Malas Enseñanzas

By PaolaValentine_

370K 31.9K 6.3K

Se suponía que todo iba a ser sencillo. "Se suponía" Pero como siempre, todos mis planes eran una porquería... More

Sinopsis completa
Epígrafe
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24 |+18|
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 37 (Maratón 2/4)
Capítulo 38 (Maratón 3/4)
Capítulo 39 (Maratón 4/4)
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43 |+18|
Capítulo 44
Capítulo 45 |+18|
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49 |+18|
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Nota importante que deben leer
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59

Capítulo 36 (Maratón 1/4)

4.2K 463 66
By PaolaValentine_


Capítulo 36| Es imposiblesuperar un casi algo.

Me encontraba todavía en el sitio en que la doctora Whitman me había dejado luego de esa conversación. Mi corazón latiendo acelerado en mi pecho.

Tenía ganas de llorar, tratando de asimilar lo que me acababa de decir. Yo solo pude derrumbarme en uno de los banquitos, sin fuerza para continuar. Yo sabía que no debería sentirme mal, Stone y yo no éramos nada. Ni siquiera llegábamos al estatus de estar en una relación, solo nos acostamos. Ahí no había nada más.

Entonces ¿por qué dolía?

Me dolía como si todo se hubiese derrumbado dentro de mí. Como si nosotros fuéramos la pareja del año. No entendía por qué se sentía mi pecho de esta forma.

No estaba enamorada de él. Admito que me gustaba, pero era imposible enamorarme de Gabriel. Sabía que estaba divino, que me entendía en el sexo, pero eso no era suficiente para una relación, no lo creo.

Estoy casi segura que lo que me estaba punzando era la posibilidad de que ambos perdiéramos todo en esto. Solo porque una niña mimada quiere verme caer. Y no lo entiendo. ¿Por qué me odia tanto? ¿qué le hice para que ella me despreciara desde que llegué? Yo solo era la residente de Gabriel.

Pero bueno, cada cabeza es un mundo y el de ella es uno que no quiero explorar.

Sentí algo caer en mi mano y me di cuenta de que era una gota. Pensé que podía ser una filtración, pero al instante cayó otra. Fue cuando sentí mis mejillas mojadas. Estaba llorando.

¿Por qué? No es cómo que fuera que hubiese perdido a mi otra mitad. Estoy segura de que era más que todo por el regaño que recibí. La sensación de culpa o no sé. Ya estaba cansada de esta situación.re

Pero ya no podía echarme para atrás. Yo tenía que sacar adelante esta residencia, ya no había otras opciones para mí.

Me limpié las mejillas y traté de tomar aire para calmarme. Cuando creí sentirme mejor, la puerta se abrió. Al alzar la mirada me encontré con mi mejor amigo que me veía preocupado. —¿Tú que tienes?

Mierda.

—Nada.

—Y una mierda, Very. Tú sí tienes algo y me los vas a decir ya. ¿Te molesta la herida? ¿Qué pasó?

Él se sentó a mi lado. —Lo siento, es que me regañó Whitman.

—¿Qué hizo la maldita perra?

—Bueno, básicamente me dijo que está esperando algo para despedirme. Cualquier cosa. Su tío me tiene bajo investigación. Y ya dijeron que solo logré quedarme luego de mi operación porque me defendió Beckett. Pero ahora corren los rumores que me acosté con él.

—Joder, Very. Está más loca cada día —eso me hizo reír—. Pero tú no harás nada para que te despidan. Porque eres la mejor residente de primer año que tienen. Y antes de que digas que no, sí lo eres. La gente aquí te admira.

Yo dudaba de eso. Porque si tenía un motivo de despido sobre mí, pero moriría antes de que alguien lo supiese.

—Soy insubordinada.

—Y Stone le encanta eso —yo lo miré como si se hubiese vuelto loco—. Amiga, ese hombre lo traes loco. Si no es porque es tu profesor, créeme que habría intentado algo.

Yo sentí que la vida se me iba.

Porque ya había pasado algo.

—Y estoy casi seguro de que esas flores te las está dejando él.

Eso no tenía ningún sentido. —Por Dios Elijah, eso es imposible.

—Amiga, no hemos descubierto tu admirador. Es bueno. Mi apuesta está en ese hombre.

—Ahorita eso no importa. Si me despiden, me puedo olvidar de todo. Tendría que iniciar de nuevo con una nota cero. ¿Qué hospital me querrá recibir luego de eso? Ninguno.

—Eso no va a pasar porque eres muy buena en tu trabajo. Además, el cirujano no fue el único que te defendió ese día. Nosotros escuchamos cuando citaron a Stone y a Beckett por ti. Ambos dieron fe de que estabas enferma y que si te despedían estarían cometiendo un gran error. Él fue el mas enojado.

Un momento, ¿qué?

¿Stone me defendió?

Entiendo que él y yo bueno, estábamos en esto. Pero no pensé que él me defendería de esa forma, incluso molestarse por ello.

Lo que hacía que mi corazón y estas cosas que no quería darle nombre crecieran cuando no debían. Tenía que mantenerse tranquilo.

—No me jodas. ¿Cuándo planeabas decirme eso?

Se dio cuenta que no me había contado. —No quería preocuparte, estabas recuperándote.

—Pero debiste decirme. Así al menos habría tenido algo de idea a que atenerme.

—Nunca imaginé que fuera coordinado por Whitman. No sabía que te odiaba tanto. —sí, me tiraría de un puente si pudiera—. Very, no le hagas caso.

Era difícil.

—Ahora limpia esas lágrimas, vamos a la presentación de caso clínico de uno del tercer año.

—Ya me iba a casa.

—Amiga, no querrás perderte la humillación. Van a arrastrar el piso con ellos. Son los mismos que te fastidiaban.

Eso hizo que lo pensara. —¿Quién los evaluará?

—Temple.

—Tenemos que ver eso.

Cualquiera diría que yo debía de ser mejor persona y no esperar que les vaya del culo, pero resulta que ellos me habían tratado muy mal en mis primeros meses de residente y quería ver cómo recibían una cucharada de su propia medicina.

Nos sentamos en los últimos asientos y él me extendió un sándwich que sacó de su mochila mientras esperábamos que empezaran con la masacre. Agradecí eso porque estaba muriendo de hambre.

—¿Hablaste con Alex?

Dio un suspiro que pareció salirle del alma. —Sí, hablé con él. Está instalándose. —enjugó su nariz—. No puedo creer que esté tan lejos de mí.

—En tu corazón está cerca. Y seguramente ya hablaste por videollamada.

Asintió. —Apenas llegó me marcó desde el London Edge. Me dijo que estaba esperándome para que lo visitáramos juntos.

Eso era amor verdadero.

—Van a poder con esta prueba. Sé que sí.

Se reunieron los que iban a hablar y efectivamente estaban los insoportables de último año. Su tutora a cargo me di cuenta de que era la maldita de Whitman. Y aunque no la quería ver, sabía de que si me iba, ella creería que me afectó. No le daría el placer.

Comenzaron a llegar cada uno de los asistentes y se dispusieron. Yo agradecí que esto fuera como un auditorio tipo los de cine. Al ser temprano en la mañana no estaban todas las luces encendidas y yo estaba oculta, si quería podía echarme un camarón aquí.

Comenzaron a hablar de un paciente con una endocarditis infecciosa. A medida que escuchaba cómo lo narraban, sabía que los iban a arrastrar. Estaba todo errado y mal enfocado. La muerte se quedará corta.

Siguieron equivocándose a medida que avanzaban y yo solo podía preguntarme ¿cómo una gente había llegado tan lejos? Estaban diciendo un montón de cosas estúpidas.

Y fue cuando escuché esa voz. —¿Qué bacteria le causó las vegetaciones?

Me morí. En serio, busquen algo para enterrarme, porque acabo de morir.

¿En qué momento había llegado Stone aquí?

Él no podía verme, sí lo hacía sería mejor estar presente en el apocalipsis zombie que él enterándose que yo estaba trabajando.

Sabía que él se enteraría porque alguna enfermera se lo contaría, pero contaba que fuera cuando ya yo estuviera en mi casa en plena posguardia, no ahora.

—Tengo que huir.

—Very, si sales, te va a ver. Escóndete aquí. Espera que se vaya.

Tenía lógica, pero igual. No quería pensar en que podía descubrirme.

—La bacteria es un Staphylococcus aereus.

—Acaba de firmar su sentencia —susurró Elijah.

—¿Cuántos hemocultivos hiciste para comprobarlo? —continuó.

Yo quería salir, él debía oler mi miedo pese a que estábamos en polos opuestos.

—Solo dos.

—¿Y qué salieron en ellos? —ya mejor que empezáramos a rezar. Ellos por no saber nada y yo por estar aquí en contra de su reposo.

—Negativos.

—¿Entonces cómo vas y dices que esa paciente tiene un estafilococo? Acabas de decir que tiene una infección del tracto urinario. Un Enterobacter, específicamente. No hay donde más para buscar, eso es lo que le causó las vegetaciones. Riñón, sangre, corazón. Así se diseminó la enfermedad.

—Salió negativo y es un microbio extraño para crear endocarditis. En su mayoría es por estafilococos o estreptococos y los del grupo HACEK. Además, usa insulina por vía parenteral.

Los estaban destruyendo y con base, casi me compadecí porque recibir la furia de Stone no era fácil, pero ellos no lo hicieron cuando yo estaba mal, solo me agregaron más trabajo.

—El caso clínico está mal. Un estudio que salió en 2018 se obtuvo que, de 2761 pacientes, dos cursaron con Endocarditis por Enterobacter. Además, es un microbio que se esconde y no sale con facilidad, tarda hasta tres semanas en aparecer en un hemocultivo. No puedes decir de una vez que es Estafilococos sin nada que te demuestre de forma absoluta la existencia del patógeno. Aunado a eso ya habría muerto. Esta bacteria es letal, en pocas horas habría más daño y tiene un mes aquí —hizo silencio un momento—. Por mi parte yo no tengo más preguntas.

¿Qué mas iba a preguntarles? Si los dejó por el suelo.

Él se levantó y salió de ahí y casi que canté victoria. Fue el turno de Temple de seguir en la humillación, pero yo comenzaba a tener sueño. Esperé un rato más mientras contaba que se alejara y tanto Eli, como yo salimos de la sala de conferencias.

Como ya llevaba mis cosas, me despedí de él y se fue a su lugar de trabajo. Yo estaba corriendo a la salida y revisando como una agente secreta, pero mis reflejos fueron una mierda cuando me choqué con alguien. Iba a pedir disculpas, pero esta murió en mi garganta al ver quién era.

Supe cuando Stone quiso matarme.

—¿Qué demonios haces aquí?

Y decidí hacer mi mejor papel de payasa. —Sorpresa.

Algo me decía que no se iba a reír de mi chiste.


Continue Reading

You'll Also Like

1M 64.7K 55
«El peligro siempre será lo más tentador». . . . Créditos correspondientes a la imagenes de la portada, fueron sacadas de Pinterest. Historia ori...
252K 12.8K 69
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
63.6K 4.4K 63
Fuerza, valentía, audacia. Tres cosas que no te pueden faltar en mi mundo. Lastima que algunas veces reemplazamos una de ellas por debilidad, el sinó...
1M 73.1K 42
Viajar a las Vegas con un grupo de universitarios calientes jamás es buena idea. Cuando Laurel Hanson, despierta de un profundo sueño entre las sába...