Secreto

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Y en cuanto cerré la puerta entendí qué era lo que estaba pasando en realidad. 

Dentro de la habitación todo estaba desordenado, algunos muebles tirados, papeles rotos por el suelo… Y el director del internado. De pie. Mirándome fijamente. 

Pensé que me habían llamado por alguna chiquillada típica de las mías. Pero esta vez esa no era la verdadera razón. 

Sino que sabían mi secreto. Y lo querían para ellos. 

Pero jamás les contaré una sola palabra.

Pequeños fragmentos inconexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora