché algo muy duro, André no quiso tener sexo con ella y al parecer para ella eso es que el mundo se acabo.
Escuche como él se fue y ella se quedó casi llorando, ahí fue cuando me quite la manta y la vi acurrucada en la esquina.
—¿Vas a llorar por eso?—cuestione mientras me levantaba de la cama.
—Jamás me había rechazado—confesó con la voz en un hilo.
—Lina, no te vas a morir por eso.
—No es solo eso, jamás me ha querido.
—Solo eres un polvo más...—inmediatamente volteo a verme con un rostro molesto.
Upsss, creo que me pase de honesta.
—¿Un polvo más?
Me senté junto a ella.
—¿Alguna vez te ha dicho que te quiere? ¿O te ha dado flores?
Negó—El no es así.
—Por que no le nace serlo.
—Pero yo le conozco de toda la vida..
—Entonces te ve como una hermana.
—Una hermana a la que se folla—agregó.
—Al final del día como una hermana.
Esa noche ella durmió con una lección, aprendió a no forzar los vínculos, aunque lo conozca de toda la vida, no puede forzarlo a sentir algo que simplemente no le nace.
Me contó un poco sobre cómo comenzaron y fue después de la muerte del padre de André, ella estaba ahí para él y casi me recordó a lo mío con Luka.
Fue similar, yo intentaban curar mi dolor con él, cuando me di cuenta que no servía de nada, me dolía, seguía doliéndome que mi mamá muriera y eso tenia que sanarlo por mi cuenta.
André era su Luka.
Al siguiente día no estaba cuando desperté, me fui a desayunar y a clases, no la vi en todo el día, sabía que estaba herida y me dolía, pasé por eso, me refugiaba en el dolor de la muerte de mi madre, pero en realidad si me dolía.
Cuando vi a Sam le conté rodo.
—Creo que ella siempre ha estado enamorada de él desde niños, algo así me dijo Luciano, pero André le tiene un cariño de hermano.
—Eso he notado...
—No puedes obligar a alguien a que te ame.
Lo sé perfectamente.
Me despedí de ella, tenía que seguir con mis entrenamientos si quería darle una paliza a André. Aunque algunas veces le tomaba la palabra a Sam, era algo débil, mis brazos pequeños, pero mi orgullo era tan grande que no podía rendirme ahora.
Dos horas de entrenamiento más tarde, volvía a mi habitación con un café en la mano, caminé por la orilla del gran lago que era parte del internado, una exclusiva reserva natural.
Y de pronto lo vi.
Sin camisa.
Remando su kayak, moviendo los brazos de un lado a otro, y confieso, desde el fondo de mi corazón lo confieso, se veía extremadamente caliente.
—¡Hey!—me sobresalte y el café salpicó mi blusa.
—¡Mierda!, perdona—murmuraron.
Levante la vista y vi a Jonah Looke, con su hermoso cabello rojo y esa sonrisa que me derretía.
—Hola...
—Lamento haberte asustado.
—No, está bien—voltee y vi como André salía del agua con una sonrisa triunfante.
Volví a voltear hacia Jonah.
—¿A donde ibas?—pregunto.
—Iba a mi habitación, debo ducharme o se me hará tarde.
—Te acompaño—sonreí.
Caminamos por la orilla hasta que retomamos el camino hacia los dormitorios.
—Escuche que te inscribiste al torneo anual...
—¡Vaya..!, si que corren rápido los chismes aquí.
—Eres nueva, todo lo que hagas será interesante.
—Pues si, estoy inscrita y debo prepararme, les daré una paliza.
Sonrió—Me gusta como hablas, decidida, ¿puedo preguntarte algo?
Asentí.
—¿Mi madrastra te hablo de mi, verdad?
Me quedé callada.
—Lo sabía.
—Solo quería saber si éramos amigos.
—¿Y lo somos?—pregunto.
—Eso creo—respondí.
Continuamos caminando.
—Jonahhhh—murmúranos a nuestras espaldas.
No necesitaba voltear para saber que quien trataba.
—¡Ey! ¿Entrenando tan temprano?
—Ya sabes, debo prepararme para la competencia, tengo muchos traseros que aplastar.
Rodé los ojos.
—Bueno, debo irme, fue bueno verte Brook, hasta luego André.
Me regalo una dulce sonrisa antes de irse por el lado contrario.
Me quedé con el enemigo.
Alerta.
Alerta.
Gran alerta.
Me di la vuelta y seguí mi camino.
—¿Estabas disfrutando el espectáculo que estaba dando?, o saboreando tu derrota..
Sonreí—Más bien, estaba viendo como haces el ridículo.
Eso lo hizo reír.
—Ríndete, aún estás a tiempo—advirtió.
—Vete con tus amenazas a otra parte, eres patético.
Lo ignore y continúe mi rumbo.
Pero me detuve y voltee a verlo—Y aléjate de Lina, solo le haces daño.
—Tu no me vas a decir que hacer.
—Tómalo como un consejo, aunque solo tienes una neurona, dudo que se te quede grabado.
¡Dios!, me ponía de mal humor que quería golpear algo.
Cuando llegue a la habitación solo pensé en ducharme, mi padre me había escrito un mensaje algo serio y misterioso.
Papá
Brokie debo hablar contigo, en la noche te llamo.
Te quiero.
Esperaba que no fueran malas noticias, de verdad lo deseaba.
Pero ya nada me sorprendía a estas alturas.
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Los quiere Gabss💗
Xoxo.