Danna había llegado hace una hora a casa de Ellen, estaba esperándola sentada con una taza de café, en plena noche, enojada porque su amiga no contestó las llamadas.
Cuando Ellen entró se sorprendió con la visita y luego de un reclamo le contó lo que pasó con Jane y la playa.
— Ya te dije que esa chica no es buena para tí.
— Y yo te dije que es diferente, tu no la viste allá, dándole un discurso motivacional a un joven perdido —se quitó su abrigo.
— ¿Y por eso ahora la tienes en un pedestal?
— Estas exagerando —se giró a verla— Jane es...
— ¿Sabes qué? Yo no vine a hablar de esa chica —dijo molesta— puedes seguir con tus planes, no me importa. Lo que si me interesa es que estés lista para mañana, tenemos que ir con Droker.
— Ah, hablando de eso... —volvió a darle la espalda evitando su mirada— hace pocos días ya fui a verlo.
— ¿Qué? —le agarró el hombro y le hizo darse vuelta, igualmente Ellen mantuvo la mirada en otro lugar menos en su amiga— ¡¿Fuiste con él y sin mi?!
— No sé porqué te molesta tanto —dijo restándole importancia.
— ¡¿Que porqué me importa?! —Ellen se arrepintió de sus palabras en cuanto la miró— ¡Eres mi mejor amiga! Comenzamos con esto juntas, además soy la única que sigue a tu lado a pesar de todo.
Ellen tragó pesadamente.
— Lo siento —bajó la mirada y Danna respiró para calmarse.
— Pero... ¿Qué te dijo?
— Al principio pensé que eran malas noticias, pero es todo lo contrario, todo está yendo conforme a lo planeado.
Danna sonrió para luego darle un abrazo durante unos largos segundos.
— Sabía que lo lograrás —se separó y enseguida supo que eso no era todo— ¿Hay algo más?
— Tengo que viajar —soltó— aunque Droker dijo que iba bien, necesito estar segura, y necesito ir sola.
Esta vez Danna se separó completamente, sin comprender lo que su amiga estaba diciendo.
— ¿No quieres que yo vaya contigo?
— No es eso, solo... te necesito aquí, por favor.
Danna se quedó pensando.
•••••••••••
Un nuevo día, una nueva actividad.
Jane pasó la mañana ordenando archivos en su escritorio, pero como ya se hizo costumbre, algunos de los trabajadores le lanzaban comentarios inapropiados e insultantes, y como siempre, la chica solo optaba por ignorarlos, no es que no tenía la fuerza para defenderse, su madre le enseñó a ser fuerte sin exagerar, sabía que tenía que ponerle fin a ese acoso de parte de sus compañeros, hasta mientras solo podía ignorar.
Luego al atardecer fue al edificio HopeEdge.
No supo desde cuando empezó, pero ese día se dió cuenta que últimamente estaba más entusiasmada por llegar al edificio que a su propio trabajo.
Tal vez lo intuyó, tenía una ligera sospecha que la única razón era Ellen, pero ¿Cómo saberlo a ciencia cierta? No tenía idea de cómo comprobarlo, y la verdad no le hacía falta.
Había llegado unos minutos antes se su hora, así que se dirigió hasta el último piso para dar una pequeña visita a la presidenta de todo el lugar.
— Hola...
Entró lentamente y sin tocar, viendo que Ellen estaba sentada en su escritorio leyendo alguna revista.
— Jane... —la miró— no te esperaba.
— Aún tengo tiempo para presentarme, quise darte una visita y saber cómo estas— sin pedir permiso tomó asiento cómodamente— también quería preguntarte qué es lo que te gusta, me rechazaste el café.
— Estoy bien —sonrió—, no me gusta el café, en cambio me gustan los mates y las infusiones.
— Interesante... Lo tomaré en cuenta y te lo traeré mañana.
— Bueno, hablando de eso... no habrá actividad conmigo hoy, ni mañana, ni pasado mañana.
— ¿Por qué?
— Porque tengo que viajar a otro lugar por trabajo.
Jane borró su sonrisa y se quedó mirando a otro lado.
— ¿Cuanto tiempo? —preguntó.
— Una semana, más o menos.
Vio colo Jane se levantó tranquilamente.
— Es mucho tiempo.
Ellen solo asintió bajando la mirada.
La chica suspiró, y volvió a sonreír como si dentro de ella no pasara nada, como si esa noticia no le hubiera afectado lo suficiente.
— Antes de irte quisiera que me contestarás algo— Ellen dio un paso hacia ella— ¿Se supone que ya somos amigas?
Ellen no se esperaba esa pregunta y a pesar de eso, ya tenía una respuesta.
— ¿Qué tal si te respondo cuando vuelva?
— Eso no se vale.
Jane hizo un puchero, lo que produjo una risa de parte de la mayor.
El reloj llegó a la hora indicada para el ingreso de los VPS, Jane abrió la puerta para irse, antes de irse se dio la vuelta.
— Te esperaré con ansias.
Andy llegó a la sala y vio a solo cuatro personas, suspiró cansado, Jane era la única que varias veces llegó tarde y siempre la razón era Ellen Weisz, una buena excusa para llegar tarde pensaba.
— Buenos días a todos —saludó amablemente— hoy tenemos una actividad espe...
Las puertas se abrieron dejando pasar a Jane un poco apurada.
— Lo siento, me quedé conversando con la presidenta y se me hizo dos minutos tarde.
— Sí como no... —comentó Joseph con una sonrisa ladeada.
— Como les decía —continuó Andy— hoy ayudaremos con una actividad en una escuela, ustedes se encargaran únicamente del equipamiento y la seguridad, habrán muchos niños, así que les recomiendo que no hagan locuras.
Una hora después ya se encontraban en la escuela recibiendo órdenes sobre los materiales, todos se dispersaron, como no era mucho el trabajo, los chicos les dijeron a Melissa y Jane que se encarguen de la seguridad mientras ellos hacían el trabajo pesado, Melissa fue la única que objetó, pero Jane aceptó inmediatamente con tal de reducir su esfuerzo.
— Eso fue grosero —comentó Melissa mientras caminaban a la puerta para controlar el ingreso.
— Ellos se ofrecieron, yo no los obligue —respondió encogiendo sus hombros.
— ¿Por qué siempre te pones en ese plan cada vez que trato de hablar contigo de ese tema?
Sin tener tiempo de responder Melissa se adelantó demostrando lo molesta que estaba.
«otro problema más»
Pasó una hora en la que Melissa y Jane estaban controlando como padres con sus hijos entraban y salian. Su labor era controlar que adultos y niños lleven sus respectivas credenciales que la escuela misma les había otorgado y no dejar pasar o salir a ninguno que no portara dichas credenciales.
Un chico se acercó a ellas, posiblemente el coordinador de otro grupo.
— Harán un cambio, tienen media hora de descanso.
Jane no esperó, luego de un "gracias" bastante seco se fue sin esperar a Melissa pues pensaba que seguía molesta y no quería enojarla más al insistir.
Llegaron a un aula vacia en donde ya se encontraban los demás muchachos comiendo una merienda que el grupo "A" había preparado.
Y a pesar de haberse adelantado, Jane se quedó en la puerta hasta que Melissa llegó.
— ¿Entraras? —dijo al mismo tiempo de abrir la puerta y saludar a los demás.
Los chicos la llamaron a sentarse en un círculo que habían hecho para charlar, Melissa fue con gusto, pero Jane se quedó mirandolos unos segundos sientiendo que no pertenecía en ese círculo, sintiendose excluida, así que tratando de no llamar la atención se dirigió a uno de los rincones.
No pasó para nada desapercibida, de la nada Jane vio como cuchicheaban entre ellos y luego Alex camino hacia ella.
— ¿Porqué tan sola? —le hizo un gesto con las manos- ven, tenemos media hora.
Jane obedeció sentandose entre Joseph y Alex, todos la saludaron.
— Parece que unos días con la presidenta Ellen Weisz bastó para olvidarnos.
Todos rieron y Jane soltó una risa nerviosa, no sabía qué tramaban, pero seguramente no era bueno.
— Bien chicos, a lo que venimos —habló Melissa— ¿quien quiere comenzar?
Alex levantó la mano, a lo que Joseph se adelantó y le preguntó.
— ¿Porqué lo hiciste?
Jane no entendía lo que pasaba, parecía una reunión de las que hacían con Andy, eso era bastante aburrido.
— Mis padres siguen con esa mentalidad, así que quise darles una lección, me dieron la elección de pagar fianza o el voluntariado, así que ... Aquí me ven— finalizó sonriendo.
Kail serio como siempre se aclaró la garganta antes de hablar.
— Un tipo trató de agredir a mi esposa, no pude contenerme y le dí una paliza en frente de todos.
Nadie tenía un comentario para esa declaración así que Melissa habló.
— Bueno, yo... no quise llegar tarde a una oferta de trabajo, aunque de todos modos lo perdí.
— Pues yo simplemente rompí una promesa al beber en público— concluyó Joseph con tranquilidad y cruzando sus brazos.
Por último todos posaron su vista en Jane quien no entendía lo que pasaba.
— Tienes que decir por qué lo hiciste —le dijo Alex— ya sabes, para que te metieran a servicio comunitario.
¿Porqué lo hizo? No sabía cómo responder a eso, todos lo hicieron y a lo que entendió tenían buenas razones, pero no Jane, ella solo lo hizo por hacer, ni siquiera recordaba exactamente lo que pasó aquella noche, era injusto que le preguntaran.
— Porque sí —claramente no era la dinámica del grupo- estaba borracha ¿eso cuenta?
Nadie dijo nada, Jane se enfadó ¿qué esperaban que dijera? ¿acaso había una respuesta correcta?
— No lo sé... Lo hice porque... no hay razón —contestó a la defensiva.
Joseph se echó para atrás poniendo sus manos en su nuca.
— Les dije —mencionó en un tono que todos escucharon.
Esa fue la gota que derramó el vaso, sin decir nada se levantó y camino hacia la puerta, inmediatamente Melissa la siguió hasta salir.
— Jane —la tomó del brazo a lo cual Jane se soltó- ¿Qué ocurre?
— ¿Qué ocurre? —repitió enfadada— pensé que esto sería un descanso, no un interrogatorio.
Jane se cruzó de brazos con la mirada a un lado, evitando el contacto visual, Melissa no supo como contestar de una manera que no ofenda a su amiga.
— Hacemos esto Jane, regularmente nos reunimos y hablamos un poco de nuestras vidas, Andy nos lo aconsejó al principio y ahora lo hacemos cada que podemos — Melissa habló calmada, calmada pero afligida.
— P-pues yo no lo sabía.
Melissa dudó en decirlo, pero para cuando quiso contenerlo, las palabras solo salieron.
— No lo sabes porque siempre estas con Ellen Weisz, desde el día del accidente ya casi ni compartimos actividades —Jane la miró, Melissa estaba hablando con dificultad— solo hablas de ella todo el tiempo y no te importa lo que les pasa a los demás, ni siquiera a mi.
— Estas exagerando -titubeó- claro que me importas...
— ¿Y ellos? Alex, Kail, Joseph ¿También te importan?
— Ellos...
Empezó a rascarse la nuca, no sabía qué contestar, pensó que no importaba la respuesta, de igual manera metería la pata.
— ¡Dime!
— ¡Ellos no son mis amigos!
Melissa frunció más su ceño y retrocedió un paso.
— Pero tratan de serlo y tu no les das oportunidad.
Jane no respondió, no quiso ni mirar a los ojos a Melissa así que por miedo de decir alguna otra cosa aún peor se fue a paso rápido.
Más allá se detuvo a pensar, a calmarse.
Si, lo había arruinado, había dicho algo cruel respecto a los demás muchachos, pero fue la ira del momento, la acorralaron y pues lo soltó sin pensar, de todos modos no era su culpa, ¿o si?... no, no lo era.
Luego notó que a lo lejos estaba Andy, al parecer desesperado agarrándose el cabello mientras hablaba por teléfono, nunca lo había visto así de estresado y tenía curiosidad, así que fue hasta él.
— ¿Problemas?
Andy se sobresaltó al escucharla, se veía nervioso.
— Si, dos de nuestros guardias se enfermaron y sus reemplazos no llegarán hasta pasado mañana.
— ¿Alguien lo sabe?
— No, y si la señorita Danna se entera, se enfadará mucho.
Jane se le acercó, puso su mano en su hombro y suspiró pensando en que esta podría ser su oportunidad ahora que Ellen estaba de viaje.
— Yo podría ayudarte, —Andy hizo el amago de sonreír pero se detuvo cuando Jane continúo— pero... tengo que mantenerme despierta toda la noche y luego ir a mi trabajo y por la tarde volver aquí, es mucho trabajo.
Andy no era tonto sabía a lo que se refería Jane.
— Yo no puedo darte permiso Jane.
— Lo sé, no quiero meterte en problemas, pero tampoco quiero meterme en problemas.
Resignada a la negativa de Andy se quiso marchar, pero el joven la detuvo nombrando sj nombre.
— Prometeme que si te doy la tarde libre, no harás nada indebido.
Jane sonrió mientras asentía y cantaba victoria dentro de su cabeza.
En las horas siguientes Jane se mantuvo alejada del grupo "F" más que todo acompañando a Andy mientras le explican que se encargaría de vigilar las cámaras de seguridad.
Al anochecer inmediatamente Jane evitó a sus compañeros y se dirigió al cuarto de control donde Andy ya la estaba esperando. Luego le dio una clase rapida de los botones y demás, para Jane se le hizo un tanto fácil recordar todo lo que le había enseñado.
— ¿Eso es todo?
— Si.
Andy se despidió, rogándole que no se duerma, pues si había algún incidente y no lo grababa, era inevitable que la culpen a ella, con esa advertencia Jane se quedó sola en ese cuarto, se sentó en medio, la silla era cómoda, el panel de control tenía un montón de botones que según Andy no eran tan necesarios.
Pasada la media noche ya cansada de estar leyendo las diversas revistas que se encontró por ahí y sin novedades en las cámaras, se levantó y empezó a revisar todo el lugar por aburrimiento, hasta que escuchó golpes en la puerta, al abrir vio que se trataba de Kail, con una chaqueta de los guardias y una termo en la mano.
— Andy me dijo que estarías aquí —dijo con su tono serio pero amable— toma.
Le entregó el termo con café para que le ayude a mantenerse despierta.
— Gracias—lo recibió con ambas manos al mismo tiempo que le invitaba a pasar— no me dijo que tu también te quedarías.
— Me pidió ayuda y yo accedí.
— ¿Qué te dio a cambio? —preguntó casi sin pensar— a mi me dará la tarde libre— soltó una sonrisa.
Kail se giró hacia ella.
— Nada —habló con un poco más de seriedad— porque yo le estoy haciendo un favor, no hice esto a cambio de algo.
Jane rodó los ojos y se levantó.
— Ya sé, —soltó otra risa— ya sé lo que me quieres decir, lo que todo el mundo me dice, que soy una egoista, una mala persona, que solo pienso en mi y que gente como yo... — le dio la espalda mirando los monitores para poder distraerse— ...no se merece nada.
Mientras mantenía silencio vio en los monitores a Danna caminando sospechosamente por los pasillos, se veía nerviosa e insegura en sus pasos.
— ¿Qué mas?
Kail la sacó de sus pensamientos.
— Pero ellos no saben nada de mí —confesó— yo soy como soy por una buena razón, no me importa lo que digan.
— Me gustaría saber esa razón.
Kail la escuchaba, atendía cada palabra de Jane y tal vez eso la tomó por sorpresa.
— Gente como esta no le importa ayudar a los demás, solo les importa conseguir más "donaciones" para sus propios bolsillos, créeme, yo lo sé.
— ¿Crees que todos son así? —antes de que Jane pudiera responder Kail adelantó— ¿Crees que la señorita Weisz sea así?
Sin esfuerzo se le vino a la mente la imagen de Ellen, sonriendo y nombrando su nombre con ese tono de voz tan dulce que de solo pensarlo calmaron a Jane.
— Ella... es la excepción.
Kail se levantó, era hora de irse.
— Entonces admites que hay excepciones.
¿Qué podía decir? ¿que en todo el mundo Ellen era la única que se preocupaba realmente por la gente? Ni ella misma se creería esa mentira, así que terminó por asentir.
— Ganaste, no todos deben ser así.
— Bien.
Kail se fue, creyendo que por lo menos había dejado pensando a Jane, nada más alejado de la realidad.
Cuando cerró la puerta tras de sí, Jane se volteó a los monitores apurada, buscando a Danna y queriendo saber lo que pretendía en el edificio a esas horas, la siguió por las cámaras que captaron cuando ella entró a una habitación, Jane buscó si es que la habitación tenía una cámara y para su suerte si había una.
Vio el panel de control, y decidió apretar un botón.
Estaba aburrida, debía distraerse con algo
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En primer lugar, disculpen la demora, a mi me gusta escribir por la aplicación y wattpad me borró el capítulo cuando iba a copiarlo a mi compu antes de subirlo...