Sed de Poder

By Naoiri_Bri

66.9K 16.1K 3.4K

Kaia Morana Morringan es hija de la grande casa Sallow, la cual está en quiebra. Su vida dará un drástico gir... More

Aclaraciones/Antes de leer
.
Prefacio
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capitulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capitulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Epílogo

Capítulo 33

581 113 12
By Naoiri_Bri

La mañana siguiente, es extremadamente ruidosa.

Es como si en mi cuarto, estuvieran remodelando todo.

La pesadez en mis ojos y cuerpo me dice que duerma más, pero también el ruido no me deja.

Entonces, me siento en un estado de relajación con los ojos cerrados, sin dormir, pero también sin despertar, pero el ruido cada vez es más fuerte y también me inundan unas fuertes ganas de hacer pipí.

Entonces tengo que abrir los ojos, e iniciar un nuevo día. Lo hago, para que lentamente mis ojos se acostumbren a la luz, parpadeo y veo muchas sombras de personas, entonces es cuando fuerzo a mis ojos abrirse de una vez por todas.

Y el ruido es real, además de que hay muchas personas en mi cuarto trabajando, o más bien quitando todo.

— ¿Qué les pasa? — Grito adormilada — ¡oye no! Ese es mi tocador a dónde lo llevas — Le grito a un trabajador.

Y entonces, es cuando noto que de mi cuarto están siendo retirados todos los muebles.

El tocador ya lo sacaron, también los demás muebles, excepto el armario y por supuesto mi cama.

Me tiro de nuevo a la almohada y hasta me pellizco para salir del sueño, pero no funciona.

— ¡Paren todo lo que están haciendo! ¡Ahora! — Grito, pero todos me ignoran.

«Bueno, ¿Que te esperabas»?

Que hagan lo que quieran, pero a mí, de aquí no me sacan. Sé lo que quiere el príncipe, quiere dejarme sin habitaciones en donde dormir para que no pueda evitar buscar una cama donde dormir y la única cama será la de él.

Estoy segura de que en cualquier lugar donde quiera dormir, mandará remover todo, con tal de que siga sus órdenes.

Los sirvientes se lanzan unas miradas furtivas, y señalan mi cama, como diciendo que es hora de acabar y sacarla también.

El único impedimento, soy yo. No pueden sacarla mientras yo esté arriba de ella. O eso creo.

Entre cuatro, levantan la cama conmigo arriba y empiezan a cargarla para sacarme de mi cuarto.

— ¡Que hacen! ¡Bájenme ahora mismo! — Mando, pero soy completamente ignorada.

Dejan la cama un poco más lejos de la puerta y veo como unas sonrisas fugaces aparecen en sus rostros, burlándose obviamente de mí y mis reacciones. Bajo de la cama y les lanzo una mirada como si quisiera matarlos.

— Díganle a su príncipe que, si quiere sacarme de aquí, va a necesitar más que esto— Ordeno y me vuelvo a meter al cuarto, azotando la puerta y asegurándome de dejarla bien cerrada.

Pasan las horas y no salgo de aquí, me pierdo del desayuno, de la comida y próximamente de la cena.

No tengo ni cómo cambiarme, por lo mismo aún sufro con el vestido de la boda puesto, a pesar de que es muy voluminoso y pesado, también es muy cálido, entonces no he sentido frío en ninguna extremidad.

Mis tripas ya empiezan a rugir de hambre, la sed puedo aguantarla, pero en algún momento de la madrugada pienso escapar de aquí y colarme en la cocina, a comer lo que sea que haya ahí. No aguantaré mucho tiempo aquí, pues pienso yo, que mis debilidades como persona, son hablar mucho y sin pensar, comer mucho, también.

La noche ya está iniciando y con ella la temperatura desciende, pero mi vestido aguanta la ardua batalla.

Me extraña que aún no ha venido nadie a rogarme o hablarme, ni Lily, ni Cédric, tampoco su príncipe.

En parte quería que lo hicieran, pero cada vez me conocen más y no puedo evitarlo. Finalmente, decido que es el momento de escabullirme e ir a la misión de conseguir algo para comer.

Salgo a puntillas de mi habitación, pero el vestido no me ayuda porque se arrastra mucho, lo bueno es que a esta hora nunca hay nadie despierto.

Bajo por las enormes escaleras, intentando hacer el menor ruido posible y llego victoriosamente a la cocina.

En la canasta de la fruta hay solamente una gloriosa manzana y no dudo en tomarla y atragantarme con ella, dura poco por la velocidad en la que la mastico.

Hurgo más por toda la cocina y no hay nada más, las personas que trabajan aquí lo hacen muy bien, todos los días hacen comidas nuevas y hacen la cantidad exacta de comida para que solo dure por ese momento, es una comida por cada cosa, una para desayuno, una para comida e igual para la cena.

Así que, debido a su trabajo, yo me quedaré sin nada que cenar. Escucho cómo uno de los muebles detrás de mí truena y me espanta, a modo de que me hace voltear.

Y ahí se encuentra él.

— ¿Madrugando? — Pregunta el príncipe con su sonrisa característica.

— Sí — Contesto, ya que, ignorarlo no sirve de nada.

— No encontrarás nada aquí, a menos de que acates mis órdenes — Declara.

— Aun no entiendes, que imponiéndome no conseguirás nada de mí.

— Bueno, muere de hambre — Dice jugando con una manzana, haciendo que note que tiene algo más que puedo comer.

Cuando nota que mi atención se posa en lo que tiene en sus manos, pregunta con sarcasmo — ¿La quieres? — Y sin darme tiempo para contestar la mete a su boca y le da una enorme mordida.

«Desgraciado» Pienso.

— Bueno, ya no tengo nada que hacer aquí, ya me voy — Decreto.

— Espera, necesito hablar contigo — Interrumpe — Veo que no pretendes aceptar mi trato de olvidar todo, ¿Porque no buscamos un punto intermedio? — Dice —Ya que hasta que la muerte nos separe, hay que buscar por lo menos la manera en la que nos soportemos.

— Habla — Digo, pensando en que lo que dice tiene mucha razón.

—Necesito que duermas conmigo, no haré nada de lo que no me permitas —Sentencia serio —Es solamente porque, la gente comenzará a especular sobre nuestra relación.

— ¿Y si me niego? — Pregunto, seriamente.

—Te obligaré, es muy fácil tu decisión en realidad — Contesta el príncipe.

— Inténtalo si puedes.

— Tú me obligas — Suelta y se acerca peligrosamente a mí. Se para frente a mí, y se queda pensando por unos segundos, yo me quedo atónita observando su comportamiento mientras él, en un movimiento rápido, se agacha y me carga como un ligero costal de papas.

— ¡Suéltame, ahora mismo o gritaré! — Amenazo, pataleando.

—JAJAJAJA—Suelta una risa sonora que retumba por todo el castillo, mientras camina en dirección a su habitación — ¿Y quién te salvará, Morita?, ilumíname.

«Tiene razón» Pienso.

— Bájame que no soy un animal — Ordeno.

Para otra vez, y medita sobre dejarme bajar — ¿Prometes que no correrás? —Indaga.

—Sí—Digo cruzando los dedos.

Poco a poco me baja, temeroso de que en el momento en el que toque el piso salga corriendo. Lo hace y yo me le quedo viendo y pienso si es bueno, en echarme a correr o no. Ya que me he hecho la promesa de no ser la Kaia, de siempre, pero tampoco puedo cambiar de la noche a la mañana, entonces lo hago.

Él se me queda viendo como reconociendo que no podía confiar en mis promesas y se ríe.

— Esta, la pagarás caro Morita — Dice y se abalanza a correr detrás de mí.

Corro con todas mis fuerzas sin rumbo alguno, paso entre pasillos y no dedico ni un segundo de mi carrera a mirar a atrás, ese segundo será mi derrota.

Un pasillo, dos pasillos y llega el tercero, me meto en la primera intersección y justo cuando llego al fondo, este no conecta con absolutamente nada.

«En el fondo sabías que te alcanzaría» Susurra mi voz interna.

—Corres muy rápido — Dice mi perseguidor mientras absorbe aire — Cada día me sorprende más, lo digo por el vestido que traes, que, por cierto, por si no lo recuerdas, no está amarrado de la parte de tu espalda.

Me sonrojo inmediatamente por su comentario, y es que, el vestido tiene los listones hasta el inicio de mi trasero, o sea que no me alcanzó porque estaba disfrutando de las vistas.

— Vamos, ya— Solicito—Voy detrás de ti—Señalo y el príncipe asiente con una sonrisa burlona.

Caminamos lentamente, sin platicar sobre nada.

—Por cierto, veo que tus heridas ya sanaron, de otra manera no correrías tan rápido— Señala, siguiendo su paso.

Llegamos a su cuarto. ¡Es la habitación más grande en este castillo a la que he entrado!

—Puedes quitarte el vestido, y la cama ya está destendida solo entra ahí, ya te hice una promesa, y la voy a cumplir— Apunta.

Con pena y todo, comienzo a quitarme el vestido, para quedar en mi camisón. Ya mucha gente me ha visto en camisón y aun así sigue dándome mucha pena.

Oigo que la puerta es cerrada y pienso que el príncipe ya se ha acostado, pero cuando salgo del vestidor, no hay nadie en el cuarto. Me meto bajo las cobijas e intento dormir lo más rápido posible.

La cama es comodísima y hace su trabajo, a los pocos minutos, caigo rendida.

۝

Al siguiente día, al despertar Damen ya no está en la cama, y yo solamente puedo pensar en el hambre voraz que tengo. Sin preocuparme por mi apariencia, salgo corriendo al pasillo y bajo las escaleras, gritándole a Lily, para que me oiga y me prepare el desayuno.

Al bajar las escaleras, noto el reflejo y me doy cuenta de que no estoy nada presentable, solamente tengo el camisón y no estoy peinada, corro nuevamente de regreso a la habitación para mínimo bañarme, pues pensé que no me vería tan mal.

El cuarto, como esperaba, cuenta con su propio baño aparte y una deliciosa bañera en la cual disfrutaré, me deshago de mis únicas prendas, y me meto a bañar, disfrutando de la serenidad del silencio, me baño, un poco rápido para poder salir a buscar un vestido y desayunar, ya que muero de hambre.

Salgo del cuarto del baño, y en la cama ya está todo lo necesario, seguramente alguien de parte de la servidumbre vio cómo salí corriendo cuando noté que estaba en paños menores.

Me pusieron un vestido color verde, ahora es un estilo más diferente a lo que he usado, después de desenredar mi cabello, salgo directa a la cocina para ver si aun alcanzo el desayuno.

Lily me está esperando con una sonrisa en su rostro y la comida por supuesto, devoro lo que hay en mi plato y hasta pido una segunda ración, porque únicamente tenía dentro de mí, las dos manzanas, en casi dos días.

Después de acabar, inicia la monotonía de mi día a día, vagar por el castillo sin rumbo alguno y sentarme en el jardín a ver a la nada.

Como no tengo nada que hacer mis pensamientos vagan en todo lo que he soportado y pasado, desde que llegué a este castillo.

Extraño mucho a mis viejitos, también pienso que no llegué a conocer bien a fondo a Edward y me hubiera gustado hacerlo, también en qué muchas veces pensé en qué Henry era una buena persona, y siempre terminó aparentando, como lo había pensado, un lobo vestido de oveja.

Mis padres, espero que sigan vivos, al igual que Pistache.

Mis heridas sanaron, de modo que ya puedo hasta girar mi cabeza, pensé que sería una recuperación más larga, pero el doctor siempre estuvo al tanto en cualquier cambio y también todos los días me hacía curaciones.

Hasta que mis pensamientos llegan al paradero de Luna y Sofía ¿Seguirán en los calabozos? Tengo que asegurarme de ello.

Pero no tengo forma, aun Lea me sigue asechando, a pesar de que después de la boda, se me prometió que ya no las tendría tan cerca de mí. Avanza el día y sigo sin moverme de aquí, en un momento de descuido de Lea, me escabullo con dirección a las mazmorras.

Al poco tiempo escucho cómo todo el castillo está alarmado, por mi extraña desaparición, mientras yo me voy acercando a mi destino, aunque para eso tengo que caminar mucho, y esconderme en la obscuridad, inesperadamente oigo que la gente del castillo se acerca rápidamente en el pasillo, entonces tomo el pestillo de la primera puerta que encuentro para poder esconderme, y entro a mi preciada biblioteca.

Parece que ha pasado una eternidad, desde la última vez que estuve aquí, mis planes ya se fueron a la basura porque perderé todo el día en la biblioteca, recuerdo que antes de escapar leía un libro sobre magia y una bruja y comienzo a buscarlo, pero no está en donde lo encontré la vez pasada.

Termino resignándome a leer lo primero que me llama la atención. Me dirijo a la mesa para sentarme a leer plácidamente, y ahí encuentro lo que buscaba.

El libro está abierto como si alguien lo hubiera dejado ahí por accidente, accidente que me beneficia a mí.

Paso horas intentándolo acabar, pero tiene un enorme grosor. Y finalmente cuando lo acabo, quedo más confundida que cuando lo empecé, ya que termina con unas oraciones que resumen el libro. Pero las frases al igual que el libro, están incompletas, les falta el final.

_____________________________________

Continue Reading

You'll Also Like

820 55 19
Tras la muerte de su hermano nada volvió a ser igual, no después de que tuvieras que volver a por sus cosas y tener que convencen te para ocupar su p...
3.2K 354 40
Laia. Es una chica de 16 años, inteligente, guapa y amable. Tiene heterocromia, su pelo es largo y marrón, no es muy alta. Toby. Tiene 17 años, es a...
194K 26K 61
Bell bailaba en ropa interior por dinero. Shane había perdido a un paciente en una cirugía. Una mala noche los llevó a reencontrarse y antes de que...
105K 13.4K 73
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...