capítulo┊ ✦. :: treinta y ocho
♡ ﹙reencuentro﹚ ❋ ˚ ݂ ꛒ
Algunos días antes del Año Nuevo, Lydia recibió una carta. Se sorprendió al descubrir que era de su hermana, donde ella le invitaba a una clase de cena familiar.
Lydia accedió, después de todo, Lilian era la única familia de sangre que le quedaba y podría intentarlo una vez más ahora que Jonah había muerto. Tal vez Lilian había cambiado un poco. Tal vez había madurado después de todo lo ocurrido.
Carlisle estuvo con ella en todo momento, Lilian ya no vivía en Seattle, por lo que esta vez tuvieron que viajar a California. Ahora que Carlisle ya no brillaba con el sol, le era de mucha ayuda pues podía andar por lugares públicos a cualquier hora del día sin el mayor problema.
El taxi los dejó frente a la casa de Lilian. Era bastante bonita en un vecindario que parecía bastante tranquilo y familiar. Carlisle llevaba cargando a Maven que recién había despertado.
Lydia fue la encargada de tocar el timbre. Sonrió con cierta incomodidad cuando vio a su hermana, quien también parecía bastante incómoda.
—Pasen —les había dicho con suavidad. Se notaba bastante cansada, con unas grandes bolsas moradas debajo de sus ojos que indicaban lo poco que había dormido.
Así lo hicieron, se adentraron a la casa mientras Lilian cerraba la puerta y los dirigía por el pasillo hasta la sala.
—Es muy bonita tu nueva casa —le dijo Lydia, tratando de romper el silencio incómodo.
Lilian sonrió un poco, aunque casi parecía una mueca.
—Gracias. La verdad es que la compré con una parte del dinero que me dejó Jonah. Luego de lo que pasó, me sorprende que me haya dejado algo —se aclaró la garganta— la comida está casi lista, pueden pasar a la sala y en un momento estaré con ustedes.
Les señaló en qué dirección estaba la sala y Lilian caminó rumbo a la cocina. Lydia miró a Carlisle, quien se encogió de hombros y caminaron a la sala. La televisión estaba prendida en un canal infantil y luego vieron a Logan en la alfombra del suelo jugando con algunos juguetes.
Lydia sonrió con ternura y se acercó al niño, que volteó a mirar con curiosidad a los recién llegados.
—Hola, Logan —saludó Lydia mientras tomaba asiento en el sofá— soy la tía Lydia.
El niño se limitó a reír y mostrarle uno de sus juguetes. Carlisle se acercó y sentó a Maven junto al otro niño.
—El es tu primo, Maven —le dijo al niño que volteó a ver a su primo con curiosidad.
Maven también lo miró fijamente, con algo de curiosidad y se acercó gateando hasta él. Fue un momento bastante lindo pues los dos comenzaron a jugar juntos.
Lydia miró a Carlisle con una gran sonrisa. Entonces apareció Lilian que tomó asiento en otro sofá. Miró primero a los niños y luego a la pareja.
—Lo siento, Lydia —murmuró con lágrimas en los ojos— en serio lo siento mucho. Me comporté como una niña inmadura por tanto tiempo y por mi culpa casi mueres. Ya no tengo a nadie más que a ti y no quiero perderte también. Cuando Jonah se enteró que Logan no era suyo... destrozó toda la casa, me estaba muriendo de miedo y simplemente se fue. No supe nada de él hasta que vi las noticias. Y Mark... el verdadero padre de Logan, no quiso ni siquiera saber de mí.
Lydia la miró con tristeza, podía notar lo rota que estaba su hermana y no le gustaba. Pero aún así, aún no estaba dispuesta a perdonarla por todo lo que le había hecho.
—Oye, tranquila —le dijo Lydia— todo estará bien. No necesitas de nadie más para sacar adelante a tu hijo.
Lilian asintió.
—Conseguí un buen trabajo en una revista de cocina, puedo trabajar desde casa, así que es más fácil cuidar de Logan —miró a su hijo— Lydia, no necesitas perdonarme, si fuera tú, no lo haría. Fui la hermana más horrible de todo el universo y creo que podríamos comenzar de nuevo si eso te parece bien. No tenemos que ser las mejores amigas, pero quisiera que Logan tuviera familia a la qué acudir si se llegara a encontrar en problemas.
—No te preocupes por eso, Lilian. Logan siempre tendrá una familia pase lo que pase.
Asintió agradecida.
Era cierto que Lydia no estaba lista para perdonar a su hermana luego de todas las cosas horribles que le hizo desde que eran unas niñas, peor Logan no tenía la culpa de absolutamente nada.
—Gracias —murmuró entre llantos— si quieren, pueden pasar a la mesa.
Lydia se puso de pie y cargó a Logan en sus brazos, Carlisle fue el encargado de levantar a Maven y los tres se dirigieron al comedor.
Lilian en serio había cambiado mucho.
Fue una cena extraña pero bastante agradable al final de cuentas. Tal vez no mantendrían tanto contacto pero sin duda no les haría mal verse una o dos veces al año.
Más tarde se enterarían que Jonah descubrió que Logan no era su hijo debido a que revisó los mensajes del celular de Lilian, donde hablaba con Mark y le contaba toda la verdad. Jonah no lo tomó ni un poco bien y al final tomó medidas desesperadas.
🫀
Por otra parte, Charlie no tomó para nada bien la muerte de Bella. Alice se había encargado de inventar algo y decidieron que lo más factible era un accidente automovilístico. Pero al menos, Charlie parecía contento de conocer a su nieta.
Jacob se había hecho cargo de la niña. Tanto Billy como Charlie lo ayudaban muchísimo con ello y no sólo ellos, toda la manada ayudaba a su propia manera.
Habían llamado a la niña Maggie. Lydia nunca había visto a Jacob más feliz que cuando estaba con su hija. Tal vez aún era demasiado joven pero sin duda sería un excelente padre.
El único que no estaba tan feliz, era Edward. Que aunque ya no se encerraba en su habitación, a veces parecía distante y perdido en sus pensamientos. Aún así lo intentaba, principalmente por su familia.
Todos le repetían que algún día encontraría al amor de vida, sólo debía esperar un poco más. Pero honestamente esperaba que faltara mucho más tiempo para ello. Había tenido suficiente por una vida y tal ve podría esperar a la siguiente.
Alice organizó una maravillosa cena de Año Nuevo, invitaron a los hombres lobo y a Charlie, quien no dudó en unirse a ellos. Aún se notaba decaído pero también hacia lo posible por seguir adelante.
Maggie era su razón para seguir existiendo. Esa niña le transmitía una enorme felicidad. Era bastante parecida a Bella y eso le llenaba el corazón de felicidad.
Y con eso, comenzaron un nuevo año. Alice ya había comenzado con los preparativos de boda y no sólo ella, en realidad todos los Cullen estaban más que emocionados por la celebración.
Por fin, Lydia y Carlisle se casarían. Ambos lo merecían más que nadie en todo el universo.
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