DIE FOR YOU / HEESEUNG

By straylovers

102K 11K 5.6K

Desde la muerte de su madre, la vida de Pandora cambia radicalmente. Tendrá que pasar por circunstancias difí... More

01. Panda
02. Change
03. Stressed out
04. Sudor y cansancio
05. Descanzo
06. Bad idea
07. Save me
08. Pink hair
09. Herida
10. Games
11 Ataque
12 Las penas y el alcohol no se juntan
13 Beach
14 By your side
15 Momento para recordar
16 Me haces sentir
17 Un viaje para recordar
18. Die For You
19. Alive
20 Nuestros encuentros
22 Pd: Te extraño
23 madrugada
24. U rock my world
25 Breath of life
26 ¿Are you real?
27 till the end
final
Playlist

21 Angel

3.1K 333 233
By straylovers

— Pandora. —Me llamó y levanté la mirada lentamente—. Perdóname.

Heeseung me quedó mirando a la espera de alguna reacción por mi parte, pero no hubo ninguna, era como si no lo hubiera escuchado. O tal vez, no estaba preparada para escuchar algo así salir de su boca.

— Realmente lo lamentó —volvió a hablar, dejándome aún más atónita; pero no lo demostré. No podía parar de mirarlo en silencio.

— Tenía que hacerlo... —trato de explicar y alce uno de mis dedos, para que guardara silencio. El entendió con rapidez, pero al verme fijar mi mirada en la suya, pareció ponerse nervioso.

— Heeseung... —lo nombré y esté alzo levemente sus cejas, sin parar de mirarme—. Si vas a prometer algo que no puedes cumplir... simplemente, no lo hagas.

— Perdón. —repitió y mire a otro lado, sintiendo una molestia que comenzaba a hacerse presente en mi garganta.

— Pandora, de verdad perdóname... — ¿Es... lo único que sabes decir? ¿Perdón? —Lo interrumpí, manteniendo mi voz tranquila, que ocultaba una gran molestia.

Yo solía decir siempre eso.
No pensé que podía llegar a ser tan irritante pedir disculpas.

Heeseung lamió sus labios y se acercó más a mí.

— Entiendo que estés enojada... pero no puedes actuar así... — ¿No puedo? —Sonreí incrédula. No podía creer lo que decía.

— ¿Acaso... no tengo el derecho? ¿Acaso tú no lo harías? —Baje la mirada—. Qué poco empatíco eres... ¿D-De verdad esperabas que te recibiera con un abrazo? ¿Después de besarme y haberme tirado de un maldito tren al agua? Sabiendo que ni siquiera se nadar...

Heeseung me siguió mirando en silencio. Le di un empujón y esté se dejo, desviando su mirada a otro lado, por lo qué lo volví a hacer, pero con menos fuerza.

— Me hieres. Siempre lo haces.

Su mandíbula se marco por unos segundos y se dió vuelta a mirarme nuevamente, viendo como comenzaban a salirme silenciosas lágrimas.

— Pensé... Yo pensé que te había perdido... —confesé en un sollozo.

Y eso era la razón de todo mi enojo.
Creer que había perdido otra vez la persona que más amaba.

Me sentía tan frágil y no podía odiarlo más.
No quería que me viera siempre llorando, pero era la única forma que tenía de desahogarme.

El moreno deslizó sus manos por mis mejillas secándome las lágrimas y lo dejé. Lo extrañaba mucho y se sentía reconfortante tenerlo nuevamente conmigo, cercano a mí y sintiendo su tacto.

Era reconfortante saber que no lo había perdido como lo había hecho con mi madre.

— ¿No te lo había dicho antes? —murmuró cerca de mi mejilla—. Odio que llores.

Volvió a limpiar mis lágrimas y elevó mi mentón con suavidad para que lo mirara nuevamente a los ojos.

— No quería pasar a llevar tus sentimientos Pandora, puedes pegarme e insultarme todo el tiempo que quieras, pero, aun sigo pensando que fue mejor así. No quería que corrieras peligro —habló y observó mis labios—. Si te hubiera pasado algo, no me lo hubiera perdonado jamás.

— ¿Y por qué me besaste? Hubiera sido mejor que no lo hicieras... —solté y Heeseung guardo silencio por unos segundos, como si le hubieran dolido mis palabras.

— ¿Eso si no lo puedes responder? —cuestioné, sintiéndome cansada.

— Te besé... porqué temía que fuera la última vez que nos viéramos... —Su voz temblo, pero volvió a ser estable casi de inmediato, dejando en evidencia que estaba bastante nervioso—. Te besé porqué siento cosas por tí... me gustas, Pandora.

Mis ojos se iluminaron con fuerza ante los suyos.
— ¿Te gusto...? —cuestioné, en un pequeño susurró.

— Sí... por eso estoy aquí... por tí. Y sé que no me vas a creer, por qué no soy de decir estas cosas, pero Pandora, te extrañe cada día... Sabía que estarías enojada, pero lo entiendo... fue mi culpa.

Sentí que mi corazón se aceleraba nuevamente.
¿Él... hablaba en serio?

— ¿Cuánto más seguiras enojada conmigo? —pregunto, cerca de mi oído, haciéndome sentir su tibió aliento.

— Yo... No lo sé... Soy algo rencorosa. —admití, comenzándome a sentir nerviosa por su cercanía—. ¿Por qué te interesa?

— Por qué me gustaría besarte... pero no quiero hacerlo sí estas enojada, tampoco creo que me dejes... —Se lamentó y tragué saliva con algo de dificultad.

¿Qué había pasado con el Heeseung gruñón?
Tuve muchas ganas de sonreír, tanto que me mordí los labios para no hacerlo.

— Es verdad. No te dejaré ... —musité y me corrí lentamente de su lado, mientras él se daba vuelta, siguiendome con su mirada—. Igualmente... estoy muy feliz de que hayas regresado, Heeseung.

Me acerqué a él y le di un pequeño beso en la mejilla.

— Buenas noches.  —Me despedí y me fui a pasos rápidos de vuelta a mi habitación.

Creo que había hecho lo correcto.
Claramente no había podido dormir casi nada.

Heeseung había dicho que le gustaba, de verdad loa había admito, pero supe controlar mi emoción. Solo que, tal vez, tuve que haberle mencionado que él también me gustaba.

Pero, tal vez lo sabe, ¿No?

— ¿En que piensas Pandita? —Me abrazo Jay, sentándose a mi lado en una de las cuantas sillas de la terraza.

— Yo... — ¿Y esa cara? ¿No te alegras de que haya vuelto? Pedazo de mal agradecida... ni siquiera me saludaste ayer.  —Se quejó Sunoo acercándose a nosotros y mirándome con desdén.

— Sunoo... L-Lo siento, tenía que procesarlo... puede que no me creas, pero yo si te extrañe, los extrañe mucho...

— Lo sé. —Sonrió Sunoo, cambiando de repente su expresión seria a una cómica—. Sólo bromeaba, además, Sunghoon me contó que llorabas todos los días.

Abrí mis ojos, sintiéndome traicionado por el pelinegro y alguien más llegó a la escena.

— ¿Lloraste todos los días? —repitió Heeseung, mirandome con preocupación.

Me di vuelta a mirarlo y me quedé en blanco.
¿Cómo podía verse tan tranquilo después de lo de ayer?

— Esta bien Pandita, no te avergüences... —Sonrió Jay acariciando mis mejillas al ver mi sonrojo en ellas. Heeseung vió su acción atentamente.

— Veo que la cuidaste bien Jay.  —soltó y esté último lo miro, sin dejar su dulce sonrisa.

— Claro, es mi Panda. —pronunció claramente lo último y Heeseung me miro, atento a mi reacción la cual fue una risita avergonzada, que no le gusto para nada.

— ¿Tuya? ¿Piensas que es un objeto? —lo atacó y Jay puso los ojos en blanco.

— Claro que no... Relájate, no te enojes, ¿Sí? A los viejos como tú les hace mal...

— Eres un imbécil, ven aquí. —Heeseung se acercó a él, con la intención de pegarle, pero Jay me puso como escudo hacíendo que parara al instante.

— No peleen, deberían estar felices, estamos todos aquí... a salvo... —mencioné y Sunoo rió, burlescamente.

— Panda yo no peleó, él es el celoso. —protestó Jay, apuntando a Heeseung.

— ¡No estoy celoso!

— ¡Admítelo! —rió Jay y Heeseung intentando otra vez atraparlo, comenzaron a perseguirse por toda la casa.

— Aquí vamos de nuevo... —bufó Sunoo y se fue en dirección a la cocina.

— ¡Paren! —grite subiendo a penas las escaleras  detrás de los dos —. ¡Tengan cuidado!

Los chicos destrozaban todo lo que se les cruzaba por el camino.

Jay entro a mi habitación, pensando que ahí se podría refugiar, pero no fue así. Heeseung ya estaba muy metido en atraparlo como para razonar.

Aun que ya no estaban molestos, era como un juego de niños pequeños, la única intención de cada uno era ganar.

Y Jay parecía que lo tenía claro.
Me tomo de los brazos al verme cerca de él y nuevamente me puso de escudo. Heeseung sonrió oscuramente al cruzar con mi mirada y comenzó a hacerme cosquillas.

— ¡Ahh! ¡Basta! —comence a suplicar mientras no paraba de reír; hasta qué de la desesperación, empuje a un lado a Jay con todas las fuerzas que tenía para soltarme de su agarre.

— ¡Pandora no es de nadie! —grito Heeseung abrazándome al ver que iba tropezando directo a él, mientras que Jay chocaba con mi escritorio, sacudiéndolo por completo.

La estatua de ángel que había rescatado de mi casa, cayo directo al suelo, rompiéndose en pedazos.

Jay se dió cuenta pero no le dió importancia, puesto que no sabía el valor que tenía la figura para mí. A cambio de Heeseung, quién lo sabía muy bien, por lo qué apenas vió la escena, su expresión cambió de inmediato.

Y así de fácil, paro la pelea.

Nos quedamos en un profundo silencio.
Heeseung se separó lentamente de mí y observo junto a mí la figura de porcelana.

— ¿Qué sucede...? —Nos miro Jay sin entender lo que sucedía y aunque Heeseung haya tenido unas enormes ganas, ni siquiera se tomó el tiempo de retarlo.

— Mierda... —musitó—. Creo que tengo pegamento, si quieres puedo intentar arreglarlo... —No. —lo interrumpí.

Narra Heeseung.

— ¿No? —cuestioné y Pandora no respondió.

Mire hacía el cielo pidiendo piedad con mis ojos.
Esto si era malo... no me iba a perdonar jamás.

— No podemos arreglarlo... ya no sería lo mismo... —Pandora nos miró a los dos y sentí mi piel erizarse al ver que su expresión era realmente seria. Juro que sí comenzaba a llorar, no iba a poder aguantar la culpa—. Está bien... sólo...

No termino de hablar y se quedó mirando el suelo, la tristeza en su rostro se mezclo con una leve curiosidad. Se agachó hasta el suelo y tomo un pequeño papel doblado en forma de cigarrillo.

— ¿Y esto? —preguntó, mirando nuevamente la figura rota—. Creo que estaba adentro...

Me acerqué a ver como desenvolvía el papel y nos sorprendimos.

— Lo escribió mi M-Madre... es su letra —indicó Pandora, con un hilo de voz.

Jay me miro de reojo y se acerco a leer.
Al parecer, había venido para bien romperlo.

Gracias por leer <333

Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 175K 42
❝ YoonGi es un padre soltero que acaba de perder a su amada y JiMin es un omega roto que acaba de perder a su bebé, ¿Qué pasará cuándo ambos caminos...
2.8K 328 40
Luego de la escuela empieza una nueva vida, con nuevos caminos por recorrer y errores que aprender. La belleza de crecer no es un proceso fácil, siem...
130K 5.9K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
439K 60.7K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...