Podía despertar ahora y ya no tener miedo de su día, era increíblemente satisfactorio, además de consolador ¡No podía evitar soltar lágrimas de felicidad! Y que si le dicen si es un llorón ¡Había salido de ese lugar! ¿A qué costo?, Si bien es cierto que no imagino que se alejaría de Orudera de esta forma, una forma que le incomodaba y despertaba en él feos sentimientos, ahora estaba mejor, sabía que alejarse era lo mejor, incluso si le molestaba ¡El director ofreció un buen trato! El no diría nada y a cambio el hombre le indemnizará con dinero y le dejaría salir de la secundaria en ese momento con calificaciones perfectas, no había de que preocuparse, lo que el director le prometió ya estaba hecho y no podían volver atrás en el tiempo, incluso si trataban de hacerle pasar una mala jugada tenía pruebas de lo sucedido, fotografió sus manos, sus heridas que fueron hechas por Bakugo junto con cicatrices, además tenía grabada la conversación con el director, no sabía lo que hacía, pero al menos estaba feliz de haber hecho todo eso, de hecho en el pasado ya había fotografiado y relatado sobre los maltratos que sufría, en algunas libretas viejas debajo de su habitación, grabó videos y algunas cosas, no pretendía en su tiempo hacer algo con esa evidencia, pero en ese momento él era pequeño, pensó de forma tan inocente que teniendo la evidencia a la mano podría enseñarsela a su mamá para que hiciera algo por él, pero Inko estaba tan ocupada trabajando y bebiendo hasta vomitar que jamás se encontraban.
Se el director pretendía algo podría amenazar con dejar la evidencia subida a internet, sería su fin, no quería dejar que nadie más jugara con él, a pesar de que ahora pensaba de esta manera aún era un adolescente lleno de inseguridades y miedos, miedo incluso de salir de su propia casa, las secuelas que Bakugo había dejado en él eran graves y el era conciente de eso, el sentimiento y la perspectiva que tenía de sí mismo había sido completamente implantada por Katsuki, pero lentamente podría crearse una perspectiva propia a partir de sus sentimientos hacia el mismo.
En verdad quería ser algo más que solo una masa de carne deprimida, quería dejar de sentirse triste todo el día, de tener miedo a solo salir de casa, quería tener confianza en sí mismo como todo los demás pero sobretodo encontrar su camino en esta vida, tal vez alejarse de Inko, hacer una vida en la que puede estar a gusto, justo como su querido padre le dijo, dejar lentamente el dolor de las palabras de All Might atrás, aún no quería saber que le dar de ese héroe.
" Incluso si no eres un héroe, mientras vivas feliz será suficiente Izu"
— por ti papá — alzó su puño hacia el techo de su habitación — cambiaré, ¡Me volveré en el hijo que te pueda hacer sentir orgulloso! — dejaría de lado los sentimientos de odio que tenía hacia los demás para volverse en la persona que su padre hubiera querido que fuera, su padre, su única familia.
Brrrrrrr Brrrrrrr
Su teléfono sonó, normalmente este jamás suena debido a que no tiene contactos en él, eso incluye a Inko, el único número registrado en ese celular "shoto".
— es la primera vez que hago una llamada de amistad — pudo escuchar al otro lado de la línea, este chico era raro — ahora ¿De que hablamos? — su tono tan calmado era increíble.
— no sé... Tal vez ¿el clima? —
— bien... Estamos a 31° con posibilidades de precipitaciones y con un constante viento proveniente del norte — ¿Este chico era siquiera humano?
— espera — camino a su portátil y googleo "cómo empezar una conversación", el primer resultado fue:
Los modos más usuales de iniciar una conversación son:
-Hacer una pregunta o comentario sobre la situación común.
No sabía que preguntar por lo que pasó al siguiente paso:
-Hacer un cumplido a la otra persona sobre su conducta, apariencia o algún otro atributo.
Era momento de empezar una conversación, y lo lograría, ¡Tendría éxito! Por eso le daría un cumplido a su nuevo conocido.
— tienes una voz calmada — vamos bien ¿No?
— si... —
No sabe porque pero ahora se siente avergonzado, esto no está funcionando, lo mejor era pasar al siguiente punto.
-Hacer una observación o pregunta casual sobre lo que la otra persona está haciendo.
— ¿Qué haces? —
— Hablar contigo —
— ... —
— ... —
Okey esto no está funcionando, nunca había tendió una llamada telefónica con amigos, después de todo no tenía ¡¿Que debía de decir?! ¿Cómo empezar?, Claramente el otro chico estaba igual o peor que él.
Mientras tanto Todoroki estaba grabando la llamada ¿Cómo podría no guardar esta primera interacción por teléfono con su nuevo amigo? ¡Su primer amigo! Debía de guardarlo, no tenía la menor idea de que debía de decir, pero todo iba bien, era una charla después de todo, de momento han hablado del clima, hablado de él e incluso el contrario le preguntó que hacía ¡Era un gran avance!
Aún no puede creer que lo convenció de que le diera su número, aún puede recordar esa tarde y como lo volvió su amigo.
— y yo soy un error — miro al contrario — no entiendo lo de los dones, pero se mi amigo — aún recuerda que era así como antes los demás niños se acercaban a otros, después de eso iban a jugar con pelotas, solo debía seguro el mismo procedimiento y tendría su amistad.
— estás jugando ¿no? —
— pero no tengo juguetes ni estoy corriendo — no entendía a qué se refería Izuku.
— eres confuso —
— perdón —
El peliverde meditaba un poco hasta que comenzó a hablar — s-supongo que está bien... — ni podía creerlo, Shouto sintió el aire abandonar sus pulmones, juraría que casi se desmaya en ese momento, lo consiguió, ¡Lo logró!
— podriasdarmetunumerodetelefono — casi se ahoga pero debía decírselo.
— eh? c-claro — comenzó a dictar el número mientras él lo registraba, mandó un mensaje y oficialmente ya tenían sus números de teléfonos.
Ese día fue tan productivo, al menos para el.
Midoriya no sabía de qué hablarle al Shoto pensó y pensó pero no entró forma de entablar una conversación normal, preguntaría cualquier cosa que se le viniera a la cabeza, si este chico había ofrecido la amistad y él había aceptado aún sabiendo las posibles malas razones y los riesgos, debía de esforzarse.
— bu-bueno sinceramente no sé de qué hablar, n-no he tenido una charla con alguien en algún tiempo — debía de ser sincero ¡No tratar de ser alguien que no era! O de hacer ¡Algo que no sabía hacer!
— yo tampoco, solo tenía tiempo libre y aquí estoy —
Las cosas se estaban tornando aburridas e incómodas, ya que no podían hablar sobre un tema al azar sin saber cómo responder solo quedaba preguntar sobre ellos mismos.
— p-puedo saber ¿Cuál es tu comida favorita? —
— me gusta el soba, y a ti ¿Que te gusta? —
— me gusta el katsudon —
No es un poco ¿lamentablemente?
— oye — está vez Shoto tomó la iniciativa — ¿ Que estabas haciendo antes de la llamada? —
— bu-bueno, no estaba haciendo nada en especial, solo dormir —
— ¿Por qué? —
— no se, siempre he sido bastante dormilón, además así puedo recordar a alguien es especial... — hablar le sentaba bien.
— ¿Puedo saber quién? —
— ... — la verdad no quería responder, probablemente el bicolor creería que era patético, debía ser sincero — aún no me siento listo para decirte — si iba a cooperar con Shoto para hacer una amistad, entonces debía cooperar, leyó en internet que la amistad trae consigo confianza, una parte fundamental de las relaciones con otros.
— ya veo... entonces ¿Qué quieres ser de grande? — "una pregunta que haría un niño".
— ... No lo sé, lo he estado pensando un poco, pero... No sé que ser, pero tú ¿Qué profesión quieres desempeñar? — ¿Fue muy formal?
Preocupándose por cada cosa que dice.
— libre —
— eh? Eso no es una profesión —
¿Qué clase de respuesta es esa?
— Lo sé, pero me gusta la idea de la libertad, puedes culpar a mi viejo— está vez pudo escuchar como su voz monótona se transformaba en una de odio y repulsión hacia su progenitor.
— entiendo — de alguna forma, ¿pudo simpatizar? Ambos no eran libres por una persona, tal vez por eso — ¿Quieres hablar de ello o no? —
¿Puede permitirse preocuparse por una persona que acaba de conocer?
— si, pero no ahora, debo colgar — al fondo del teléfono pudo escucharse como alguien abría una puerta corrediza — tal vez hablemos mañana —
No sé necesita ser un genio para saber qué pasaba, y él teniendo la costumbre de analizar todo lo que ve, pues... Su padre había llegado a casa de Shoto.
— suerte — era lo único que podía desearle.
— gracias —