Capítulo ocho.
Meredith Allen.
17 de febrero, 2016.
Estoy cubierta con una sábana mientras leo el artículo sobre Dallas Meyer, mi ex, iniciando un apasionado romance con una hermosa nueva modelo. Hay muchos indicios y supuestamente fuentes cercanas afirmándolo. Siento un pinchazo en mi interior, una sensación amarga que me recuerda viejas sensaciones de dolor, decepción y desconcierto cuando lo que consideré una de las pocas relaciones estables en mi vida, terminó abruptamente.
Y es que Dallas en sí no es una mala persona, fue un gran apoyo y en su momento un buen novio, pero olvidó decirme que yo no era lo que quería o quién podía hacerlo feliz. Me dio una falsa confianza que rompió en millones de pedazo y una herida de sentirme traicionada.
—Eso fue cruel, Dallas, muy cruel —Murmuro debajo de las sabanas ampliando las fotos en el teléfono.
Y es cuando estoy deslizándome a otra foto del chisme que el teléfono vibra y sin querer respondo la llamada: es mi tía a quien he estado evitando.
¡Mierda! No debí contestar.
— ¡Medieeee! —dicen del otro lado del teléfono y me estremezco.
—Hola, tía Rochelle.
—He estado intentando comunicarme contigo la última semana y en su lugar solo pude hablar con esa asistente poco comunicativa.
—Oh, lo siento, es que estaba ocupada con trabajo —Me excuso— y es mi representante.
—No puedes dejarme detrás del trabajo, Medie, no a quién te ha ayudado tanto.
Trago y me incorporo, sentándome en la cama, destapándome de la sabana porque repentinamente siento que me ahogo en esta conversación.
— ¿No es así, Medie? —insiste.
— ¿Cómo has estado, tía? —Evado.
—Tan bien cómo se puede estar cuando eres ignorada por tu sobrina, siendo que lo diste todo cuando no era tu deber hacerlo.
—No te ignoraba, tenía mucho trabajo —repito—. He tenido grandes proyectos, buenas oportunidades.
—Sí, la asistente de tu asistente me mandó un informe, nada muy detallado, la verdad.
Loraine hace que su asistente realice pequeños informes, de esa manera mi tía no insiste demasiado y no se vuelve una loca acosadora de información. Eso sí, cada informe tiene mínima información, cómo una especie de filtro que nunca dice las cosas en detalles o de manera extensa y es que cuando era más joven, firmé un contrato con mi tía que la hace participe en mi carrera y solo hasta el año que viene podré romperlo. Al menos ella era lo suficiente novata al igual que yo y que su abogado para tener un contrato de mierda sin muchas especificaciones que no me ata financieramente o que le dé gran poder sobre mis decisiones profesionales, pero sin embargo, es un contrato que la tiene presente.
— ¿Cuánto estoy obteniendo de estos tratos? Necesito informe de ello, Medie.
—Lo que estipula el contrato, cómo siempre, tía.
— ¿Y qué hago yo con un diez por ciento?
Lo hace sonar como si fuese un dólar cuando ambas sabemos que el diez por ciento de mis ganancias por contratos, para alguien que no hace nada, es algo bastante impresionante e incluso si hiciera algo, es mucho dinero porque soy una modelo cotizada y Loraine consigue grandes contratos y publicidades.
Lucho contra la sensación de agobio y el amargo sabor de sentir que nunca seré suficiente para ella, que siempre seré la niñita que sacó de Puerto Rico, la que le debe todo desde su punto de vista y que nunca podrá retribuirle por mucho que se esfuerce.
Solo Dios sabe que intenté ser perfecta para ella, que recé cada noche para que me amará cómo a una hija, que cedí a todo lo que hizo en pro de volverme una modelo porque quería que estuviera orgullosa de mí, quería sentirme querida, aceptada, quería devolverle esa oportunidad de nueva vida que me dio. Quería saber lo que era sentirse amada porque era una sensación que se desgastaba y que poco recordaba.
Pero nunca fui suficiente, pocas veces la hice feliz y aunque muchas veces – con cada logro en el modelaje – sentí que podría estar queriéndome, nunca me sentí amada y siempre pensé que era solo una farsante intentando alcanzar una meta a la que nunca llegaría, un amor que ella ni siquiera me ofreció.
— ¿Me estás escuchando? —Vuelvo a la conversación ante su voz descontenta.
—Lo siento es solo que estoy algo cansada —susurro.
—Bueno, deberías escuchar mejor porque esto te interesa.
— ¿Qué sucede?
—Llamaron desde Puerto Rico —De inmediato me tenso—, era para ti.
—Todos saben que no pienso responder ninguna de sus llamadas —digo y me llevo una mano al estómago sintiendo acidez solo con esta conversación—. Han pasado dos años desde su último intento... ¿Por qué ahora?
—No lo sé —suena descontenta—. Esto no me gusta, sabes que me enfada que algo pueda perturbar lo que hemos construido, no sé qué quiere, pero pienso averiguarlo porque no hay manera en la que deje que explote en la vida que hemos trabajado en alcanzar.
»Es un secreto, uno que no saldrá a la luz, no lo arruinará.
Sus intenciones no son correctas, ella tema que aparezca y lo destruya todo, que aparezca y todos lo sepan, no lo hace para protegerme, porque me sienta vulnerable o porque es un dolor que arde ante la sola mención, porque no olvido, pero aun así me aferro a su falsa ayuda porque es la única forma de no estar sola en esto. Sobre esto, Loraine y ella son las únicas que pudieran brindarme apoyo.
—Hablaré con tu asistente...
—Representante —corrijo.
—Con ella. Necesito que esté muy atenta a no dejar filtrar ninguna llamada desde Puerto Rico, ningún cabo suelto. Esto me enoja.
A mí me duele. Mucho.
—Tal vez debería ir a Londres, estar contigo...
—Pienso regresar pronto —Miento—, no tienes que tomarte tales molestias, tía. No tienes que hacer más por mí.
—Sabes que he hecho mucho por ti, que siempre hago todo por ti, nadie más haría más por ti porque fue en mis brazos que ya no estuviste sola. Te salvé, Medie y eso no se olvida.
—Nunca, nunca lo olvido.
Tengo infinitas ganas de llorar porque ella nunca me dejará olvidarlo.
***
21 de febrero, 2016.
— ¡Oh, Dios mío! Mi ojo ¡Mi puto ojo! —digo alzando la mano.
—No, no lo toques —El hombre maquillándome me agarra la mano.
—Pero me pica —Creo que hago un puchero mientras el ojo me lagrimea.
—No lo arruinarás.
—Me apuñalaste un ojo.
—Bah, tonterías, no fue adrede, te moviste.
Podría quejarme un poco más, pero estoy aliviada de que alguien está aplicando una gota oftalmológica que calma todo el ardor en mi ojo, pero no me dan el tiempo suficiente de respirar porque hay un tiempo estipulado que cumplir.
Casi cierro los ojos con fuerza cuando hay un tirón en mi cabello, pero admito que es mi culpa porque me quedé dormida con el cabello mojado y sin peinarlo, salí corriendo llegando horriblemente tarde y ahora todos están sobre mí queriendo obtener resultados fabulosos en un tiempo veloz.
Loraine me envía una mala mirada desde la distancia porque le dije que estaba saliendo del apartamento justo antes de quedarme dormida. Sé que se le pasará, pero no puedo evitar sentirme cómo una bebé reprendida aunque también siento vergüenza de haber sido la última en llegar, mis dos compañeros de la sesión fotográfica ya están listos.
Cuando terminan conmigo, admito que me veo bastante bien, quitaron todo el sueño de mi rostro y ni siquiera me veo hinchada, además, mi cabello se ve como si todo el enredo que causé en él nunca hubiese existido. No me puedo admirar el suficiente tiempo para subir mi confianza porque soy apremiada a hacer el primer cambio de ropa y poco después estoy llevando un vestido traslucido negro que deja ver un body blanco de encaje debajo y usando unos tacones que pese a su altura, son sorprendentemente cómodos.
Hora de jugar a la mirada de tigresa empoderada.
Puede que esta industria sea difícil, que me haga llorar, que me canso y a veces las situaciones son incómodas, pero hay muchas veces en las que me divierto en ello, en la que lo disfruto y eso sucede cuando el ambiente es cómo este. Así que sonriendo me acerco a mis dos compañeros: Romeo Vara – súper sexy y grandioso actor – y Samantha Kaplan – súper modelo conocida – ambos me reciben con sonrisas, la de ella un poco más reservada, pero no maliciosa, solo distante y desinteresada.
—Lamento la tardanza —digo.
—La puntualidad es una virtud —comenta Samantha bajando un poco la vista porque soy al menos unos cinco centímetros más baja.
Ella es de verdad muy hermosa, su cabello parece oro, su cuerpo matador y posee un rostro tan llamativo; su vestuario consiste en una falda ajustada negra con una camisa holgada blanca traslucida que deja ver su sujetador negro. He visto su trabajo un montón, ella es realmente buena, una modelo increíble con una presencia impresionante y respetada en las grandes marcas y pasarelas. Coincidimos en varias oportunidades en pasarelas, nos conocemos de pasada, pero esta es la primera vez que trabajamos juntas en una sesión, espero todo salga bien, creo que ambas podemos hacer un trabajo increíble.
—Y dormir es un privilegio —digo con una risa incómoda antes de desplazar la mirada a Romeo.
En mi interior estoy un poco loca porque es Romeo Vara. Me he visto varias de sus películas, recuerdo una en particular en dónde decía las frases más conmovedoras, tuvo una escena de sexo romántico impresionante y luego lo lloré horriblemente cuando murió hacia el final, yo estaba más devastada que la protagonista de la película ¡Imagínate!
Veo su cabello castaño enrulado en las puntas, que en esta ocasión no cae sobre su frente porque lo sostiene con una bandana, el leve rastro de barba rodeándole unos labios no tan llenos, pero con un provocativo color rosa bastante natural; además sus ojos oscuros tienen este aspecto entrecerrado que le otorga un aire misterioso e intenso que cuando actúa, yo le creo todo. Es más alto que Samantha por al menos unos diez centímetros. El pantalón que trae puesto tiene que ser hecho a la medida por la manera en la que abraza sus piernas firmes y el suéter ajustado rojo con cuello en V parece que le lame la piel, es hipnótico, maravilloso.
Y estoy viéndolo fijamente, pero él está sonriendo cómo si esperara que yo termine mi chequeo intenso, lo que me parece súper amable de su parte. Le devuelvo la sonrisa y luego estrecho su mano cuando la extiende pese a que ya hemos sido presentados cuando llegué prácticamente corriendo y echa un desastre.
—Oh, ahora sí que te pareces a la Meredith de las fotos —Se inclina hacia mí—, pero también estabas bastante guapa cuando has llegado con el estilo "salí de la cama sin verme en el espejo", muy guapa.
— ¿Guapa? —pregunta Samantha, no con ironía más cómo alguien desconectada del español.
—Tómalo cómo atractiva —Le respondo y repite la palabra.
—Soy muy guapa —dice y luego sonríe—. Suena bien.
—Yo soy guapo —Romeo se enrolla uno de los rulos de su cabello en un dedo haciéndome reír—. Ardiente, candente, sensual y mortal.
—Ardi...Ardien...
—Ardiente, candente, sensual y mortal —repito y ella lo intenta de nuevo casi lográndolo.
—Soy una cabrona, mamona, vaga, aburrida ¡Soy un súper coño! Y una jodida hija de puta y todos se cagan en mí —dice viéndola, yo me ahogo con mi propia saliva cuando se lo repite de nuevo con lentitud para que ella lo diga.
Y luego estoy riendo cuando la ayuda para que pronuncie cada mala palabra que ha dicho en español ¡Él es terrible! Estira su puño y aun riendo golpeo el mío contra el suyo. Samantha nos ve sin entender la risa y luego pasándole el brazo por sobre los hombros él le explica todas las cosas que la hizo decir.
— ¡Oh Dios mío! Qué vulgar —Sale de su abrazo y entrecierra los ojos hacia él—. Horrible, muy grosero.
—Vale, me disculpo, para compensarte te diré cómo se dice "estoy lista" en español —Él hace una pausa antes de continuar—. Tengo gonorrea.
Me muerdo el interior de la mejilla para no reírme y él le promete que habla en serio mientras nos dicen que tomemos posiciones para comenzar la sesión de fotos.
El concepto de la sesión parece de tres amigos disfrutando en un club, pero a mí me da la impresión de que parecemos un trío a punto de suceder. Es divertido y genial porque trabajar con ellos no resulta pesado y todo es muy fluido, tenemos compatibilidad y buena sincronización.
Me divierto, es una de esas sesiones en donde no me estreso y aunque es agotador ir de un cambio a otro, el cambio de maquillaje, algunos tacones no tan cómodos y que el lugar es demasiado cerrado, lo disfruto. También lo hace divertido que cada vez que Samantha está lista con un cambio o foto diga "tengo gonorrea" no es algo que corrija y eso me hace cómplice de la bromita de Romeo.
Romeo es encantador, me inspira confianza y comodidad cuando tenemos poses sexys, cercanas e insinuantes y aunque Samantha es más reservada sobre ser cercana o posibles amigas, tiene una forma de trabajar bastante buena y aporta muchas ideas, también acepta mis sugerencias. Encontrarte con buenos compañeros en una campaña es genial porque hace el trabajo más ágil, entretenido y agradable. Además el fotógrafo y su equipo son increíbles, hay refrigerios y hay algunos minutos de descanso.
Para cuando terminamos estoy cansada, pero satisfecha con los resultados cuando vemos algunas de las fotos.
—Oye, ese sándwich se ve candente —dice Romeo cuando ve la foto en la que está entre nosotras—. Son buenas fotos, excelente trabajo.
—Me gusta mucho esta —Samantha señala una—, pero hay que hacer algo con la luz del lateral porque hace contraste raro.
—Sí, lo marqué para edición, pero solo en la luz y quitarle el brillo, no quiero retocarla demasiado porque de verdad salieron esplendidos —Asegura nuestro fotógrafo estrella de hoy—. ¡Excelente trabajo!
Hay un breve intercambio de agradecimiento y felicitaciones. Me desmaquillo y cambio a la ropa con la que llegué mientras Loraine me habla de algunas propuestas de trabajo y citas para mis tratamientos faciales y corporales.
— ¿Tienes pelos? —Me pregunta y rio.
—No, tuve cita de depilación corporal hace tres días. La selva está despejada.
—Ah, pensé que no habías ido porque aún no llega la factura.
—Estoy lisa —subo y bajo las cejas de manera sugerente hacia ella.
—Bien porque pensé que tenía que programarte una cita de depilación inesperada ¿Lista para irnos?
—De hecho... —Ella detecta mi tono mimada y me da una larga mirada— Fui invitada a "merendar" ¿Puedo ir? —Hago un puchero—. Romeo me da vibras de confiabilidad.
—Samantha ya se fue, parecería una cita si solo son visto los dos —Sonríe— ¿Sería una cita?
— ¿Si digo que sí me dejarás ir? Seré discreta, es que me cae muy bien y me gusta su español y quiero preguntarle sobre sus películas y...
—Bien, bien —Me corta—. Se lo más discreta posible, aunque sabemos que saldrán fotos.
—Luego apagamos ese fuego —Le doy un beso sonoro en la mejilla—. Gracias por dejarme ir.
—Me gusta que mi bebé haga amiguitos. Dos guardaespaldas se irán contigo, nada besos públicos ni fotos de entradas y salidas a hoteles o tu apartamento.
—Hecho.
***
—Hay algo que no entiendo —Me dice Romeo desde el otro lado de la mesa.
Doy un sorbo a mi café y asiento para que sepa que puede proseguir. Me alegro de haber venido porque es genial hablar con él y me hace bien socializar, él es encantador y me ha respondido riendo algunas preguntas sobre sus películas y ha preguntado por un par de anécdotas mías.
—Eres latina, pero no se te escucha ningún tipo de acento que no sea estadounidense y cuando has hablado en español se te ha escuchado neutral, cómo esos doblajes de español latino en películas.
—Oh...
No suelo hablar español, al menos muy pocas veces lo hago al menos en público. Lo hago cuando en entrevistas me lo piden o si acudo a entrevistas en español o estoy en países de habla hispana. Al principio se trataba de miedo a no encajar cuando me mudé a Estados Unidos, de malos recuerdos y luego era mi tía enseñándome a disimular mi acento y ordenándome que no hablará español porque no me entendía y me veía "corriente".
En casa hablo español sola, veo películas en español y escucho muchas canciones latinas o españolas, también digo groserías en español cuando estoy muy alterada y vale, puede que en medio del orgasmo también se me escape algo, pero hablarlo en público me hace sentir cohibida porque me acostumbré al recelo de mi tía y burlas en la escuela al respecto. Tampoco ayuda que cuando acudo a programas y me piden que hable en español se sienta un poco cómo burla queriendo hacer un estereotipo horrible de nosotros los latinos, se siente cómo si me obligaran a avergonzarme de saber hablar español, de que sea mi lengua madre.
Con Loraine también lo hablo porque le enseño algo de español, pero no sucede todo el tiempo.
—Muy pocas personas que conozco hablan español —Le digo y sonríe cuando me escucha de nuevo hablando el idioma—, aprendí el acento estadounidense por escucharlo de los demás y por clases de dicción y lenguaje. Sobre el español, hice un doblaje latino una vez para una película animada y me dictaron que hablara de esa manera, uno de mis profesores me instó a dejar mi acento atrás y...Lo hice, me adapté.
—Todos los idiomas son hermosos y creo que hay que sentirse orgulloso de poder hablar más de uno —Hace una pausa y me guiña un ojo—. Además, en español las maldiciones y malas palabras se sienten más de corazón.
» ¡Me cago en tu puta madre! Me la suda lo que diga ese tío, que se vaya a tomar por culo —Sonríe cuando rio.
—He estado en España y unos cuántos países latinoamericanos, reforcé todas las groserías que conocía, tienes razón, maldecir o ser grosero en español sale desde el fondo del corazón.
—Perdona si te incomodé con la pregunta, pero tenía curiosidad. Yo también admito que mi acento español es mucho más suave al hablar inglés y que he estudiado para que incluso no se note nada cuando ciertas películas o series me lo exigen. Así que te entiendo.
—No me incomodaste, no eres la primera persona que me lo pregunta y al menos tú lo has hecho con amabilidad.
— ¿Me dejas hacerte preguntas súper predecibles? —Asiento en respuesta— ¿Sabes bailar? Pero bailar en el sentido de esa forma impresionante en la que parece que naces con un don en tu sangre.
—No saldría bailando con Romeo Santos en un vídeo musical o sacudiendo el culo en un vídeo de Daddy Yankee u Ozuna, pero sé bailar y no vino en mi sangre —Me rio—, cuando tenía once años una amiga y yo en Puerto Rico nos dedicamos a aprender a bailarlo todo frente al televisor de su casa. Menea y menea hasta que me creí una reina del baile —Sacudo la cabeza recordando de las pocas cosas buenas de aquellos tiempos—, era divertido.
—Ozuna...El negrito de ojos claros —dice con la voz aguda fingiendo ese cantico tan característico del cantante y rio tanto que mi estómago duele—. ¿Te gusta el reguetón? Prometo que no soy pomposo juzgón.
—La verdad es que —Me inclino un poco hacia adelante— lo bailo sola en la casa y tengo una lista de reproducción de ello, pero también escucho bandas cómo Maroon Five, amo a Bruno Mars, disfruto BG.5 y me gusta muchísimo Ashton Bratter entre otros grupos y cantantes, pero también escucho Sin Bandera o ¡Pablo Alborán! Y ni te cuento cómo he llorado con Jesse y Joey, pero he tenido un serio perreo intenso con mi pared también... ¡Oh! ¿Y sabes está canción que dice culiquitacati culiquitacata? Me declaro culpable de bailarla.
—No juzgo —Alza las manos—. Puedo escuchar desde La Quinta Estación hasta grupos de kpops, así de loca es mi lista de reproducción —Se inclina hacia mí—. Me sé todas las canciones de Daddy Yankee y lloré en un concierto de Maná cuando cantaron ojalá pudiera borrarte, pero en mi defensa mi novia me había dejado y estaba sufrido.
Para el momento en el que Romeo y yo hemos terminado de bromear y reír sobre nuestras culturas, gustos variados y bromas sobre malas canciones que disfrutamos, decido que no puedo resistirme más a las galletas que nos dejaron con los cafés y tomo dos.
—Tenía la sensación de que durante todo este tiempo estabas deseando demasiado las galletas, pero luchabas.
—Amo las galletas, aun no sé cómo resistirme a ellas.
— ¿Por qué resistirse? Tal vez solo debas disfrutarlo.
— ¿Tú dices?
—Algunos placeres culposos, valen totalmente la pena —Se encoge de hombros— ¿Sabes por qué pecar se siente tan bien?
—Quiero escuchar la respuesta.
—Porque sabes que está mal, pero se siente tan bien que incluso con culpa piensas en volverlo hacer, es por eso que todos tenemos pecados ¿Quién puede resistirse?
— ¿Jesucristo? —Suelto y me mira con incredulidad.
— ¿Acabas de decir Jesucristo?
— ¿No? —intento y rompe a reír.
—Totalmente lo hiciste.
***
22 de febrero, 2016.
Estoy saliendo con Romeo Vara.
Eso es lo que dicen hoy los medios, redes sociales, prensa rosa, fanáticos y haters. Hoy no será un día tranquilo, pero esto no me sorprende, medio lo esperaba porque si me han vinculado amorosamente con hombres que han caminado a mi lado, es más factible que me inventen una intensa relación con un famoso actor con el que me vieron bebiendo café, más cuando hay fotos de nosotros riéndonos y cuando no saben que primero nos reunimos por trabajo.
Doy un sorbo a mi café desplazándome por los comentarios de la tendencia en twitter. El movimiento es no hablar al respecto porque en algún momento el tema bajará de intensidad y es poco probable que nos vean reunidos solos de una manera continua nuevamente. Romeo mañana vuelva de vuelta a Estados Unidos porque solo voló por la sesión de fotos y aunque intercambiamos números y me siguió de vuelta en las redes – yo lo seguía desde hace siglos – no hay vibra romántica entre nosotros.
Evidentemente me gustó, sería difícil conocer a alguien como él y que no te guste, más cuando hablamos en español y sobre música de habla hispana, pero Romeo es cómo un delicioso brownie y aunque me encanta el brownie, me sigo derritiendo por las galletas y de una manera bromista, pero honesta me dijo que un par de veces había salido por pocas semanas con "famosas" y que no es algo que piense volver a hacer, que no sale con famosas, ni siquiera me lo tomé a mal porque surgió en medio de la conversación y yo no me estaba insinuando o coqueteando.
En conclusión: hice amistad con un actor que admiro, que es muy talentoso y con el que espero coincidir en alguna otra ocasión.
Al menos no soy la única con algún romance en tendencia, Andrew Wood y una mujer llamada Leslie también lo son, la curiosidad me gana y entro en el tema de conversación viendo recopilaciones de fotos e incluso leo teorías sobre el supuesto romance, que es publicidad o que solo son amigos. Los comentarios son bastante intensos y leo a un par llamarse "zorras chismosas" y otros con comentarios sobre querer reencarnar en Leslie y que Andrew se las meta (sus palabras, no las mías). Llego al perfil de Harry Jefferson por alguna razón desconocida y termino riendo viendo su último vídeo de sus hijos gateando detrás de un perrito mientras ladran, es adorable y divertido, me desplazo en los comentarios:
Dexter_Jeferson: @HarryJefferson uhmmm ¿Me das las gracias, bastardo? Yo hice eso posible
McQueenDoug: @HarryJefferson @Dexter_Jefferson ¡Pero si yo elegí el cuento!
Hago clic sobre el usuario de Doug y sus tweets son una mezcla de bromas internas, cosas divertidas, preguntas aleatorias y encuestas súper inesperadas, voto en la última que hizo sobre reencarnar en un simio ciego o ser una hormiga diabética, raro, pero voto por lo primero – va ganando el simio – y luego veo un tweet hacia Max.
McQueenDoug: @MaximilianoG soñé que me regañabas ¿Qué se supone que hice en mi sueño? No seas malo conmigo, papi Max
Rio viendo la simple respuesta de Max:
MaximilianoG: @McQueenDoug lo que sea que hiciste, eras culpable. No sueños conmigo, te lo prohíbo
Mi pulgar queda suspendido sobre el botón de seguir a Max y luego lo presiono, pero para no causar revuelo sigo de inmediato a todos los miembros de BG.5, a la cuenta oficial del grupo ya la seguía y luego para despistar todavía más sigo a mi nuevo crush televisivo Holden Harris y a tres famosos aleatorios que antes no seguía.
—Ya está, no hay nada raro en haber seguido a Max porque seguí a nueve personas más ¡Todo bajo control!
Voy bajando sobre los tweets de Max, no escribe mucho, estoy muy enfocada en ello cuando sin querer le doy favorito a un jodido tweet de noviembre. No. Puede. Ser.
"Súbete a la montaña rusa y simplemente disfruta la caída" ese es el tweet y le he dado un jodido favorito luego de meses. Rápidamente voy a mis menciones y le doy favorito mensajes de mis fanáticos y respondo varios tweets.
—Muy bien, eso tuvo que ser un buen control de daños —Mascullo.
La pantalla se ilumina con una nueva notificación y dejo el teléfono sobre el mesón mientras me cubro el rostro con las manos y susurro: no puede ser, no puede ser. Porque Max me ha enviado una foto por nuestro chat y creo que sé lo que podría ser, el teléfono vibra de nuevo y otras pocas veces más.
Luego de tomar profundas respiraciones tomo el teléfono, lo desbloqueo y abro el chat. La primera imagen es de mi perfil donde se lee " te sigue", luego de mi perfil desde su cuenta que dice "siguiendo" – oh, bueno, me sigue de vuelta – y por último, una foto de mi error de dedo dando favorito.
LaNoGalleta: Dos teorías
LaNoGalleta: primera: de verdad quieres subirte a la montaña rusa y caer
LaNoGalleta: segunda: mis palabras realmente te colaron hondo y decidiste llevarlas contigo por siempre cómo lema de vida y por eso marcaste favorito un tweet viejo
Meredith: ¿Cómo lo notaste?
LaNoGalleta: te sorprendería cuántas fivers podrían ser detectives...Y cuántas podrían estar en manicomios
LaNoGalleta: también tienen un internet súper veloz que lo capta todo
Meredith: Andrew es tt y fui a su perfil y lo seguí. Luego a los demás y a ti...Y sucedió
Se lee cómo una mentira y lo intento de nuevo.
Meredith: navegaba por internet viendo las tendencias y vi a Andrew, entonces fui a su perfil y poco a poco llegué a los demás y me pasé por el tuyo y dije "qué tipo tan elocuente" y te seguí
Meredith: luego dije "wowww mira cuántas maravillas escribe una vez cada luna llena" y aprecié tus impecables líneas de sabiduría por lo que decidí dar un favorito que lo mantenga conmigo por siempre
Pasan tres minutos antes de que el mensaje se marque cómo leído y salgan los puntos suspensivos mientras escribe.
LaNoGalleta: olvidé la tercera opción
Meredith: cuál??
LaNoGalleta: espiabas mi cuenta y por error te delataste con un favorito sin sentido que no querías dar
Me debato en responder hasta que presiono el botón de llamar y aunque suena tanto que pienso que no responderá, al final lo hace.
—Eres bueno —Es lo primero que digo y lo escucho reír por lo bajo—. Aquí va la verdadera historia:
»Leía sobre mí épico romance con Romeo Vara y luego vi que Andrew es tendencia con una mujer llamada Leslie, habían impresionantes teorías y discusiones intensas, deberías leerlas —Me aclaro la garganta para volver al tema—. Así que por alguna razón terminé en el perfil de Harry viendo el adorable vídeo de sus hijos que en diez minutos tenía dos millones de favoritos. Luego vi la respuesta de Dexter y la de Doug, supuse que es una broma interna y fui al perfil de Doug.
»Ahí vi que te escribió ayer, o sea, salía muy reciente y fui a tu perfil y leí, sin darme cuenta fui bajando. Volví a subir para seguirte, pero luego pensé que a los demás le resultaría raro si te seguía de la nada y los seguí a todos, también seguí a otros y luego volví a bajar y se me escapó el favorito...Pero ¡Oye! Era un buen tweet —finalizo.
Unos largos segundos de silencio pasan y yo quiero golpearme la frente contra el mesón o esconderme debajo de la cama por la vergüenza.
—Hola, Allen —Es lo que dice y su voz suena cómo si contuviera alguna risa—. Parece que has tenido una mañana movida en internet.
—Algo así, pero no te estaba acosando ni nada.
—De acuerdo, Allen.
—Es en serio.
—Bien.
—Estoy siendo honesta.
—Vale.
— ¡Max!
—Allen —dice de regreso.
—Seguí a tres famosos aleatorios para que fuera mi coartada —confieso—. Hice un control de daños rápido.
—No tan rápido.
—Pero al menos no están inventando que salimos y te di favorito por ello.
—No, porque ya están enfocados en ti con Romeo Vara.
Te diré lo que hago: alzo el puño como alguna señal de victoria y luego lo bajo porque ¡Hola! ¿Qué estoy celebrando? No importa ni un poco que haya notado el escándalo y que lo mencione de una manera casual que no resulta nada casual. Respiro hondo antes de hacer una postura casual cómo si pudiera verme.
—Sí...Ya sabes cómo funciona, un días estás soltera y al siguiente tienes un romance apasionado con un actor muy famoso porque tomaron un café —Hay un breve silencio—. El café estaba bueno.
— ¿Qué tan bueno?
—Divino, pero...
— ¿Pero?
—Todo el tiempo estuve tentada por unas galletas, incluso había un suculento brownie, pero yo seguía viendo las galletas —Apuesto que él no entiende nada de lo que hablo—. Me dije que la galleta no era para mí, que había múltiples razones por la que no debía probarla, pero caí.
— ¿Lo hiciste?
—Sí y no solo la probé, la devoré y estoy preocupada de no poder resistirme a otra galleta que deseo mucho ¿Qué pasa si caigo?
—Suenas demasiado apasionada sobre una galleta.
—Es que no es una simple galleta —suspiro—, pero bueno, fue un buen café con mi nuevo amigo Romeo, pero obviamente lo volvieron algo más, dejaré que el chisme muera cuando vean que nada más pasa y salgan las fotos de la campaña.
» ¿Recuerdas cuando me preguntaste si al menos me hacía feliz mi trabajo?
—Lo recuerdo.
—Ayer se sintió bien porque fue agradable. El ambiente era increíble, el fotógrafo, todo. Y mis compañeros y yo hicimos un excelente trabajo —Sonrío—. Fue con Romeo y Samantha Kaplan...
— ¿Samantha Kaplan? —repite con lentitud.
—Sí ¿Sucede algo? ¿La conoces?
—La conozco —responde—. Fue novia de Ethan hace un tiempo.
—Oh...No diría que seremos amigas, pero no fue mala o rara.
—Eso es bueno —dice con tranquilidad.
—Pero ¿Es mala o algo así? —pregunto intrigada.
—Creo que cada uno de nosotros se crea sus propias opiniones, las personas también evolucionan y son diferentes dependiendo de las circunstancias. Me alegra que hayas hecho un buen trabajo con ella y pasaras un buen momento.
— ¡Vaya! Qué diplomático. Yo traduzco eso a: fue horrible con mi chico, pero quizá evolucionó, las personas se arrepienten y me alegra que fuera amable contigo y no una horrible persona.
—No dije eso —Se ríe.
—Bueno, leí entre líneas —Sonrío—. ¿Max?
— ¿Si?
— ¿Te gustaría que te hablara en español?
—No lo entendería, pero eso sería...Interesante. ¿Hablarás en español ahora?
Clavo la vista en el mesón y me lamo los labios mientras en mi mente busco qué decir, no sé exactamente por qué lo pregunte, pero supongo que me parece emocionante o algo cómo eso porque el corazón me late algo más rápido.
—La verdad es que cuando digo que me gusta una galleta, hablo de ti porque me gustas, pero dejaste medio en claro que hay razones por lo que eso no está sucediendo. Eres una tentación y yo debo resistirme porque también tengo una vida caótica y nunca duro demasiado tiempo en un lugar...Pero me gustas.
Pausa. Silencio, respiración profunda, mi nombre dicho en voz suave a través del teléfono.
— ¿Qué fue eso, Allen?
—Nada, solo recité la letra de una canción que me gusta mucho.
— ¿Cómo se llama? La buscaré.
—No pienso decírtelo —Sonrío—. Eso será un misterio.
— ¿Un misterio que algún día revelarás?
—No lo sé, Max, no lo sé.
Holisss, reviví o en eso ando. Algunos ya saben que me vi malita de salud, pero ya me estoy recuperando y bueno, poco a poco vuelvo en mí. Espero pronto volver con un capítulo nuevo (estoy trabajando en ello poco a poco).
Inicialmente la escena con Romeo no iba a ser tan larga, pero una cosa llevó a la otra, espero la disfrutarán. Por cierto a Romeo lo imagino cómo Fredrik Massa, pero ustedes son libres de imaginarlo cómo deseen, pero en mi mente es así.
Redes: Instagram: DarlisStefany / Twitter: Darlis_Steff / Páginas de facebook: Darlis Stefany y "Saga BG.5 de Darlis Stefany" /En vivos en YouNow: DarlisStefany
Espero les guste.
Un beso.