2/Febrero/2025
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Los brazos en la cintura de Nagisa se aflojaron levemente pero no se separaron de su cuerpo, ambos permanecieron abrazados en silencio por varios segundos hasta que el pelirrojo recordó la hora. Con cuidado se separó de su amigo con una sonrisa triste en sus labios, la preocupación en sus ojos aún permanecía pero ya no parecía estar tan alerta como antes.
-¿deberiamos irnos ya? Llegaremos tarde- con una risa suave tomó la mano del mayor con delicadeza mientras lo arrastraba poco a poco.
-Ah-ah si, vamos- las mejillas del mayor tomaron un suave color rojo y sus ojos brillaron al ver ambas manos entrelazadas.
Caminaron juntos mientras hablaban de varios temas al azar, no les importaba de que se hablase mientras puedan pasar tiempo escuchando la voz del otro. Dulces risas y bromas era lo más que podías escuchar al pasar por el lado de ambos adolescentes.
Al llegar al parque de diversiones los ojos de ambos chicos se iluminaron con emoción, Karma quería pasar una hermosa cita con su amado y Nagisa quería divertirse junto a su querido pelirrojo.
-¿a dónde quieres ir primero?- cuestionó el pelirrojo mientras mostraba las entradas a una empleada del parque.
- Quiero ir a la casa embrujada- su voz fue melosa y sus ojos parpadeaban con coquetería, definitivamente sabia como usar sus encantos contra el pelirrojo.
La verdad el menor no se asustaba fácilmente e incluso le gustan este tipo de cosas pero, su estabilidad emocional no ha estado bien estos últimos meses y tenía miedo de que su resistencia haya bajado por ello, no quería quedar mal frente a su pequeño bebé. Naturalmente se quería negar pero el le había preguntado a donde quería ir en primer lugar, ¿no parecería una de esas chicas que le preguntan a su novio en donde quieren comer y terminan diciendo no?
Así que con una sonrisa chueca le asintió roboticamemnte. Tomados de la mano fueron a la fila de la casa embrujada, era un lugar de color negro y violeta oscuro con cortinas rojas gastadas y rotas. La fila era bastante larga pero aún así lograron entrar en unos 15 minutos aproximadamente. El lugar estaba oscuro y había una helada sensación en el aire dándole un toque espeluznante.
El agarre en mano del mayor se apretó haciendo que el pelirrojo lo viera preocupado, sin embargo este estaba totalmente alegre y emocionado. ¿Quién diría que tal lindura tímida amaba este tipo de cosas? Se dio la libertad de reir un poco haciendo que las personas y empleados cerca de él lo mirarán con un rostro inexpresivo...
"Chico, ¿cómo te puedes reir? Deberías llorar ah"
Habían varios caminos, como un pequeño laberinto dentro de esa casa. Cada uno llevaría a un lugar diferente pero al final todos llegarán a la salida; depende de tu suerte, uno sera aterrador y otro sólo dará un pequeño susto u escalofríos. Karma y Nagisa tomaron uno al azar ya que no sabrían a donde lleva cada uno, el camino se hizo más helado con cada paso que daban al punto de hacer que escalofríos recorrieran sus espaldas. Habían ruidos de arañazos contra la pared y un llanto de quien sabrá donde, leves risas iban y venían.
Todo estaba bien hasta que el pelirrojo sintió el vacío a su lado, su corazón se agitó rápidamente mientras miraba a su alrededor con desespero. No sabía cuando había soltado su mano por lo que no tenía idea de si estaba muy atrás de el o si estaba cerca. Su mente comenzó a divagar y la preocupación creció, todo era falso pero una persona puede perderse y terminar herida si está sola en un lugar así.
Dio la media vuelta y comenzó a llamar suavemente el nombre del mayor, tenía frío pero decidió ignorarlo. Hubo un silencio aterrador en todo el camino y la luz verde parpadeaba lentamente. Luego de caminar por varios minutos sin obtener respuesta decidió descansar un momento y esperar a que su Nagisa lo encuentre o si en diez minutos no llega a el entonces se iría. Si no se encuentran significa que el mayor debía estar en la salida esperando por él.
Suspirando pesadamente se puso de pie y estiró su cuerpo con pereza, caminó un poco a paso lento hasta llegar a un lugar con una luz algo más apagada. Una mano agarró su brazo con fuerza de la nada haciendo que su respiración parará y se cuerpo se tensara, estuvo a punto de golpear a lo que sea que le había a agarrado pero notó la linda y familiar cara de esa persona.
-¿te divierte darme ataques de corazón? - resoplo molesto retirando su brazo de las manos del mayor con brusquedad.
- no fue mi intención, cuando quise hablarte de algo ya no estabas- el peliazul dejó soltar un suspiro suave y volvió a tomar la mano del menor, acercando su helado cuerpo con un leve temblor. Tenía demasiado frío y estuvo buscando al menor por varios minutos, se dio cuenta que su pequeño rojito no estaba a su lado casi llegando al final.
-salgamos de aquí, nos dará hipotermia si nos quedamos aquí- caminó tomando la mano del mayor entre las suyas y sobandola para calentar un poco a su amado.
Con una sonrisa en sus labios siguió al menor hasta la salida, hubieron "fantasmas" y "monstruos" que gritaban o agarraban sus ropas pero a ambos ya nada les daba miedo, lo único que los asusto fue que el otro había desaparecido de su lado. Aún así el mayor les quiso dar cara a los asustadores por lo que de vez en cuando daba un grito y aprovechaba la oportunidad para abrazar al pelirrojo.
Al final siguieron jugando todo el día en el parque, también comieron algo allí cuando sus estómagos sonaron reclamando comida. Graciosamente al mayor le dio miedo el estar en una montaña rusa, aunque al ojimercurio no le molestó ya que el mayor se abrazó a el con fuerza casi todo el día.
Por la noche decidieron que irían a la rueda de la fortuna para ver las estrellas, está sería a la última machina a la que se subirian. El cielo era oscuro pero la media Luna iluminaba un poco los alrededores, las estrellas brillaban con gran intensidad llamando la atención del ojiazul. Sin embargo al pelirrojo lo que le llamó la atención fue el hermoso rostro del adolescente frente a él. Su celeste cabello largo atado en una coleta alta, piel pálida como el jade, pestañas rizadas y largas en sus ojos brillantes como zafiros y labios rosados levantándose en una dulce sonrisa.
Su corazón se aceleraba y en su mente sólo estaba el pensamiento de querer besarlo, de abrazarlo y de quedarse juntos para siempre. Así como lo pensó lo hizo, se acercó al mayor lentamente haciendo que el peliazul lo mirara nerviosamente. Ambos rostros estaban a escasos centímetros del otro y las mejillas del ojiceleste se tiñeron de rojo mientras cerró sus ojos con fuerza.
El suave toque de los labios ajenos se juntó con los suyos haciendo que su cuerpo sintiera una electricidad de pies a cabeza, se sintió aturdido por un momento pero su mano derecha se posó en la mejilla del pelirrojo suavemente en una suave caricia cariñosa. Las manos de éste lentamente se acercaron a la delgada cintura del peliazul temblorosamente hasta rodearla, el peliazul estaba sentado en el sillón pero el menor estaba casi agachado para poder besarle.
Sus labios se separaron suavemente y los ojos se abrieron con lentitud, mirándose frente a frente con timidez, nerviosismo y amor. El menor sonrió ampliamente al ver que su amado parecía corresponderlo y se acercó más para abrazarlo, así miraron las estrellas en los brazos del otro en un silencio agradable.
Al bajar de la rueda de la fortuna se tomaron de la mano sin hablar, con sonrisas en sus ojos brillantes y felicidad desbordandose de ellos. Fueron a la heladería a la que tanto querían ir a comer su postre del día, sólo hubieron leves risitas y mirabas coquetas en toda la visita a la heladería.
El menor llevó al peliazul a su casa nuevamente a regañadientes, no quería separarse de su "bebé" pero éste insistio en que no se quedarían juntos a dormir. Al dejarlo en la puerta pudo notar que el de baja estatura dudaba por un momento y que sus ojos miraban de un lado a otro. Hasta que suspiró llenándose de coraje, subió su rostro determinado y tomó el rostro del menor entre sus manos plantandole un beso en los labios de forma brusca causando que ambos sintieran dolor.
Al notar que fue muy brusco trató de separarse pero el ojimercurio lo agarró por su cintura con una mano y por la cabeza con la otra impidiendo que sus labios se separasen. Sintió temblar su cuerpo que se hizo débil al estar tan cariñosos y el sabor metálico de la sangre que se colaba entre sus labios, no era un beso subido de tono pero tampoco era un toque delicado solamente. El menor no tenía idea de que estaba haciendo, este era su segundo beso apenas por lo que a pesar de que impidió que su bebé se separará no supo como continuar.
Para su suerte Nagisa había estudiado a detalle este tipo de cosas por si un día llegaba a tener la oportunidad, así que separó sus labios adoloridos y lamio la sangre del pelirrojo. Dirigió y enseño a este como chupar o morder, el ojimercurio era un chico que aprendía rápido así que en question de un minuto el logró liderar el romántico beso.
Se separaron sonrojados y con el sabor a sangre aún en su paladar pero, ¿que importaba? Sintieron sus corazones latir ferozmente, Karma quiso dar otro beso pero el de baja estatura lo detuvo y se metió a su casa dejando un nervioso "adiós" en el aire.
Con un chasquido de lengua el menor se tuvo que ir a su casa con su labio partido y el corazon lleno de amor.
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Hola
Me vacunaron JAJAJJA
Lamento no haber subido capítulos pero esta vez mi escusa si es válida.
He tenido mucho trabajo, un laboratorio de quimica, un trabajo informativo de química (video de 42 minutos que me tuve que jartar como 2 veces), hacer 4 power point, 1 ensayo, 4 presentaciones y exámenes.
De todo eso aún me falta hacer 3 presentaciones orales , el ensayo y dos power points.
Aún así estoy viva, ya re-escribí quédate desde cero. Si no se la ha leído vaya a hacerlo, lleva 4 años conmigo la maldita y por fin la edite bien JAJAJJAJA
aun no la termino pero acabo de subir 2 capítulos hace poco uwu
Eso es todo, cuchao
25/abril/2021