Mi cabeza se sentia en una superficie fuerte que subia y bajaba tranquilamente. Mis ojos se sentian pesados como si hubieran permanecido cerrados todo el año. Contra mi voluntad los abri y abrace con mas fuerza la delgada cintura sobre una camisa de lino.
— Buenos dias.
Su voz profunda me hizo querer apoyar mis codos en el colchon pero el siguio con mi cabeza en mi cabeza.
— Shh, no te muevas mucho o te dolera la cabeza. Kyle esta aqui tambien. — Junghyun murmuraba tranquilo y yo solo alce mi cabeza a verlo. — ¿Dormiste bien?
— Si... ¿Cuantos dias fueron?
— Solo dos.
— ¿Acaso Seokjin vino a ayudar con mis pesadillas? — apoye el menton en su vientre, donde mas musculos firmes se lucian.
— No. Cualquier cosa que ocultas debe ser por el bien de todos, ¿no es eso lo que siempre me dices para no preocuparme?
Su cabello blanco caia por su frente, enmarcando sus pestañas cortas y ojos tan grises que podia pasarse a un celeste. Kyle estaba dormitando en su hombro, en su regazo uno de los cuentos que mas le gustaba y su mano aferrada al puño bordado de su camisa.
Otra camisa que le borde.
— Hyunie, parece que aun no te queda claro el enojo que me da ver a Kyle cuando estoy de esta forma.
— No fui yo... ella quiso venir por su cuenta.
— Pero es porque tu le dijiste lo facil que era darme energia espiritual. Es una niña, Hyunie, no debe preocupar su cabeza con cosas de adultos. — el hizo presion en los cabellos casi en mi nuca y yo puse mi mejilla en su cadera, ignorando su mirada. — ¿que importa si tengo poca energia? mientras pueda abrir mis ojos y mover mis manos, estare bien. No necesito mas. Es un desperdicio de tiempo y esfuerzo.
— Isie, mirame.
No queria pero su mano se deslizo por debajo de mi barbilla y alce mis ojos.
— Kyle vino porque se preocupa por ti, si estas preocupaciones son de adultos entonces quien debemos culpar es a alguien mas. ¿No crees? Ultimamente no duermes, solamente caes inconsiente y no necesito ser medico para saberlo. Eres la unica familia para ella, ya perdio a sus padres y su hogar como yo... no quiere perderte a ti tambien. No queremos perderte a ti tambien.
— Pero tu tienes a Jungkook.
— Asi es, y ella tiene a Iseul unnie. —ladeo la cabeza sonriendome y yo parpadee un par de veces.
Me movi mas hacia arriba deshaciendome de la pereza y apoye mi cabeza en su otro hombro que quedaba mas expuesto por los botones sueltos.
— Perdoname.
— Disculpas aceptadas. Tienes que admitir que culpar a los demas por algo que haces tu es un poco relajante.
— No es nada relajante. Soy como la Yan Iseul de quince años. — rei un poco y Kyle se movio un poco mas cerca de nosotros. Baje la voz un par de grados mas. — gracias por ser lo primero que vi al abrir mis ojos.
El no dijo nada pero su mejilla roja y caliente rozo mi mejilla cuando le di un beso cerca de su quijada. La luz entraba a borbotones por el balcon de la habitacion y mis ojos sensibles se quejaron. El implanto un beso en la esquina de mi ojo derecho secando mi lagrima.
— Es verdad lo que me conto Taehyung... sobre las cosas que dices dormida.
— ¿Hablo dormida?
Pude jurar que todo el color de mi rostro desaparecio en microsegundos.
— Dices mi nombre en aegyo. — era dificil para el decirlo en voz alta pero habia algo de travesura en su sonrisa de dientes blancos como un tiburon burlandose de un pez payaso. — "Junghyun oppa" "Hyunie oppa" "Jungie-gie"
— ¿Es por eso que Taehyung se fue?
Queria reir y a la vez enterrarme viva en el patio. Era conciente que frente a Junghyun aun manejaba mis ganas de tomarlo por las mejillas y llenarlo de besos humedos pero fracasaba la mayoria del tiempo.
Esto de hablar dormida ya era la cereza del pastel.
— Ya pasamos la etapa de celos hace muchos años, su alteza.
Por la forma en que dijo su alteza seguramente imitaba el acento melodico del menor.
Kyle se levanto tiempo despues y me lleno de abrazos toda la mañana mientras tomabamos el desayuno en el balcon. No queria bajar a hablar con Nanhee asi que tome todo el tiempo del planeta para ir al baño y arreglarme. Taehyung habia salido a la ciudad muy temprano a monitorear mis propiedades que el habia tomado a cargo, los refugios y hogares sustitutos que habia sugerido.
— Unnie, ¿que lazo me quedaria mejor? — habia peinado a Kyle con mis escasos conocimientos del tema. Si Hanam estuviera aqui sin duda le hubiera pedido ayuda.
— El que mas te guste.
— Pero todos me gustan...
— ¿Entonces por que no los combinas todos? — su trenza chueca iba a mejorar si yo la adornaba de prendedores y lazos que hace años Mijung me ragalo. — te aseguro en este dia tan hermoso todos van a combinar contigo.
— ¿Iremos a la ciudad otra vez?
Yo asenti con mi cabeza antes de terminar de ayudarle a vestirse. Moonbin toco en la puerta antes de que pidiera permiso a llevar a Kyle al jardin trasero antes de irnos.
— Quelpart quedo atrapado en la rama de un arbol pero pude bajarlo. — Junghyun entro despues cargando al gato gruñon que se sento en mi regazo feliz.
— Cada dia parece que quiere irse de la casa.
— No lo culpo.
— ¿Baerin unnie tambien se fue? Crei que esperarian a que despertara. —habia un deje de desepcion en mi tono pero en realidad no me sorprendia.
Saco una hoja doblada de sus pantalones y al ver que batallaba por desenredar mi cabello el lo hizo meintras leia la nota.
"Gracias y lo lamento por no esperar. Los mantendre en mi corazon, en mis ojos que no sirven, en mis manos y en mi boca para que Dios nos salve de todo lo malo. No se preocupe por como resulten las cosas desde ahora.
La imagen que tengo de ti nunca se desvanecera, su alteza"
— Yoongi lo escribio por ella.
— Debi suponerlo, que trazos tan exquisitos. — acerque el papel a mis ojos y volvi a doblarlo para dejarlo en mi mesa de noche. — ¿que hacen los demas en la ciudad?
— El primer ministro quiere hacerles un reconocimiento.
— ¿Por que no te incluyes?
— La politica de la superficie dejo de importarme hace muchos años. — cuando dejo de peinarme me levante de mi comoda y acaricie el colgante que prendia de mi cuello mientras bajamos las escaleras.
— Mas exactamente, desde que yo me involucre.
Conocia al primer ministro recien posicionado, un aliado que guardaba bien las apariencias y caia bien en todos. Alguien quien Kai habia confiado para el cargo en un momento tan critico. Pasado limpio e ideas mas acercadas a una democracia que una dictadura.
— Unnie! Tienes que ver esto! — Kyle me arrastro por la casa vacia hasta el jardin trasero. Su vestido rosa impecable como las rosas que Raeki cuidaba a un lado. — Puedo transformarme en dragon de foma mas elegante.
— ¿Moonbin te enseño? — me burle un poco del peli blanco.
— Fue Luhan.
Quien respondio fue Junghyun en mis espaldas mientras la menor se preparaba. Me guiño uno de sus ojos antes de dar tres pasos hacia delante y en un espabilar era un dragon mediano de color blanco. Ojos tan celestes como los humanos y colmillos adorables.
Volo por los cielos confundiendose con un par de nubes. Contrario a lo que esperaba, ya volaba con mayor equilibrio.
— Si Yoongi lo dejo a mi cargo es porque algo hizo.
— Su alteza, Luhan mismo se ofrecio a quedarse. — Moonbin murmuro con pena mientras se cruzaba de brazos. — nos ha ayudado con los pocos enfermos que quedan de la ultima vez pero se rehusa a quedarse en nuestros territorios. Prefiere Gimpo.
— Esta bien que se quede ahi por unos dias, necesita su espacio ahora que Baerin no esta cerca. Kyle! Te ves muy hermosa ahi arriba pero llegaremos tarde.
Se que el sonido que dejo su mandibula fue de chantaje pero yo negue riendo con mas fuerza.
— No! No podemos ir a la ciudad volando... sera toda una escena que llenara los periodicos.
— Kyle, baja ahora, no querras hacernos esperar tanto tiempo. — Junghyun le hablo con mas autoridad pero sus ojos se derretian por la niña. — cuando regresemos puedes llevarnos a dar un paseo.
Junghyun despreciaba los dragones, bueno, montar en ellos. ¿Quien sabria que seria tan facil convencerlo de cambiar sus maneras?
Aunque las ultimas veces que visite la ciudad estuvieron llenas de accidentes, senti entrar a otra dimension al atravesar la avenida principal nuevamente llena de autos. Publicos y particulares que llevaban a varias personas sonrientes hasta el palacio Gyeongbokgung, un antiguo palacio importante durante la era Joseon que luego seria convertido en el centro turistico mas hermoso frente a una gran plaza y una escultura de Hanbyeol. El dios de todos los dioses a quien se le atribuia el alfabeto y ser el primer rey en este territorio.
A diferencia de un dia normal en Gwanghwamun, no habian turistas tomando fotos o parejas en Hanbok planeando la sesion de fotos de su matrimonio. Un camino de personas llenaban de flores el centro de la plaza, que ahora parecia mas un jardin extenso. El evento aun no comenzaba pero las personas desde temprano se habian congregado en el mismo lugar.
— Aqui las cosas fueron a mejor desde la batalla en el norte. — Junmyeon me explico mientras tomaba un leve desvio, Kylen que iba hablando con Moonbin inconcientemente se callo para escuchar la conversacion de adultos. — las escuelas volvieron a abrir, las empresas volvieron a producir, los autos consiguieron combustibles y las fronteras se abrieron...
— ¿Hablaste con madre sobre su regreso?
— Ella estara esperando que llames por ella.
— Aunque todo parezca a la normalidad... quisiera esperar otro poco. Que todo vuelva a funcionar o a andar no significa que las victimas van a ser supultadas en efimera emocion.
— Unnie, ¿ire a lo que usted llamaba escuela? — Kyle se moria por preguntar.
Yo quite mi vista del barrio aledaño para centrarla en su rostro emocionado.
— Tendremos que esperar hasta que pase el otoño para poder inscribirte, ¿quisieras uno cerca de casa en el campo o en la ciudad?
— Quisiera ir al que fue unnie.
— Pero yo fui a siete escuelas diferentes. — hice una mueca recordando esos años. — supongo esta bien que vengas mas seguido a la ciudad, hay una escuela cerca al boulevard donde Taehyung tiene su taller de arte.
— ¿Viviremos los tres en la ciudad?
Su voz sonaba a timidez pero sus palabras estaban cargadas de anhelo, yo gire a ver a Junghyun mientras aparcaba afuera de una oficina de varios pisos. Sus ojos grises tan nublados como las nubes antes de una llovizna.
— Kylen, ¿no querras irte al oceano a estudiar alli por el primer año? En Quelpart hay una escuela muy bonita.
— ¿Esa siquiera es una opcion? ¿Por que Junghyun oppa no la dijo antes? Claro que me gustaria ir! ¿Hay muchos niños alli?!
Bueno, contando los hijos las criadas y los soldados no habia muchos pero yo me encargaba de que nunca faltara profesores. Los llevaba de Busan con voluntad de quedarse por un tiempo.
Junmyeon me miro de reojo solamente al bajar.
Al frente de nosotros habia una de mis propiedades que con el fin del mundo se habia convertido en refugio, aunque no era mi primera vez aqui no era muy regular asi que despues que el guardia nos pidiera nuestras identificaciones entramos al lobby que ahora parecia mas una recepcion de un hotel. Personas adultas y niños paseaban por los pasillos. Junmyeon nos llevo hasta las escaleras poco concurridas.
Solo unos niños que jugaban a correr entre ellos o hombres llevando cosas de un piso a otro. Taehyung al parecer hablaba con un grupo de personas reunidas en un auditorio amplio.
— ¿Que planes tienes con enviar a Kylen conmigo?
— Crei que estabas mas emocionado... piensa que ella va a crecer con los hijos de tus soldados que son unos angeles y nadie va a preguntarle cosas incomodas. — en realidad no confiaba mucho en la educacion en la superficie pero seria mas facil hacer el transito cuando fuera mas grande. — ¿no te gusta? Apuesto que te la has imaginado corriendo por los pasillos tan aburridos de tu palacio.
— Te va a extrañar.
— Puedo ir a verla mas seguido...
El sonrio pero en realidad no era de tranquilidad.
— ¿Ahora vas a ir mas seguido? Su alteza esta buscando excusas para visitar el reino sin avisar y crear el caos entre las criadas.
— No te hagas el listo, cuando todo esto pase nada va a impedirme bajar a verlos. Mi tio y mi padre estan muertos.
Tal vez hasta yo este muerta pero eso esta por verse.
Taehyung estaba de espaldas a la puerta doble, hablandole a un grupo grande de hombres y mujeres que le escuchaban atento. Su trato con ellos... era bastante despectivo pero su mensaje siempre era objetivo. Los miraba a los ojos o al menos cuando no los ponia en blanco. Apoyando su cadera en una mesa grande llena de papeles y cosas que habia recibido de regalo.
Tenia un traje gris claro sobre una camisa de lino color verde pastel. Como si fuera un instinto olio el aire para girar su cabeza en noventa grados y sonreirme.
— Callense un rato. — le pidio a los demas mientras caminaba hasta donde estaba a dejar un beso en mi mejilla, otro en las mejillas de Kyle a mi lado. — creí que irian a la plaza.
— Quise hacer una corta parada para ver como van las cosas por aqui.
Aunque susurrabamos los rostros de los demas eran de curiosidad hacia alguien que recibia un trato preferencial.
— Justo estaba discutiendo la rehubicacion... unos quieren quedarse y otros ya planean reconstruir sus propias casas. Los materiales han sido donados por el gobierno, hasta ahora no parecen muy reacios a aceptarlos.
— ¿Y tu que les dijiste? — murmurè viendo los ojos de todos que alejaban la mirada despavoridos.
— Que la hija del presidente que tanto odian ha sido benevolente y ha dejado este edificio como hogar de paso. Incluso aprueba darle potestad sobre los apartamentos de este condominio sin nada a cambio. Que deberian hacerle una imagen tan grande como este edificio y arrodillarse todas las mañanas.
— No seas tan bestia. — Junmyeon le regaño por mi y yo reí un poco. — ¿Ya has hablado de las opciones de trabajo de las que propuso el ministro?
— Lo he hecho, les he dado las opciones y ahora ellos discuten cual es la mejor. Estuve toda la mañana reunido con los empresarios... pude conseguir que patrosinaran una escuela y un parque en esta misma calle para los niños que deseen quedarse.
Los niños era lo único que a el le importaba.
El dio media vuelta y les siguio hablando como si fueran un costal de papas. Yo me mordia la lengua para no reprenderlo frente a todos y le tape los oidos a Kyle que no entendia nada. Aun asi, ellos le agradecian. Cualquier duda o cualquier necesidad que tenian Taehyung siempre estaba ahi para solucionarlo, antes, durante y despues del desastre era Taehyung quien se habia encargado de protegerlos. Era el rostro de la revolucion y de la reparacion.
— Deberías tomar mas crédito de las cosas que haces. No digas mas que lo haces por mi... todos saben que es tu disposición lo que ha hecho funcionar todos los refugios a tu cargo. — lo reprendi mientras salíamos del salón. A unos metros Junmyeon cargaba a Kylen y le respondía preguntas inteligentes sobre el océano.
— No hago esto por benevolencia, Isie. Esta muy en claro que todas estas propiedades y riquezas son tuyas... incluso la idea de dejarla a disposición de los que mas lo necesitan. Yo solo soy un sirviente mas.
— Pero esas son solo cosas, Tae. Lo material no conforta el espíritu... puedo tener mucho en este mundo pero no haré a nadie feliz si algo no cambia en mi. Todo esto que has logrado es por merito propio, no tienes que dar mi nombre o alguna otra explicación. Mereces recibir agradecimientos y atenciones por tu buenas intenciones... se que siempre has tenido un corazón noble. No solo con los niños o conmigo y Hanie.
Hizo una mueca leve en sus labios, como un puchero antes de llevarme la contraria pero nunca lo dijo en voz alta.
Mis palabras eran su ley y sobre todo era muy poco probable que me equivocara en alguna lectura. Montamos al auto de nuevo para llegar a la plaza ahora mas llena de gente. Junmyeon odiaba las multitudes pero entre Kylen y yo lo convencimos de entrar al palacio con nosotros. Al parecer, el codigo de vestimenta era colores claros. Yo usaba un cojunto de dos piezas blanco, con mangas amplias y empuñadas en mis muñecas. Una falda que llegaba a mis muslos con tacones purpuras.
Kylen habia terminado de decorar mi cabello con prendedores de mariposas de oro. Dejando a la vista mis orejas perforadas que lucian piedreria nueva recien traida de Quelpart.
La primera persona en notarnos fue Raeki que hablaba con un par de ministros al lado de Mingyu. Ella espero a que bajara del auto para darme un abrazo y guiarme mas dentro del palacio. Me informo sobre el protocolo del evento como si se lo hubiera aprendido de memoria. Las miradas que nos lanzaban era un poco abrumante y Taehyung pronto empezo a ahuyentarlos con los ojos amenazantes que usaba siempre.
El gobierno siempre me tuvo sin cuidado pero era una sorpresa que aun quedara una heredera de mi padre. Contando que mis hermanas habían desaparecido después de su muerte y su esposa fue encontrada muerta en una montaña de Daegu.
Probablemente Junmyeon cobro venganza por su madre con sus propias manos.
— El ministro provicional ha hecho un buen trabajo hasta ahora... y la candidatura presidencial es muy diversa. — Kai murmuro a mi lado mientras nos acompañaba como centinela en un traje completamente negro. — se espera que haya la primera jornada de votación en dos meses.
— ¿Que información se le dio a los medios internacionales?
— Un golpe de estado por parte de psicópatas de laboratorio.
Yo sonreí levemente, que estúpida excusa. Igualmente los entes internacionales no iban a involucrarse por miedo de que tal desgracia cayera en sus territorios. La empatía y la lucha por los derechos humanos siempre fue una farsa. Mi padre siempre me dijo que era un trafico de influencias vestidas de democracia.
— Lady Yan, en la ultima reunión con la revolución del océano se concretó que cesarán las tensiones con el gobierno de la superficie hasta la votación. El deber del nuevo presidente tendrá que ser sentarse en nuestra mesa. — Raeki comento con su brazo entrelazado con el mio.
Atravesamos otro pozo de lago lleno de flores y a lo lejos pude reconocer las figuras faltantes.
— Supongo que es por eso que nos llamaron hoy. Nos hemos convertido en el rostro del cambio... cualquiera que desee ganar debe tenernos de su lado. — varios diplomáticos nos saludaban con respeto y un poco de temor en sus pupilas. — permanezcamos serenos en esta afición. La guerra no se ha ganado y no hay nada que festejar, solo aceptemos el reconocimiento como un incentivo a seguir haciendo las cosas bien.
— Después de la última derrota no esta mal mirar atrás y ver todo lo que han logrado. El río Han y Seúl pueden irse a dormir en paz por primera vez en meses.
Mingyu estaba lleno de agradecimientos, con su reino hermano de Busan y con nosotras por nunca desistir en esta causa que parecía imposible al comienzo.
— Es un gusto conocerlo, Kim Taehyung. Me han hablado mucho de usted. Woah, se ve mucho mas fuerte e intimidante en persona... como un vengador.
Gire mi cabeza como el exorcista, a un lado un hombre queria tener una conversacion con Taehyung. Este lo miro de arriba hacia abajo reconociendolo como consejero de gobierno de mi padre.
— ¿Si? No tengo mucho gusto de conocerlo ahora, señor.
— Tae...
— Oh, señorita Yan. No sabia que al final habia logrado tener este gran hombre de nuestro lado. — el politico se acerco a donde estaba como si quisiera darme una bienvenida afectiva y Taehyung se interpuso entre los dos con recelo. — no habia podido hablar con usted desde la muerte de su padre... lo lamento mucho. Pense que usted tambien habia desistido.
— Guardese sus hipocresias y mentiras sobre que lo lamenta, le aseguro que no ha escuchado suficiente de mi si da otro paso adelante.
— Pero no he hablado despectivamente de usted, al menos, no como el antiguo presidente del que tanto terror le tenia que se lo comiera cuando se acabara la carne en el pais. Que eventos desafortunados llegaron despues...
Yo frunci mi seño moviendome hacia a un lado, claramente lo reconocia. ¿Que mierda estaba insunuando?
— Señor Hyun, no tiene necesidad de intentarlo tanto. Nuestra visita no tiene ninguna intencion politica y Taehyung solo le advierte para protegernos de una disputa irracional. Lo que sucedio con mi padre sin duda fue horrible... algo de lo que Taehyung no carga ninguna responsabilidad. Yo soy testigo.— sonrei un poco intentando alejar la tension. — si nos disculpa prefereriamos no volver a cruzar caminos, saludos a su esposa e hijos.
Hale a Taehyung antes de que dijera algo mas y sonrei con mas tension a las demas personas que intentaban aprovecharse de Taehyung.
Aunque el no es un tonto y sabe mas que yo que no debe confiar demasiado... sentia una energia correr por mis venas llenas de ira. No queria que nadie hablara mal de Tae, que alguien se atreviera a usarlo como una cosa y arruinar todo el desarrollo que ha tenido su personalidad. Por minutos me senti como una leona cuidando de sus crias, incluyendo a Junghyun que aveces era bombardeado sobre preguntas sobre su compromiso conmigo o su oceano.
Los demas estaban reunidos en el segundo piso del palacio, tomaban champagne mientras hablaban tensamente con demas personas de alto estatus. Jungkook y Namjoon estaban acostumbrados por sus estatus politicos.
Pero Seokjin ya llevaba su cuarta copa y queria irse.
— Te ves preciosa, Isie unnie. — Hanam fue la primera en acercarse.
— Tu tambien te ves muy bien... ¿ese vestido tambien fue confeccionado en Busan?
Al parecer todas vestiamos de blanco hoy. Su vestido de mangas cortas en vuelo, ajustado en la cintura y bordado en plata. Cintas blancas adornaban su cabello castaño y rostro maquillado a una madurez que no conoci de la estudiante en Busan.
Ella asintio timida y me sente en una poltrona vacia. Taehyung al instante se disculpo conmigo para ir al baño, Jimin pisandole los talones mientras se quejaban sin disimulo del espectaculo de influencias y apariencias al que fuimos invitados. Kylen tomo asiento frente a la ventana mas cercana viendo a mas personas llegar a la plaza.
— No quisiera creer que fue un error aceptar venir. Las buenas relaciones y la diplomacia ha evitado muchas guerras. — hablo Namjoon quien convencio a todos de venir. — solo tomemos el reconocimiento, agradezcamos la confianza y regresemos a casa para planear que hacer despues.
— Seria un error no venir. Mas y mas personas confian en nosotros y tienen mucho que agradecernos. ¿No fue por ellos que comenzamos esta guerra absurda? Los politicos son una mierda pero el pueblo ha sufrido con nosotros... — Nanhee lo apoyo desde el regazo de Seokjin.
Un sofa amplio y una pareja pasando su quinta luna de miel.
— El otro dia vine a conseguir un poco de avellana para Baerin unnie y recibi casi cinco bouquets de flores. Son bastante especiales aun sin conocernos. — Hanam dijo entre risas.
— ¿Estas segura que las flores son por la revolucion o porque hay lobos vestidos de cordero ahi afuera que quieren aprovecharse?
— Kook, no seas tan tosco. Hanam es hermosa y es normal que reciba flores... pero estamos hablando de mujeres y niños tambien. Hace poco lei una carta de una pequeña que queria ser como yo al crecer.
— ¿Su madre te reprendio? — Hoseok le respondio a Dojin desde el bar libre donde se comia una torta.
— Me dijo que procurara no corromper la infancia de Corea.
Me rei un poco y vi de reojo a Gyeol. Brazos cruzados y mirada perdida en la multitud debajo, a su lado, Kylen le sacaba las palabras y un par de risas tensas.
— ¿Que sucedio con Gyeol unnie?
— No le gusta exponerse de esta forma, como sabe... tiene un pasado criminal en la ley de la tierra. — Raeki habia trenzado su cabello azul en un peinado hermoso y empezo a jugar con los cabellos de su flequillo nerviosa. — no quiere manchar nuestra imagen o que empiecen a dudar de lo que decimos. Namjoon nos aseguro que es informacion confidencial y que solo involucra a Venus, sin embargo, debe estar nerviosa con que algo se filtre.
— Parece que has podido entenderla muy bien, es dificil hacerle hablar de estas cosas.
— No me lo ha dicho, lady Yan, simplemente lo se viendola. Yo tambien tuve el mismo miedo por muchos años hasta que conoci a Mingyu.
Lo imagine, el terror que sintio ella al decirle el pasado de sus padres a Mingyu. Nadie querria una hija de unos traidores como reina, que fuera de agua salada y que peleara como una mercenaria son cosas menores a comparacion de una genetica de traidores. Pero Mingyu habia confiado ciegamente en su inocencia y contra todo pronostico la hizo su reina.
Namjoon planeaba algo entre lineas. Hable un rato con Jungkook y Jimin cuando regreso pero no pude sacarles nada.
Taehyung y Junghyun no dejaron cada lado de mi cuando empezo el evento. Fuimos llevados a una plataforma amplia sobre las escaleras infinitas del palacio. Habian demasiadas personas... nisiquiera en la posesion de mi padre vi algo asi entre las cortinas de la casa Azul. Era impresionante y con cada paso retumbaba en mi corazon los gritos de las personas, las banderas en sus manos, sentia que volvia a vivir una premunicion de algo peor. Que todo esto era un mal sueño.
— Iseul. — Junghyun acerco su boca a mi oido para susurrarme. — no tienes que hacer esto si no quieres.
— Es un deber.
— No una obligacion.
— Lo puedo hacer, gracias por preocuparte. — ladee la cabeza y despues de un suspiro alce mi mirada. Mantuve la mirada con algunas personas antes de tomar asiento. — Tae, ¿estas bien?
Debi suponer que tambien era dificil para el, acostumbrarse a la vista de miles de personas. Cosas que en Quelpart nunca vivio.
— Si lo estoy, su alteza. Solo tengo que seguir mirandola a usted.
Su reverencia estaba cargada de coqueteria, cuando gire mi cabeza un poco, en efecto solo me veia a mi. Le di un codazo leve y susurre que se comportara pero el no cambio su atencion por mas muestras de baile y teatro se presentaban frente a sus ojos. Yo en cambio estaba un poco maravillada. Pude divertirme un poco y reir en compañia de los demas mientras el evento se desarrollaba con un protocolo mas denso que la niebla.
Era un dia hermoso, de pajaros volando y hojas verdes en un verano ficticio. El ministro a cargo hablaba muy bien y las personas lo amaban. Seguramente le iba a ir muy bien en las encuestas.
Sentia un Deja Vu, tal vez alguna vision que tuve del futuro hace años... pero la diferencia es que yo no estaba sola en este escenario. No era yo el centro de atencion y quejas. Estabamos juntos y aunque Baerin y Yoongi no estaban... estaban sus obras y sus sacrificios plasmados en cada sonrisa de la multitud.
— Lady Yan, debe hacer un discurso. — Namjoon giro levemente su cabeza desde su asiento al lado del de Junghyun.
— Crei que lo harias tu...
— Voy a hacer uno pero alguien humano debe representarnos ahi frente a todos. Si hablo solamente yo creeran que busco algun beneficio para el espacio.
Yo hice una mueca viendo a Taehyung entretenerse con los anillos en mis dedos. El tambien era humano pero aun hablaba con palabras inventadas y gramatica cuestionable.
— ¿No hay forma de evadir esta situacion? Soy la hija del expresidente mas odiado, lo que tenga por decir no va a hacer mucho eco. — rei levemente alejando la mirada del rostro serio de Namjoon y centrandola en la multitud. — ademas no tengo mucho por decir.
— Ellos no saben que usted...
— Ah, pero seguro lo sospechan. Es mejor si lo hago yo, no te preocupes. Tengo mucho que decirles. — Taehyung sonrio a medio lado.
Yo recorde la forma en que hablaba con las personas del refugio y negue indudablemente.
— No, lo hare. Les voy a decir la verdad, no puede ser tan malo despues de verme hacer cosas buenas, ¿verdad? — intente buscar aseguranza en los ojos de Junghyun pero no la encontre en la tormenta de sus pupilas.
— Lo lamento, unnie. No puedo hacer el discurso porque ya he hablado en nombre del oceano...
Hanam me veia con pena y Nanhee se inclino hacia delante para susurrar en mi oido.
— Yo se supone que mori hace unos meses. — Nanhee susurro con pena y recorde que Dojin tampoco era una opcion. Si no queria que esto se convirtiera en una pelea de rap coreano. — no te preocupes, vamos a estar ahi contigo. Ademas.... eres mejor con las palabras de lo que crees.
El momento del reconocimiento llego casi al final, como un concurso de musica que deja su mejor premio al final por el rating. El ministro hablo por casi media hora, en resumen, agradeciendo la labor que habiamos hecho en momentos dificiles y hablando del futuro con esperanza.
El discurso de Namjoon fue mas elocuente, con sus hoyuelos bajo el sol del medio dia y sonrisa de principe. Conto un poco acerca de las cosas que nos llevaron a tomar la decision de unirnos y los planes que teniamos para el futuro, pero sobre todo, hablo con los demas con tanta honestidad que muchos pudieron dar el primer suspiro de alivio. Me pregunte en voz alta por que el no era nuestro presidente y Seokjin me respondio desde atras con un:
— Ustedes humanos y su incapacidad de escoger un buen lider. ¿Vas a comparar Corea con el sistema solar?
Yo asenti en acuerdo.
— El presente se llena de esperanza, no una ilusion o que se haya alimentado del dolor de los demas. Es sobre cada uno de ustedes que ha puesto su confianza en nosotros. Como alguien que ha conocido muchos planetas y los conoce como la palma de sus manos... les aseguro que no hay otro como el de ustedes, esta pequeña isla donde viven. — sus lentes le daban un toque mas intelectual. — cuidenlo mucho y amenlo como el unico en el que pueden ser verdaderamente felices. Aqui nos conocimos y aqui vamos a intentar preservarlo para sus futuras generaciones, las mias, las de la luna, las de Venus... solo si aceptan esta humilde ayuda que no represento yo solo.
Giro a vernos como un hombre enamorado y Jungkook aplaudio tan fuerte por el que crei se habia quebrado los dedos. Una ovacion con un toque de orgullo y burla no dejo nuestros lugares hasta que termino.
— El primer reconocimiento, por su participacion en la restauracion de la paz y el orden, por los sacrificios en la batalla, su sudor y lagrimas, su valentia... es para Kim Taehyung.
El me miro a mi lado sin saber que hacer. Yo me rei un poco frente la camara que se reproducia en pantallas frente a nosotros.
— Tienes que ir y recibir el premio. — le susurre en el oido sonrojada por la cantidad de gritos que venian del publico. — no te preocupes... espera a un lado a que todos lleguemos.
— ¿No puedo ir contigo?
— No, cariño, yo voy a ir luego.
Hizo una mueca de molestia y le rece al Dios supremo que nadie lo mal interpretara. Yo aplaudi como una madre mientras iba caminando al escenario superior. El solo lo recibio, el premio en forma de arbol color dorado y el buquet de flores , luego el ministro a cargo le dio una carpeta de pasta dura donde reposaba la importancia del merito. El lo recibio como recibio algun dia su diploma, con una sonrisa de forma rectangular.
Luego cologo una medalla en la solapa de su traje. Eso le parecio mas divertido, incluso con manos llenas se puso a jugar con el prendedor. Me lo mostro desde lejos y yo solo asenti una vez, "es tuyo".
La lista de nombres seguio, entre mujeres y hombres de nuestro grupo. Yo sabia que era la ultima... pues iba a dar el discurso final. Mi momento de ir llego mas pronto de lo que estaba preparada, estaba muy nerviosa, subi los pocos escalones tan lentamente que temi que Junghyun viniera a ayudarme. Al final pude llegar frente al hombre sola y me recordo a mi padre aquel dia que fue a mi escuela. Cuando hablo conmigo y me felicito como un extraño... pense en que pasaria si estuviera vivo, si el seria la persona que me conmemorara, dandome flores, un trofeo y una medalla frente todo su pueblo como si en realidad fuera un padre orgulloso. Mis piernas temblaban y sentia las manos entumecidas cada vez que me inclinaba a agradecerles.
Como una manada de hormigas, Taehyung y los demas se acercaron finalmente a donde iba a dar mi descurso. El fue el primero en ayudarme a cargar el trofeo que era un poco pesado, Junghyun a mi izquierda tomo la carpeta dejandome sola con el bouquet.
No queria tener nada en mis manos asi que gire medio cuerpo para darselo a Hanam. Es verdad eso de que era un iman de flores. Di un par de pasos adelante, aunque no estaban a mi lado los oia murmurar palabras de aliento. Sobre todo Dojin que todo esto le parecia un derroche de dinero por parte del gobierno.
— Ho-hola a todos, mi nombre es Yan Iseul. — mi propio nombre sabia extraño en mi boca seca de los nervios. — en realidad... hace unos minutos me dijeron que debia hablar, asi que disculpa si empiezo a divagar.
Muchos rieron y yo sonrei con mas fuerza pasando mis manos sudadas por la falda de mi cojunto. Las deje atras entrelazadas y dos manos diferentes las rozaron con sus dedos. Unos dedos frios y otros calientes.
Fuera mas facil si solo Junghyun y Taehyung dejaran de desconcentrarme.
Intente apoyarme en la punta de mis pies pero los tacones no permitian tal hazaña, tome el microfono entre mis manos, intente bajarlo a mi nivel pero era imposible. Namjoon era un gigante. Me rei nerviosa intentando seguir pero Taehyung con molestia dejo las cosas que tenia en su mano en el suelo para bajar el microfono a mi nivel.
Vi la audacia, el simbolo de dejar un merito en el suelo era casi como escupirlo. Junghyun oculto la escena en tiempo record, agachandose fingidamente a acomodar sus zapatos lustrados.
— Primero que todo, quisiera agradecer al Dios de aquella estatua por permitirnos reunir en un dia tan lindo y proteger nuestra ciudad desde aquel trono. Segundo, gracias a ustedes por venir a este evento... al ministro y su equipo de gobierno, la comida del bar estaba muy rica. — mi voz sonaba mas aguda y torpe desde los altavoces pero no podia cambiar mis cuerdas vocales para la ocasion. — en realidad, este reconocimiento quisiera dedicarselo y agradecerselo a estas personas de las primeras filas. Quisiera empezar este discurso pidiendoles que los vean a los rostros, mujeres y hombres que nos han acompañado en estos tiempos dificiles. Sus inicios son variados, unos vienen del espacio, otros de una caverna escondida de Corea del Norte, otros tienen vastas riquezas y responsabilidades en el oceano, incluso otros han sido las victimas directas de la crueldad que somos como pais... todos ellos han podido escapar de esta pesadilla que vivimos pero han decidido quedarse. En mi opinion, son ellos los verdaderos heroes.
Vi los rostros de cientos y cientos de personas sonrojarse con mis palabras. Incluso algunos se escondieron detras de sus diplomas con timidez.
— Deben recordar sus rostros y si algun dia los ven en la calle, agradecerles, con una sonrisa, con un saludo, con una inclinacion... por la cantidad de veces que hemos agredido e ignorado su presencia. Porque cada vez que veamos el sol sobre el rio Han vamos a recordar a quienes dieron su vida sin esperar nada a cambio. Por otro lado, algunos de ustedes especulan sobre donde vengo y si, es verdad que naci aqui, aunque el acento no me ayude. Mi madre es de un pequeño pueblo de Busan y preferiria mantener su identidad oculta con toda la prudencia que merece, porque tiene derecho a hacer otra vida y caminar con las calles que la vieron crecer sin ocultarse como lo ha hecho por muchos años. — mordi mis labios nerviosa mientras todos me miraban con expectativa. Nadie hablaba y nadie interrumpia. — Mi padre en cambio, es un hombre que muchos conocen superficialmente, el ex presidente de este Pais. Los rumores son crueles pero la mayoria son verdad, sin entrar en mucho detalle sobre como vine a este mundo, no tengo su apellido y he perdido la semejanza con el al pasar los años. Sin embargo... el amor que le tengo como hija unica no ha cambiado y es el que quisiera respetaran como las mismas murallas que el construyo para mi.
Alce mi mirada con mas confianza y recorde el monton de veces que lo veia en television, aqui, en este mismo escenario.
— Mi identidad estuvo oculta hasta ahora y siempre imagine como seria nuestra familia cuando todos ustede supieran... supongo que siendo niña no tenia mucha orientacion sobre el odio que puede generar una sola persona. Se que algunos estuvieron felices por su muerte, la forma y el momento no importa ahora pero algo he aprendido despues de estar en la sombra y es que la luz no siempre es de donde viene el bien. El hizo cosas imperdonables para este pais, admito sus fallas y siempre mi tio se lo recordaba, soy prueba misma de una de sus peores decisiones como hombre. Sin embargo, lo recuerdo hoy mas que nunca cuando los veo, recuerdo sus sueños para con ustedes y cuanto le entrego a hacer las cosas bien por encima de todo, incluso de su propia familia. — ladee la cabeza un poco y aleje las lagrimas de mis ojos. — en esta guerra no quisiera que recordaran mi nombre por quien ahora digo que es mi padre, porque el apellido Yan es mas de lo que pueda esperar y me siento muy orgullosa de tenerlo. Entre crecer en los lujos y las apariencias tambien he gozado de comodidades que pocos tienen. Por eso decidi empezar esto, convencer a los que mas amo de quedarse, conmigo o sin mi pero quedarse por ustedes. No me interesa la politica, tampoco limpiar un apellido que no tengo y que tantas lagrimas le trajo a mi familia y a mi... simplemente quisiera que entendieran que somos de carne y hueso. Todos aqui arriba independientemente de que raza somos lloramos, reimos, sentimos ira y perdemos el sentido. Yoongi-ssi y Baerin unnie no estan aqui pero este premio tambien es suyo... es de sus vidas, sus horrores y sus bendiciones.
— Si algo que siempre quise hacer desde la ventana oculta de la casa Azul es pedir perdon por mi padre, por su familia y sus ansias de poder, por el abandono y las mentiras que llevaron a que todo esto horrible pasara. Se que no cambia nada, incluso que mi padre me regañaria si me escuchara pero es un deber como unica prueba de que el existio algun dia. Creo que he dicho suficiente... una vez mas gracias por sus reconocimientos y apoyo, recibos sus alabos y reclamos humildemente. Gracias a mis miembros por siempre apoyarse en mi, a mi pareja del oceano, a mi novio de esta vida, a mi madre que seguro esta llorando mientras me escucha hablar y espero que la bendicion de los cielos nunca deje sus corazones.
Me incline un par de veces en varias direcciones mientras los aplauzos retumbaban en mi oido.
— ¿Por que tener un presidente extraterrestre cuando podemos tener una presidenta tan valiente? — murmuro Junghyun a mi lado y me rei por primera vez alejando la tension de mis hombros.
Sabia que todo no era felicidad, que habian personas que tomaban personal el que yo fuera hija del presidente y querian saldar cuentas pero no me preocupaba. Taehyung y los demas ya habian creado una barrera para mi. Para la bastarda que siempre quiso decirle al mundo quien era sin un rastro de verguenza.
Hanam me regreso el buquet con un abrazo y todos felicitaron mis palabras, aunque mal formuladas y confusas en algunos aspectos se sintio bastante honesto.
El evento termino con una sorpresa que jovenes del barrio aledaño habian planeado. Debido a que ese vecindario fue destruido casi en su totalidad, fue ahi donde centramos mas nuestra atencion despues de esa primera batalla contra el hermano de Seokjin. Lo hicimos porque nos sentiamos culpables de traer el horror de la guerra a un barrio tan popular en Seul. Habia sido parcialmente reconstruido. Casas y escuelas que abrian sus puertas. Nos llevaron a una calle y la reconoci como ninguna otra, justamente donde se ubicaba el edificio donde se resguardaba Minho y Jeongin habia quedado como un parque.
Las casas eran grandes y los edificios que quedaron tambien pero habia una gran manta roja sobre unos cuantos. Desde la colina donde la mayoria de personas se paseaban para ir al mirador o la torre Namsan. Catorce edifcios estaban ocultos.
— ¿Que crees que sean? — Raeki murmuro emocionada a un lado.
— Obviamente no puede ser un jet privado.
Yo me rei con la petulancia de Seokjin.
— Hyung, ¿cuando se acaba? — Jimin fue el siguiente en hablar mientras esperabamos que mas y mas personas nos rodearan. — no quiero ser portador de malas noticias pero aprovechando que estamos aqui debemos ir a la casa donde fuimos el otro dia.
— ¿Por que llevarlas ahi?
— Dicen los vecinos que ruidos extraños han salido de la casa. Aunque esta sellada y la señorita Choi sello el lugar con su sangre no esta de mas revisar de nuevo.
Yo asenti de acuerdo a lo que decia el portavoz de malas noticias y Hoseok nos reprendio por hablar mientras los jovenes nos miraban nerviosos. Yo los conocia... Taehyung se sentia mas comodo hablando con ellos que con cualquier persona en traje. Entonces el momento llego, despues de una breve historia de como se logro reconstruir la memoria del abrrio unos helicopteros del ejercito quitaron las sabanas. Se escucho un gran estruendo y papeles de colores llenaron el cielo azul.
Mi corazon se detuvo, mis ojos se cegaron en el sol y Taehyung estuvo ahi cuando casi me desvanezco sobre mis rodillas. El aire no circulaba... es como si algo en mi memoria se hubiera quebrado y hubiera renacido entre las cenizas.
— Noona, ¿que sucede? — Jungkook lo noto primero dandome de la botella de agua que le guardaba a Hanam. — Debe ser la emocion, nunca habia visto algo tan considerado de los de la superficie.
— ¿Necesitas sentarte?
— No, no, estoy bien. Creo que fue la sorpresa.
— Su alteza, no me asustes asi. Traje unos chocolates del bar, comelos, mastica despacio y toma agua. Pronto estaremos en casa. — Taehyung dejo un beso en mi cabeza mientras yo asentia obediente.
Eran en total catorce murales en la fachada de cada edificio, era un retrato de cada uno de nosotros en accion. Con nuestros adornos para el cabello, nuestro maquillaje ahumando, la flor de loto en la frente de Baerin pintada con exactitud, los cabellos dorados de Gyeol, las pupilas violeta de Seokjin... incluso pudieron retratar a la perfeccion las cejas rectas de Taehyung cada vez que izaba su espada.
Mire mi imagen ahi, de ojos de ciervo y cabello tan negro como el carbon. Era un espejo, un idolo, una utopia, la imagen de un Dios que muchos ignoran en reconocer arriba. Crei que iba a llorar, que iba a salir corriendo y encerrarme en el palacio olvidado que tengo en la dimension espiritual pero el agarre de Taehyung en mi nunca me lo permitiria. Firmamos los monumentos y felicitamos a los jovenes artistas por tan hermoso detalle. Era increible, que la mayoria de ciudadanos verian nuestro rostro todos los dias al ir al trabajo o la escuela. Vergonzoso e increible al mismo tiempo... que el monumento del centro fuera de Taehyung.
¿Mi decision de traicionarlos fue tan mala? ¿Por que se siente tan frio incluso cuando estoy mas feliz?
El perímetro estaba resguardado en cada metro, policías y ejercito pero nadie podía acercarse a la puerta de la casa. Una como las demás de la misma cuadra... a simple vista no había nada extraño. Incluso Nanhee nos dijo que no habia ninguna presencia demoniaca dentro, ella y Gyeol habian venido mas veces a sellar cada orificio donde pudiera infiltrarse alguna alma en pena.
— Creo que es mejor si llevas a Kyle a casa. — le murmure a Junghyun cuando atravesamos el umbral de la puerta.
— Podria mandar a Moonbin.
Vi que la menor se habia quedado dormida en su hombro, si que podia pero iba a ser un trabajo tedioso. Ademas, si esto era lo que yo creia que era, seria mejor alejar a Junghyun de todo esto.
— Va a hacer una pataleta de nuevo...
— Esta bien, lord. — Moonbin me apoyo leyendo mi tono y tomo las llaves del auto entre sus manos. — no es un lugar para niños aqui, yo mismo lo traere cuando ella este en cama.
Junghyun me dio una advertencia con sus ojos grises antes de irse, Kyle entonces abrio uno de sus ojos y me sonrio desde la calle. Yo me rei en la palma de mi mano porque su lado mas travieso era adorable.
Ella se salia con la suya siempre.
— Vengan aqui! — Dojin nos grito desde una habitacion.
— ¿Que hicieron los cuerpos que estaban aqui? — Jimin pregunto viendo la cama tendida sin rastro de los dueños de la casa. — no me digan que desaparecieron de repente...
— Sepultados en el patio trasero.
Taehyung habia cabado mas tumbas de lo que crei que hiciera.
— ¿Pudieron estudiar las marcas extrañas en sus huesos? — mi pregunta fue dirigida a Seokjin que estaba sorprendentemente callado.
— Ritos satanicos que crearon los humanos... pero este barrio esta lleno de ancianos, lo que me hace pensar que alguien quiso encubrir alguna otra pista de los cuerpos. Habian sido envenenados con una sustancia que todavia esta en laboratorios, es tan altamente venenosa que si Jungkook se hubiera pasado la mano sucia por la boca hubier amuerto al instante. — recorde entonces que el menor se habia sentado sobre los cadaveres. — esta casa fue hogar de algo peor, la cantidad de demonios que han invadido las calles es mucho mayor que hace un par de años y no hablamos de la inconciencia humana. Hablamos de que ya sabemos quien esta alterando el orden normal de las dimensiones.
— ¿Dal Guseul? ¿Acaso ella creo un portal con el pasado o con el jodido inframundo?
— No me sorprende que ella sea tan aterradora, pero no tiene ninguna aura demoniaca en ella. Ni ella ni Junmyeon. — Gyeol calmo los animos de Jungkook.
— Pero si estamos de acuerdo con que el no pertenece a este mundo, es un demonio con alto rango que puede encubrirse facilmente en la tierra. — yo murmure buscando apoyo.
Al menos, alguno aqui debia empezar a ver esto con la gravedad que necesitaba.
— He pedido ayuda a mi abuela por medio de cartas, he mandado un par de pistas y el cronologia de algunas masacres alrededor de Seul. Ella cree que se trata de aquel demonio que reto a los dioses celestiales durante la era Juseon... que finalmente termina en los templos que hemos visitado ultimamente. Deidades que cayeron en las profundidades del infierno despues de la guerra del archipielago. — Nanhee estaba apoyada en el tocador antiguo con un espejo roto en mil partes. — si es el sobre quien estamos hablando no habra mucho que podamos reversar... solo serviria llenar los templos de plegarias y esperar que salga el sol algun dia.
— Pero unnie, ese demonio esta muerto hace cientos de años.
— ¿Quien realmente documento su muerte....? Fingir una muerte no es tan difi-
— Fue el Dios supremo, con su espada de oro... el mismo lo disperso para nunca aparecer. Una batalla que duro tres dias y dos noches. — las imagenes estaban vivas en mi memoria, fue dias despues de mi propia muerte pero mi alma aun divagaba en el vasto pais que una vez yo dirigi. — el no dejaria espacio para errores, hablamos del ser celestial con mas poder del mundo de los espiritus. Junmyeon puede tratarse de otro demonio de gran estatus despues de la caida de la era Juseon.
— Bueno, alguien tuvo que haberte contado mal la historia. Nadie estaba vivo en ese entonces para testificar que en realidad fue dispersado.
Namjoon sonreia a medio lado sin ningun rastro de burla. Era ironia.
Yo trague en seco y me di cuenta que estaba temblando cuando Taehyung tomo mi mano. El no se atrevia a hablar porque no entendia nada que salia de nuestras bocas. El supo que el imperio donde creci en mi primera vida fue en esa misma era Juseon e intentaba imaginar que nunca cruce caminos con ese gran demonio del que hablaba Nanhee.
Pero si paso, en realidad, el solo nombramiento de esa cosa llenaba mi cabeza de agujas y sudor frio en mi nuca. Es un trauma que pude haber superado en mis vidas siguientes... pero que solo el insinuamiento de que seguia vivo me hacia querer desaparecer.
— Les aseguro desde mi primera vida en esta tierra, que el fue dispersado junto con todo lo que restaba de su asquerosa existencia. — murmure no dejando espacio para duda.
— Ahora parece que quedamos en donde iniciamos... — Hanam dio un supiro paseandose por la habitacion. — nose mucho de estas cosas pero aquella mujer de ojos verdes, la he visto antes.
— ¿Que?
Mi rostro era una pintura sin movimiento. La luz que entraba a borbotones por las ventanas rotas solo iluminaban rostros aterrorizados.
— La conozco y senti que ella a mi... es decir, nose si fue en un pasado alterno. No puedo decir que soy la reencarnacion de alguien o una casualidad pero esos ojos los conozco mejor que lo que creia. Solamente que los recuerdos de esos ojos no coordinan con los recuerdos que evocaron.
— Tal vez es el demonio que te perseguia hace meses. Quiere confundirte. — Raeki intento darle razon a sus palabras.
— No, no eran recuerdos felices pero en vez de estar ahorcandome, recorde que esos mismos ojos estaban llorando sangre. Por mi.
— Se de un buen lugar donde hacen hipnosis. — Gyeol parecia emocionada en descubrir mas de esa mujer, de todas, era la que mas fascinacion le creaba. — no descartemos la idea de que todos aqui pudimos estar existiendo cientos de años atras... juntos.
Ella me miraba pero a la vez atravesaba a ver a Taehyung atras de mi.
Yo tome una decision un poco apresurada enmascarada de un error, camine hasta la pared y tome entre mis manos el cuadro que Taehyung habia pintado hace meses. El suelo bajo nosotros se quebro, incluso Jungkook halo a Hanam a un lado antes de que cayera en un orificio del tamaño de una puerta. Se escucho el concreto ceder y formar escaleras hacia un sotano recien descubierto.
— ¿Por que sabias que quitando eso iba a salir una escalera? — Seokjin no disimulo la sospecha en su voz.
— Simplemente pense que la pintura era linda. Lo siento.
El no compro mi excusa pero todos los demas si, entonces fui yo quien encendio una de las velas que habia robado de la alacena para dar el primer paso. Taehyung que estaba horriblemente silencioso solo me siguio como mi otra sombra.
La vela no iluminaba los escalones pero yo no necesitaba verlos para saber donde pisar, eran las escaleras a la muerte.
— ¿Es seguro espiar el asotano de unos ancianos muertos? — Dojin pregunto entre dientes.
— ¿Que es lo peor que puede pasarnos? ¿Que nos halen el brazo a un lugar oscuro?
— Cuando preguntas eso siempre pasa algo peor, cierra la maldita boca. — Taehyung perdio la paciencia con Jungkook que dejo salir una risa nerviosa. — permanezcamos juntos y en silencio, ya conozco este lugar. Si no hacemos silencio algo puede sorprendernos.
Yo asenti una vez dandole la razon y llegamos al pasillo de ventanas victorianas y pasto fresco.
Terminaba en un piso de marbol hacia una puerta doble. Mis pies eran agiles sobre el piso y cuando iba a poner una mano sobre la madera doble Taehyung empezo a decir algo pero no lo escuche porque alguien mas me tomo de la mano tragandome a un salon oscuro.
— ¿Tae-Taehyung?
Nadie respondio, solo el eco de mi propia voz.
Maldeci a Jungkook entre dientes y toque con mis manos la puerta. De este lado era mas rustica y sentia mis pies hormiguear, luego hubo un rayo de luz direccionado al techo. Entendi entonces que lo que escuchaba no eran gritos sino truenos afuera del salon. Era elegante, muy parecido a los de la casa azul, con un comedor amplio de catorce puestos. En la pared colgaban pinturas y la sala estaba llena de comida. Desde encima de la mesa hasta en el suelo comida revuelta con flores.
Cinco mujeres que bailaban sobre el asiento y arrastraban las cortinas de seda giraron a verme.
— ¿Do..jin?
La mujer de cabellos rojos hasta sus hombros giro la cabeza, el adorno que usaba en su cabello lleno de perlas hizo un movimiento y su rostro con una sonrisa seductora empezo a transfigurarse hasta convertirse en alguien mas. Estaba sobre la mesa, sus zapatos de tacon bajo aplastaban el cristal.
Ella no era Dojin, no podia serlo. Tampoco Raeki estaba montada en el candelabro mientras sus propias ropas se incendiaban, quien creia era Hanam estaba recostada en su asiento comiendose una flor petalo a petalo.
Era una vista hermosa y horripilante a la vez. Di un paso o tal vez di dos hacia Baerin que tomaba de una copa, para advertirle que podia ser venenoso.
Pero Baerin no estaba conmigo al comienzo.
— Una ilusion, debe ser una ilusion. — murmure mientras me hacia espacio entre las sillas en el suelo y los escaparates en medio. — no, Nanie, no quiero bailar ahora.
Nanhee me arrastraba a su lado, en sus pantorrillas sonaba una melodia cada vez que los cascabeles atados a estas se movian.
Me hablaba en otro idioma y yo casi caigo encima de una Gyeol ebria en el suelo despues de ver mi reflejo en uno de los vidrios rotos. Mi cabello era blanco como la nieve que caia por primera vez en el invierno, mis cejas y pestañas en un blanco que hacia mas colorida mi palida piel. Mi ojos como dos esferas de amazonita se recorrian de arriba a abajo en su vestido blanco.
El unico color estaba en mis ojos y mis labios cereza.
— No es una ilusion... he viajado al pasado. — decirlo en voz alto hizo que todas se callaran y giraran a verme de nuevo.
Sus miradas y sus gestos se transformaron a uno de terror, miedo e incluso resentimiento.
Esto no era el pasado porque nunca tuve una cena con ellas en mi palacio, siempre estaba muy arriba y fuera del alzance de los demas. Si que lo intente... incluso soñe que mis deputadas pudieran probar la cena cuando me animaba a cocinarles pero los problemas de la tierra y el respeto perpetuo eran cuchillos asesinando mis intentos por ser mas cercana.
No puedo reir, bailar, divertirme como ellas porque desde mi nacimiento mi vida estaba destinada a ser en ese asiento en la cabeza mas alejada de la fiesta. Oscura y con una sola manzana en el plato.
Ese era mi asiento y aquella realizacion me tomo de los pies arrastrandome por el suelo de marmol hasta llegar a uno lleno de pasto.
Necesitaba buscar a Taehyung antes de que viera mas de lo que soportaria.
Este tipo de encantamientos no eran comunes, incluso para algun demonio de alto rango esto desgastaria toda su energia. Se trataba de atrapar personas en un laberinto lleno de recuerdos, solo iba a ser mas provechoso si la persona vivio vidas pasadas o un pasado traumante. Pues... todos en el grupo cumplen con las exigencias.
Ahora el ambiente en que caminaba estaba lleno de flores, la lluvia habia terminado y el sol brillaba en el cielo pero los murmuros de los demas era ensordecedor. Estaba en Quelpart, en lo que era mi castillo mucho antes de ser Dios.
— La princesa imperial ha regresado, preparen el banquete.
Escuche a una mujer decir mientras todos corrian por el pequeño estanque lleno de peces y flores de loto al pasillo que terminaba en las puertas del palacio. Nadie me veia pero si sentia sus cuerpos, calientes, sonrientes, sudados contra mi cuerpo humano.
Ahi, en una caravana llena de personas en su mayoria soldados del reino, habia una jovencita de escasos diesiceis años montada en el lomo de un tigre. Su sonrisa estaba oculta en un velo blanco que caia de su sombrero hecho en paja fina y seleccionada. Aunque no podia verla recordaba lo que le decia a su compañia mas leal.
"Llegamos a casa, ya no estamos en la guerra, puedes bajar la guardia" pero este no respondia ni cambiaba su gruñir a cualquier persona del comun que insistia en ver siquiera un dedo de la princesa mas valiente de lo que todo se hablaba.
A un lado Dojin iba en un caballo negro como la noche, su rostro herido levemente pero sonrisa coqueta a cada ovacion. Alguien me hizo caer en el suelo de la velocidad con la que corria a mi encuentro, era Hanam. Bueno, una Hanam en una sociedad que aun no conocia de civilidad.
Ojos nobles y vestido rosa caracteristico de la servidumbre real.
— Su alteza, bienvenida a casa! Como sabia que vendria hoy he preparado las flores mas lindas para que adornen su cabello. — Yo queria decirle tantas cosas en ese entonces... tantas que no dije ninguna confiando que escucharia su dulce bienvenida cada vez que regresara de la guerra.
No fue asi.
El terreno cambio a uno lleno de piedras, frente al mar. Tenia una de las citas pre meditadas con Junghyun en la orilla. Mis guardias y los suyos siempre se lanzaban a matar cada vez que quitabamos la atencion de ellos.
Taehyung era un tigre muy grande y celoso asi que seguia recostado con su cabeza en mi regazo mientras el me hablaba de una de las estrategias para evitar piratas.
Yo fingia escucharlo, o al menos lo hacia hasta cierto punto, pues no fue hasta despues que nos casamos que por fin pude quitarme el velo frente a los demas y besarlo frente a todos. Era un matrimonio para crear alianzas y acabar una guerra absurda entre el mar y la superficie. Ambos eramos muy jovenes, creiamos que un matrimonio iba a instaurar paz en ambos mundos.
Yo creia que nuestra relacion era un sacrificio por mi reino e ignore que desde el comienzo fue el amor lo que nos unio. Pues... en ese entonces no habia lugar para soserias como el amor.
Un matrimonio es un negocio, un pacto, por encima de mis ropas rojas y mi corona, por nuestra noche de bodas donde estabamos tan incomodos que no dormimos en la misma cama. Dos extraños intentando no entregarse al otro con tanto desden y cuidando la monarquia.
El ambiente empeoro, ¿por que no?
No habia pasado una semana de mi matrimonio con Junghyun cuando en una batalla donde Taehyung cuidaba mis espaldas una fuerte luz me alcanzo. Todos pensaron que era un rayo que me dejo insconsciente, incluso lo ultimo que escuche fue el grito desgarrador de Dojin pidiendo ayuda. Pero desperte en un palacio, limpio, con olor a flores y con mucho oro.
"Bienvenida al cielo, Dal Guseul" me habia dicho Hanbyeol desde el trono mas hermoso que haya visto en la tierra "desde este momento has ganado el honor de ser la Diosa del verano y el amor"
Me rei en su cara, si, nerviosamente dije que se habia equivocado de persona. Aunque toda mi vida haya entrenado en la meditacion, en mis conocimientos como sanadora y en mi fuerza espiritual podria considerarme una sacerdotiza, a lo mejor una mujer sabia que viviria muchos años. Solo mis tutores y mis padres creian seriamente que podria ascender a tener templos y ser venerada celestialmente.
Entonces cuando pude regresar ya habia corrido la voz por todo Quelpart. La princesa imperial habia cumplido el sueño de todos y el propio, habia ganado sus meritos de alcanzar la inmortalidad como diosa. La primera Diosa mujer que el universo entero haya visto y aún así, la más joven de toda la ciudad celestial.
Solo pude visitar personalmente a Junghyun que no salia de su preocupacion por mas veces que le dije que estaba bien.
A mis padres, a mis tutores, a Dojin y a Hanam las visite en sueños... porque estaba prohibido hacerme ver por los demas mortales. Pense entonces ¿Solo tuve una semana de libertad? Habia vuelto caer en un espiral de responsabilidades, templos, rezos y extensas reuniones en un auditorio lleno de hombres jovenes, barbudos, con armas mas grandes que las que imagine y con una vision del mundo donde yo no pertenecia por ser mujer y por estar casada.
— Si pudieras traer a alguien para que te acompañe en el palacio... ¿A quien seria?
Ese dia Hanbyeol y yo paseabamos por los alrededores de mi palacio. Muy parecido al de la dimension humana. Lo habia construido para mi como regalo y el era el unico quien verdaderamente escuchaba lo que tenia por decir.
— Mi tigre.
No era mio, pero lo extrañaba en las noches al dormir. Con Junghyun solo dormi un par de dias.
Con el lo hacia desde los nueve años.
Entonces la imagen cambio cuando ya llevaba mi quinto año en el lugar. Muchos me confundian en la ciudad celestial, por mis cabellos blancos hasta mis muslos, ojos como dos gemas y capas de telas finas con hilos de oro. Parecia mas la diosa del invierno pero en realidad siempre perteneci al verano, cuando bajaba a la tierra en un disfraz aveces escuchaba lo que decian de mi, cuantas bendiciones habia traido al reino, cuantas cosas malas habia evitado.
Entonces miraba a mis diputadas en el salon donde nos reuniamos y queria compartir mi felicidad con ellas, mis preocupaciones, mis risas, mis comidas a medio quemar pero ninguna me miraba a los ojos. Ni siquiera la version de Hanam que era deidad de la primavera o Dojin como deidad de la guerra me trataban con simpatia. Incluso habiéndome conocido como humana.
Yo seguia siendo su jefa. Ellas seguian cumpliendo ordenes y saliendo, riendo, llorando entre ellas pero no conmigo porque seria mostrar debilidad a tu superior. Incluso si yo era mas joven que mitad de las mujeres que llame a acompañarme en la tierra y sobre esta habia una corona muy pesada.
Junghyun por otra parte no se separo de nuestro compromiso... tener una esposa inmortal tiene sus desventajas, aunque el estaba llamado a vivir conmigo como dicta la ley divina prefirio su lugar en el agua. Solo visitas pocas veces al mes para cumplir con nuestro deber marital. El y Taehyung eran los unicos que me veian como antes, no tan arriba e inalcanzable, me alcanzaban con sus manos, con sus besos, con sus caricias... yo seguia siendo Dal Guseul en sus ojos.
Me sente en ese trono con el que tanto soñe para que al primer huracan, las seis sillas se vaciaran una a una. Pero yo seguia ahi, con una añoranza de amistad y con unos panecillos recien horneados.
Estuve ahi sentada por meses de guerra en mi propio reino, a los pies seguia Taehyung quien nunca envejecia lo suficiente para no tenerme en sus ojos llenos de fuego. El se convirtio en historia junto a mi librando tantas batallas, de cuchillos y de palabras.
Entonces lo que mi madre de esa vida me advirtio se hizo realidad. Mi castillo de oro se derrumbo desde abajo, trayendo consigo cada esperanza que tenia para con mi pueblo.
Ellas y sus propios mensajeros lucharon a mi lado hasta que yo misma las hice bajar a la tierra a buscar refugio pues mi palacio destruido se convertiria en fosa comun si se quedaban.
Unas se fueron antes de pedirselos y a otras como Hanam tuve que obligarlas.
Ahora estaba en el piso frio de uno de mis templos en un pueblo rural de Quelpart. Mi padre habia apoyado la construccion de estatuas en oro y los mercaderes mas ricos construian mi templo en cada esquina. Para las personas mas humildes, un pequeño altar y un dibujo bastaba pero en todo Quelpart no habia trozo de tierra donde no se ofreciera ofrendas a su diosa.
— ¿Holang? ¿Holangie? — ya habia pasado mi destierro, ya nadie estaba adorando a la Diosa. Alguien maldita que no pudo proteger nisiquiera a sus padres.
Entonces el Taehyung de ese entonces se convirtio en el humano que vivio dentro todo estos años. Un joven de escasos diesiciete años, al que habia visto crecer en valentia desde mi destierro cuando era un crio de diez. Por mas veces que insisti que no habia nada que hacer el no dejo mis pies.
Me traia comida, trabajaba en el campo para comprar tela en el invierno, mantenia la fogata encendida durante toda la noche porque sabe mi miedo al frío y protegia el destruido templo donde dormia en las noches. Pero yo no debi acostumbrarme, nunca siquiera tuve que acostumbrarme a tener a alguien que si comiera mis panecillos y si le importara lo que tenia por decir. Tuve que ser exigente, asi como fui con mis deputadas, con sus mensajeros, con Junghyun... pero mi corazon era una masa blanda cada vez que me decia entre rabietas que su unico lugar estaba conmigo. Que nunca me dejaria.
Fui egoista y eso me llevo a levantarme por primera vez sola en ese templo. Las llamas extintas me advirtio que algo malo habia sucedido.
Yo ya lo sabia, fue como vivirlo de nuevo en los ojos asustados de Guseul ahora con cabello negro y menos joyas que ostentar. Era pobre en un pueblo donde no conocia a nadie, con el miedo de que la encontraran. Pero encontraron a su tigre primero... siguio de cerca a la Guseul de antes, aun inocente y dolida por las cicatrices de la guerra, lejos de su esposo quien habia encerrado en el oceano antes de quedarse sin ningun poder espiritual.
Humana, fragil, tonta pero aun inmortal. Cuando ella creyo que no podia perder nada mas en su vida de pobre entonces empezo a tocar frenetica las casas de barro de esas personas. Pidiendo ayuda a encontrar a su compañero mas fiel.
— ¿Como se le ocurre a este joven dejar abandonada una señorita en este estado?
Ellos no sabian que ella era mucho mayor que el, sus años no pasaban, a los ojos humanos era una jovencita de diesiseis. La edad con la que ascendio.
Los habitantes buscaron despues de escuchar el llanto mas desgarrador que habian escuchado en sus vidas, era de una mujer aterrorizada. Aunque se acercaba el verano empezo a caer nieve, todos corrieron de lado a otro aluciendo el fin del mundo pero no fue asi.
— Señorita sacerdotisa... encontramos a su acompañante. — las palabras llegaron e Iseul de ahora sintio que repetia el casette una y otra vez.
Quien habia creado este juego de recuerdos debia saber muy bien cual es el mas doloroso para Iseul, porque la Guseul de ese entonces corrio por los bosques cayendo sobre las ramas y lastimando sus manos con los rosales. Sin su más fiel compañía que siempre alejaba sus obstáculos o la cargaba en su lomo. Ahi en la copa de un arbol... Taehyung colgaba despues de una tortura. Si, la noche no era suficientemente oscura para esconder las veces que una espada lo atraveso hasta casi dejarlo como una masa desfigurada. Sabia que era el por la ropa mal tejida que Guseul habia aprendido a hacerle y los rizos negros que se le pegaban al rostro por la sangre.
Los gritos y los llantos de los demas no pudo opacar la voz de Guseul. Un grito casi gutural, que se escucho en los cielos y si que ella queria que lo escucharan para nunca olvidarlo. Queria darle fin al mundo. Al bajarlo y tenerlo en sus brazos lo acuno como lo hacia cuando solo era un tigre del tamaño de su antebrazo. El piso temblaba y los copos de nieven caian a mas velocidad.
En ese momento el verano no estaba a la vuelta de la esquina... porque en el corazon de Guseul algo se quebro y nunca volvio a ser igual.
— ¿Por que...? ¿Por que no gritaste? — ella le susurraba al oido con voz entrecortada. — ¿por que no pediste mi ayuda? Yo hubiera venido por ti, haría cualquier cosa por ti.
Ella inutilmente limpiaba su sangre con sus ropas como si borrara el rastro del dolor.
Iseul ahora despues de muchos años entendia por que, era dificil en ese entonces pero despues de reproducir esta imagen hasta en sus sueños comprendio que eso que mato a Taehyung era tan fuerte que el sabia muy bien que debia morir en silencio. Sufrir y ser torturado hasta la muerte era nada a lo que esa criatura podria hacerle a su dios, a su dueña, a su primer amor, a la noona que le robaba mas de una sonrisa. Si había podido destruir su reino, aplastar sus templos, alejar a sus diputadas y eliminar todo creyente... sin duda Taehyung prefería morir en silencio antes de que algo como eso quebrara aún más a su Dios.
Los ojos de Iseul nunca regresaron al amazonita, ahora eran verde profundo como el moho, como lo profundo de un coral, como las ojas del bosque en la noche... sin luz. Sin verano.
Y si que se vengo, ella misma con sus dos manos masacro a su propio pueblo, o al menos lo que quedaba después de la guerra, al nuevo rey que se posiciono con ayuda de aquel demonio de mascara, mato a los soldados que la traicionaron, a los sabios y a los que un dia fueron sus creyentes. Nunca antes en presencia de Taehyung sintio sed de venganza incluso si habia sufrido en carne propia el abuso y ser escupida en las calles.
No se quejo cuando incendiaron sus templos, cuando mancharon su nombre y el de sus diputadas, cuando le atribuian la muerte de todos e incluso decapitaron a sus padres en la plaza.
Ella nunca se quejo o penso en vengarse de verdad... porque su corazon aunque estaba fracturado seguia intacto y seguia creyendo en el bien. ¿Pero despues de ver el pelaje de Taehyung adornar el piso del palacio? ¿Despues de verlos burlarse? ¿Despues que el demonio a su lado contara cada cosa que le hizo mientras callaba? Ella se convirtió en una demente, con la ayuda de aquella criatura que nunca dejaba su sombra.
El mismo demonio que arruinó su vida le ayudó a que ella terminara de cavar su tumba, de venganza y odio.
— ¿Por que sigues aqui? — una voz extraña la altero y le hizo dar un paso atras a la imagen llena de sangre que se reproducia en frente — has tenido el poder todo este tiempo de terminar tu pesadilla pero te has quedado hasta el final.
— Su majestad... este no es el final. Usted lo sabe.
Hanbyeol estaba ahi con ella, en esa vision y de repente sintio mucha pena. No es algo que el no haya visto antes... al final fue el quien paro con su matanza para darle el castigo que hoy tiene pero eso fue hace miles de años.
— Ven conmigo.
Yo asenti hasta otro lugar muy conocido, el balcon de mi palacio donde tomabamos el te. Yo me sente aun sintiendo mi sangre arder con los recuerdos y no supe que lloraba hasta que me ofrecio un pañuelo.
Si es verdad que podia evitar estos sueños horribles pero tenia que vivirlo de nuevo, necesitaba abrir de nuevo la herida para que mi decision calara en mi. En mi corazon y en mi alma que estaba aterrada que una vez mas perderia a Taehyung a manos de uno de mis enemigos.
— Guseul... esto que te hiciste tiene consecuencias. Te vas a enfermar de la cabeza y no solo hablo de una locura.
— Lo lamento su alteza. — me incline solo un poco y aqui recorde lo que sucedio despues en la cronologia. — en este mismo lugar usted me hizo la propuesta que tanto me critican, ¿lo recuerda?
— Fuiste valiente ahi afuera. Eras una niña... pero tenias la tenacidad de una Diosa que ha vivido lo suficiente, recuerdo que te propuse olvidar toda esa locura si regresabas al cielo como mi diputada pero eras un poco orgullosa. Preferiste salvaguardar el alma de aquel demonio y la de tu esposo a cambio de vivir varias vidas en soledad.
Su cabello hoy estaba sujetado a la mitad en un lindo broche, sus ropas era una bata elegante de color bronce. Sus ojos calidos me animaban a nunca dejar de hablarle.
— Tal vez Guseul de la primera vida gano su lugar con meritos, pero eso no la llevo a la felicidad... entonces ¿por que es egoista si le di lo que restaba de mi poder a que Taehyung y Junghyun no perecieran? ¿Por que no morir para contribuir con el balance del universo y dejarle una isla a mis sucesores?
— Tienes un punto, con la diferencia que el demonio que tuviste como tigre asesino a mitad ciudad celestial después de enterarse que te diste como sacrificio para el orden mundial. Incendio todos los otros templos y masacro a todos los dioses que una vez te miraron sobre el hombro o siquiera respiraron a un metro de ti. — no me sentia orgullosa, en realidad, cuando me entere que despues de mi muerte el hizo todo eso para traerme de vuelta me senti mas triste por dejarlo. — incluso casi me alcanza y lo elimino de la faz de la tierra, si no fuera por la promesa que te hice antes de morir... sobre no hacerle daño. Un demonio domesticado no es mas de eso cuando su dueña muere y sufre.
— Debi explicarme mejor. Yo apresure a vengarlo antes de saber que su alma iba a renacer de nuevo entre las cenizas. Era tanto su apego hacia mi que creo su propio cuerpo comiendose otros demonios menores.
— Pero tu sabias que el era un demonio de alto rango cuando lo acogiste en tu palacio, ¿Verdad? Incluso ahora le pertenece un reino de la dimensión demoniaca. Es rey. Tu padre te lo advirtio, tu tutor te lo advirtio y yo tambien. Ese tipo de demonios hicieron atrocidades desde el inicio de la creacion hasta que poco a poco la instauracion de dioses y rezos los aplaco al punto que nacen en forma de animales salvajes para pasar desapercibidos. — yo habia escuchado esto miles de veces pero no me atrevi a interrumpirle. — son de mal aguero, Dal, tu solo creaste un hogar temporal para alguien que no sabe lo que es el verdadero amor. Nunca lo sabra.
— El no es el culpable de lo que paso... yo lo cuide porque quise hacerlo, porque aunque mi padre me dijera que iba a botarlo al rio yo estaba segura que todos los seres de este mundo merecen otra oportunidad. ¿Como vamos a exigirle respeto, piedad y bondad? Nunca nadie les ha dado eso. Es como pedirle a un niño que te diga cual helado es su favorito si nunca ha probado el dulce. Eso fue lo que hice y lo que he hecho en esta vida donde el destino nos ha encontrado, no puedo aceptar que nadie mas lo asocie a un mal aguero.
— No es su culpa, Dal. Lo se y lo sabes, de quien realmente es.
— ¿El demonio de aquella mascara?
— Hay una razon por la que los dioses no se mezclan en problemas de mortales... va mas alla de que te vieran con tu cabello blanco. El poder que emanabas en ese entonces, tu seguridad, el amor por tu gente y tus sacrificios llamaron a una sombra que es igual de fuerte como lo es de orgullosa.
Aunque sus palabras eran suaves algo se instauro en mi garganta, mas alla del te que estaba delicioso o la hermosa vista que teniamos.
— Entonces... fui yo. — sonrei a medio lado aunque mi corazon quisiera dejar de latir. — yo llame a esa criatura sobre mi pueblo y mi gente.
— Tu y las diputadas, incluso sus mensajeros que nunca te dijeron toda la verdad.
— No les di la confianza.
— ¿Y ellos si? Le diste demasiadas libertadas a esas jovencitas, aunque tu misma dudabas de ellos nunca lo prohibiste y callaste creyendo que asi podrias ser una amiga. — el me miro a los ojos y supo que estaba a punto de quebrarme porque los alejo. — se que te dije que mate aquella sombra, tu lo viste con tus ojos antes de pasar a tu siguiente vida pero...
— ¿Ha vuelto? Y ha vuelto porque he retado el destino desde que volvi a encontrarme con Holang, mi Taehyungie.
El no dijo nada, no necesitaba.
El trago amargo de la realidad, de la verdad, era peor que mis cicatrices del pasado. Cuando evocaba mi primera vida era dificil sonreir con los recuerdos y esta parecia ser otra vida donde tampoco tendre mucho tiempo para arrepentirme.
— Los cielos no aceptaron ayudarte pero podria darte un poco de ayuda por mi cuenta.
— No lo haga, no se trata de orgullo o verguenza. Ya los planes que tengo son justos y necesarios, no hay margen de error.
— ¿Ese pequeño demonio los sabe?
El nunca se atrevio a llamarlo por su nombre, tal vez Guseul de la primera vida pasaba por alto porque era una joven que creia salvar el mundo con el poder del amor. Pero la Iseul de ahora noto el cambio en sus ojos miel.
Envidia.
— Ahora que regrese a los recuerdos de su vida pasada lo sabra. Debo agradecerle a Junmyeon por ahorrarme la penosa charla sobre quien soy verdaderamente...