Esa noche paso con relativa tranquilidad, y digo relativa porque tuve pesadillas, pero nada muy fuerte, pero si lo suficientemente fastidiosos para hacerme despertar alarmado.
—Carajo... esas sí estuvieron feas... —Queje al dejar salir un suspiro. —Por suerte no fue nada grave.
Me levante por un vaso con agua, y fue cuando escuche la puerta de Aby abrirse.
— ¿Qué haces despierto? —Pregunto al caminar a la cocina mientras bostezaba.
—Tuve un par de pesadillas, nada muy serio.
—El que solo tengas pesadillas es serio para mí.
Tras tomar ella agua, me tomo de la mano y me llevo hasta su habitación donde se dejó caer en la cama y luego me jaló para caer yo encima de ella, abrazándome así contra su pecho, mientras me acariciaba con mucho cariño.
—Si es necesario que vele por tu sueño, eso haré, pero quiero que estés bien. Descansa, aquí estaré siempre para ti Shoto. —Sonrió con mucho amor mientras me miraba.
—Si hubiese conocido a alguien como tú en la otra vida, creo que las cosas fuesen sido diferentes para mí. —Confesé mientras me acomodaba.
—De ser así, no te fuera conocido, por lo que malvadamente debo decir que me alegro de que eso no pasara. Ahora descansa, mi fiero guerrero, yo me encargare de proteger tus sueños de todo mal que los aseche.
No tengo palabras para poder definir lo que esas palabras me hicieron sentir, fue como ser arrullado por mi madre y ser un niño de nuevo, por lo que siguiendo esas palabras, me acomodo y concilie el sueño rápidamente.
Fue como caer noqueado, no tuve recuerdo alguno de lo que paso, hasta que la misma Aby fue quien me despertó con suaves susurros.
—Arriba dormilón, recuerda que tienes trabajo.
—Mmmm...
—Sí, sé que ni ganas tienes de levantarte, y si por mi fuera, estaríamos así todo el día, pero Hana no nos puede ver tan unidos, además de que ya tienes un compromiso.
Me levante con mucha flojera, y hasta un tanto desorientado, pero no fue nada que agua fría a la cara y café no solucionaran.
— ¿Y Hana?
—Roncando, y seguro abrazando tu almohada mientras sueña que le haces cosas sucias.
— ¿Lo crees?
—Cincuenta, cincuenta.
—Ya me voy.
—Que te vaya bien, ten mucho cuidado allá afuera. —Pidió al acercarse y darme un gran beso en la mejilla. —Te quiero un montón.
—Igual.
Dicho eso, me transporte a las cercanías del gremio, no fue nada difícil encontrar a un par de dragones con forma de jet a reacción.
—Buenos Días Shoto.
—Buenos días Latias, Latios, Aby me contó de que quería hacer un trabajo conmigo hoy.
—Así es, es un trabajo algo complicado y quisiéramos tu ayuda con esto, una familia se perdió cerca del monte nevado.
—Sera más fácil para nosotros que podemos volar, pero estarán bien con el frío, no hablamos de un clima templado.
—Siempre y cuando no duremos mucho tiempo quietos, estaremos bien. —Comento el Mayor. —Ya hemos estado en climas así antes.
—Entendido, tienen el mapa con la ubicación.
—Sí, ya sabemos exactamente a donde ir.
—En ese caso que esperamos, a volar.
Vi a los hermanos acelerar de golpe y yo solo los seguí para alcanzarlos bastante rápido volando a la par con ellos.
—No es mentira lo que se decía de los Mewtwo. —Comento Latios.
—Por algo Shoto pudo salvarte hermano, por eso pedí su ayuda para rescatarte, y el cumplió con el trabajo sumamente rápido, otros equipos hubiese tardado mucho más.
Eso sin contar que Moltres el guajolote Macías estaba en el área.
De verdad son como Jets, sus alas se mueven dependiendo de cómo quieran acelerar o cambiar de dirección, es increíble.
—Hermana ten cuidado, no te alejes mucho.
—Claro que no lo haré, solo quiero sobrevolar un rato.
—Haaa... ves eso Shoto, no me hace caso.
—Adolescentes, la mayoría son así, pero aun así se preocupa por ti, y eso es lo que debe importarte, es una buena chica, y está creciendo, debes dejar que ella poco a poco vaya forjando su propio camino.
—Es cierto. Hemos estado toda nuestra vida juntos. Desde que la vi salir del huevo, supe que tenía que protegerla, y me he enfocado tanto en eso, que me he olvidado de dejarla crecer.
—Eres un gran hermano Latios, eso se nota, y ella lo sabe.
El cuanto empezamos a sentir el descenso de la temperatura en el aire, supimos que estábamos próximos a nuestro destino, y al ver ese gran monte nevado que se erguía majestuosamente por sobre la tierra, era claro que ya habíamos llegado.
— ¿Qué es lo que dice el trabajo? —Pregunte al ver todo el terreno circundante mientras me soplaba aire caliente a las manos, el frío en serio que se siente.
—Una familia de Dragonite vino a la montaña y al parecer la Madre y su hijo se extraviaron cuando los atrapo la tormenta.
—Podrían estar donde fuera... Ok, esto es lo que haremos, somos tres, debemos dividir el trabajo, cada quien que busque por un área, atento a los posibles pensamientos que puedan oír, si encuentran algo, avísenle a los demás por telepatía, ¿bien?
—Sí, hermana ten cuidado.
—Así será.
Cada quien se fue por su lado, pero era un monte extenso por lo que no sería una tarea fácil.
—Esto será difícil... parece que hubo una avalancha hace no mucho.
Sabiendo que un dragón amarillo resaltaría demasiado entre la nieve me centre en mi vista, oído y en mis pensamientos, pero no encontré nada, solo un páramo blanco que se extendía por kilómetros.
— (¡Shoto, creo que los encontré, ven rápido!) —Comunico Latias con rapidez.
— (Elévate para que pueda verte rápido.)
— (¡Bien!)
Conseguir a Latias no fue difícil, con ese rojo intenso que ella tiene por plumaje.
— ¿Dónde los encontraste?
—Escuche sus pensamientos, deben estar bajo la nieve, pero no sé dónde.
—Ok, bien, deja que me ocupe de esto, hay que saber cómo hacerlo, si no podríamos aplastarlos.
Mis ojos brillaron y ejerciendo mi poder por encima de la nieve despeje el lugar entero hasta notar una cueva que había sido ocultada por una avalancha.
— ¡Iré a ver Shoto!
—Bien, pero ten cuidado.
Rápidamente entro a esa cueva y Latios se acercó a donde estaba.
—Ve con ella yo me hago cargo de la nieve.
—Entendido.
Con ambos a cargo de eso, mi trabajo era mover toda esa nieve sin causar problemas a lo que hubiera debajo por lo que tuve que trabajar con cuidado y dejándola acumulada en un gran claro rocoso, que ahora tenía como unos siete metros de nieve encima.
—Listo... a ver que hay en esa cueva.
Baje hasta la entrada y no muy profundo me encontré con los hermanos atendiéndoles a los Dragonites, que se veían casi al nivel de la hipotermia y al sentir el gélido aire detrás de mí use mi distracción para cambiar ese aire gélido por un aire bastante cálido que se pudo sentir y agradecer por los presentes.
—Llevémoslos al gremio, allá les atenderán como es debido. —Explique al acercare.
—Entendido.
Con todos cerca simplemente nos transporte de regreso al pueblo, más exactos, dentro del gremio.
—Estos Pokémon requieren mantas para recobrar el calor de sus cuerpos. —Pedí.
— ¡Enseguida!
Los presentes rápidamente se hicieron cargo de eso hasta que ambos dragones tenían mejor color y semblante.
—Muchas gracias... —Agradeció la Madre. —De verdad muchas gracias.
—No fue nada, es nuestro trabajo. —Sonrió Latias con mucha alegría. —Es lo que hacemos.
—Ya se le notificó a su esposo, viene para acá. Latios, Latias fue un trabajo bien hecho, aquí tienen su recompensa.
Latios fue quien se hizo cargo de la recompensa mientras Latias aún le atendía a la Madre y el pequeño, ya al estar todo listo, simplemente deje el gremio seguido de ellos.
—Eso fue emocionante, pero difícil.
—Se tienen que pesar en todo cuando se sale a un trabajo, tu hermano lo rescate de una manera similar, escuchando sus pensamientos hasta saber dónde estaba, eso y que una compañera ayudo gracias a su olfato, deben tener todo eso siempre presente.
—Aún nos queda por aprender.
—La experiencia se gana en el campo, yo no fue muy diferente de ambos cuando empecé, tuve que aprender a adaptarme rápido y a usar todas mis habilidades a mi beneficio, en una situación crítica un pensamiento veloz puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Se me salió un sermón de los que le daba a mi equipo en el ejército.
—Lo tendremos en cuenta.
— ¿Dónde se están quedando?
—Conseguimos un departamento perfecto para ambos, y allí es donde nos quedamos por ahora.
—Eso es bueno, ¿ya saben cómo defenderse solos aquí en el pueblo?
—Sí, mi hermana es vivaz en este tipo de cosas, por lo que nos hemos adaptado bien.
—Me alegra escucharlo, cuando necesiten una mano con algún trabajo, avísenme.
—Claro Shoto.
—Puede que en algún momento deba ir a una exploración, los quiero en mi equipo.
— ¿¡De verdad!? —Pregunto la menor muy emocionada.
—Claro, será un momento adecuado para probar todas sus habilidades y ver que tanto pueden hacer en situaciones más complejas.
—Me parece justo, Hermana, ¿qué dices tú?
—Me encantaría.
—Perfecto, los estaré notificando si algo así pasa.
Ambos se fueron al mercado y yo me movilice hasta la biblioteca de Blanca, donde la vi acomodando unos libros en sus estanterías.
—Hola Blanca.
—Oh Hola Shoto, no te sentí llegar.
— ¿Cómo has estado?
—Ocupada, el trabajo de una investigadora jamás termina.
—Seguro... oye sabes Hana está en casa, pensé que te gustaría ir a verla y hablar con ella de científica a científica.
—Eso me encantaría, deja que prepare algunas cosas y nos vamos. ¿Cómo han estado las cosas para ti?
—Tranquilas por ahora, pero quien sabe que pueda pasar luego.
—Eso es cierto Shoto, por eso debes estar siempre alerta de todo lo que pueda pasar.
—Exactamente, bueno eso, y que pareciera que el consejo me manda lo más difícil a mí.
—No lo creo sabes, no eres el único legendario que es un Rescatista.
— ¿Hay más?
—Sí, los perros legendarios tienen su propio equipo, se dice también que hay Pokémon como los espadachines místicos que también tienen su propio equipo.
— ¿Ósea que tengo competencia?
— ¿Competencia? Para ti, claro que no Shoto, podrías aplastarlos a todos sin siquiera mover un solo musculo, No están a tu nivel.
—Blanca no crees que me das mucho mérito.
—Shoto, tengo una idea general de tu potencial, te recuerdo que fuiste tú quien paro a las fuerzas primordiales del universo a puño limpio.
—Eso no te lo puedo negar.
—Bien ya tengo todo, andando.
Sin más ambos nos movilizamos hasta la casa, donde Hana estaba sentada con la computadora en la mesa trabajando en quien sabe que, y Aby flojeando en mi hamaca.
—Chicas ya regrese.
—Cómo te fue, te tardaste un buen rato.
—Nos fue bien, sentí bastante frío, pero todo salió bien.
—Qué bueno.
—Hana, Blanca vino conmigo, para que ambas conversen de científica a científica.
—Eso me encantaría Shoto, sé que ella me podría ayudar a llenar muchos cabos sueltos, y seguro yo le daré información que quiere o que necesita.
Deje a las nerd libres en su habitad natural, mientras yo iba a la cocina por algo de comer.
—Aby.
— ¿Si?
—Había un chocolate aquí en el refrí, ¿dónde está?
—Creo que me lo comí...
— ¿Crees?
—Lo siento.
—No pasa nada, tocara pasar al plan B... —Suspire al rebuscar en la alacena. — ¿También te comiste el último paquete de galletas?
—No...
—Aby.
—Tenía mucha hambre Shoto...
—Bueno, plan C, hacer almuerzo temprano, o me vas a decir que te comiste la carne cruda.
—No, eso sí que no.
—Por lo menos.
—Pero no hay casi verduras.
—... Plan D. hacer mercado. Ya regreso.
—Voy contigo.
—No voy al mercado normal Aby, espera aquí tardare poco, espero. —Calme al agarrar algo de oro del suelo. —Voy'vengo.
Actualizado el 24/10/2022.