Roosters Ring, el hogar de los toros de Fórmula Uno.
Este autódromo situado en Estiria, Austria, siempre será de mis favoritos, contaba con una escultura gigantesca en forma de de una cresta de gallo y los especialistas de Roosters siempre daban un buen espectáculo, eso y que a las personas que tenemos acceso al Stars Club nos dejan agarrar bebidas gratis de la famosa marca, el puesto que montaban lleno de bebidas de todos los sabores era digno de admirar.
Nunca había probado un Roosters, la bebida energética que tenían, porque mi padre no me dejaba ni acercarme al puesto, pero esta vez iba a probar cuantos pudiera, todos los días tenían sabores nuevos.
Mientras tanto ya se empezaba a sentir el calor del verano, habíamos salido a dar un paseo por la montaña el sábado por la mañana a primera hora antes de ir a trabajar y desayunar por el campo.
— Hay leyendas que dicen que este bosque está encantado —nos comentó el chico austríaco que nos estaba haciendo de guía, bueno era saber que esto estaba encantado. Genial, lo que me faltaba.
— Esto me interesa —dijo Josh emocionado, como no.
— Cuenta la leyenda que una vez en estos bosques habitó una vez un brujo — empezó a contar mientras íbamos bajando por la colina—, el brujo solía ayudar a la gente del pueblo con todos los problemas que tenían, su magia procedía de una fuente que está al pasar esos árboles, justo al lado de su cabaña, un día el mago desapareció y la fuente no volvió a echar agua, se dice que vaga por las noches buscando almas a las que ayudar
No sabría decir si eso era bueno o malo.
— ¿Venimos a dar un paseo de noche?
Josh que estaba de broma dejó de sonreír cuando vio la cara que estábamos poniendo Addie, Mark y yo.
— Pasamos por delante de los árboles que había señalado antes.
Me quedé mirando fijamente para ese lugar, la fuente que había debió de ser blanca en algún momento, ahora estaba roñosa y cubierta de hierba, al final de todo ese campo había una cabaña medio rota que daba muy mal royo.
— ¡Buu! —Addie hizo que diese un salto hacia Mark que se empezó a reír cuando me tiré encima de él.
No llevaba bien esto de los fantasmas y los sustos después de enterarme de que esas cosas podían ser de verdad.
— ¿Creéis que se puede entrar en la cabaña?
Josh no le tenía miedo a nada.
— Creo —empezó a decir Mark— que hay mil series, películas y documentales que explican porqué es una mala idea.
— Son leyendas del pueblo, las suelen usar para que los niños no anden por aquí con los lobos sueltos.
Genial había lobos en el bosque y me lo decían ahora cuando todo está medio oscuro porque aún no había amanecido, algunos de los trabajadores se hacían fotos con la fuente pero yo no quería acercarme, no después de esa película.
— ¿Y lo de la fuente cómo lo explicas?
Le pregunté al chico.
— Nunca funcionó, así que simplemente quedaba bien en la historia.
Bueno, seguía sin querer una foto con la fuente, un poco más abajo había un gran roble lleno de letras.
— ¿La historia para este cual es? —preguntó Mark, que se estaba acercando a nosotros dos.
— Se dice que las parejas que dejan sus iniciales grabadas en tronco se van a casar pronto.
Mark me miró con una amplia sonrisa en la cara
¿Qué vas a hacer Markie?, nunca había pensado en casarme, pero solo eran historias del pueblo, no iba a pasar nada.
— ¿Las grabas tú o las grabo yo? —me preguntó al ver la cara que le estaba poniendo.
— Hazlo tú —yo no quería tocar nada de estas cosas encantadas.
— Yo que pensaba pedírtelo de rodillas y tú me lo propones así de brusco, me estropeas el factor sorpresa.
Me encogí de hombros diciéndole que no tenía la culpa, Mark agarró un cuchillo de su mochila para el picnic.
— Hazle un corazón o algo, no seas soso —me quejé y me hizo caso.
— ¿Algo más? —me preguntó.
— No, así está perfecto.
Bajó el resto del equipo y le eché una última mirada al árbol, tenía su encanto para estar lleno de iniciales y nombres.
Llegamos a un prado y desayunamos todo el equipo junto, fue demasiado bonito ver todo el amor y amistad que había dentro del equipo, me hacían sentir como si estuviera en casa. Al final volvimos al hotel para darnos una buena ducha y cambiarnos la ropa de andar por el monte.
Los libres comenzaban dentro de un rato y ya estaba todo listo para su comienzo, mientras tanto yo tenía que trabajar en unas publicaciones para los próximos dos premios que faltaban, me lo había pedido Leonor como un favor. Estaba en la habitación de Mark para concentrarme, en el garaje solía haber ruido siempre, Addie en cambio se quedó hablando con la gente de aerodinámica, mantener una charla con ellos era entretenido, aunque yo nunca entendía nada de lo que decían si me explicaban cosas del coche.
De vez en cuando miraba a la tele pero los que reinaban en este circuito eran los Roosters, Amaia se merecía estar en el podio esta semana, en el mundial de pilotos estaba cuarta y al ser la primera chica en Fórmula Uno estaba callando a mucha gente que excluye a las chicas del deporte.
Continuando con los puestos, Andrew estaba de tercero, Harry estaba segundo por trece puntos y Mark que iba de primero, nada mal para ser su primer año, aunque ya había ganado los campeonatos de Fórmula Dos y Fórmula Tres seguidos.
El mundial de constructores era más difícil, Black Racing tenía a dos pilotos en el top tres y Josh estaba sexto con una gran diferencia de puntos respecto a Mark.
Estaba acabando las publicaciones al mismo tiempo que se acaban los libres e iba siendo hora de comer, guardé todo en una carpeta e iba a cerrar el ordenador.
Espera un momento.
Me metí en la carpeta de las fotos que tenía mi padre, por alguna razón me parecía que estaba vacía.
Mierda.
Me llevé la mano a la cabeza, esto no podía ser real, esto solo lo sabíamos cuatro personas, Addie, Josh, Mark y yo, y tenía la suficiente confianza como para saber que no fue ninguno de ellos quién borró todas las fotos.
— ¿ Vienes a comer? —abrió la puerta Addie.
— Sí, emm... dame un segundo.
Le puse una contraseña rápida al ordenador y lo apagué, cómo había sido tan tonta de no haberle puesto una antes. Esto me pasaba por descuidada.
Bajé con Addie a la cafetería y no podía dejar de pensar en qué podría haber pasado, poco tiempo después se nos unieron Josh y Mark, yo casi no había tocado la comida de mi plato.
— Después de las clasificaciones y las entrevistas podríamos dar un paseo por el pueblo.
Empezó a decir Josh y ellos siguieron la conversación, pero no presté atención alguna.
— ¿Tú qué dices, Amelia?
— ¿Qué?
No sabía si siguieron hablando de ir a dar un paseo o no.
— Estábamos hablando de ir ahora a la carpa de Roosters a probar el sabor de hoy ahora ¿Estás bien?
— Sí, solo es que hoy ando un poco distraída
Mentira, Mark me miraba como si supiera que estaba mintiendo, y ciertamente lo sabía.
Nos levantamos para ir a la carpa y en ese momento mi mente empezó a encajar todas las piezas del puzle.
Harry había hablado conmigo a solas en el edificio de Goldenwheels, entró conmigo pero yo salí sola, en ese momento pudo agarrar mi ordenador y borrar las fotos.
—¿Amelia qué te pasa? —me preguntó Mark, Addie y Josh estaban más adelante de nosotros.
— Me duele un poco la cabeza.
No era mentira.
— Ahora en serio.
— Estoy bien.
— Me encantaría que me contaras por qué estás extraña pero si no quieres hacerlo, supongo que me quedaré con la duda.
— Voy a ver si los de enfermería tienen algo para la cabeza —le dije.
No iba a volver a Goldenwheels ahora mismo, Black Racing iba a recibir una visita exprés de mi parte.
— Cualquier cosa que hagas, ten cuidado.
Le dediqué una sonrisa de lado y me dirigí primero a Goldenwheels para disimular, nada más ver como desaparecía entre la multitud crucé hasta Black Racing, por suerte no llevaba nada de mi equipo puesto.
Necesitaba encontrar a mi hermano sin que nadie me viera, conocía estos pasillos como la palma de mi mano y eso me asqueaba de cierto modo.
Subí hasta la habitación de mi hermano, nunca estaba allí, escuché como se abría la puerta.
Mierda.
— ¡¿Qué haces aquí?! —preguntó Melisse alarmada—, voy a llamar a seguridad.
— Estaba buscando a mi hermano.
— No tienes derecho a estar aquí.
— Melisse, es importante, tengo que hablar con él, sabes que yo nunca haría nada malo.
Nada malo a la gente que me quiere.
— No me fío de ti.
— Es sobre mi madre, me has visto crecer sabes que yo nunca mentiría sobre ese tema.
Suspiró, la verdad es que sí le estaba mintiendo pero no me daba pena, perdió mis respetos el día que me echaron de Black Racing.
— Voy a buscarlo, pero como nos metas en un problema no me voy a guardar ni una sola palabra de esta conversación para mí.
Salió por la puerta y al rato volvió con mi hermano y nos dejó solos.
— ¿Qué quieres Amelia?
Mi hermano me habló como si estuviese enfadado por algo, pero aquí la persona que estaba cabreada era yo.
— Quiero saber si borraste unas fotos de mi ordenador.
— Yo no borré nada de tu ordenador.
— Eres la única persona que pudo haberlo usado, tuviste la oportunidad el día que hablaste conmigo.
— Te estoy diciendo que yo no toqué nada, cuando tú te fuiste yo me largué al instante de ese sitio
— No me creo lo que dices.
Mis amigos no fueron.
—Se suponía que me ibas a hablar de mamá —se quejó para intentar cambiar el tema de la conversación.
— No todo sale siempre como lo planeas, el futuro es caprichoso.
— Sabes, puede que uno de tu equipo haya borrado tus queridas fotos.
— Ellos nunca harían eso.
— ¿Cómo estás tan segura, acaso les has preguntado a ellos algo?
— No, pero...
Se te acabó el tiempo —dijo mirando su reloj—, ganar esta pole es más importante que esta charla absurda.
Me dejó sola en la habitación pero antes de cerrar la puerta se volteó y me dijo:
— Procura que nadie te vea, a papá le molestaría demasiado saber que estuviste aquí dentro.
Cerró la puerta y se fue, volví al garaje de Goldenwheels indignada y sin respuestas.
Addie me esperaba allí, era imposible que alguien de ellos lo hubiera hecho, me centré en las clasificaciones para despejar mi mente pero no podía.
Josh nunca habría cogido mi ordenador antes de preguntarme, con Addie pasaba lo mismo.
Mark podía ser el único que lo usara sin avisar pero no tenía sentido que él las borrase. Aunque eran fotos con Andrew, nunca sabía cuando iba a necesitar eso, estaban sacadas como si alguien no hubiese estado vigilando.
— Amelia, te estás perdiendo esto —me avisó Addie.
La verdad es que no estaba haciendo demasiado caso a todo lo que había a mi alrededor.
Miré a la pantalla y ya había comenzado la Q2, Mark y Josh tenían el mejor tiempo, eso fue en lo único que me fijé. Enfocaron a la gente que estaba en las casetas de los pits, miré a Leonor, estaba mirando unos papeles, ni siquiera estaba prestando atención a todas las pantallas que tenía delante.
Escuchaba cuando los coches se paraban el garaje y aunque mirase para la tele mi imaginación no podía parar de pensar en si la única gente en la que he podido confiar de verdad me clavó un puñal por la espalda.
No era tanto el hecho de borrar las fotos, sino meterse en mi ordenador sin mi permiso y borrar eso, a saber qué más podrían haber mirado.
¿Y si Harry tenía razón?
De pronto se escuchó un fuerte ruido que me hizo volver a la tierra, dos coches se habían chocado en los últimos minutos de la Q3.
Harry tenía el tiempo más rápido, mientras que su compañero había chocado con Amaia, sacando a los dos de la pista.
No parecía que fueran a sacar bandera roja o por lo menos quedaban dos minutos y no estaba pasando nada, efectivamente no sacaron nada, Harry se llevó la pole pero los cámaras estaban demasiado ocupados enfocando a todos los fans de Roosters molestos por el accidente.
Mark saldría delante de todo con Harry y Josh estaría detrás de ellos, al lado del otro Roosters.
Estaban enfocando una discusión entre Andrew y Harry, se veía claramente como mi hermano empujaba a Andrew, por el medio se metió Amaia para hacer que parase, me encantaría saber qué se estaban gritando.
Era obvio que Harry se iba a enfadar con Andrew. Estaba claro que Harry tenía algún tipo de relación con Amaia.
Josh se encargó de cotillear con el resto de pilotos y después nos contó cómo había sido la pelea entre los dos compañeros de equipo.
— Siempre los vi muy juntos —dijo Josh.
— Está claro que son novios —opinó Addie.
— Yo hace días que no hablo con Harry, lo siento. No sé mucho del tema.
Después de esa larga tarde llegamos al hotel bastante cansados. No le iba a preguntar a mis amigos por las fotos. Si ellos no habían hecho nada, y esperaba que fuese así, no quería que se enfadasen conmigo por haber dudado de ellos.
***
Llegó el momento de la carrera y todo estaba listo para comenzar, ahora mismo estaba viendo una avioneta de Roosters haciendo trucos en el aire mientras los pilotos empezaban a llegar a sus puestos, vi como llegaban Andrew y Amaia para ponerse uno al lado del otro.
Dio comienzo el Gran Premio de Austria..
Gracias a la espectacular salida que tuvo Mark, consiguió ponerse de primero, mientras que por el fondo se habían producido bastantes cambios por algún coche que acabó fuera de pista.
A mediados de la carrera todo estaba yendo bien para nuestro equipo, sin embargo los R. Crow no tuvieron tanta.
Uno de ellos quedó retirado debido a esa salida catastrófica y otro se acababa de quedar sin batería.
Una pena, ya que al fin y al cabo R. Crow es de la familia de Roosters.
Mark iba liderando la carrera, y detrás de él estaba Harry, al ir demasiado lejos se metió a cambiar los neumáticos y al salir seguía liderando, pero Harry le pisaba los talones, cada vez más cerca
Nos adentramos en las últimas vueltas y estaba habiendo un espectáculo increíble, los dos Leone peleando por el sexto puesto, en el momento en el que Ángelo adelantó a Friedrich le hizo mitad de un corazón con la mano.
Muy bonito de su parte, escuchar los audios de ellos dos riéndose podía ser lo mejor de la carrera.
Amaia estaba prácticamente delante ya, al igual que Lucas, sin embargo Josh había bajado hasta el octavo puesto.
Lucas dejó pasar a su compañera que pronto llegó hasta donde estaban Mark y Harry, adelantó a Harry con demasiada facilidad.
Me pregunto si le habrá dejado pasar.
Última vuelta a la vista.
En ese momento se vio claramente que durante la pelea que había entre Mark y Amaia sus ruedas chocaron y Mark se fue de la pista, para cuando se pudo meter de nuevo, Lucas, Harry y Amaia ya le habían adelantado.
Pusieron su audio de radio y me dio pena que para él la carrera fuese a terminar así.
Ahora mismo estaba claro lo que iba a pasar, viendo los segundos que le habían sacado de ese accidente, Mark debía de estar enfurecido.
Vi como Amaia cruzaba la línea de meta seguida de mi hermano y su compañero.
Otra semana sin podio de Goldenwheels.
En ese momento vi como Leonor se levantaba enfadada de su silla y atravesaba el garaje con una expresión de enfado clara.
— Voy al baño, ahora vuelvo —le avisé a mi amiga que parecía tan desilusionada como el resto del equipo.
No iba a ir al baño, iba a seguir a Leonor, eso estaba claro.
Vi como salía de nuestro edificio y por desgracia pasó lo que más me temía.