Sin receptor

104 12 9
                                    

Yo en mi casa preparo lo que quiero decirte. Lo escribo y reescribo. Lo dejo reposar y lo corrijo. Eso sí, el mensaje es siempre desde el corazón y con total sinceridad.

Y aunque lo tenga preparado y ensayado delante del espejo múltiples veces, cuando te veo se me olvida. Porque cuando te veo pierdo todo sentido de consciencia (o tal vez lo recupero). Porque cuando te veo, se me para el corazón (o late más rápido, no sabría decirte). Porque cuando te veo recuerdo cada caricia que me diste (la mayoría sin querer), cada sonrisa que me dedicaste (o que yo creía que me dedicabas), cada palabra que me dijiste (aunque fueran solamente cosas de clase). Porque cuando te veo, se derrumba mi mundo (o tal vez eres tú quien lo rehace).

Llevo mucho tiempo queriendo decirte esto. Pero nunca llega a nadie más que al espejo.

Pequeños fragmentos inconexosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora