𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴

By blossxm_s

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❝Por mas que intente despertar, mis sentimientos no cambiaran. (No puedo controlar mi corazón) El solo sigue... More

Prologo: latidos
La niña que convencio a una bestia
El rostro de la verdad
Antidoto de ti
Domesticar
Una Nueva Rutina
Reminiscencia de una deidad y una montaña
Leyes de piedra y ceniza: mi primer viaje.
El otro lado de mi soledad
Su Suelo Es Mi Tumba
Los Tintes Del Trauma
Te Recuerdo Sonriendo En Tu Siesta
El Album Del Pasado
Viajar A Mi
El Fantasma De La Opera
Coronas y Espinas
Segundas Opiniones
Porque El Me Ama
Los Colores De Su Alma
Abuela, Madre e Hija
La Ultima Gran Dinastía
Bicho de Amor
Ojo por Ojo
El Camino a Busan
La Nueva Reina
Culpa Y Lastima
Promesa
Lady Kim Hanam
Llamado de emergencia
Realización
Bendicion o Maldicion
El Otro Lado
Imparable
Barrera
Estallido Emocional
Mal Entendido
Listos o No
Un Lugar Hermoso
Superheroe
Revelación
Tigre Adiestrado
Mascaras
Efecto Sorpresa
Parecer
Latidos: manzana
Latidos: niño interior
Felices Juntos
Save Me

Tres de Copas

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By blossxm_s

Pase la llema de mis dedos por las flores del alfeizar, la habitacion tenia tantos colores y arreglos que no sabía que mirar primero. Era tan extraño despertar de esta forma... como si hubiera despertado en el cuerpo de una extraña.

Mi dedo indice encontro el cactus en un esquina, fui atraida a el para saber que tanto dolería.

— El auto ya esta listo. — su voz se escuchó mas cerca a mi oido y unas manos grandes se encerraron en mis muñecas como esposas.

— ¿Todo se va a quedar?

— Dime que otra cosa quieres llevar...

Sus manos no dejaron de hacer presion en mis muñecas hasta que aleje mi vista del cactus y camine un paso atras, chocando con el pecho ajeno. Su agarre suave se deshizo y yo vi el letrero de bienvenida con los globos.

— Tal vez deberíamos dejarlo. Alguien puede usar esta habitacion. — baje las mangas de mi sudadera para que escondieran mis muñecas vendadas. — ¿donde estan todos?

— Ocupados.

— ¿Junghyun se fué?

Taehyung me vió desde la esquina de su ojo mientras saliamos al pasillo vacio, este hospital era fantasma.

En el bolsillo de mi sudadera estrujaba la hoja de papel con una sola frase. "Te extraño demasiado para seguir enojado" escrito en cursiva y tinta negra.

— El dijo que ya sabias. — la voz de Taehyung era serena y sus pasos eran seguros sobre el suelo. — ¿Necesitas que lo llame?

— Incluso si yo lo llamo, no volverá, el me prometió que si sucedía otra vez no iba a volver a verlo.

Taehyung vacilo un paso en el ascensor.

— ¿Eso te dijo?

— Sí.

— Es una amenaza demasiado dura.

— ¿Lo crees? No pudo detenerme un solo segundo. Entonces no es lo suficientemente dura... — murmuré cerrando mis ojos hasta que llegamos al lobby.

Sali por la gran puerta y el sol brillaba en lo alto, nunca lo habia sentido con tanta fuerza. El calor y la humedad me recordaban que seguia pisando la tierra con mis dos piernas, mis dos brazos, mi cabeza, mi corazon roto.

Taehyung dejo las cosas en su nuevo auto, mi cojunto rosa me hacia sentir mas como la Yan Iseul de su adolescencia. Aunque Dojin habia tardado toda la mañana peinando mi cabello, ahora lo arruinaba mientras mis dedos no dejaban de hacer nudos para despues arrancarlos de raiz. Taehyung se dio cuenta y volvio a tomarme de la muñeca.

— No lo hagas.

— Lo lamento. — aclare mi voz.

— No lo lamentes si lo haras de nuevo... solo no lo vuelvas a hacer, te va a dar dolor de cabeza.

Decidí entonces jugar con el borde de mi ropa.

— ¿Los demas estan esperando por mi en casa?

— No vamos a casa.

Aunque la voz de Taehyung siempre era suave y llena de afecto, sus palabras cortaban como un cuchillo. Era evidente que ellos iban a descubrir lo que hice, aunque no supieran el por qué, era inevitable que no podria volver a casa.

Entonces esa idea de mi madre dejandome en un manicomio no parecía tan descabellada. ¿Taehyung me dejaría en un lugar así?

— Llevame a casa.

— Entra al auto. — Taehyung abrio la puerta y coloco una mano en mi espalda.

— No, vayamos a casa, si quieres puedo quedarme en mi habitacion para nunca salir pero-

— Iseul, no vamos a casa. Entra al auto.

Mire a todos lados e incluso intenté correr a un lado pero era inutil, mi cuerpo seguia pareciendome extraño y Taehyung tenía una paciencia infinita.

No le costo mucho dejarme en el auto y yo recompuse mi postura para dejar de ser tan molesta.

La musica sonaba en el estereo, ninguno de los dos cantaba o hablaba. El paisaje paso de ser citadino apocaliptico a un rural tranquilo, entonces sentí el verdadero terror de regresar a un lugar así. No es algo que yo no haya pensado antes y no es algo que yo no haya decidido para mi antes, ¿pero Taehyung me dejaría ahí?¿Acaso se había rendido?

Aunque nada en su rostro sereno manejando denotara que me resentia o que sintiera pena por mi, sus ojos eran un abismo. Desde la primera vez que abrí mis ojos y los ví sentí que había caido en ese abismo sin salida... Taehyung había caido conmigo. Los demas hicieron una pequeña celebracion ignorando la razon de mi hospitalizacion, incluso me animé a comer un poco de pudin como si fuera mi cumpleaños.

Pero los susurros y las miradas inquisitorias no se pueden ocultar. Aunque sus intenciones eran buenas sus propias naturalezas eran mas fuertes.

— Es un lugar hermoso... — el interrumpió el silencio viendome de reojo. — tranquilo, lleno de flores y hay animales.

— No quiero.

— Ise-

— No lo quiero. Si no vas a estar no lo quiero. — le interrumpí.

— Tus palabras no van acorde a tus acciones, su alteza.

Senti un escalofrio en toda mi columna. Estaba juzgandome, no, estaba reclamandome.

No. Nada de eso. Me estaba haciendo entender que como procuraba estar a su lado si hace unas noches intenté matarme. Era eso, Taehyung no evitaba el tema o moderaba sus palabras como hacian los demas desde que desperté.

El había decidido enfrentarlo con la cabeza fria, palabras serenas y verdad filosa como un cuchillo. No iba a ser bueno conmigo porque yo no fui buena con el.

— Entonces dejame en cualquier lugar, incluso si es el mas horrible del planeta tendría el mismo sentido.

— Ya esta decidido.

— ¿Quien decidió por mi?

— Yo. Es reciproco. — sonrió un poco lleno de astucia, aunque no habia nada divertido. — yo decido por ti y tu por mi.

— Nunca he decidido por ti...

— Decidiste que yo tendría un futuro sin ti, ¿no es eso decidir por mi?

— No pensé en ti en ese momento.

— Lo sé, se nota.

— ¿Es por eso que no me has mirado a los ojos? ¿Tienes rabia? ¿Me odias? — murmuré girando mi cabeza a su direccion. Negue una vez. — no...es imposible que algo así suceda.

— Parece que coincidimos en algo. Ya llegamos.

No me había dado cuenta que habiamos llegado, el habia estacionado en una vereda alejada de la calle principal. Una casa de dos plantas bastante grande, sus paredes pintadas en blanco y techos de madera puntiagudos. El sol del medio dia caia perpendicular en los arboles a su alrededor y el jardin.

Era mi casa de campo, ¿como sabía de  este lugar?

— Esto no es un manicomio. — dije entre dientes.

— ¿Ese es el lugar horrible que quieres que te lleve?

— Es donde merezco estar.

— Iseul, baja.

Ya habia abierto el lado de mi puerta pero yo seguía anclada a ese asiento del auto como si fuera a ser mi ultima vez en siglos.

El me tomo con toda la delicadeza posible entre sus manos huesudas, quitando el cinturon y cargandome por unos metros hasta dejarme de pie en el camino de tierra. Las ventanas estaban abiertas, unos cuantos pajaros cantaban y el caballo amarrado a un lado pastizando se emocionó al verme de nuevo.

— ¿Ese es estrella? — señale al equino que solía montar en Quelpart.

— Un regalo. Al parecer Junghyun juró no volver a verte pero eso no cambia muchas cosas...

— Sigo queriendo ir a casa.

Taehyung me ignoro cargando con mis cosas y aunque camine a su lado intentando tomar su mano no lo hizo. En un pasado el cargaría mis cosas con una mano para tener una mano libre para mi, ahora ni siquiera me daba una mirada directa.

¿En que estaba pensando? Taehyung ya no querra estar al lado de una mujer que es tan egoista de no pensar un poco en las consecuencias de sus actos.

Mientras el abria la puerta y dejaba mis cosas en algun lugar de la casa yo me quede afuera, viendo la sombra que hacia el sol en la arena. Todo este tiempo, el esfuerzo que requirio volver a sentir mi casa como propia, los lugares que Taehyung habia creado para mi, las citas, las comidas en un restaurante nuevo y las risas de nuestros acompañantes en aquella cita triple.

Lo había perdido todo de nuevo, volviendo al inicio donde no tenía nada.

— Iseul, entra.

— No.

— Su alteza...

— ¡Deja de darme ordenes! — perdí la cordura alzando mi voz. — odio este lugar... lo odio... no quiero estar aquí. No me dejes aquí. Prefiero que me encierres en una carcel subterranea y-

— ¿Hay algo que no sepa acerca de este lugar?

Estaba frente a mi y apoyo sus manos en sus rodillas para verme entre su flequillo que caia en su rostro. Creí que tendria esa misma cara de autosuficiencia pero en realidad estaba triste, la comisura de su boca no se levantaban y permanecian en una linea.

Yo no respondí y calle, no queriendo decir mas. Camine hasta la entrada dejando mis zapatos, al parecer habian hecho unas pocas remodelaciones. No encontré ninguna criada y aunque atravese los pasillos no encontre ningun rostro. Subí las escaleras y solo mis cosas estaban en mi habitacion, Taehyung habia dejado las maletas a un lado del armario doble. Las cortinas estaban a un lado, tenia dos ventanas y una cama doble con sabanas finas.

El piso habia sido recientemente limpiado, era de madera clara que constrastaba con el blanco predominante en cada mueble.

Habian un par de arreglos a un lado de la puerta, unas coronas de flores y canastas de frutas con cintas. Sali de la habitacion a seguir revisando las habitaciones, ninguna habitacion tenia sus cosas entonces me encontre de lado a lado intentando encontrar el rastro de alguien. La mano de Taehyung me detuvo cuando intentaba bajar las escaleras y me pregunté por qué no me tomaba de la mano. ¿Acaso creía que estaba mal?

— No hay nadie aquí....

— Iseul, no me has dejado terminar.

— No hay nadie aquí, me vas a dejar sola aquí. — mi tono salía bastante indiferente a comparacion de como me sentia.

¿Pero que diferencia tiene? ¿A quien estaba buscando? ¿Quien en su sano juicio viviría bajo el mismo techo con alguien como yo?

— Vayamos al patio.

— Tae, ¿Por qué haces esto?

— ¿Que estoy haciendo?

— Estas huyendo de mi.

— No eres el lugar del que huyo, eres el lugar al que corro cuando estoy asustado. No mal interpretes mi decision. — su mano libre alejo el cabello que habia caido en mi rostro despues de tanto correr. — bajemos con calma hasta al patio... esto no es nada facil para mi.

— Si no es facil, ¿por qué no vamos juntos a casa?

— Ya no existe ese lugar.

Es como si hubieran vuelto a romper mi corazon con un martillo, es verdad, ¿a que le llamaba casa? No tenia un trabajo al que regresar, mi licencia como doctora se había ido al carajo despues de intentar matarme. Los juegos, las comidas a altas horas de la noche y mi motocicleta por las calles... todo lo había incendiado ese día.

Me dejé llevar, en automatico mi mente se llenaba de cosas que no debía pensar. Taehyung no me abandonaba porque quisiera, es porque yo no le di otra opcion y quisiera por un momento dejar de pensar tanto en mí.

— Iseul, mira hacia delante. — hizo un poco mas de fuerza en el agarre tranquilo que tenia en mi brazo.

Al alzar la vista habia una figura casi profetica. Una mujer hermosa de ropas blancas, parecia una de aquellas diosas griegas de los viejos tiempos, sus manos llevaban una canasta de paja y su sombrero del mismo material se posaba sobre su cabellera rubia. Bajo el sol sus hebras parecian de oro.

El sombrero estaba rodeado de una fina tela blanca transparentosa que caía sobre su rostro y sus hombros delgados. Sin duda era una princesa de Venus.

— ¿Gyeol unnie? — pregunte en un susurro pero la mujer alzó la cabeza. — ¿Por qué ella se quedará conmigo?

— ¿No te gusta?

Eso no importaba ahora, quedarme con Gyeol era como quedar sola. Ella no hablaba y aun tenia muchas precauciones con las relaciones humanas.

— No... entiendo.

— No tienes que entenderlo ahora, esta bien. — Taehyung la saludo con la mano a la distancia y ella solo se inclino un poco volviendo a sus cosas.

— No parece muy feliz de acompañarme.

— Tu tampoco, al menos tienen algo en comun.

— Taehyung.

— Dime.

Inclino su cabeza hacia mi como si toda la atencion de sus sentidos estaban en lo que tenia por decirle, sus ojos en mi rostro y oidos atentos.

— ¿Te volvere a ver? — tome la manga de su camisa de vestir como si fuera una niña obligando a su padre que se quedara otro día mas aunque tuviera otro hogar y otra familia a la que regresar. — esta bien si no me quieres ver... pero yo... ¿volveré a verte? ¿A la distancia? ¿Cuando llegue la primavera? ¿Te quedarás en Seúl o prefieres Gimpo?

Algo vaciló en los ojos razgados del mayor, como si recordara algo.

— Eso ya no depende de mi, su alteza.

— ¿Entonces a quien debo rogarle?

Taehyung se agachó en su lugar, apoyandose sobre sus talones haciendo que ahora lo viera desde arriba. Esta posicion me recordaba mucho a cuando eramos niños y el caminaba en cuatro patas.

Yo siempre fuí pequeña pero frente a Taehyung me sentía fuerte y grande como una torre.

— Depende de ti, el que quieras verme o quieras que desaparezca dependerá siempre de ti. Desde ahora siempre haré lo que tu corazon desee. No puedo cumplirlo ahora, porque tu corazon esta roto... pero cuando regrese será diferente. Es hora de que empieces a usar tus palabras y dejar de callar tanto. — sus manos al fin tomaron las mias y sus labios dejaron un par de besos cortos en mis dedos. — ni siquiera pienses un segundo que te abandono, mi vida ya esta atada a ti y no planeo liberarme o irme a otro lugar, no hay otro lugar mas hermoso en el que pertenezca. Solo intenta no pensar mucho en mi... yo fracasé en eso estando en Quelpart pero confio en que tu si podrás.

— No... no esperes tanto de mi...

— Lo que yo espero de ti no es la minima parte de todo lo que eres capaz.

— Si es así, voy a esforzarme para sacar mis palabras y hacerlas verdad. ¿Tu me prometes regresar? Estaré esperando aquí pacientemente. — alce un poco mis dedos y acaricie su rostro con la llema de mis dedos.

Tocar el rostro de Taehyung era acariciar la flor mas suave del prado.

— Voy a regresar, su alteza.

No estaba intentando persuadirme a soltarlo o convenciendome de algo, era una promesa y se sintió tan bien en mis oidos que, aunque creí no sería capaz de sonreir, sonreí dentro de mi cabeza. Aunque en el exterior mantuviera un rostro y un cuerpo que me parecía extraño, rigidos sin un rastro de sentimiento, dentro de mi corazon se consolaba al ver a Taehyung arrodillado hacia mi.

Saque el regalo que había preparado de mi bolsillo, lo había preparado años atras. Un anillo de plata con incrustaciones de piedras rojas, en un collar.

Antes de que se fuera por la puerta, lo deje en los bolsillos de su chaqueta. Nose si algun día lo encontrara o lo dejara de este lado, pero al ver el auto irse por la carretera senti que mi corazon empezó a enfriarse. Aunque el sol brillaba no quedaba nada en mi que volviera a brillar... solo sus recuerdos brillaban y Gyeol no hizo nada para convencerme de volver a entrar a la casa hasta que llego la noche.

— Es curioso de ver como los roles se intercambian. — dijo al cuarto día de verme sentada frente a la ventana viendo la carretera principal a lo lejos.

Se sentó y me ofreció una limonada.

— Unnie, pensé que había olvidado como hablar.

— Parece que tu tampoco lo olvidaste, siempre eras quien me sacaba las palabras. — habia un poco de amargura en su tono pero no tanto como el limon que llenaba mi paladar. Dejo su sombrero a un lado y apoyo su cabeza en su mano. — no va a funcionar si ambas seguimos así.

— ¿Taehyungie te convenció?

— Yo me ofrecí...

— ¿Se ofreció a cuidar de mi? — no había sorpresa en mi tono pero si estaba sorprendida.

Ella dio un largo trago de su bebida y su cabello rubio ahora se movia con las pequeñas corrientes de viento.

— No es cuidar, es vigilar. Son dos cosas diferentes. Tu puedes hacer cualquier cosa que quieras e incluso salir corriendo por el bosque... yo solo observo.

— No tiene sentido decirme eso.

— Si lo tiene... tal vez... yo siempre quiero morir, algunas veces.

Un escalofrio atravesó mi columna haciendome sentarme mas derecha en la madera.

— ¿Namjoon sabe que esta aquí? Porque su sospecha hacia mi va a crecer aún mas... si sabe que esta compartiendo casa con alguien como yo.

— ¿Como es alguien como tu? Que yo sepa no has intentado hacerme daño.

— No es algo que yo-

— Yan Iseul, no hago esto porque quiera ser cercana o tenga lastima. Las relaciones humanas nunca me han interesado... mi miedo hacia ustedes que antes era infundamentado ya tiene fundamentos. — su voz era serena pero cada palabra cargaba tanto poder que sentia agachar mi cabeza cada tanto. — tu hiciste algo por mi y yo debo regresartelo para poder seguir con el trozo de vida que me queda. Nanhee un día me dijo que debes compartir secretos para hacer amigas... pero todos mis secretos ya los conoces, me has visto en lo mas abajo y en lo mas arriba.

— Eso solo nos ha alejado mas...

— Tienes razon, pero lo que hiciste noches atras o lo que has hecho todos estos años hizo remover algo en mi.

— ¿Tú...?

Mis ojos se abrieron con sorpresa, ella solo asintio una vez viendome a los ojos aunque no termine la pregunta. Así que lo que yo he hecho no es algo que ella no haya hecho antes.

— Ahora, ¿no tienes mejores cosas que hacer que quedarte aquí esperando como una mascota?

Abrace a Quelpart que camimo hasta sentarse en mi regazo, Gyeol no era fan de los animales pero lo toleraba.

— El me prometio que volvería. — murmuré con orgullo.

— Eso no es hoy, la proxima semana o el proximo mes.

Iba a reclamarle que tanto sabía pero se levanto con gracia del suelo, caminando hasta el otro costado del bosque. Ella usaba ropa terrenal pero aún así era muy dificil ocultar que era de otro planeta y linaje. No volvimos a hablar del tema.

Ella en serio solo observaba.

Cuando Dojin me visitó con una consola de juegos ella ni se inmuto en acompañarnos, cocinaba su comida, cuidaba de unos cuantos cultivos en el  patio trasero, salia tarde en la noche a ver la luna por horas y aveces la encontraba rezando a una planta de margaritas. Si no supiera que Taehyung es cuidadoso con lo que hace, diría que ella le mintió, entonces el en serio esperaba que sacara algo de mis horas silenciosas al lado de Gyeol.

Tener a dos suicidas en una casa lejos de la civilizacion debía ser una bomba de tiempo, en realidad, solo fue un acto de confianza.

Taehyung confiaba en que yo no intentaría nada y que ella era la unica quien verdaderamente empatizaría conmigo.

— No sabia que tenias una casa tan grande y linda a las afueras de la ciudad... —Hanam fue a visitarme sola, bueno, con sus dos centinelas que nunca dejaban su sombra. — estoy tan feliz de volver a verte y hablar.

— Creí que tu y Jungkook habian regresado a Busan.

Ambas estabamos en el jardin trasero, ultimamente cuando Gyeol no tenia animos de salir de su habitacion yo hacia su trabajo. Incluyendo los rezos.

— No, las cosas aquí empeoraron y el decidió por si mismo ayudar a mi gente.

— Es sorprendente. — dije sin ningun rastro de emocion en mi voz.

— Se que tal vez tarde en venir a verte pero tambien estaba ocupada con otras cosas, lo siento.

— No hay problema.

— ¿Taehyung no te ha llamado?

Me detuve y mire con atencion su rostro sonrojado por el calor y el sol. Sostenia la canasta de paja con fuerza y yo deje los tomates en la canasta con mas fuerza.

— No.

— Ah, lo siento.

— ¿No se hará tarde en tu camino de vuelta?

— Unnie, lo lamento, el esta bien. Te prometo que todo valdrá la pena cuando regrese. — yo aparte mi cabeza a los arboles con hojas verdes al otro lado. — no era mi intencion venir a desconcentrar su cabeza en mejorarse.

— ¿Mejorarme de qué? ¿Tengo una enfermedad terminal? Seguro Jungkook te dijo que es contagiosa y por eso no me has dado un abrazo de bienvenida.

Sus ojos se abrieron en demasia y creí que iba a tragarme, en su rostro aun con razgos de infante era adorable.

— No, no malinterprete, se que es dificil pero-

— Hanam, no tienes que explicarme tus buenas intenciones. Nacen naturalmente de ti entonces no quiero tener que decirte cosas que no siento de verdad para que me dejes sola. — tome la canasta de paja y señale con la cabeza al par de guardias que nos veian a lo lejos. — dile a tu pareja que el unico peligro que significo es para mi misma... nunca te haría daño, a ti o a el, pero que puedo cambiar mis maneras si sigue enviando guardias.

Ella estaba roja como una cereza, llena de verguenza y pronuncio un par de frases mal formuladas antes de irse casi llorando al auto. Gyeol vió todo desde el marco de la ventana corrediza del patio.

Alzo una ceja a mi direccion y yo me encogí de hombros siguiendo con mis cosas.

Baerin unnie fue la siguiente persona en intentar verme, Dojin se había arrepentido y ultimamente solo se quedaba en silencio viendome. Supuse que algo le atascaba la garganta y no queria reclamarmelo ahora.

Despues de venir un par de veces con la consola de juegos, dejo la excusa de lado y no regresó.

— Esta llena de pena y culpa, la discusion que tuvieron con Taehyung antes de que se fuera aún no se ha solucionado. El se fue antes de siquiera aceptar las disculpas de Jimin. — Baerin era la unica conciente, la flor de loto en su frente mas clara que nunca. — yo le dije de venir y decirte la verdad pero solo tiene miedo de que algo malo te suceda, que vuelva a ser su culpa.

— ¿Cree que es tan influyente como ser la razon principal de mi intento de suicidio fallido?

Aunque mi voz salio gelida, Gyeol no oculto una risita que nacio de sus entrañas. Ella por primera vez nos acompañaba mientras aprendiamos a hornear pan.

Baerin solo sonrió divertida y por eso la admiraba. Ella no me trataba con cuidado como intentaba hacer Hanam o fingia olvidar lo que sucedió como Dojin. Ella me habia reprendido y me habia hecho estar arrodillada meditando toda una tarde, luego habia dicho que hornear pan le aclaraba la mente entonces nos enseñaba a las dos como hacerlo.

— Ella es muy joven e imprudente. Hanie es muy joven y cuidadosa. Les tomara mas tiempo acercarse a ti de nuevo...

— No es que no las quiera cerca... simplemente se muy bien cuando alguien no quiere estar cerca. — murmure probando la mezcla. — unnie, ¿podria decirles que no deben presionarse a venir a visitarme si no estan listas?

— Ambas son jovenes y apresuradas, lo haré pero no va a cambiar mucho. Ambas te extrañan y te aman demasiado.

Mi corazon empezo a latir con mas fuerza y Gyeol no dejo pasar el cambio en mi expresion.

— Pareces sorprendida al saber que tienes amigas que te amen. — murmuro.

— No es facil para mi hacer amigos, para ti tampoco Gyeol unnie.

— En eso estamos de acuerdo pero es sorprendente como ustedes los humanos tardan tanto en descubrir los sentimientos de los demas.

— Es porque sus sentidos son muy limitados. — Baerin insistio en tener esta conversacion sobre humanos como si fueramos una raza inferior. — incluso si yo te digo que son tus amigas, te adoran y quieren estar contigo siempre no vas  a creerme. Terminemos el pan antes de que se haga mas tarde.

— ¿Regresaras a pie? — bromee un poco.

Ella solto una carcajada contagiosa, nunca la habia visto usar un jean y ropa muy occidental. Sus faldas siempre estaban por sus rodillas o un poco mas arriba ahora en verano.

Digamos que esa noche Yoongi solo me saludo con la mano desde el piloto de su auto.

Había escuchado la voz de Nanhee cuando recien despertaba pero no había venido a verme, tal vez solo sentia gratitud hacia mi y despues de regresarme algo de lo que le di volvio a irse. Todos estas dos semanas lejos de la ciudad esperé que así fuera pero una mañana mientras aun me desperezaba frente la isla de la cocina y conversaba con Gyeol acerca de las galaxias alguien tocó el timbre.

Pense que Baerin finalmente habia terminado por pelear con Yoongi y se habia escapado de su casa.

— Hola, ¿esta Isie despierta? — mi mas preciada compañera estaba ahí en el umbral.

Seokjin estaba recostado en su auto y me saludo con su mano.

— Unnie... yo creí que había regresado a Japón.

— ¿Y dejarte aquí? Estuve mucho tiempo en el mas alla y en Japón rezando a imagenes de Budha. — se cruzo de brazos y su acento ahora sonaba mas japonea que nunca. — aquí hay mucha mas accion y trabajo. Aqui esta mi queridisima Yan Iseul.

Ella no espero a que dijera mas cuando ya me estaba abrazando, habia tantos meses que no podia abrazarla o preguntarle acerca de mis cartas. Creo que siendo meras conocidas nunca le di un solo abrazo y cuando algo humedo empezo a caer por mis mejillas tuve mucho miedo.

Yo no era capaz de exteriorisar mi felicidad, mi tristeza, mi rabia, pero mi parte mas humana lo mostraba a su manera.

— Nunca quise tanto que me leyeras el tarot.

— Ahora es tu día de suerte... lo hago gratis.

— ¿En serio? — intente sonreirle pero era mas una mueca incomoda en mi rostro. — invita a Seokjin a pasar un rato. Hay pan recien horneado.

Ella giro la cabeza y sin decirle nada Seokjin entraba a la casa, sus ropas sombrias que lo hacian ver como un vampiro inmortal. Tomamos asiento en la mesa de la sala y Gyeol nos acompaño mas emocionada por saber de Seokjin.

Mientras ambos actualizaban sus estatus Nanhee me conto sus meses en Japón, desde que regreso a la vida Seokjin no se había despegado un segundo de sus quehaceres.

— Fue un poco sorprendente, encontrarlo con un habito casi de monje levantandose temprano y meditando con tanto fervor. Hicimos un pequeño viaje por Japon solucionando uno que otro problema con demonios menores y el me propuso regresar a Seúl, yo no lo había pensado, las personas que dejé de este lado podrian haberme superado o luchado demasiado para dejarme atras. Regresar no era justo pero quedarme lejos tampoco lo era. Le prometi pensarlo.

Sus ojos estaban brillantes y en cada exhalacion que daba llenaba de vida la estancia, nada de la Nanhee que pasaba por su vida como un zombie.

— Finalmente recibimos el llamado de lord Jeon y supimos que era el mejor momento de regresar. No necesito que expliques todo ahora pero espero que un día lo cuentes sin necesidad de confiar en estas cartas, estare mas que dispuesta a escucharte un siglo entero. No vine antes porque debia solucionar unas cosas con la estacion, retomar mi trabajo y mi casa, volver a ver a mis amigos, explicarles todo con prudencia... a este punto todos estan mas asustados por el fin del mundo que por una humana que reviviò.

— Estoy realmente feliz y agradecida contigo.

— Yo tambien lo estoy, Isie. Estare mas feliz una vez que tus ojos vuelvan a brillar como siempre.

— No es facil si no tengo a Taehyung conmigo. — admiti con un poco de verguenza en mi tono.

Me habia encontrado añorando y esperando por el diariamente. Era lo primero en lo que pensaba y en lo ultimo que soñaba antes de dormir. En todas las rutinas que creaba para sanar mi alma, siempre quedaba el espacio vacio que suponia debia sanar si tuviera la oportunidad de verlo o tocarlo un segundo.

Asi fuera en sueños, en la distancia o en una ilusion.

— De ti depende que tanto tarde en regresar, ¿no es eso lo que siempre le decias al dejarlo en Quelpart? Si obedecia y si aprendia muchas cosas ibas a regresar mas pronto, la espera no sería tan dura.

— El me dijo lo mismo... pero yo nunca aprendí a ser la dejada atrás. Todo este tiempo de este lado ha malcriado mi corazon.

Ella paso una mano por mi cabeza y senti rastros de mi madre en esa caricia.

— Entonces empieza a aprender y a usarnos a nosotras como distraccion.

— ¿No-nosotras?

— Tu me lo dijiste, Isie, nuestros encuentros y despedidas es un destino mas amplio del que yo puedo ver en el tarot. Debemos permanecer juntas y empezar a salvar este trozo de mundo.... empezando por tu corazon. — yo agache la cabeza intentando procesar tanta atencion.

Era tan extraño ser el centro del universo si siempre senti que todos los que amaba constituian mi sol entero.

Empezo mas pronto de lo esperado, Hanam y Dojin vinieron a visitarme juntas. Traian actividades bastante sosas como Just Dance y con Hanam leiamos en conjunto algun libro inteteresante sobre la historia del oceano.

— Lo que me dijo Taehyung me dolio como una patada en las bolas que no tengo. — Dojin apoyo sus manos en su cadera despues de ganarme en el Just Dance. — pero me lo merecía por ser tan desconsiderada, se que tu nunca querrias que yo me sintiera culpable o te debiera algun favor por traerme a la vida pero es sentido comun querer retribuirte con algo y lo minimo es un poco de empatia. Lo que quiero decir es que desde ahora dejaré de ser tan molesta... solo contigo.

Yo rei un poco volviendo a tomar el Wii en mis manos. Yo era un asco pero al menos sudaba y mis musculos dolian hasta no pensar en otra cosa.

— Cualquier cosa hiriente que dijo Taehyung en su dolor yo me disculpo en su nombre.

— No creo que eso le guste. — Gyeol se incluyo en la conversacion mientras cambiaba su posicion de yoga.

— ¡¿Y a Iseul que mierda le debe importar que le guste?! Te voy a decir algo... cuando el regrese... debe hablar seriamente con Jimin. El no ha podido salir de la culpa todo este rato.

— Pero no es su culpa, seguro Taehyung ni lo recuerda.

— Eso le dije... el solo cree que debía tomar su lado porque es su mejor amigo. Se dejo nublar del shock y lo inestable emocionalmente que yo estaba. — ella hizo una mueca y su ahora cabello rojo pareciera que ardiera como llamas. — cree que lo traiciono por no apoyarlo y yo se como se siente, solo es cuestion de tiempo.

— Es normal que hayan tomado el lado de Namjoon, es un hombre con pruebas y mucho razocinio. Estar en su contra es casi como luchar contra una corriente de verdades.

Las palabras de Gyeol instauraron un ambiente sombrío que nacia de su persepcion de Namjoon. En un pasado el era un lider respetable y admirable, ahora su imagen seguia igual pero se manchaba con sus propios problemas personales. Tal vez Gyeol no queria relacionarse con nadie en ninguna relacion humana y los sentimientos para los extraterrestres estan aplacados por la razon e inteligencia.

Gyeol es una mujer delicada, virtuosa, honesta y las circunstancias le hicieron despreciarnos pero Namjoon tambien tenia lugar en todos los traumas que aun la atormentaban.

— Esa amiga tuya de Venus es bastante rara, me gusta. ¿Puede ser amiga mia tambien? — fue lo que me dijo Dojin antes de montar en su auto en la noche.

Las visitas fueron mas constantes, nadie queria decirme que sucedia en el otro lado y ocupaban mi tiempo con cosas que parecian tontas pero que poco a poco me hacian abrir mi corazon. Donde una vez estuvo gelido ya empezaron a germinar las primeras semillas.

Mi tiempo se iba entre libros en el estudio, paseos en caballo al lado de Hanam que de a poco aprendia a montar caballo y Gyeol con su silencio perpetuo. Dojin con algunas lecciones de defensa personal, Baerin y sus sesiones de rezos que no fallaba Nanhee a mi lado.

Ambas parecian haber cultivado en paciencia, entre flores e incienzo que se impregnaba en mi piel por horas.

Poco a poco entendí mas por qué Taehyung confió tanto en Gyeol, ella era casi mi equilibrio. Nunca me encerro en la habitacion o me alejo de la cocina, escondió los cuchillos o algo parecido. En mis peores noches ella evitaba disimuladamente que yo me hiciera daño y yo hacia lo mismo con ella.

Sin querer admitirlo me convirtió en su segunda amiga humana, Nanhee fue la primera chantajenadola con informacion de Seokjin y el resto fue pan comido.

Dojin traia maquillaje y hablabamos de banalidades, aveces algun tema importante sobre los problemas de la ciudad surgia e incluso haciamos planes para solucionarlos. Yo no habia salido en mucho tiempo pero poco a poco acompañaba a Nanhee a comprar o haciamos pijamadas todas en la noche. Me contaron la verdad sobre algunos problemas, por eso Jungkook, Jimin y Yoongi estaban tan ocupados afuera.

Incluso Seokjin ayudaba de nuevo a Namjoon a solucionar algunos problemas fuera de este planeta.

— Tenernos aqui sin hacer nada es inutil... pero no conocemos muy bien que hacer y si no estamos preparadas seremos un obstaculo. — decia Hanam que la mayoria del tiempo buscaba una forma de involucrarse y Dojin la apoyaba. — ¿No creen que hay un lugar para nosotras en esta guerra?

— Si lo hay seguro se encargaran de ocultarlo. — dijo Gyeol terminando de peinar su cabello.

Le había preguntado acerca de eso, esta era su verdadero aspecto. Ella que parecia pequeña, castaña y de gafas timida era un disfraz para no llamar tanto la atencion en el planeta tierra.

Ahora era un poco mas alta, rubia, ojos que cambiaban de color y una belleza shockeante.

— Incluso si no hay un lugar podriamos crearnos uno.

— Baerin-ssi parece ser experta en eso. — Nanhee dijo divertida. — yo apoyare cualquier cosa que hagamos con informacion extra confidencial de mi departamento.

— ¿Es legal?

— En este momento nada en esta ciudad es ilegal.

— Deben tener mucho cuidado... con lo que me han dicho, la ciudad se ha convertido en una hoguera de peligros. — murmure incluyendome en la conversacion por primera vez en toda la noche. — yo podria aceptar ayudarles pero nose si este permitido. Quisiera esperar a Taehyung y hacerle saber, para no preocuparlo innecesariamente.

— Whoa, te has convertido en toda una novia debota y considerada.

— Aprende algo, Doj.

— Estoy de acuerdo con Iseul unnie... esperemos a que mi hermano llegue para hacer el primer movimiento. No sale nada bueno de hacer algo en secreto y aunque seamos muy capaces, seremos aun mas capaces si tenemos el apoyo de los masculinos.

— Tu forma de decir masculinos es muy graciosa.

Gyeol dejo salir una risita que todas escuchamos con sorpresa. Hacerla reir era un reto que solo se lograba por ciertos humanos y su lexico absurdo como decía ella. Esa noche jugamos a la ouija, un par de demonios perturbados y Nanhee que se deshizo de ellos antes de irnos a dormir.

Fue casi al final de la cuarta semana que escuchamos un estruendo en la puerta, estaba lloviendo a cantaros y nisiquiera los grillos se escuchaban.

— Iseul, quedate aquí. Ire a ver quien toca a esta hora. — Gyeol camino hasta la puerta de mi habitacion.

Se abrazo a su bata de dormir y bajo las escaleras sin rastro de miedo.

— ¿Que es eso? — pregunte a la nada asomandome por la ventana de mi habitacion. Solo las luces de un auto y dos sombras compartiendo un parguas. — parece el auto de...

— Niño, estas arruinando la alfombra.

— ¡¿Es que no estas viendo la gravedad del asunto?!

Yo sali de la habitacion y con la poca luz que entraba baje las escaleras corriendo. En la sala las luces estaban encendidas, Hanam temblaba del frio mientras Gyeol le rodeaba con mas toallas. Jungkook estaba a un lado con la quijada flexionada y cabello en sus ojos pegado a su piel por el agua.

Estaba goteando sangre de su brazo y abdomen pero a el no parecia importarle, no habia ni un rastro de dolor. Solo ira.

— ¿Que sucedio? ¿Estan bien?

— No estamos bien pero lo vamos a estar si no regresamos a esa maldita ciudad... — dijo entre dientes mientras apartaba a Gyeol casi de un empujon para el mismo secar los cabellos de la castaña. — ¿Tienes algo de te con marihuana que siempre tomas? Hanam esta en shock.

— El té lo preparaba Taehyung... y no tiene marihuana.

— Yo lo haré.

Gyeol se compadeció un poco caminando hasta la cocina en silencio.

— ¿Hanie esta herida? ¿Que sucedió?

— Ella no esta herida, si lo estuviera, yo misma hubiera levantado a todos los humanos de esa ciudad y los hubiera matado. — Jungkook siguio hablando con la ira cayendo como gotas de su ropa.

— Isie unnie... ¿podria tratar las heridas de Koo? El dice que no es nada pero tengo miedo de que sea grave.

— Lo haré, no te preocupes, solo no puedo hacerlo hasta que se siente y mantenga la calma.

Jungkook se sento al lado de Hanam a regañadientes y subi a mi habitacion por toallas y mi botiquin. Aun no habia podido completar el quirofano en la habitacion que tenia como anexo a la mia pero pronto llegarian mis cosas de mi otra casa.

Cuando bajé, Gyeol le estaba ofreciendo a Hanam ropa seca de su armario.

— ¿Vas a dejar que ella vaya sola o tambien planeas arruinar mi ropa? — Gyeol le pregunto aburrida a Jungkook.

— Solo regresa rapido.

— Lo haré, no seas malo con Iseul unnie. — Hanam le advirtio levantandose del sofa hasta el baño social.

Yo me agache frente a Jungkook y extendí mi mano, a regañadientes se quito la chaqueta de cuero y me dio su brazo palido. Seque con una toalla la zona y parecia una bala. No habia logrado ir muy profundo porque la piel de Jungkook era bastante gruesa, tipico de su especie.

¿Una bala?¿Por qué una bala?

— Unos hombres entraron al hotel, de mascaras y burlaron toda la seguridad del lugar. Se llevaron de rehen la reina del rio Han e intentaron llevarse a Hanam... no contaron con que yo regresaría mas temprano de mi reunion con el consejo y que Hanam nunca se duerme hasta que yo llegue. Ella logro defenderse de los primeros pero luego se convirtieron en cien. — yo me puse los guantes y empece a buscar la pinza para extraer la bala, sus palabras aun eran apresuradas. — mataron a los dos guardias que siempre estaban con ella y ella pudo huir hasta esconderse en un basurero, luego casi me vuelvo loco porque aunque mataba a esos imbeciles ella no estaba en ningun lugar. Fue una criada que sobrevivio al ataque la que me dijo que la vio correr, entonces esos idiotas intentaron matarnos un par de veces en la huida.

— ¿Los siguieron hasta acá?

— No te preocupes por eso, los perdi de vista mas pronto. Nunca los traería a ti y mucho menos ganarme otro problema con mi hermano.

— No es por eso... parece que el mensaje es claro, Jungkook. Hanam ahora esta de nuevo en la mira y esta vez no creo que sea por la misma persona.

— ¿Por qué no sería el ministro multiversal? Le he roto las pelotas estos ultimos dias mientras intento tumbarlo en la ley.

Yo di un suspiro, por mas demandas y juicios contra mi tio el nunca se rendía. El no era de actuar por venganza o de esa forma tan poco organizada... el se encargaba de dar el mensaje mas claro, no iba a vacilar un momento en matarlos a todos ahí.

Secuestrar a personas ya no era su estilo, lo que debia saber y tener de Hanam ya lo había logrado. Ahora era otra mosca en el mundo para el.

— El es ambicioso, no es capaz de atacar sabiendo que hay un margen de error y sobre todo con tanta seguridad. No le gusta perder. — cuando extraí el fusil el dejo salir un siseo, no tanto de dolor sino de rabia. — logro llevarse a Hanam ese día en Busan y si quisiera lo hiciera de nuevo de la misma forma, pero tu no estabas ahi. Entonces este enemigo solo quería bromear contigo.

— ¡¿Bromear?! ¡¿Quien mierda le dio el derecho de bromear con la vida de Hanam?!

Yo hice una mueca por sus gritos y el mismo alzo su camisa, yo examine las heridas en su abdomen marcado de musculos solidos. Unos cuantos hematomas que desaparecian y dos balas mas.

— Presiento que no fuiste el unico que tuvo una mala noche...

En cuestion de segundos Jimin y Yoongi estaban en la puerta de la vivienda.

Ambos con rostros sombrios y algo de sangre en sus ropas, el ataque fue contra restado mas rapido pero decidieron entonces quedarse en casa. Dojin no dejaba de hablar de los inutiles que la persiguieron en el auto y le rompieron la ventana con una pistola. 

— No me mal entiendan, el golpe fue sorpendente. — ella decia con una taza de chocolate ya frio en su mano. — ¡Pero tienen una punteria de mierda! Asi no son capaces ni de matar un oso perezoso.

— Lady Yan, ¿puedo pedirle el favor de que Baerin se quede con ustedes por un tiempo? Al ver que todos tuvimos una mala noche... solo resta sospechar que es un ataque planeado. Volaré al norte a descifrar unas cosas y regresaré pronto. — Yoongi me pidio con su rostro sin rastro de haber dormido en mucho tiempo.

Yo asenti con pena. Todos aquí, incluso Jimin que no me dirigia la mirada ni un poco, estaban abatidos. Despues de semanas de peleas e investigaciones sin fruto les daban un ataque a sus propias casas como si fuera una burla.

Era una burla, hacia ellos y todo lo que planeaban hacer.

— Yo solo vine porque leí el tarot y sentí mucho miedo por ustedes. — Nanhee fue la ultima en tocar la puerta casi en la madrugada.

Seokjin sostenia un paraguas inclinado al lado de su novia y una sonrisa tensa.

— Yo solo vine porque quiero una revancha de la ultima vez que jugamos UNO.

— ¡El extraterrestre guapo esta de vuelta, Minie!

Dojin y Seokjin aligeraron la tension en el ambiente con sus peleas, Gyeol se encargo de organizar las habitaciones mientras yo seguia tratando heridas superficiales. Cada uno se asentó en una habitacion del segundo piso e incluso quedaron sobrando habitaciones.

Nadie cerro el ojo en toda la noche y fue Baerin quien fue a verme con sus ropas de cama.

— Me temo que estar juntos sera lo unico que podemos hacer ahora.

— ¿Crees que la guerra se adelantó? — le pregunte sintiendo escalofrios. Ella se sento en la cama a mi lado. — no estamos listos.

— Nunca se esta listo para la guerra.

— Al menos nos tenemos... al menos estamos juntos... al menos Taehyung esta bien en donde sea que este.

Ella sonrio con tranquilidad y me dio un abrazo de buenas noches.

Esa fue la primera vez que recibi tantas "buenas noches" y abrazos y besos que aun me dejaban la piel caliente hasta la mañana siguiente. Los afectados se reunieron en el desayuno a discutir quien pudo ser el culpable y por qué, casi todos llegaron a la conclusion de que el ministro multiversal era sospechoso.

— Iseul noona parece conocerlo bien.

Yo mire a Jungkook desde el otro lado de la mesa.

— En realidad no voy a mentirles, he trabajado algunas veces con el. El gobierno tiene muchos proyectos y campañas que involucran neurocirujanos.

— ¿Por qué nunca lo habías nombrado?

— No es algo que deba orgullecerme. 

— Incluso si lo conoces y has trabajado con el... ¿crees que haya suficiente informacion util que puedas dar? — Seokjin pregunto jugando con sus palillos, el conocía ese lado de mi mejor que nadie. — cualquier cosa que parezca sin importancia puede descrifrar por qué nos ataca en grupo en este momento donde hay tantas cosas pasando al tiempo.

— Yo solo sé que el no es el responsable, se lo expliqué a Jungkook anoche. El no puede contra todos ustedes.

Era verdad, mi tio no seria capaz de atacar en grupo. El tenia el poder y la gente pero sigue siendo un humano.

Al final iba a perecer.

— Entonces sugieres que el responsable es alguien mas fuerte, por encima de el y del presidente del país. Incluso que no es humano. — Dojin resumió.

— Humano o no, es indiferente.

— Deberiamos empezar a buscar con Namjoon las pistas que dejaron ellos en sus casas... en la mia intentaron robar anoche pero estaba en casa de una vieja amiga. —Nanhee murmuro recogiendo los platos. — tal vez ese intento de robo no es casualidad.

— Entiendo de nosotros por romperle las pelotas a ese hombre despreciable pero Nanhee noona, ¿que le ha hecho?

Seokjin dejo salir un suspiro apoyando su bello rostro tallado en diamantes sobre su mano y Jungkook se removió incomodo. Gyeol veia toda la escena con preocupacion en sus pupilas.

Seguro se preguntaba cuando volvio a involucrarse en otro problema.

— Yo escapé del Area 51 y no debes ser muy inteligente para saber a quien le pertenece.

— ¿Alguna vez intentó buscarlo? — Hanam pregunto timida siguiendo los honorificos. — en la historia que me han contado de usted, no parece sufrir persecucion de ese monstruo.

— En realidad fue una persecucion indirecta, Daewoon fue el asesino que hizo cosas horribles para inculpar a Seokjin y al final fue el quien amenazó a todos. Es un lunatico y en el juicio concluimos que fue traido a la tierra por alguien, alguien le dio un nuevo proposito, nisiquiera sus padres sabian que era lo que hacia. — Gyeol termino por explicar.

Digamos que yo lo conocí y tuve un par de conversaciones con ese lunatico. Sentia que vomitaria cada vez que me hablaba de como acechaba a sus victimas.

A los oidos de mi tio todo lo que el decia era poesia y por eso vivió tanto tiempo en las sombras.

— Iseul, ¿nos acompañas a comprar cosas? — Nanhee me saco de la ensoñacion y yo asentí en automatico.

— Las acompaño.— Seokjin murmuro frunciendo el ceño en concentracion.

— Estaremos bien, Jimin-ssi esta preparando el auto y una metralleta.

Dojin dejo salir una carcajada del fondo de su pecho.

Al salir al exterior el sol me quito la vision por unos instantes antes de dar los primeros pasos hasta el auto deportivo. El cabello de Jimin lucia mas rubio en la luz, vestido de una camiseta celeste y jeans le abrio la puerta a Nanhee de copiloto. Yo iba a abrir mi lado pero el me interrumpio abriendome la puerta con caballerosidad, murmure un gracias antes de montar.

El auto olia a menta, hubo una conversacion ligera en la parte de alante del auto que yo nunca pude seguir.

Mi vista entonces se centro en la carretera, en las personas que aveces veia cargando sus cosas lejos de la ciudad y los buses llenos de caras grises como ceniza. Seúl ya no lucia sus mejores edificios o sus mejores publicidades en la calle, unos cuantos falsos profetas llenaban cada esquina con el secreto a la eternidad, unos cuantos niños jugando con una bolsa de basura y unas cuantas grietas en las paredes despues de repetidos temblores.

— El rio Han se desbordó. — murmuré a nadie en particular.

— Tal vez es por su reina... nadie sabe que otras cosas estan por pasar. 

— Unnie, ¿sus cartas no muestran el rostro de nuestro agresor?

— No, todo esta muy nublado en el mundo espiritual. Incluso los demonios que han dado problema han sido mas dificiles de lidiar, es como asi algo les inyectara mas resentimiento y odio. Como si no dejara que ningun muerto pueda ver la luz del paraiso.

— Noona, ¿alguien tiene el poder de hacer eso? — Jimin se incluyo en la conversacion dando la vuelta a estacionar frente a la plaza comercial. — es increible que alguien pueda manipular incluso los espiritus.

— No es alguien, es algo. El demonio sellado dentro de Seokjin es capaz de eso porque es uno de los supremos... pero el no es porque ya lo purifique y el lo sigue haciendo con meditacion.

— ¿Hay otros demonios supremos?

— Son tres en total, uno esta dentro de Seokjin, uno esta retirado y uno muerto cientos de años atras.

Yo hice una mueca bajandome del auto antes de que Jimin la abriera. Aunque extrañaba Seúl, cada segundo aqui sentia que mi corazon quemaba y no podia evitar ver a los demas pasando un mal momento. Queria arreglarlo todo con mis manos pequeñas e inutiles.

Tuve mas recuerdos de esa tarde, los demas reclamando que no podia hacer nada aunque yo era tan brillante.

Pense tambien en mi padre mientras empujaba el carrito detras de mis acompañantes que sacaron una lista. Seguro ese hombre no tenia lugar donde poner la cabeza y ver a su imperio caer era mas importante que saber su su hija logro matarse, mi celular habia sido encinerado y no habia buscado forma de reemplazarlo. El unico que me buscaba era el y si me buscaba iba a sentirme mas inutil.

— Es triste llegar a una tienda. Intenten encontrar leche mientras busco alguna carne fresca. — Nanhee tenia una cara de conflicto viendo los estantes vacios y asaltados.

Yo quede sola con Jimin en la parte de lacteos.

— Jimin...

— Señorita Yan, lo lamento. — lo escupio como si fuera algo que se le hubiera atascado en la garganta por siglos. — creo que me deje llevar por mi propio beneficio y nunca le pregunté que sacrificios hizo usted por traer a Dojin de vuelta.

— No es de tu incumbencia como hago las cosas.

— Pe-pero...

— No me mal entiendas, en realidad, nuestro unico deseo era traerla a la vida y las cosas que hice ya no importa mencionarlas. No me debes nada y ella lo sabe. Es peor para mi si insisten en atribuirme algo, como si insinuaran que no fue algo que yo quise con todo mi corazon. — le dije por fin y en sus ojos se estancaron dos lagos.

Jimin aunque era un automata era muy sensible y fragil a las discusiones, sobre todo, si incluia algo relacionado a Dojin.

— Aún así, ese día que Taehyung nos grito en el hospital entendí toda la presion que puse sobre sus hombros durante esos meses. Por un momento olvide que usted tambien es una mujer que tiene sentimientos y dificultades... empecé a verla como una de mi especie. Un producto que puede ser de mi benficio.

— Tal vez soy eso, no te preocupes por cosas ya hechas, los sacrificios que hice por Dojin y por ti ya no importan. No quisiera tener que hablar de esto cada vez que alguien me vea pasar por un mal momento. — confesé honesta impulsando el carro hacia delante. — no deben atribuirse una importancia que no tienen. Las cosas que hice van a dejar de afectarme si no me las recuerdan cada tanto, estate tranquilo que no fue nada demasiado dificil o que le vendí mi alma al diablo. Estoy bien, de verdad.

— Gracias... todos nos sentimos afortunados de que nos haya ayudado de alguna u otra forma. Taehyungie realmente tuvo mucha suerte en conocerla.

Yo sonrei a medias y al verme en el reflejo de una vitrina vi algo de maldad en mi rostro.

— La suerte nunca ha estado de su lado, Jimin.

— Tal vez eso cambie cuando regrese.

Yo me encogí de hombros. Ahora entendia por qué Gyeol insistia en plantar verduras, aquí en las tiendas no se encontraba nada. Nanhee regresó feliz de conseguir algunas partes de una vaca fresca y pescado. Le dije que Jungkook y Hanam no podian comer pescado entonces tuvo que irlo a cambiar por algun cerdo.

Era obvio que toda esta salida era para que Jimin pudiera hablar conmigo a solas y yo le agradecí. Jimin al instante volvio a hablarme de mas cosas del mundo de los automatas.

Nanhee era muy buena pidiendo buenos precios en la plaza y Jimin y yo nos alejamos intentando comprar algo dulce. Comer chocalates o golosinas parecia un acto de contrabando, un hombre tenia un repertorio de gomitas que compramos casi al triple. Si Nanhee nos viera gastar el dinero de esta forma le saldrian canas pero no sabiamos si esta seria la ultima vez que saldriamos a comprar con tranquilidad.

Abrazaba la bolsa de golosinas feliz y me adelante unos pasos antes de chocar con un pecho.

— Lo lamento. — murmure antes de girar mi cabeza en busca de Jimin.

— Isie, que casualidad encontrarte aquí.— la voz del hombre fue profunda y senti escalofrios al sentir su mano en mi espalda. — ¿Donde estuviste todo este tiempo? En el hospital todos te extrañamos.

Junmyeon me abrazó con ambos brazos, estrujandome con un cariño que paralizó mi corazon y casi me hace caer de rodillas. Jimin llego a nuestro lado como un rayo.

— Señorita Hwang, ¿acaso interrumpo algo?

— Oh, Isie, no sabia que habias cambiado de acompañante. ¿Donde esta Taehyung-ssi? Debe extrañar ver mi rostro en el hospital cada tanto...

— Jimin, el es Junmyeon. Un colega de trabajo. — mi voz salio bastante robotica mientras el no alejaba su mano de mi espalda y solo le estrujo la mano al rubio.

Los ojos de Jimin brillaron como plata.

— Park Jimin, amigo de la señorita Yan.

— ¿Amigos? Whoa, Isie, todos estos días has hecho muchos amigos.

— Así parece... —murmure intentando ocultar mi incomodidad y lo vi a los ojos negros como dos cuencas. Sus ropas eran quirurgicas como si recien saliera de su turno. — ¿Como has estado? ¿Tienes mucho trabajo?

— Sin ti ahí es tan dificil todo... deberías regresar.

Eso ultimo lo dijo con una voz mas suave y persuasiva.

Yo queria salir corriendo, no era una casualidad encontrarlo aquí y mucho menos la forma en que su mano parecia enterrarse en mi espalda amenazante. Jimin se acerco mas a mi lado libre intentando tomarme del brazo pero yo le entregue la bolsa de golosinas.

— Puedes ir llevando esto al auto, yo voy a conversar otro rato con Junmyeon-ssi.

— ¿Esta segura? — Jimin alzo una ceja pero su rostro gritaba inocencia. — Taehyung-ah espera por nosotros cerca de aquí y no nos queda mucho tiempo.

Oh, lo estaba amenazando haciendole creer que tenia un novio esperandome.

— Solo voy a robarla unos segundos, no se preocupe. Yo mismo la acompañaré al estacionamiento... muchas cosas locas estan pasando en este lado e Isie es muy fragil.

Solto una carcajada que yo acompañe sin tanto animo. Jimin solo sonrió con sus ojos en media luna antes de salir por las puertas corredizas.

Yo tome de la muñeca a Junmyeon hasta la parte mas solitaria de ese mercado.

— Dime quien creó tanto caos anoche.

— ¿Anoche?

— No me mires como si no supieras... los atacaron a todos al tiempo. ¿Fue mi tio? ¿Acaso perdio la cabeza? ¿O mi padre intenta convencerlos de que los ayude?

— Whoa, Isie, tu imaginacion vale mil millones. — dijo sarcastico y me estrujo con su brazo sobre mis hombros, no me acostumbraba a su dualidad. — nuestro tio no ha perdido la cabeza... tiene una nueva.

— Lo que hizo es condenarlo a una muerte.

— ¿Tan debil crees que es?

Hice una mueca intentando dejar que me tocara y me solte solo un poco, su mano ahora se puso en mi cuello. Su pulgar tocando la vena mas importante palpitar.

Me miraba con afecto pero en sus ojos negros solo sentia pavor, todo el desayuno se revolvio en mi estomago.

— Si tienes tanto aprecio por el... recuerdale mi amenaza en Busan, nadie va a volver a amenazar a mi familia. Eso los incluye. — mi rostro no denotaba molestia pero seguro pasaría el mensaje.

— ¿Yo no soy tu familia? Al enterarse querran hacerme cosas y matarme pero parece que no te importa.

— Aun es tiempo de que estes de este lado de la historia.

El dejo salir una carcajada que interrumpió su respiracion, me estrujo la mano como si advirtiera de callarme.

— Tu no estas en ninguno de los dos lados, hermanita, crees que estas del lado de los heroes pero al final tu has hecho cosas nada honorables. Puedes incendiar todos los laboratorios de este país pero tu alma sigue manchada. — alejo el flequillo de mi frente con sus dedos helados. — vine a recordarte quien eres porque parece que lo olvidas y sobre todo el lugar donde perteneces.

— ¿Donde se supone que pertenezca?

— A mi lado, gobernando el mundo y destruyendolo para hacer uno nuevo.

Esta vez me reí en su cara, no era una risa melodica o de diversion. Era un poco mas de amargura.

— Estas encaprichado con el enemigo.

— Tu no eres mi enemiga... eres mi hermana, mi otra mitad, mi corona de flores.

— Junmyeon, estas demente. No tienes que seguir el juego de mi padre y de mi tio, ambos solo quieren manipularte, hacerte lo mismo que a mi. Si me amas tanto como profesas deberias irte conmigo. — murmure como ultimo recurso ladeando mi cabeza.

— ¿A donde nos iremos?

Buena pregunta, el ni siquiera dejo que le respondiera a mi casa lejos de aqui o incluso a Quelpart.

— No importa a donde quieras llevarme no ire. Parece que me incluiras en tu harem de inutiles y buenos para nada... — dejo salir un suspiro como una doncella enamorada.

— ¿Que te hicieron?

Mi pregunta era en serio, algo le habian hecho. Todas las locuras e incongruencias de Junmyeon no eran normales.

Puse mi mano libre en su mejilla fria y vi en sus ojos intentando descubrir algo. Vi debilidad en el fondo pero el me aparto la mano con rapidez recomponiendose.

— Me estas mirando como si fuera un paciente.

— Dime que te hicieron... puedo ayudarte.

— No quiero tu ayuda, hermanita, has hecho demasiado. ¿No crees? Ahora seras una buena niña y te iras a ese escondite de ratas donde seguro te tienen encerrada. — me halo de la muñeca con fuerza y llegamos al auto de Jimin en segundos.

Jimin estaba fuera del auto y Nanhee se habia quitado el anillo del pulgar. Su mano sangraba y tenia dos perlas en su mano.

— ¿Solo unos segundos?

— Lo lamento, Isie tenia mucho que contarme. — puso su mano encima de mi cabeza y giro a ver a Nanhee. — ¿Necesita una sutura? Soy doctor.

— Iseul-ssi tambien lo es pero gracias. No es grave.

— Perder tanta sangre en esta epoca debe ser peligroso, ¿no cree?

Empuje levemente a Junmyeon y se despidio instaurando un ambiente tenso afuera del auto. Nanhee nos conto que se había encontrado a dos demonios merodeando el lugar, por eso estuvo lejos todo el rato.

— Que desastre, arruine mi ropa. — se quejo montando al auto colocando su anillo en el pulgar. — Seokjin se dará cuenta.

— ¿Eso es malo?

— Me dijo que el se encargaría de esos demonios menores y que solo iba a pedirme ayuda si encontraba uno grande.

— Ahora parece el quien paga tu deuda espiritual.

Ella rio levemente intentando no manchar mas su camisa.

Jimin estuvo en silencio todo el camino de vuelta y temi que supiera de algo mas de Junmyeon. Al llegar bajamos todo y Jungkook nos ayudo a llevar todo a su lugar. Jimin en cambio me intercepto en la parte delantera del auto.

— ¿Ese hombre es su amigo?

— Tenemos una relacion muy cordial...

— Parece que gusta mucho de usted. — las mejillas de Jimin estaban rojas pero no de la verguenza, sino del calor.

Amaba el verano y los looks que nos daba.

— No menciones este encuentro a Taehyung, ambos tienen muy mala relacion.

— Puedo entender por qué... si un compañero de trabajo mira a Dojin así no creo que le queden muchos dientes.

— No es lo que parece, somos muy cordiales, solo que es demasiado.... peculiar. — no encontre la palabra pero camine a la puerta de la casa manteniendo mi serenidad. — solo siento pena por el y por el trabajo que debe tener en el hospital en estos tiempos. Es como un dongsaeng bastante impulsivo y molesto.

— Creo que no es bueno que sepa donde vivimos...

— Tienes razon. Es mejor resguardar este trozo de planeta que nos pertenece.

Asintio una vez olvidando el tema. Al menos lo tomo mas por el lado romantico que psicotico.

Esa era la palabra... Junmyeon es psicotico.

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