DIE FOR YOU / HEESEUNG

Por straylovers

102K 11K 5.6K

Desde la muerte de su madre, la vida de Pandora cambia radicalmente. Tendrá que pasar por circunstancias difí... Más

02. Change
03. Stressed out
04. Sudor y cansancio
05. Descanzo
06. Bad idea
07. Save me
08. Pink hair
09. Herida
10. Games
11 Ataque
12 Las penas y el alcohol no se juntan
13 Beach
14 By your side
15 Momento para recordar
16 Me haces sentir
17 Un viaje para recordar
18. Die For You
19. Alive
20 Nuestros encuentros
21 Angel
22 Pd: Te extraño
23 madrugada
24. U rock my world
25 Breath of life
26 ¿Are you real?
27 till the end
final
Playlist

01. Panda

9K 480 303
Por straylovers

Lo recordaba perfectamente.

Era inverno, el día estaba nublado, más oscuro que otras veces y corría una brisa de viento tan helada que llegué a pensar que mis dedos se congelarían ahí mismo. Mi madre lo notó y tomó mi mano con suavidad, escondiendola dentro de su grueso abrigo junto a la suya.

— ¿Qué te gustaría cenar, Panda? —preguntó con una cálida sonrisa.

"Panda" era el apodo que tenía.
Mi madre solía llamarme de esa forma debido a las manchas en mi piel que me producía mi vitíligo.

— No lo sé, tal vez sería bueno hacer sopa, hace mucho frío hoy... —Reí.

Íbamos camino a nuestro hogar.
Habíamos preferido irnos caminando que tomar el autobús como de costumbre. ¿Quién diría que eso había sido un grave error?

Lo siguiente sucedió demasiado rápido.

Una camioneta negra frenó adelante de nosotras, sobresaltándonos al instante tras el sonido provocaron sus ruedas. Rápidamente dos grandes y fornidos hombres se bajaron de este con telas oscuras cubriendo sus rostros; sólo podían verse sus oscuras miradas.

— Corre Pandora. —Ordenó mi madre al instante, soltando de mi agarre cuando los vió aproximarse.

La volteé a ver, paralizada.

— ¡Ahora! —insistió y me alejé asustada, viendo como al contrario, ella fue directo a los hombres y comenzó a luchar contra ellos.

Abrí mis ojos con incredulidad y sin saber realmente como actuar, salí a esconderme detrás de unos arbustos cercanos, para después, asomar mi cabeza con cautela para ver lo que sucedía.

Mentiría si dijera que en ese momento no estuve al borde de romperme del pánico y aturdimiento que sentí. ¿Cómo es que ni siquiera sabía que ella podía hacer algo así?

Nunca la había visto pelear de esa forma, es más, nunca la había visto llegar siquiera a los golpes contra alguien.

Estaba completamente en shock.

Quería ayudarla. Claro que quería, pero estaba tan asustada que solo podía temblar como una idiota. De repente, la vi sacar de su bolsillo un lápiz que siempre llevaba consigo y apretando su punta, termino por convertirse en una navaja. Logro enterrársela a uno de los hombres, pero no fue suficiente.

Se escucho un disparo y todo termino.
Sin saberlo, en ese mismo momento mi vida había cambiado para siempre.

Los hombres se subieron al auto gritando y maldiciendo por lo sucedido y aceleraron tan fuerte que dejaron contra el cemento las llantas de su camioneta marcadas.

Ahogué un grito que hizo doler mi garganta y sin poder creer lo que mis ojos ahora veían, me moví de donde estaba escondida y fui corriendo hasta arrodillarme al frente de mi madre.

Tapé mi boca al ver la sangre rodearla y tomé de su mano, comenzado hablarle:

— Mamá, M-Mamá ¿Me oyes? Llamare a una ambulancia, solo resiste ¿Si? —rogué, con mi voz entrecortada.

Empecé a marcar al número de emergencia temblando. Mis ojos cristalizados hacían ver borroso los números en el antiguo celular que sostenía y cuando estaba apunto de presionar el botón para llamar, mamá me frenó.

— Pandora, olvídalo amor....ve a esta dirección, pregunta por Lee Misuk, te ayudará....ahora tienes que escapar, deja nuestra casa de inmediato porque vendrán por ti...—soltó con una voz forzosa y me paso una tarjeta apretándola contra mis manos con fuerza.

— Mamá ¿Q-Qué sucede...? —pregunté, mirándola completamente quebrada.

— Lo siento mi Panda...lo siento mucho. No quería que las cosas terminaran de esta forma...n-no tuve tiempo, perdón, te amo mi bebé...—Soltó un denso suspiro acompañandolo con un par de lágrima que se deslizaron por sus frías mejillas.

Comencé a negar rotundamente al ver sus ojos cerrarse y mi llanto histérico apareció al ver como la mujer que me había dado la vida, la que me había criado con amor y dado de comer se iba al frente de mis ojos de manera trágica e injusta.

— Mamá... Ma, por favor, vamos, por favor, no me dejes... —rogué, abrazando su cuerpo mientras lloraba desconsoladamente.

No podía entenderlo, no podía sopórtalo.
Parecía una verdadera pesadilla, la más horrible que podría haber imaginado.

Unas sirenas a lo lejos llamaron mi atención y la voz de mi madre pidiéndome que corriera lejos de ahí volvía a mi mente. Le dí un pequeño beso en la frente lleno de amor y tristeza,  tomé la navaja de su mano inerte y la guardé junto a la tarjeta en mi bolsillo. Me limpié las lágrimas que no paraban de salirme con la manga de mi chaqueta y me fui de ahí, sin antes decirle un último "te amo" a la persona que más amaba en el mundo.

Llegué a casa con mi respiración agitada y mi rostro completamente acalorado. Tomé un bolso negro del mueble de la entrada y mientras lloraba en silencio, comencé a guardar mudas de ropa y algunos snacks apresuradamente.

Apagué todas las luces y me dirigí a la puerta para salir, cuando unos sonidos de vidrios rompiéndose en la habitación de mi madre me alertaron.

Estaban entrando a mi casa, venían ahora a por mí.

Me apresuré en salir y corrí lo más rápido que pude lejos de ahí. Llegué hasta el metro más cercano sudando y asustada, me encerré en uno de los retretes del baño de mujeres.

¿Qué estaba sucediendo?
¿De quiénes hablaba Mamá?
No entendía nada, tenía demasiadas preguntas, demasiadas dudas, todo había pasado tan rápido que no podía procesarlo en ese momento correctamente.

Forme un puchero con mis labios y me limpié rápidamente las lágrimas que comenzaban a invadirme instantáneamente. El dolor era demasiado, tanto que llegaba a sentirlo en mi corazón con fuerza. No podía creer en la situación que me encontraba; estaba completamente desorientada, destrozada y sola.

Me pasé todo lo que resto del día y la noche entera en ese baño llorando completamente desconsolada.

Cuando amaneció salí de ahí ya sin lágrimas y sin vida, observando con dolor la tarjeta que me había entregado Mamá. Estaba arrugada y manchada con su sangre; sin embargo, aún así se podía leer claramente la dirección escrita junto a un nombre que desconocía.

"Calle Eun Young, 1111, Daegu, Corea del sur."
"Estaré aquí para lo que necesites, con amor,
Lee Misuk."


Mi rostro, mi cabello y en verdad todo lo que tenía o llevaba puesto en ese momento estaban mojados producto a la fuerte lluvia que había comenzado ese día y no parecía querer parar.

Y para ser sincera, no me importaba; ni siquiera el hecho de que parecía una verdadera vagabunda. Parecía haberme ido con mamá, me sentía completamente muerta.

Lo único que me hacía sentir algo "mejor" de toda esta maldita desgracia, era que después de pasar la peor semana de mi vida buscando y sobreviviendo en la calle con lo poco que tenía, había llegado a la dirección.

No me manejaba en la ciudad.
Usualmente mamá se preocupaba de eso. Yo me sabía los caminos, pero no los nombres de las calles, por lo que tuve que preguntar varias veces para poder guiarme y si era honesta, en este momento no me sentía completamente segura de que me encontrara en la dirección correcta. Mamá no era de tener amigos con dinero, y la apabullante casa al frente de mis ojos me hizo dudar por minutos en tocar ese timbre dorado. Cuando lo hice, me contesto una voz masculina preguntándome quién era.

— Soy Kim Pandora... Una amiga de Lee Misuk me dio esta dirección... —murmuré con mi voz raspada, y la voz detrás del citofono se tomó un tiempo antes de contestar al escuchar tal respuesta.

— Espera en la puerta.

Entonces, la reja de la gran entrada comenzó a deslizarse a un lado y entre caminando lentamente hacía unas escaleras negras que daban directo a la entrada de la lujosa mansión frente a mis ojos.

Espere ahí pacientemente, mientras observa los pinos al alrededor de lo que parecía ser una tranquila residencia privada.

La puerta se abrió llamando mi atención y me dejo ver un atractivo chico que parecía tener mi edad.

— ¿Pandora? —El chico me miró de arriba a abajo tratando de ocultar su sorpresa al ver mi estado y las manchas de mi rostro producto al vitiligo—. Toma asiento por favor, ya vendran a atenderte...

Me señalo con su mano un sofá de cuero y asentí en silencio, mientras este desaparecía por una de las tantas puertas que había en la mansión.

Me senté en el sofá y observé la mesita de cristal que tenía al frente. Tenía una bandeja plateada llena de licores y vasitos de vidrio junto a un bello cenicero.

Una voz masculina tarareando una canción llamó mi atención y mi mirada se fue hasta el chico de cabello rubio que apareció de repente por un pasillo, descalzo y en pijama. Cuando esté se dió cuenta de mi presencia, paro en seco y se fue corriendo por donde había aparecido.

Carraspeé con incomodidad y bajé la vista hasta mis botas llenas de barro. Me di cuenta que había ensuciado la cerámica del suelo y trate de limpiarlo, empeorándolo más.

Oí pasos acercándose y alce mi mirada una vez más, encontrándome nuevamente con un chico, el cual a diferencia del anterior; vestía formalmente.

Me observo de arriba a abajo y tomó asiento en el sofa de al frente, sirviéndose licor en uno de los pequeños vasos que había en la mesita.

No me ofreció, ni tampoco hablo. Solo se acomodó en el sofá examinándome con una mirada penetrante, mientras bebía del vaso.

— Uhm... ¿Eres Lee Misuk...? —pregunté en un inseguro murmulló, a lo que esté sonrió a medias, sin quitar su mirada de mi persona.

— No, ella es mi madre. Yo soy su hijo, Lee Heeseung.

Me quede en silencio.
Pensaba que Lee Misuk era hombre.

Heeseung dejó el vasito de licor en la mesita y deslizó su mirada con interés hacía mi ropa y el bolso negro húmedo que traía a mi lado.

— ¿Qué edad tienes? —preguntó.

— Voy a cumplir dieciocho...—Entonces tienes diecisiete.

Nuevamente hubo un silencio y asentí lentamente.

— ¿Por qué pareces haber salido de la basura? —cuestionó de repente, ladeando su cabeza a un lado y frunciendo el ceño, como si eso le molestara.

— Es... es algo complicado de explicar —murmuré, sin expresión alguna en mi rostro.

— ¿Segura que tienes el dinero para comprar sustancias?

— ¿Qué...? —Alcé mi mirada hacía él y este al ver un brillo de confusión en mis ojos pareció tensar su rostro.

— ¿No vienes a eso?

Negué lentamente y Heeseung estiró su cuello, chasqueando su lengua con pesar ante mi respuesta, la cuál claramente no fue de su agrado.

Seguir leyendo

También te gustarán

342K 54.8K 27
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
2.2M 228K 131
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
31.7K 2.5K 25
♡Todo mi cuerpo arde por tí. Mi corazón está sediento de tí. Como una fiebre. Aunque lo aleje, arde dentro de mí. Aunque se convierta en cenizas, las...
34.5K 638 9
En este libro vamos a estar haciendo un script paso a paso, espero y les guste :)